Autor: Masayuki Yano
Traductor: Lord
Traductor: Lord
Editor: Lord
025
Nostalgia
David
se levantó para irse a casa alrededor de las seis. Dijo que se quedaría en un
hotel cerca de la sucursal Akasaka. Cuando se subió al taxi que Ryuuji llamó,
miró al cielo y frunció el ceño.
"Está bastante nublado. Parece que va a llover".
Poco
después de que dijo esto, empezó a llover.
Un
poco más tarde llovió en serio. Incluso hasta altas horas de la noche, la
lluvia continuó incesantemente, golpeando fuerte contra el edificio como
incontables dedos tocando un piano.
Ryuuji
se sentó solo en el sofá de la sala de estar, una pila de cartas se expandía en
la forma parcial de la Torre de Babel sobre la mesa que tenía ante él. Estaba
empezando a regresar a su estado normal; Ryuuji solo necesitaba quedarse quieto
para terminarlo. La lluvia tenía un efecto calmante.
Bueno,
veamos si puedo hacer de gran detective, pensó. Basándome en lo que he reunido
hasta ahora y en la información que David ha traído hoy, y combinándolo todo,
puedo tratar de averiguar la solución.
La
colocación de las cartas fue más fuerte que nunca. El arreglo se amontonó en
muy poco tiempo y la torre blasfema se completaba constantemente.
Sin
embargo, una neblina gris opaca se apoderó de la mente de Ryuuji. No podía
prever nada. Ningún destello de perspicacia vino a él.
Tenía
un vago presentimiento de algo, pero parecía que no era un detective tan agudo
como pensó que sería. Se preguntaba si se había equivocado al cambiar de
trabajo. CyberConnect fue un buen negocio financiero. La indemnización por
despido también fue muy buena en comparación con el precio del mercado debido a
las medidas de Durga Sharma. Habría sido mejor abrir un elegante café en Aoyama
con el dinero que tenía y habría estado bien ser el jefe para variar. Si
hubiera hecho eso, su cliente no le habría pegado un puñetazo y no se habría
hecho un moretón en el ojo. Nunca se habría enfrentado a la muerte al ser
atacado por las ratas...
Cuando
su mente se empezó a desviar y a distraerse, Lilie entró en la habitación en
pijama y se sentó junto a Ryuuji.
Las
manecillas del reloj estaban a punto de dar las once. Era inusual que ella
estuviera despierta en este momento.
"¿Sigues despierta?"
"Uh-huh."
"¿Hay algún programa de TV que quieras ver?"
"Uh-huh."
"Deberías irte a la cama. Debes estar cansada".
"Uh-huh."
Pero
Lilie no intento llamar a Grid y encender la televisión, en su lugar miró a
Ryuuji fijamente. Tenía el pelo revuelto. Parece que había ido a la cama y
después se levantó de nuevo.
Ryuuji
sacó una carta del maso, la volteó, la apiló sobre otra, y luego cogió otra.
"Oye, tu siempre
haces eso ¿verdad?" ―
dijo Lilie.
"Pues si".
"¿Es Interesante?"
"Sí, es muy interesante. Hehehe."
"¿En serio?"
"No realmente".
Ryuuji
puso las cartas en una pila y las tiró a un lado, y luego se volvió hacia
Lilie.
"¿Pasa algo malo?"
Lilie
tenía la cabeza agachada y vacilaba, luego levantó su terminal móvil que había
escondido detrás de su cuerpo.
Ryuuji
lo miró después de recibir el terminal. Una página de ‘Aviso a los
padres/tutores’ estaba en la pantalla. Era información sobre un programa de
estudios en el extranjero. Se trataba de un programa de estudios con cursos de
idiomas a corto plazo durante las vacaciones de primavera. Se propusieron
cursos de idiomas adecuados para estudiantes de secundaria en el extranjero,
así como una manera de experimentar una cultura diferente, entre otros
beneficios.
“Allí” ― dijo Lilie mientras señalaba el
lugar.
"Es una lista de
las escuelas que aceptan solicitudes."
Había
una escuela alemana en la lista. La dirección estaba en Schwabing.
"Ahhhh" ―
balbuceó Ryuuji.
