Traductor: Lord
Editor: Lord
06
Alimentando el Rebaño
A
diferencia de Raphtalia y Rishia, puse restricciones estrictas a todos los esclavos
para que la maldición de esclavitud los castigara de inmediato si no se tomaban
las cosas en serio. En nuestro primer día en la aldea, salí con los esclavos
para empezar a limpiar los restos de los edificios que habían sido destruidos.
"¡Esta
casa es importante para mí! ¡Es mi casa!"
Ese
fue Keel gritando. Habíamos llegado al lugar donde había estado su casa,
aparentemente. Pero todo lo que quedaba eran escombros en nuestro camino.
"No
hay nada de malo en apreciar tu casa, pero el techo se ha derrumbado y las
paredes están destruidas irreparablemente. Lo siento, pero tienes que entender
que habrá casas que podamos reparar y otras que no".
Miré
entre los escombros para ver si había algún objeto de valor u objeto que
pudiéramos usar, pero todo lo que encontré estaba cubierto de óxido o no era
nada que pudiéramos usar. Afortunadamente, el pozo aún era utilizable. Tomaría
un poco de trabajo, pero probablemente podríamos usar el jardín también.
"Puedo
entender que queramos preservar la memoria, pero si vamos a reconstruir la
aldea, entonces tenemos que deshacernos de todo lo que se interponga en el
camino."
"Pero..."
"¡Keel!
Deja de ser egoísta".
Raphtalia
reprendió a Keel. Yo no iba a detenerla.
"Esta
solía ser tu casa, ¿verdad?"
"¡Sí!"
"Muy
bien, entonces la nueva casa que construyamos aquí será la tuya. Sólo que será
una casa comunal que tú gestionarás. Más gente se unirá a nosotros, así que
cuento contigo para que lo manejes bien".
"Es…
está bien."
Keel
murmuró y asintió.
"Ya
está arreglado. ¡Ahora, Firo!"
"¡Okaaay!"
En
el momento en que Keel bajó la guardia, Firo cargó contra el esqueleto de la casa
y derribó a patadas los soportes, destruyendo el edificio.
"¡Ahhhhhhhhh!"
Dejé
a Keel allí aturdido y pasé a nuestra siguiente tarea. Los materiales de
construcción y los soldados del castillo enviados por la reina llegaron antes
del mediodía. Había piedra, madera, y... ¿yeso?
"¿Es
este el pueblo que estás reconstruyendo, Héroe del Escudo?"
Estaba
seguro de que ya lo habían oído de Eclair y Melty, pero los soldados preguntaron
de todos modos.
"Sí.
Al menos me gustaría tener algo con techo para el atardecer. Sé que es mucho
pedir, pero cuento con ustedes".
"Déjanoslo
a nosotros."
"Gracias.
Así que por ahora, les dejaremos la construcción a ustedes, soldados. En cuanto
a Raphtalia, Rishia y Firo…"
"¿Sí?"
"¿Síííí?"
"¿Qué
pasa?"
Las
tres respondieron cuando dije sus nombres.
"Voy
a hacer el almuerzo ahora. Una vez que hayan terminado de comer, quiero que
tomen a los esclavos y vayan a cazar monstruos con ellos".
"Entendido".
"¡Ok!"
"Daré
lo mejor".
"Les
dejo a ustedes la decisión de hacer los equipos. Supongo que la experiencia
probablemente no será muy buena si todos cazan en un gran grupo".
Nunca
había intentado medirlo. ¿Cómo funcionaban los puntos de experiencia cuando
todos luchaban juntos? ¿Se distribuían de alguna manera o eran compartidos por
todos? No estaba muy seguro de cómo funcionaba.
"¿Alguien
sabe cómo funciona la experiencia en los grupos?"
"Umm..."
Rishia
levantó la mano avergonzada.
"Lo
sabía. Siempre puedes contar con Rishia en momentos como este. ¿Y bien?"
"Umm…
Todos los miembros de un equipo reciben puntos de experiencia. La cantidad
difiere dependiendo de las habilidades y el nivel, pero la distribución es
imparcial. Seis personas es el límite. Más que eso y la cantidad de experiencia
comienza a disminuir."
