27 may 2017

Kuro No Maou Vol 02 Cap 043

Autor: Hishi Kage Dairi

Traductor: Lord


Editor: Lord




043 El Ángel Asesinando al Dragón

--Esto es todo.

Liuchrome que estaba dirigiendo la batalla instintivamente se dio cuenta.

Aunque la línea del frente aún no había colapsado, Liuchrome ya había recibido informes de que muchas formaciones cuadradas habían sido destruidas.


Hasta ahora, antes de que una formación cuadrada fuera destruida, Liuchrome enviaría soldados de reserva que esperaban en la retaguardia para evitar que sucediera. Pero ahora incluso esa reserva había quedado vacía. Sólo quedaba la unidad de caballería pesada requerida en el 'empuje final'.

Liuchrome no era lo suficientemente estúpido como para enviar a la caballería al azar. Si fuera para un asalto lo habría considerado pero era para defensa. El uso de la caballería para retirarse era básicamente utilizar las tropas exactamente de forma contraría a su propósito real.

La caballería pesada que está vestida con una armadura completa es una tropa extremadamente poderosa. Encima de eso, eran las élites de los Caballeros del Templo. Su capacidad no estaba en duda.

(NT: Quisiera traducirlo como ‘Caballeros Templarios’, pero usan la palabra ‘Temple’ y no ‘Templar’, sería una mala traducción)

Pero, el mayor punto fuerte de la caballería es su movilidad y la capacidad ofensiva. Por ejemplo, cuando el oponente está en una posición desventajosa, si tienen que interceptar una carga desde el flanco por la caballería también, el enemigo sería definitivamente sacrificado. Básicamente, si se utiliza la caballería con una sincronización precisa, se puede lograr la victoria al instante.

Pero, si la sincronización está en mal estado, las pérdidas no serían algo para reírse.

Y si fueran destruidas a la vez, tampoco tenían reservas para ellos.

Los caballos que ellos utilizan junto con su armadura, en comparación con un soldado, el costo y el tiempo en que se incurre para entrenar uno no pueden ser siquiera comparados entre sí.

Tampoco son útiles sólo en pocas situaciones, pero también son demasiado valiosos como para usarlos imprudentemente.

Así, todos los comandantes famosos en la historia del Continente Arc leían primero el flujo del campo de batalla y luego utilizaban estas tropas para mostrar su máxima fuerza.

Liuchrome no era tan talentoso como esos famosos comandantes, pero conocía la utilidad de cada tropa y no perdió la calma ante una situación desventajosa.

Su aspecto exterior era ciertamente único, pero por dentro era racional, y alguien que podía tomar decisiones tranquilas y confiables. Por eso Ars lo eligió de entre todos sus subordinados, porque creía que Liuchrome podía concebir el resultado deseado.

Y ahora, Liuchrome se había dado cuenta más rápido que nadie de que si este flujo de ocurrencias continuaba, los cruzados serían definitivamente aniquilados.

Por lo tanto, antes de que tuviera que enfrentar la peor situación, decidió que sería mejor retirarse por ahora.

Darle órdenes a los Cruzados, que están aquí para cumplir la voluntad de Dios, no era en absoluto una tarea fácil para un comandante mediocre.

No podían retroceder, ni tenían planes, por lo tanto no había otra opción que sacrificar a los Cruzados mientras rezaban a Dios por un milagro. Un comandante mediocre sólo podía tomar la acción anterior.

Y entonces Dios concedería un milagro a ese loco con un corazón lleno de compasión; Liuchrome comprendía que tal cosa nunca pasaría.

Un milagro se llama un milagro porque no está destinado a suceder. Depender de esas cosas era lo mismo que aceptar la derrota desde el principio, Liuchrome pensaba eso desde el fondo de su corazón. Esa es la razón por la que los que lideran un ejército a la victoria no eran otros que los mismos humanos que estaban luchando allí.

Y en tal posición donde estaban a punto de perder, era su deber salvar a tantos soldados como fuera posible. Liuchrome estaba a punto de ordenar el retiro, en ese mismo momento...

*GUOOOOOOOO* -

Con un rugido capaz de sacudir los cielos, un gigantesco objeto negro caía de los cielos.

Se estrellaría directamente cerca de las líneas de frente donde ambos ejércitos estaban chocando.

En ese momento ambos ejércitos detuvieron sus armas y corrieron rápidamente en todas direcciones para salvarse.

La cosa que estaba cayendo finalmente se estrelló en la Colina Goldran que ya estaba pintada con sangre.

Su identidad era conocida por todos aquí, pero no se dieron cuenta hasta que había caído al suelo.

Era un dragón negro gigante.

Las alas que podían crear una tormenta con sólo un aleteo fueron destrozadas en pedazos, los pies que hacían temblar la tierra y las manos que tenían garras que podían cortar cualquier cosa habían sido completamente cortadas del cuerpo y se podían ver heridas increíbles.

La cola que era como la pared de un castillo también había sido cortada y no se encontraba en ninguna parte, el cuerpo que era como una fortaleza estaba lleno de lugares donde las escamas habían sido destruidas o arrancadas y todo el cuerpo estaba manchado de sangre.

Y los ardientes ojos de fuego tenían menos brillo que un rubí desgastado. Todo el mundo entendía que la vida de este gigantesco cuerpo se estaba agotando.

