19 nov 2017

.Hack//Bullet Capítulo 025

Autor: Masayuki Yano

Traductor: Lord

Editor: Lord



025 Nostalgia

David se levantó para irse a casa alrededor de las seis. Dijo que se quedaría en un hotel cerca de la sucursal Akasaka. Cuando se subió al taxi que Ryuuji llamó, miró al cielo y frunció el ceño.

"Está bastante nublado. Parece que va a llover".

Poco después de que dijo esto, empezó a llover.

Un poco más tarde llovió en serio. Incluso hasta altas horas de la noche, la lluvia continuó incesantemente, golpeando fuerte contra el edificio como incontables dedos tocando un piano.


Ryuuji se sentó solo en el sofá de la sala de estar, una pila de cartas se expandía en la forma parcial de la Torre de Babel sobre la mesa que tenía ante él. Estaba empezando a regresar a su estado normal; Ryuuji solo necesitaba quedarse quieto para terminarlo. La lluvia tenía un efecto calmante.

Bueno, veamos si puedo hacer de gran detective, pensó. Basándome en lo que he reunido hasta ahora y en la información que David ha traído hoy, y combinándolo todo, puedo tratar de averiguar la solución.

La colocación de las cartas fue más fuerte que nunca. El arreglo se amontonó en muy poco tiempo y la torre blasfema se completaba constantemente.

Sin embargo, una neblina gris opaca se apoderó de la mente de Ryuuji. No podía prever nada. Ningún destello de perspicacia vino a él.

Tenía un vago presentimiento de algo, pero parecía que no era un detective tan agudo como pensó que sería. Se preguntaba si se había equivocado al cambiar de trabajo. CyberConnect fue un buen negocio financiero. La indemnización por despido también fue muy buena en comparación con el precio del mercado debido a las medidas de Durga Sharma. Habría sido mejor abrir un elegante café en Aoyama con el dinero que tenía y habría estado bien ser el jefe para variar. Si hubiera hecho eso, su cliente no le habría pegado un puñetazo y no se habría hecho un moretón en el ojo. Nunca se habría enfrentado a la muerte al ser atacado por las ratas...

Cuando su mente se empezó a desviar y a distraerse, Lilie entró en la habitación en pijama y se sentó junto a Ryuuji.

Las manecillas del reloj estaban a punto de dar las once. Era inusual que ella estuviera despierta en este momento.

"¿Sigues despierta?"

"Uh-huh."

"¿Hay algún programa de TV que quieras ver?"

"Uh-huh."

"Deberías irte a la cama. Debes estar cansada".

"Uh-huh."

Pero Lilie no intento llamar a Grid y encender la televisión, en su lugar miró a Ryuuji fijamente. Tenía el pelo revuelto. Parece que había ido a la cama y después se levantó de nuevo.

Ryuuji sacó una carta del maso, la volteó, la apiló sobre otra, y luego cogió otra.

"Oye, tu siempre haces eso ¿verdad?" ― dijo Lilie.

"Pues si".

"¿Es Interesante?"

"Sí, es muy interesante. Hehehe."

"¿En serio?"

"No realmente".

Ryuuji puso las cartas en una pila y las tiró a un lado, y luego se volvió hacia Lilie.

"¿Pasa algo malo?"

Lilie tenía la cabeza agachada y vacilaba, luego levantó su terminal móvil que había escondido detrás de su cuerpo.

Ryuuji lo miró después de recibir el terminal. Una página de ‘Aviso a los padres/tutores’ estaba en la pantalla. Era información sobre un programa de estudios en el extranjero. Se trataba de un programa de estudios con cursos de idiomas a corto plazo durante las vacaciones de primavera. Se propusieron cursos de idiomas adecuados para estudiantes de secundaria en el extranjero, así como una manera de experimentar una cultura diferente, entre otros beneficios.

“Allí” ― dijo Lilie mientras señalaba el lugar.

"Es una lista de las escuelas que aceptan solicitudes."

Había una escuela alemana en la lista. La dirección estaba en Schwabing.