¡Ajá, por eso
Itsuki y su grupo siempre te dejaban fuera!
En
realidad no dije eso, porque todo lo que obtendría es un fuerte ‘fuueeeeeh!’ Y
ya he tenido suficiente de eso. Así que mientras nos dividamos en equipos
cuando salgamos en un grupo grande, no debería haber ningún problema. Haríamos equipos
de seis personas y eso es todo.
"Si
aún hay lugar y están libres, puedes intentar invitar a Eclair y a la vieja también."
"Entendido.
Me encargaré de asignar a todos".
Hice
de Raphtalia la líder del grupo y le pedí que creara los equipos. Actualmente
teníamos un total de diez esclavos, así que le pedí que asignara cuatro a
Rishia y tres a Firo y a ella misma. Puso a Keel con Rishia, ya que él ya se
había fortalecido hasta cierto punto.
"Muy
bien, voy a hacer el almuerzo ahora, así que ayúdenme."
"¡Ok!"
Las
tres se ocuparon de hacer lo que pudieron para ayudar con los preparativos.
"¿No
vas a ayudar a cocinar, Raphtalia?" ‒ Le preguntó tranquilamente Keel a
Raphtalia, mirándome fijamente mientras preparaba la comida. Ya se había
recuperado de su estado de shock. Eso fue más rápido de lo que esperaba.
¿Quizás fue porque era un niño?
"¡Siempre
fuiste una buena cocinera, Raphtalia!"
"¡Rafu!"
"Umm…"
Raphtalia
me miró con una mirada de incertidumbre en su cara. ¿Qué? ¿Esperaba que dijera
algo? Supongo que quería presumir un poco delante de sus amigos o algo así,
porque finalmente dijo algo después de dudar un momento.
"¿Qué
tal si te echo una mano?"
"¿Oh?
Eso es inusual. No tienes que hacerlo si no quieres".
"No
es eso. Es sólo que trabajas tan eficientemente que nunca hubo nada que yo
pudiera hacer".
"¿oh?
En ese caso, ¿por qué no cortas esta carne por mí? Podría terminar sabiendo
mejor si lo corta el arma vasalla de la katana en vez de un cuchillo de cocina
normal".
"Entendido".
Ahora
que Raphtalia estaba ayudando, ¿qué debería hacer? Supongo que nunca es errado
asar carne a la parrilla.
"Asegúrate
de cortar contra la fibra o la textura se perderá. Sé que no eres Kizuna, pero
si tienes alguna habilidad para derribar monstruos o animales, eso debería
mostrarte dónde cortar".
"De
acuerdo".
Aparte
de eso, creo que podría hacer un estofado, tal vez. Sin embargo, tenía que
quitar la espuma, y eso siempre hacía que la preparación de los guisos fuera
molesta. No teníamos muchos ingredientes, así que estábamos limitados
naturalmente en lo que podíamos hacer. Algo con verduras podía funcionar, pero
yo no quería ponerme muy elegante ya que los esclavos devoraban todo lo que yo
hacía en un instante. Oh, ¿por qué no? Se sentía como un poco de desperdicio,
pero como Raphtalia estaba ayudando y todo eso, pensé en asar otro plato con
cilantro también.
"Eso
huele bien, ¿no?"
"Sí,
no está mal. ¿Deberíamos hacer una sopa también?"
"Claro".
Podríamos
hervir un poco de esta carne y convertirla en sopa.
"Raphtalia".
"¿Sí?"
"Voy
a preparar unos filetes de hamburguesa también, así que ayúdame a picar esta
carne."
"En…
entendido."
Trabajamos
rápidamente, cocinando todos los platos. Raphtalia había mencionado que sus
padres le enseñaron a cocinar, y yo me di cuenta de que ella sabía más que
nadie lo que hacía. Pero ahora que lo pensé, casi nunca había cocinado con
ella.
"¿Tienes
una receta familiar especial o algo así?"
"Supongo
que se podría decir que sí. No podría hacerla con los ingredientes que
tenemos".