Lo que había caído de los cielos no era otro que el cadáver del Rey Dragón Gaevinal.

Nadie notó que en la frente del cuerpo de este gigante Rey Dragón había una sombra.

Una lanza en forma de cruz que había penetrado profundamente en la frente, y la que la sostenía era una muchacha que llevaba un manto ensangrentado.

Se había vuelto de un rojo tan oscuro que se desconocía si fue debido a los chorros de sangre de su oponente o si era su propia sangre. Su hermoso cabello plateado también estaba cubierto de rojo y había perdido su esplendor original. Le faltaba el brazo derecho y tal vez porque su ojo derecho había sido aplastado, estaba cerrado mientras lágrimas de sangre fluían de él.

Pero, claramente estaba de pie mientras clavaba la lanza en el cadáver del Rey Dragón. El ojo izquierdo abierto tenía un destellante brillo rojo y demostraba que todavía estaba viva.

La chica era Sariel.

Cada uno de los que lucharon aquí fue testigo de la leyenda de un solo humano derrotando a un dragón de nacimiento delante de ellos.

"---- Es un Ángel."

Alguien murmuró.

"El Ángel derrotó al Dragón."

Ángel, había varias divagaciones sobre su identidad, pero las palabras que se habían planteado aquí eran la creencia común de todos.

"Aah, qué hermoso."

Mojada de sangre y vísceras, habiendo perdido el brazo derecho y el ojo derecho, la figura de la chica que sostenía firmemente la lanza en su mano era para cada soldado de los Cruzados, lo más hermoso que jamás habían visto.

Una escena tan viva, que nunca la olvidarían en toda su vida.

Pero, para el Ejército de Daidalos, ¿qué aspecto tenía la chica?, al menos, no era lo mismo que el de los Cruzados.

Sariel derrotó a Gaevinal, ese hecho increíble fue entendido por todos y cada uno en la Colina Goldran.

Pero el sentimiento que tenían en sus corazones no era la excitación de poder ver una leyenda; Fue la conmoción de la muerte del incomparable dragón.

(NT: Acá utilizan la palabra ‘shock’ que puede deberse tanto a la conmoción creada como al choque de la caída en sí)

En cualquier caso, era lo suficientemente grande como para que todos olvidaran moverse.

Y el que se recuperó más rápido de todos ellos fue Liuchrome.

Frente a los aturdidos subordinados que estaban allí, alzó la voz y proclamó así:

"¡Mirad! ¡El gran 7mo Apóstol Su Excelencia Sariel ha matado al malvado Rey Dragón! ¡Ahora es el momento, cuando aniquilaremos al malvado ejército de demonios! ¡Todas las tropas ataquen!"

La orden de ataque de Liuchrome resonó claramente. Confiados en su victoria, los Cruzados apretaron sus armas, gritaron y cargaron. Se enfrentaron al Ejército de Daidalos que había perdido completamente su espíritu de lucha frente al hecho de que el invencible Rey Dragón había sido asesinado.

“Apúrate, rescata a Su Excelencia Sariel. Además, da la orden a la primera unidad de caballería pesada para que ataque-"

Por fin había llegado el momento de revertir todo. Esta era la única oportunidad de que su ejército, con menos números, pudiera aniquilar al fuerte Ejército de Daidalos. Con esto en mente, Liuchrome rápidamente dio órdenes una tras otra.

En realidad, la diferencia entre el número de soldados de los dos ejércitos en la Colina Goldran, en comparación con el inicio, era en la misma proporción. De hecho, debido al estado de las formaciones, los Cruzados estaban en desventaja.

Aunque el enemigo había perdido a su comandante, si los atacaban instantáneamente, se convertiría en una batalla de desgaste y al final, los Cruzados perderían.

Pero, en este momento, era una situación donde la diferencia en la moral decidiría el resultado.

Los Cruzados que estaban a punto de perder su línea de frente, recuperaron su espíritu y confianza en la victoria con el logro de Sariel, y lanzaron un contraataque.

Y lo que Liuchrome pretendía era realizar la táctica conocida en el período de los estados en guerra como Norikiri.

(NT: Norikiri es una táctica en la que unidades de cinco a diez jinetes cabalgaban hasta el enemigo para provocar confusión)

Lanzar la caballería contra el desmoralizado enemigo, era una táctica destinada a destruirlos rápidamente, la más fácil de usar así como la táctica más confiable.

Y este era el único momento en que se podía usar el tan esperado ‘Norikiri’.

Contra esto, el Ejército de Daidalos, que no había podido recuperar su espíritu de lucha, había caído en confusión.

Perder a su Rey, ya sea para luchar, para correr o para retirarse; No podían tomar ninguna de esas decisiones y se enfrentaron con los Cruzados que estaban en la mejor forma ahora.

Y finalmente, la tropa de plata de la caballería pesada que había recibido el apoyo de mejora de los magos comenzó su carga de lanza para decidir el resultado de esta batalla.

Frente al ejército blanco, incapaces de hacer nada más que intentar defenderse individualmente, se había decidido el destino del Ejército de Daidalos.

Esta batalla que más tarde se conocería como la Batalla de Goldran, terminó con la magnífica victoria de los Cruzados.


Tres días después, el día 10 del mes de Enrai (Trueno Distante), los cruzados capturaron completamente la Capital Daidalos.



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