"Ahhhh" ― balbuceó Ryuuji.

Puso el terminal móvil sobre la mesa y miró directamente a Lilie.

"¿Quieres ir allí?"

Ella no respondió inmediatamente.

"Tuve un sueño hace poco. Soñé con la época en que estuve allí. Mamá y papá estaban allí" ― dijo en voz baja.

“Pero no recordaba sus caras. Ahora sólo conozco las caras de mamá y papá de las fotos. No son sólo sus rostros, ni siquiera recuerdo sus voces o comportamientos. Mis recuerdos de ellos casi han desaparecido”

En este punto, Lilie dejó de hablar.

El sonido de la lluvia parecía más fuerte que nunca.

Ryuuji esperó a que siguiera hablando.

“Si voy a Alemania, creo que podré recordar”

Lilie volvió a hablar después de un rato.

"Pero... tengo miedo. Tengo miedo de ir allí. Tengo miedo de no recordar nada sobre mamá y papá. Tengo miedo de recordar las terribles cosas que pasaron en su lugar..." ― dijo.

"Me gusta mi vida en Japón y tú estás aquí. Puedo viajar en tren e ir de excursión con mis amigos. Así que, pensé que es mejor estar aquí por esas razones. Al menos hasta hace poco. Pero..."

Levantó la cara y miró a Ryuuji.

"Pero, Ryuuji, ¿qué debo hacer? ¿Debería quedarme aquí en Japón? ¿O debería ir a Alemania?"

“Ya veo” ― dijo Ryuuji.

“¿Qué quieres hacer tú?”

Preguntó Ryuuji, hablando en voz lenta y suave.

Lilie bajó la mirada.

"Quiero recordar a mis padres"

Agitó la cabeza.

"Pero... no sé qué hacer" ― dijo.

Hace seis años, cuando Ryuuji adoptó y empezó a tratar a Lilie Weiss, ella estaba obsesionada por ‘distorsiones cognitivas’ creyendo que su mundo era oscuro, completamente diferente del mundo feliz circundante.

Todo había sido corrompido por una desesperación que nada podía reparar. Ella se culpaba de lo sucedido.

Fue un caso pronunciado de alguien que había perdido a su familia por un accidente. Ryuuji fue capaz de comprender muy bien sus sentimientos. Pudo entenderlo todo muy bien.

Ahora Lilie estaba casi completamente recuperada de su estrés postraumático. No había ninguna duda al respecto. Ya no había ningún problema de comportamiento en sus actividades diarias en Japón. Pero, ¿podría Ryuuji estar seguro de que estaba completamente curada? Sabía muy bien que los tratamientos para el estrés postraumático se podían deshacer cuando los pacientes volvían a las circunstancias antes de que comenzara su enfermedad como si rebobinaran el tiempo. Se trataba en dejar que los pacientes aceptaran esta dura realidad ellos mismos.

Aunque era insignificante, había una pequeña posibilidad de que su estado empeore. Una visita a su patria por primera vez en varios años seguramente tendría un impacto significativo en ella. Cuando ella recordara claramente a sus padres, esto quizás podría llevar a Lilie a revivir los intensos recuerdos del desafortunado accidente. ¿Qué efecto tendría esto en su personalidad, en su espíritu? Algo podría pasar. Podría no pasar nada. Nadie podría saberlo.

"Ya veo. Pero sabes que no puedo tomar esa decisión por ti" ― dijo Ryuuji.

"Es importante para ti. Así que no tienes otra opción que decidir por ti misma"

Lilie bajó la cabeza profundamente encogiéndose de hombros.

"Todo saldrá bien. Creo que esto es una prueba de la fuerza que tienes dentro de ti. Aquí no hay bien o mal. Esta no es una decisión que necesites tomar de inmediato. No te pongas nerviosa. Está bien que participes en este programa o no hacerlo"

Ryuuji lo dijo como si no fuera nada, y luego le sonrió hacia Lilie.

“No hay necesidad de apresurar las cosas. Te ayudaré en tu decisión. Puedes hablarme de cualquier cosa. Siempre te escucharé. Justo como ahora” ― dijo Ryuuji.

