3 ene 2018

Tate No Yuusha Vol 01 Cap 20

Autor: Aneko Yusagi

Traductor: Lord


Editor: Lord




20 La Espada

00:17

La oleada de destrucción llegará en 17 minutos. Todos en la ciudad deben haberlo sabido. Los caballeros y los aventureros estaban preparados para la batalla, y los ciudadanos estaban encerrados en sus casas.

Aparentemente, cuando el reloj se agotaba, los héroes, de los cuales yo era uno, serían transportados instantáneamente al lugar de la ola. La misma magia también afectaría a los miembros de nuestro equipo, así que Raphtalia sería transportada conmigo.

Elegí usar el Escudo Metal Ligero, ya que tenía el más alto grado de defensa hasta ahora.

"La ola llegará pronto, Raphtalia."

"¡Sí!"


Parecía nerviosa, electrificada. Ella asintió.

Al menos ella iba en serio.

"Sr. Naofumi, ¿te importa si hablamos un minuto?"

"Claro, lo que sea. ¿Qué pasa?

"Es sólo que... pensar en la oleada y todo eso, me hace sentirme emocional."

¿Adónde quería llegar? ¿Le teme a la muerte o algo así? Claro que me metería en problemas si ella muriera, así que necesitaba protegerla, pero... Cielos, tal vez yo había leído demasiado manga.

Este lugar no era un juego, y tampoco era un libro. Era real.

Más que nada, los otros héroes tenían tan buen equipo. Ni siquiera sabía si yo sería capaz de resistir la destrucción con el equipo que tenía.

Podría terminar herido.

Si salía sólo con heridas, supongo que era algo por lo que estar agradecido. Pero podría terminar muerto.

Si lo hiciera, la gente de este mundo, sin duda, miraría mi cuerpo y pensaría:

"Obtuvo lo que se merecía".

Necesitaba dejar de pensar en ello. No estaba luchando por nadie más que por mí. Luchaba por sobrevivir un mes más.

"Hablamos de eso antes, ¿recuerdas? Qué me pasó antes de que me compraras"

Fue horrible. Resumiéndolo en una palabra: infierno.

Todos los días, alguien era comprado y luego era regresado. También le pasó a Raphtalia.

Al principio, probablemente planeaban convertirla en sirvienta. Había sido recogida por una familia adinerada. Probablemente planeaban enseñarle todo tipo de cosas.

Para ese entonces lloraba en la noche, gritaba en sus pesadillas. Y la regresaron, así como así.

Su siguiente dueño fue lo mismo. Empezó a enseñarle todos estos trabajos diferentes, pero cuando ella empezó a llorar él la vendió.

El último dueño, el anterior a mí, fue el peor.

La compró, la golpeó con una vara y luego la vendió.

Entonces comenzó a toser y se preparó para la muerte, pensando que no estaba lejos.

No me sorprendía en absoluto oír que había tantos monstruos abusivos en este mundo.

Dijo que justo cuando se estaba hundiendo en la enfermedad, justo cuando sus pesadillas le habían destrozado el corazón, justo cuando no tenía ni idea de cuántas veces más iba a ser comprada, entonces fue cuando llegué yo.

 "Me siento muy afortunada de haberle conocido, Sr. Naofumi."

"... Ok."

"Porque me enseñaste a vivir."

"... Ok."

Estaba tolerando su discurso, pensando en ello, al menos a mitad de camino, como un trabajo.

Porque no me importaba.

Todo lo que me importaba era seguir vivo.

"Y me diste una oportunidad, una oportunidad de enfrentar la oleada."

"... Ok."

"Haré todo lo que pueda, por ti. Soy tu espada, y me quedaré a tu lado".

"Ok... Haz tú mejor esfuerzo".

Después me di cuenta de lo grosero que había sido. Pero, por el momento, era todo de lo que era capaz.

00:01

Sólo quedaba un minuto.

Me preparé para ser transportado.

00:00

¡BOOM!

Un enorme sonido resonó por todo el mundo.

En un instante, el paisaje a mi alrededor cambió. Supongo que nos habían transportado.

"El cielo..."

El cielo estaba lleno de grietas, como un caparazón de tortuga, y estaba manchado de un rojo terrible y profundo.

"Esto es..."

Miré a mi alrededor para intentar tener una idea de mi entorno cuando repentinamente vi tres sombras. Y fueron seguidos por doce personas.

Eran esos malditos héroes.

Habían sido transportados, como yo, así que no debería sorprenderme. ¿Pero a dónde iban?

Miré en la dirección en que corrían y también vi enormes multitudes de monstruos surgiendo de las grietas en el cielo.

"¡Estamos cerca de Riyute!"

Raphtalia había descubierto dónde estábamos.

"Esta es una ciudad agrícola. ¡Hay mucha gente aquí!"

"Pero las evacuaciones deberían..."

De repente volví a mí mismo.

Ellos no sabían dónde iban a estar las oleadas, así que ¿cómo podrían evacuar?

"¡Esperen un segundo, chicos!"

Me ignoraron y siguieron corriendo hacia la fuente de la ola.

Vi grandes nubes de monstruos derramándose de las grietas, como arañas bebés, y todos se arrastraban hacia la ciudad.

Justo entonces, vi a los otros héroes lanzar una especie de bola brillante en el cielo, aunque no sabía lo que era.

Quizá fue para que los caballeros pudieran encontrarnos.

"¡Maldita sea! Muy bien, Raphtalia, ¡ve a la ciudad!"

La gente de Riyute había sido buena con nosotros.

Si todos murieran en la ola, perdería el sueño por eso.

"¡Ok!"


Corrimos, pero en una dirección diferente a la de los otros héroes.


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