"Bueno,
entonces tal vez haré que lo hagas una vez que tengamos los ingredientes que
necesitas."
En
realidad, tener una amiga que cocinara para mí siempre había sido uno de mis
sueños. Sin embargo, ninguna de mis amigas había sido del tipo que cocina.
Ahora puedo esperar a saber a qué sabía la receta familiar de Raphtalia.
"Te…
Tengo miedo de todos los errores que me señalarías si intentara hacerlo para
ti."
¿Eh?
Esa no era la respuesta que esperaba oír de Raphtalia.
"¿Crees
que soy una especie de engreído de la comida?"
"¿No
es así?"
"De
ninguna manera."
No
era como si me hubiera quejado de la cocina de alguien más. ¿Qué clase de
persona pensaba que yo era? Quería estar a la altura de sus expectativas tanto
como fuera posible, pero ¿un engreído de la comida? Eso fue inesperado. Si
alguno de nosotros fuera un engreído de la comida, tendría que ser Firo o
Raphtalia. Firo era especialmente exigente con el sabor.
"Está
bien entonces. Te lo haré algún día".
"Bien.
Estoy deseando que llegue el momento".
"¡Rafu!"
Me
encantó cómo Raph-chan se subió al hombro de Raphtalia y empezó a trinar.
"¡Ey,
todos! Raphtalia y yo preparamos el almuerzo. ¡Apúrense y coman, y luego váyanse!"
"¡Esta
vez también es súper bueno!"
"¡Sí!
¡Es tan bueno!"
Todos
los esclavos se atrincheraron con grandes sonrisas en sus caras. Me adelanté y
le serví a los soldados que también estaban construyendo casas para nosotros.
"¡Esta…
esta podría ser la carne a la parrilla más deliciosa que he comido nunca!"
"Estás
bromeando, ¿verdad? ¡Esto no puede ser la misma carne de tortuga! ¡Sirvieron lo
mismo en el castillo, pero no estaba ni cerca de este bueno!"
La
mejora de la cocina de mi escudo realmente era impresionante. Probablemente
hubo un efecto sinérgico con la mejora de la katana de Raphtalia que hizo que
todo fuera mucho mejor. Tal vez frotar la carne con sal y especias durante la
preparación también hizo una diferencia. Los filetes de hamburguesa
desaparecieron en un abrir y cerrar de ojos.
Todos
los esclavos comieron su parte de mi cocina. Teniendo en cuenta cómo serían
cuando volvieran de subir de nivel… Sí, tendría que preparar aún más comida o
no habría suficiente.
"Bien,
todos, les daré un arma a cada uno de ustedes, así que salgan y peleen".
Les
di a los esclavos sus órdenes y empezaron a entrar en pánico. Le di a cada uno
de ellos una de las viejas armas que había conseguido del almacén del castillo.
La mayoría eran espadas cortas para principiantes. Una de las jóvenes esclavas
estaba allí de pie, completamente pálida, con su espada en la mano, con el
mismo aspecto que tenía al principio Raphtalia.
"Si
te niegas a pelear, sentirás un ardor en el pecho, así que prepárate. Recuerda,
nunca recuperarás tu pueblo de esa manera".
"¡Lo
entendemos, Hermano Escudo! Estamos listos para luchar, ¡así que espera y velo!"
Al
menos alguien estaba mostrando algo de entusiasmo.
"No
es como si no pueda encontrar a alguien más que los reemplace a todos. Sólo
estoy tratando de convertir este lugar en un territorio de nuevo. Pero como
Raphtalia siempre ha hecho lo que le pedí sin discutir, decidí recompensarla
invitándolos a todos a participar. No se hagan una idea equivocada".
Me
había acostumbrado a hacer de malo desde que llegué a este mundo. No es como si
estuviera aquí para hacer trabajo de caridad. De todos modos, con el tiempo
regresaría a mi propio mundo, así que no es como si tuviera que preocuparme por
este lugar. Sólo quería crear un lugar donde Raphtalia pudiera vivir su vida en
paz.
"Tiene
una lengua afilada, pero es una buena persona, así que no se lo echen en
cara."