Puso
el terminal móvil sobre la mesa y miró directamente a Lilie.
"¿Quieres ir allí?"
Ella
no respondió inmediatamente.
"Tuve un sueño
hace poco. Soñé con la época en que estuve allí. Mamá y papá estaban allí"
― dijo en voz baja.
“Pero no recordaba sus
caras. Ahora sólo conozco las caras de mamá y papá de las fotos. No son sólo
sus rostros, ni siquiera recuerdo sus voces o comportamientos. Mis recuerdos de
ellos casi han desaparecido”
En
este punto, Lilie dejó de hablar.
El
sonido de la lluvia parecía más fuerte que nunca.
Ryuuji
esperó a que siguiera hablando.
“Si voy a Alemania, creo
que podré recordar”
Lilie
volvió a hablar después de un rato.
"Pero... tengo
miedo. Tengo miedo de ir allí. Tengo miedo de no recordar nada sobre mamá y
papá. Tengo miedo de recordar las terribles cosas que pasaron en su
lugar..." ―
dijo.
"Me gusta mi vida
en Japón y tú estás aquí. Puedo viajar en tren e ir de excursión con mis
amigos. Así que, pensé que es mejor estar aquí por esas razones. Al menos hasta
hace poco. Pero..."
Levantó
la cara y miró a Ryuuji.
"Pero, Ryuuji,
¿qué debo hacer? ¿Debería quedarme aquí en Japón? ¿O debería ir a
Alemania?"
“Ya veo” ―
dijo Ryuuji.
“¿Qué quieres hacer tú?”
Preguntó
Ryuuji, hablando en voz lenta y suave.
Lilie
bajó la mirada.
"Quiero recordar
a mis padres"
Agitó
la cabeza.
"Pero... no sé
qué hacer" ―
dijo.
Hace
seis años, cuando Ryuuji adoptó y empezó a tratar a Lilie Weiss, ella estaba
obsesionada por ‘distorsiones cognitivas’ creyendo que su mundo era oscuro,
completamente diferente del mundo feliz circundante.
Todo
había sido corrompido por una desesperación que nada podía reparar. Ella se
culpaba de lo sucedido.
Fue
un caso pronunciado de alguien que había perdido a su familia por un accidente.
Ryuuji fue capaz de comprender muy bien sus sentimientos. Pudo entenderlo todo
muy bien.
Ahora
Lilie estaba casi completamente recuperada de su estrés postraumático. No había
ninguna duda al respecto. Ya no había ningún problema de comportamiento en sus
actividades diarias en Japón. Pero, ¿podría Ryuuji estar seguro de que estaba
completamente curada? Sabía muy bien que los tratamientos para el estrés
postraumático se podían deshacer cuando los pacientes volvían a las
circunstancias antes de que comenzara su enfermedad como si rebobinaran el
tiempo. Se trataba en dejar que los pacientes aceptaran esta dura realidad
ellos mismos.
Aunque
era insignificante, había una pequeña posibilidad de que su estado empeore. Una
visita a su patria por primera vez en varios años seguramente tendría un
impacto significativo en ella. Cuando ella recordara claramente a sus padres,
esto quizás podría llevar a Lilie a revivir los intensos recuerdos del
desafortunado accidente. ¿Qué efecto tendría esto en su personalidad, en su
espíritu? Algo podría pasar. Podría no pasar nada. Nadie podría saberlo.
"Ya veo. Pero sabes que no puedo tomar esa decisión por ti"
― dijo Ryuuji.
"Es importante para ti. Así que no tienes otra opción que
decidir por ti misma"
Lilie
bajó la cabeza profundamente encogiéndose de hombros.
"Todo saldrá bien. Creo que esto es una prueba de la fuerza
que tienes dentro de ti. Aquí no hay bien o mal. Esta no es una decisión que
necesites tomar de inmediato. No te pongas nerviosa. Está bien que participes
en este programa o no hacerlo"
Ryuuji
lo dijo como si no fuera nada, y luego le sonrió hacia Lilie.
“No hay necesidad de apresurar las cosas. Te ayudaré en tu
decisión. Puedes hablarme de cualquier cosa. Siempre te escucharé. Justo como
ahora” ― dijo
Ryuuji.
