5 dic 2018

Tate No Yuusha Vol 11 Cap 06

Autor: Aneko Yusagi

Traductor: Lord

Editor: Lord



06 Los Frutos del Entrenamiento

Después de eso, nos dirigimos rápidamente al reloj de arena del dragón e intercambiamos saludos con los soldados de la entrada. Deben haber recibido ya las órdenes de la reina, porque los preparativos para las ceremonias ya habían sido completados.

"Bien, tú primero, Sadina."

"¡Ok! ¡No te defraudaré!"

¿Hmm? Había gente allí para ayudar con las ceremonias como cuando hicimos la subida de clase, pero esta vez tenían una camilla con ellos. Me pareció extraño, así que le pregunté a un soldado cercano.

"Los reseteos a menudo tienen repercusiones. Probablemente tardará varios días en recuperarse por completo".

Supongo que eso tenía sentido. Me sentí aletargado cuando las estadísticas que tenía también bajaron repentinamente. Pero mi nivel no había cambiado. Sólo podía imaginarme lo restringido que me sentiría si de repente volviera a estar en el nivel 1.


"Hay variaciones individuales, por supuesto."

Los soldados comenzaron la ceremonia. El reloj de arena del dragón comenzó a brillar cuando el poder inundó el círculo mágico en el suelo. Se parecía mucho a cuando habíamos subido nuestras clases.

“La mujer que está ante nosotros ha elegido renunciar a sus propios poderes para recorrer un nuevo camino. ¡Poderes del mundo! ¡Denle la oportunidad de encontrar ese camino!”

Sadina estaba de pie en medio del círculo mágico y me saludaba.

"¡Mira, pequeño Naofumi! ¡Es el momento de mi renacimiento!"

Parecía demasiado relajada. Momentos después, algo salió de Sadina y luego se dispersó en todas direcciones.

“La ceremonia ha terminado. ¿Cómo te sientes?” ‒ preguntó uno de los soldados.

"Mi cuerpo se siente bastante pesado, pero todavía puedo moverme."

Sadina se acercó a donde yo estaba. Supongo que eso significaba que era muy dura.

"Eres el siguiente, Fohl."

"¡Adelante, hermano! ¡Haz lo que dice el Sr. Naofumi!"

"A… ¡Atlas! ¡Bien! ¡Voy!"

Estaba empezando a sentir un poco de pena por Fohl. A pesar de todo, completó la ceremonia de restablecimiento de nivel y parecía no tener problemas para caminar, igual que Sadina.

"Ustedes acaban de restablecer sus niveles, pero parecen moverse sorprendentemente bien. ¿No necesitan usar la camilla?" ‒ Les pregunté.

"¿Me llevarías cargada si no pudiera moverme, pequeño Naofumi?"

"¡No soy un debilucho!" ‒ gritó Fohl.

"Ustedes dos no son normales" ‒ dije.

Pensé en darle a Fohl un golpe rápido en el brazo para ver si realmente estaba bien… pero Atlas se me adelantó.

"¡Ay!"

Sí, definitivamente se sentía más débil.

"¡Ja, ja, ja! ¡Eso hace cosquillas!"

Lo intenté con Sadina también, pero ella reaccionó igual que siempre. Parecía estar bien. Tal vez las repercusiones serían mínimas si la persona estuviera en buena forma física. Ambos estaban en buena forma física. Hacer ejercicio y ponerse en forma ciertamente parecía caer en una categoría diferente a la de subir de nivel. Supongo que mantenerme en forma haría más fácil lidiar con el hecho de no sentirme tan bien, a diferencia de algún tipo de mejora en las estadísticas para la que la persona apenas tenía que trabajar. Estos dos tenían esa clase de autodisciplina. Raphtalia también se aseguraba de mantenerse en forma. Las estadísticas de una persona se reducirían con un restablecimiento del nivel, pero los resultados de su entrenamiento físico se mantendrían. Aparte de eso… los aumentos de mi escudo podrían haber estado ayudando un poco.

En otras palabras, las personas que necesitaban las camillas eran probablemente personas que mayormente usaban la magia, o personas que habían recibido el poder de alguien más fuerte. Por ejemplo, un niño mimado de una familia noble podría pagarle a un aventurero para que le suba de nivel. Ese tipo de cosas eran efectivas hasta cierto punto. Básicamente es lo que estaba haciendo con los esclavos en el pueblo, así que no era necesariamente algo malo. El problema era que una vez que alguien subía de esa forma de nivel, la única manera de seguir mejorando era ponerse en mejor forma o entrenar con alguien como la vieja.