Raphtalia
añadió algunas palabras de apoyo que no eran necesarias. Se suponía que yo era
el villano aquí.
"Bien
entonces… Firo, carga a los monstruos derrotados en ese carro y tráelos de
vuelta. Tenemos muchos usos para ellos."
"¡Okaaay!"
Serían
nuestra comida por el momento.
"Aamoo,
¿qué clase de monstruos quieres?"
"Los
que tienen mucha carne, si es posible. Si consigues algunos de esos monstruos
que parecen ovejas, entonces puedo hacer salchichas".
"¡Okaaay!
¡Veré si puedo encontrar algunos!"
Señalé
el carruaje de Firo y ordené a los esclavos que entraran. Vacilantemente
subieron a bordo, y Firo se puso en camino para llevarlos a cazar.
"¡Cuidado
con la velocidad!"
"¡Okaaay!"
El
carruaje de Firo se estremeció en la distancia. Por supuesto, ella no podía ir
tan rápido mientras sufría de los efectos de la maldición.
"Ahora
bien… Les dejaré la construcción a ustedes."
"¿Eh?
¡Por supuesto!"
Dejé
la construcción a los soldados, puse mi escudo para que se encargara de algunos
compuestos, y empecé a preparar nuestra próxima comida. Todavía pasaría un
tiempo antes de que los huevos de monstruo estuvieran listos para eclosionar.
Tendría que encontrar una forma de conseguir más comida antes de que nos quedemos
sin carne de tortuga.
***
Los
esclavos que habían salido a cazar con Raphtalia y los otros regresaron al
anochecer. Estaban completamente agotados. El carro que yo había atado al
carruaje estaba cargado de monstruos muertos. Parecía que también habían
encontrado algunos monstruos tipo oveja, tal como yo lo había pedido.
"Ugh..."
Grooowwwwwl.
Gruñido, gruñido. Retuuuumbaaar, retumbar, retumbar, retumbar...
"Estoy
tan hambriento..."
El
gruñido de sus estómagos sonaba como un trueno. Sus cuerpos crecían rápidamente
y necesitaban nutrición, y eso los ponía hambrientos.
"Me
alegra ver que todos regresaron. ¿Dieron buena pelea?"
"Sí,
todos hicieron lo que pudieron".
"Fuueeehhhh…
Estoy exhausta."
"Bueno,
si lo hicieron lo mejor que pudieron, entonces eso es suficiente. Vamos a
comer."
Saqué
el estofado y los bistecs que había preparado de antemano usando la carne de la
Tortuga Espiritual y los puse sobre la mesa. Me imaginé que resultaría así, así
que había hecho una cantidad ridícula de comida. Era una tonelada de comida,
pero probablemente desaparecería en un abrir y cerrar de ojos.
"¡Wooooow!"
Llenos
de emoción, los esclavos se reunieron alrededor de la mesa y comenzaron a
comer.
"Aamooo,
¿qué hay de mííííí?"
"El
tuyo está justo aquí."
Le
di a Firo su parte. Comió un cincuenta por ciento más que los esclavos en
crecimiento.
"¿Eso
es todo? ¡Quiero más!"
"Si
quieres más, entonces vete a cazar algo y cómete eso."
"Boo..."
Firo
estaba enfurruñada. Eso es muy malo. Ya había hecho una tonelada de comida. No
podría hacer más que esto por mi cuenta.
"¡Gracias
por la comida!"
¡¿Qué?!
¿Ya habían terminado mientras Firo y yo hablábamos? Sabía que se suponía que
los niños tenían un apetito feroz, pero ¡vamos! Espero que estén satisfechos,
al menos.
"Muy
bien, mocosos, el día de mañana estará aquí en poco tiempo. ¡Váyanse a la
cama!"
"¡Ok!"
Llevamos
a los esclavos a una de las casas que habían sido reparadas por los soldados
del castillo. El resto de nosotros nos quedábamos en la otra casa que aún se
estaba arreglando. Las ventanas estaban rotas, así que el viento soplaba a
través de ellas, pero el techo nos protegía de la lluvia.