Lilie
asintió con la cabeza mientras seguía mirando hacia abajo.
Ella
aún estaba encogida.
Entonces
él abrió los brazos y Lilie lo abrazó. Ella se apretó contra Ryuuji, agarró fuertemente
el extremo de su camisa y empezó a llorar.
Durante
un rato se quedaron allí, Ryuuji acariciándole suavemente en la cabeza y la
espalda.
Mientras
se abrazaban, Ryuuji recordó cuando Lilie era más joven y la consolaba así
cuando estaba asustada.
Antes
de que se dieran cuenta, la lluvia parecía haber amainado.
La
lluvia y el sollozo de Lilie habían desaparecido.
Se
preguntaba si lo había hecho durante 5 minutos. Lilie se quedó inmóvil y Ryuuji
la dejó ir. Ya no lloraba más. Se limpió los ojos con el dorso de la mano y se
rió torpemente.
"¿Oh? ¿Qué fue eso?"
Ryuuji
golpeo sus manos en una palmada.
"¿Acabo de oír una risa?"
"No me reí" ― dijo Lilie, fingiendo ira y levantando
la mano como si fuera a golpearlo.
Sin
embargo, dejó de moverse y se puso la mano en la boca y dejó salir un gran
bostezo.
Ryuuji
se puso de pie.
"Toma, deberías irte a la cama. Yo también iré a dormir
pronto".
Fue
a la cocina, sacó un cartón de leche del refrigerador y llenó una taza. Todavía
quedaba una taza de leche en el cartón.
Decidió
que Lilie se lo bebiera como castigo por quedarse despierta hasta tan tarde,
luego se sirvió la otra taza de leche y volvió a la sala de estar, encontró que
Lilie ya dormía tranquilamente en el sofá. Fue demasiado rápido.
Mientras
él se quedaba asombrado de lo pacífica que parecía, puso la taza sobre la mesa,
y sigilosamente fue hacia el dormitorio de Lilie. Abrió la puerta y entró,
luego bajó las mantas de la cama.
Mientras
regresaba, se asustó cuando accidentalmente pateó la espada de madera que había
estado apoyada contra la pared, y la agarró por poco antes de que cayera al
suelo.
"Este sistema de seguridad es perfecto, ¿no?" ― murmuró y volvió a la sala de
estar.
Lilie
estaba ahora profundamente dormida.
La
recogió y la llevó a su habitación. Ryuuji se tambaleó un poco, pero pudo aguantar
a Lilie.
Era
más pesada de lo que él pensaba.
Puso
a Lilie en la cama, cuidando de que no se le atascara el pelo debajo del cuerpo.
Una vez colocada en la cama, él salió de la habitación y cerró la puerta
silenciosamente.
Luego
se fue a la cocina y echó el resto de su whisky en la taza vacía y se sentó en
la silla junto a la ventana. La luz estaba apagada.
Nunca
fue un buen detective. No sabía lo que su hija estaba pensando. ¿Dónde estaba
mirando? Ser el dueño de un elegante café habría sido mejor que esto. Pero, ¿Qué
tendría que hacer si fuera el dueño de un elegante café?
Ryuuji
cogió un caramelo sabor a café de su bolsillo, le quitó el envoltorio y se lo
puso en la boca.
El
tiempo pasa volando. La niña crece. Lilie se enfrenta a su pasado. Ya podía ir
sola a Kioto en un tren y comprar una espada de madera.
Entonces,
tal vez debería poder ir a Schwabing. A su pueblo natal. No es tan lejos como
parecía antes.
Un
leve dolor corrió por el pecho de Ryuuji.
No
es imposible, pensó.
Un
momento después, Ryuuji sintió algo extraño en su boca.
Sacó
el dulce de su boca y lo miró. No tenía sabor a café. Era un color similar,
pero el tono era diferente. Tenía un amargo sabor inaceptable. Aloe sabor nostalgia.
Se
lo puso de nuevo en la boca con un suspiro y miró por la ventana. La lluvia
siguió cayendo en silencio.
Olía
el aire húmedo mientras probaba el dulce amargo.
Pronto
será la estación lluviosa, pensó.