Autor: Masayuki Yano
Traductor: Lord
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Editor: Lord
Capítulo
04 Interrogado
Llamaron
a la policía, Ryuuji bajó, y esperó la llegada del coche patrulla mientras
curiosos espectadores rodeaban al Sr. Yodogawa desde la distancia. No llamaron
a una ambulancia. Era obvio que no había necesidad de pedir una.
Finalmente
llegó un coche patrulla. Por supuesto, un policía de mediana edad de apariencia
espantosa trató de obtener información de Ryuuji. Parecía concluir que era una
disputa por las bebidas. Desde allí no trató de ocultar que empezaba a sospechar
de las circunstancias.
Sin
embargo, el camarero del Seadragon salió y explicó que el difunto, es decir, el
Sr. Yodogawa, cuando llegó al restaurante solo, ya parecía emocionalmente
inestable, y cuando el Sr. Yodogawa empezó a ser violento, Ryuuji trató de
calmarlo, y el propio Ryuuji ni siquiera bebió una gota de alcohol.
Por
el momento él fue despojado de toda sospecha, pero la próxima vez, con el fin
de investigar la escena, se le llamara para actuar como testigo.
Después
de eso, cada vez que alguien iba o pasaba por el Seadragon y el lugar de la
caída del Sr. Yodogawa, tenían que mirar el riguroso trabajo de un oficial de
policía.
Vigilaron
a la gente que iba y venía, y luego movieron los restos del Sr. Yodogawa antes
de que nadie se diera cuenta, la mancha de sangre fue esparcida por la acera en
las horas de la noche. Esto fue más gráfico que cuando cayó el Sr. Yodogawa.
Empezó
a calentarse la parte de abajo del ojo izquierdo de Ryuuji, en su pómulo. Lo tocó
para revisarlo y parecía que estaba hinchado. El policía con el que habló antes
le preguntó si quería ir al hospital o a la comisaría para interrogarlo, por lo
que decidió ser trasladado a la comisaría de policía más cercana. La charla
terminó después de unos veinte minutos, pero por alguna razón lo dejaron
esperando en la sala durante cuarenta minutos. El dolor en la mejilla empeoró.
Casi consideraba que era un buen momento para hacerles saber que se rebelaría
contra el Estado, cuando un pequeño policía de mediana edad llegó con
documentos oficiales y un botiquín de primeros auxilios bajo el brazo. Por
primera vez desde esta tarde, fue capaz de ver por su ojo. Usó sus
experimentadas manos y puso una compresa bajo el ojo de Ryuuji.
Entonces,
agradeció a Ryuuji por su cooperación y su grato comportamiento y se disculpó
por hacerle esperar, y luego le explicó que iría a hacer arreglos para que
Ryuuji llenara los formularios en vez de interrogarlo.
El
llenado del formulario se terminó en unos diez minutos.
"No
había necesidad de gastar tanto tiempo. Hay muchos testigos, y no habrá cargos
en este caso de suicidio al azar" ― dijo el oficial.
"¿Suicidio al azar?"
"Sí.
Entre los efectos personales del Sr. Yodogawa encontramos un tranquilizante.
Algo para manejar el estrés, parece ser " ― dijo el policía.
"Sin
embargo, llevó algún tiempo confirmar la identidad del Sr. Yodogawa. Por eso le
hemos hecho esperar tanto tiempo aquí, Sr. Sogabe" ― prosiguió.
"Está bastante bien. Pero, eso es un poco extraño" ― dijo Ryuuji.
“El Sr. Yodogawa es el director de CyberConnect Corp. ¿no podría
simplemente obtener esa información poniéndose en contacto con la empresa?”
"Por
supuesto, llamamos a la compañía. No fueron de mucha ayuda. Al final, la
llamada seguía llegando a otra persona, hasta que el responsable nos dijo
finalmente que no había nadie que pudiera ayudarnos. Incluso cuando les dijimos
que uno de sus propios empleados murió. Las grandes empresas son como
burocracias. Eso es lo que yo digo de todos modos " ― dijo indignado el
policía de mediana edad.
"Al
final, contactamos a la esposa del difunto y ella confirmó su identidad.
Estábamos muy agradecidos por su ayuda. Esta es una muestra de nuestra gratitud
por su cooperación".
Mientras
hablaba, el oficial le pasó a Ryuuji un sobre que contenía un folleto con el certificado
de regalo. Mirando más de cerca, notó que el sobre contenía dos ranuras con una
tarjeta telefónica en cada ranura. En estas tarjetas, dibujos de extrañas
criaturas de mascotas vestidas como policías estaban dibujados. Él, o más bien,
estos personajes parecidos a mascotas miraban a Ryuuji con expresiones
intrépidas. Al cerrar el sobre, parecía como si los lindos diseños de las cejas
se elevaran a la frente y se volvieran cómicamente gruesas e imponentes.
"Ah, esto es..." ―
dijo Ryuuji.
"Esto es muy bonito. Muchas gracias, muchas gracias. Mi
hija estará encantada" ―
terminó.
Agradeció
al oficial y educadamente lo puso en su bolsillo.
El
policía vio a Ryuuji salir del edificio.
"Sentimos
mucho haber agotado tanto de su tiempo. Gracias por su cooperación".
"No hay ningún problema" ― dijo Ryuuji.