"Dormiré
con los otros".
"Sí,
mira a ver si puedes ayudarlos a instalarse en un parpadeo".
"¡Lo
haré!"
Raphtalia
se fue a dormir con sus viejos amigos. Firo ya estaba medio dormida y cabeceando.
Rishia estaba ocupada descifrando los manuscritos que había recibido de Kizuna
y los otros. Ella tenía más resistencia de la que hubieras imaginado.
Me
puse a trabajar en la preparación de la siguiente parte de mis planes. Revisé
los niveles de los esclavos mientras esperaba. Parecía que todos habían llegado
al nivel 15, en promedio. Sus estadísticas también habían aumentado en todos
los aspectos. A juzgar por mi experiencia con el crecimiento de Raphtalia, me
gustaría que llegaran al menos al nivel 30, y eso incluía también a los que no
eran aptos para la batalla.
***
Después
de algún tiempo, oí un golpe en la puerta.
"Umm…"
Era
Raphtalia y… había traído varias esclavas jóvenes con ella.
"¿Qué
pasa?"
"Bueno…"
Raphtalia
parecía que quería pedirme que hiciera algo, pero murmuraba. ¡Escúpelo!
¿Esperaba que me lo figurara por mi cuenta o algo así?
"¿Mojaron
la cama?"
"No
es eso. Vamos, pregúntenle ustedes mismas al Sr. Naofumi".
"Umm...
bueno..."
Sus
estómagos gruñían, y las esclavas bajaban sus cabezas avergonzadas.
“Ah,
ya entiendo. Probablemente debería hacer lo suficiente para alimentar a los
otros mocosos también, ¿verdad?”
“Gracias.”
Me
dirigí al área de cocina afuera y comencé a preparar la comida. Cielos. Habían
vuelto a tener hambre rápidamente. Corté los monstruos que habían traído de la
caza y decidí hacer unos pinchos sencillos. Cortar la carne en trozos pequeños
era demasiada molestia, así que asé a los monstruos preparados enteros. Una vez
que las cosas salieran bien, tendríamos que formar un equipo de cocineros lo
antes posible, o no tendría tiempo para mí mismo.
***
Y
así llegó el día siguiente.
"Muy
bien, escuchen todos. Estoy seguro de que disfrutaron de su bocadillo de
medianoche, pero nuestros suministros de alimentos son cada vez más escasos por
el día. Tenemos que compensar las pérdidas con la caza. En otras palabras, yo
decidiré qué cocinaré en base a lo que traigan de vuelta. ¿Lo entienden?"
"¡Sí!"
Eran
casi demasiado sumisos. Me extrañó un poco, pero supongo que estaba bien si
mostraban iniciativa.
"Tendré
la cena lista esta noche, pero la próxima comida no está garantizada. ¡Han sido
advertidos!"
"¡Ok!"
Lo
de anoche fue duro. No dejaban de pedir más por mucho que cocinara, y hasta
donde yo sé, habían estado realmente hambrientos. Sentí que había estado
cocinando sin parar desde que llegamos aquí. ¡No era su madre después de todo!
Una vez que terminaran de crecer hasta cierto punto, planeaba capacitarlos para
manejar una variedad de tareas diferentes. Tendría que aguantar hasta entonces.
"¡Gracias
por la comida!"
"De
nada. Ahora salgan a cazar y no vuelvan hasta la noche".
"¡Ok!"
Todos
parecían más alegres que ayer cuando subieron al carruaje de Firo. No estaba
dejando que Firo se volviera loca con la velocidad, así que esperaba que los
esclavos no se marearan con el habitual mareo de movimiento común en sus viajes
en carruaje. Sería bueno que alcanzaran alrededor del nivel 20, en promedio,
para cuando regresen.
Nuestro
objetivo inmediato debería ser asegurar el suministro de alimentos. Siempre
estaba eso… Pero si lo usaba y volvía a mutar, quién sabía lo que podía pasar. Aun
así, nos había ayudado a salir de apuros antes, y parecía que el momento de
confiar en eso había llegado una vez más.