Lilie asintió con la cabeza mientras seguía mirando hacia abajo.

Ella aún estaba encogida.

Entonces él abrió los brazos y Lilie lo abrazó. Ella se apretó contra Ryuuji, agarró fuertemente el extremo de su camisa y empezó a llorar.



Durante un rato se quedaron allí, Ryuuji acariciándole suavemente en la cabeza y la espalda.

Mientras se abrazaban, Ryuuji recordó cuando Lilie era más joven y la consolaba así cuando estaba asustada.

Antes de que se dieran cuenta, la lluvia parecía haber amainado.

La lluvia y el sollozo de Lilie habían desaparecido.

Se preguntaba si lo había hecho durante 5 minutos. Lilie se quedó inmóvil y Ryuuji la dejó ir. Ya no lloraba más. Se limpió los ojos con el dorso de la mano y se rió torpemente.

"¿Oh? ¿Qué fue eso?"

Ryuuji golpeo sus manos en una palmada.

"¿Acabo de oír una risa?"

"No me reí" ― dijo Lilie, fingiendo ira y levantando la mano como si fuera a golpearlo.

Sin embargo, dejó de moverse y se puso la mano en la boca y dejó salir un gran bostezo.

Ryuuji se puso de pie.

"Toma, deberías irte a la cama. Yo también iré a dormir pronto".

Fue a la cocina, sacó un cartón de leche del refrigerador y llenó una taza. Todavía quedaba una taza de leche en el cartón.

Decidió que Lilie se lo bebiera como castigo por quedarse despierta hasta tan tarde, luego se sirvió la otra taza de leche y volvió a la sala de estar, encontró que Lilie ya dormía tranquilamente en el sofá. Fue demasiado rápido.

Mientras él se quedaba asombrado de lo pacífica que parecía, puso la taza sobre la mesa, y sigilosamente fue hacia el dormitorio de Lilie. Abrió la puerta y entró, luego bajó las mantas de la cama.

Mientras regresaba, se asustó cuando accidentalmente pateó la espada de madera que había estado apoyada contra la pared, y la agarró por poco antes de que cayera al suelo.

"Este sistema de seguridad es perfecto, ¿no?" ― murmuró y volvió a la sala de estar.

Lilie estaba ahora profundamente dormida.

La recogió y la llevó a su habitación. Ryuuji se tambaleó un poco, pero pudo aguantar a Lilie.

Era más pesada de lo que él pensaba.

Puso a Lilie en la cama, cuidando de que no se le atascara el pelo debajo del cuerpo. Una vez colocada en la cama, él salió de la habitación y cerró la puerta silenciosamente.

Luego se fue a la cocina y echó el resto de su whisky en la taza vacía y se sentó en la silla junto a la ventana. La luz estaba apagada.

Nunca fue un buen detective. No sabía lo que su hija estaba pensando. ¿Dónde estaba mirando? Ser el dueño de un elegante café habría sido mejor que esto. Pero, ¿Qué tendría que hacer si fuera el dueño de un elegante café?

Ryuuji cogió un caramelo sabor a café de su bolsillo, le quitó el envoltorio y se lo puso en la boca.

El tiempo pasa volando. La niña crece. Lilie se enfrenta a su pasado. Ya podía ir sola a Kioto en un tren y comprar una espada de madera.

Entonces, tal vez debería poder ir a Schwabing. A su pueblo natal. No es tan lejos como parecía antes.

Un leve dolor corrió por el pecho de Ryuuji.

No es imposible, pensó.

Un momento después, Ryuuji sintió algo extraño en su boca.

Sacó el dulce de su boca y lo miró. No tenía sabor a café. Era un color similar, pero el tono era diferente. Tenía un amargo sabor inaceptable. Aloe sabor nostalgia.

Se lo puso de nuevo en la boca con un suspiro y miró por la ventana. La lluvia siguió cayendo en silencio.

Olía el aire húmedo mientras probaba el dulce amargo.


Pronto será la estación lluviosa, pensó.


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