Aparentemente, los Héroes no tenían un límite de nivel, pero incluso yo debería haber estado haciendo algún tipo de entrenamiento. Cosas como los niveles y las estadísticas eran la norma en este mundo, así que no era impensable que entrenar y perfeccionar tus habilidades mágicas a diario pudiera elevar algún tipo de límite también. Eso significaría que personas como Fohl y Sadina, que habían estado entrenando duro desde que eran pequeños, podrían llegar a ser mucho más fuertes. No sabía cómo funcionaba en realidad y no pensaba quedarme en este mundo para siempre, así que me entrenaría hasta que las olas fueran derrotadas y no me preocupaba por ello. Después de todo, mis niveles y estadísticas no significarían nada cuando volviera a mi propio mundo.

Lo mismo ocurría con este escudo. Este estúpido escudo que no podía quitar sin importar lo que pasara. Cambiarlo al Escudo Libro era lo mejor que podía hacer para tratar de ocultarlo. Si esta cosa estúpida me seguía de vuelta a mi propio mundo, no hay manera de que pueda ser considerado nada más que una maldición. Un hombre adulto caminando por ahí cargando un libro extraño todo el tiempo sería el hazmerreír del mundo.

Sería mejor no pensar en eso. No tenía sentido preocuparse por algo que incluso podía ni siquiera suceder. Incluso si el escudo me siguiera de vuelta, eso es algo con lo que tendría que lidiar cuando llegara el momento.

"Muy bien, volvamos rápido al pueblo y preparémonos para salir."

Usamos mi habilidad de portal para volver a la aldea.

"Sadina, Fohl y Atlas, quiero que ustedes tres salgan y suban de nivel. Me llevaré a los otros y me iré. Que alguien vaya a buscar a Firo".

"¡Lo haré! ¡No te defraudaré, pequeño Naofumi!"

Sadina se fue caminando hacia el océano sola, por la razón que fuera. ¿En serio? ¿Iba a estar bien sola?

"¡No tienes que decírmelo! Vamos, Atlas. Vámonos de aquí. Puedes sólo mirar."

"¡De ninguna manera! ¡Sr. Naofumi! ¡Quiero ir con usted!"

"Lo siento, pero tienes que quedarte y subir de nivel. A donde vamos, necesitarás ser capaz de protegerte por lo menos."

Íbamos a intentar atraer a Motoyasu. Si las cosas iban mal y él luchaba, Atlas podría no aguantas con recibir sólo un rasguño o dos. No podía llevarla con nosotros.

"Si subo de nivel y sobrepaso a mi hermano, entonces puedo tener al Sr. Naofumi para mí sola. ¡Daré mi mejor esfuerzo!"

"¿De qué demonios estás hablando?" ‒ Le pregunté.

"¡Vamos! ¡Deja de tontear!" ‒ Soltó Raphtalia.

¿Verdad? Aunque… Raphtalia se dirigía más que todo a mí cuando dijo eso. Pero Atlas era muy dura mentalmente. ¿Qué pasó con lo de interpretar el papel de la joven enferma? De todos modos, hice que Fohl, Atlas y a los otros esclavos se montaran en el carruaje del Subordinado de Firo #1 y los envié justo cuando Firo llegó corriendo.

"¡Amo! ¿Llamaste?"

"Sí. Hay un lugar al que tengo que ir. ¿Puedes venir con nosotros ahora mismo?"

"¡Síp!"

Yo llevaría a… Raphtalia y Firo deberían ser suficientes, supongo. Rishia estaba ocupada entrenando bajo la tutela de la vieja junto a Eclair. Nada malo podría venir de obtener su maestría en el estilo Hengen Muso. Además, Rishia hacía que Motoyasu se sintiese incómodo. Llevarla probablemente sólo complicaría más las cosas, así que la dejaría atrás.

"Muy bien, sólo vamos a ser nosotros tres. No es que vayamos a vender nada, así que tal vez deberíamos ir en la espalda de Firo".

"¡Carruaje!" ‒ graznó Firo.

"Ok, sí. Bien."

"¡Por fin puedo tirar de mi propio carruaje! ¡Mi propio caaarruuaaaajeee!"

Desde que empecé a usar mi habilidad de portal más a menudo, la mayoría de los carruajes en los que habíamos estado viajando eran alquilados. Firo no había tenido muchas oportunidades de tirar de su propio carruaje últimamente. Vender era el único momento en que podía usarlo. Supongo que ir en carruaje estaría bien. En realidad no importaba de todas formas.

"En el camino de regreso… tal vez veamos si podemos vender una o dos cosas."

De acuerdo, teníamos que darnos prisa y llegar a donde está la compañera de Motoyasu. Raphtalia y yo subimos al carruaje de Firo y nos dirigimos en esa dirección.


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Delirios de Lord:
Todos sabemos que Sadina es una masoquista.
Le gusta el dolor. Que el Escudo la golpe ni le hace gracia ajaja.