Traductor: Lord
Editor: Lord
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Regla de la Mayoría
[Wing
Road] regresó a Spada, el paisaje de la ciudad ahora teñida de blanco en la
nieve del invierno, en la tarde del día 6 de la Penumbra. Se habían apresurado
a ir al Pueblo Asbel debido a la urgencia de su misión, pero su viaje de
regreso fue un viaje de ocio.
El
fenrir contra el que habían luchado había estado bajo la influencia de una
poderosa maldición, pero ciertamente fue un enemigo fuerte. Aunque puede
parecer que, gracias a su esfuerzo individual y a su diligente preparación, lo
habían derrotado fácilmente, seguía siendo un adversario al que habrían tenido
que enfrentarse a la aniquilación si hubiesen dado un solo paso en falso. Todos
los miembros de [Wing Road] entendían que, si hubieran luchado contra ese mismo
fenrir pero liberado de la maldición que lo hizo enloquecer y limitado su
verdadera inteligencia, el grado de peligro se dispararía instantáneamente.
Es
por eso que todos ellos sintieron que se merecían un viaje de regreso
tranquilo. Bueno, todos excepto Nell, que preferiría no perder tanto tiempo.
Cruzados… Recuerdo
que Kurono-kun mencionó eso.
Nell
recordó lo que había pasado en medio de su conversación posterior a la misión
con Kurono. Había pasado tanto tiempo desde que tuvo la oportunidad de hablar a
solas con su querido Kurono… pero ella
tuvo que interferir una vez más. Ese hada malvada.
Nell
había estado furiosa instantáneamente con Lily, como resultado de las muchas
transgresiones de la hada hasta ahora, pero se las arregló para notar rápidamente
la cresta real de Spada sellaba en el sobre entregado a Kurono. Por supuesto,
no había mirado su contenido, y tampoco preguntó sobre él, pero era obvio por
la forma en que Kurono se había endurecido por completo al leerlo, que lo que
contenía esa carta era un asunto de máxima urgencia.
«"Lo
siento Nell, tengo que irme. Nos vemos."» ‒ Había dicho simplemente antes
de correr como si su vida dependiera de ello. Nell no tuvo la oportunidad de
preguntar qué había pasado, ni de despedirse de él.
Fue
una despedida tan abrupta. No existía ningún tonto tan grosero como para
despedirse de la princesa de Avalon con tan poca ceremonia. Y el primero que lo
hizo resultó ser el hombre que la princesa deseaba tanto. Nell lloraría hasta
quedarse dormida por lo menos 3 noches después de la conmoción y la angustia,
es decir, si siguiera siendo la misma chica frágil que había sido después de la
batalla de Iskia.
Kurono-kun no me
despidió así porque no le gusto. Algo muy serio debe haber pasado para que se
comportara así... ¿cierto?
La
actual Nell tenía la fuerza mental para no malinterpretar las acciones de
Kurono. Y sobre esa base, ella había supuesto que Kurono la necesitaría,
seguramente.
Sólo puedo
enseñarle magia modelo, por ahora… pero ayudaré más, ¡juro ayudar a Kurono-kun
en todo lo que pueda!
Con
esa determinación, Nell había estado, durante el mes pasado, participando en
una misión de Rango 5 tras otra, desafiándose feroz e implacablemente a sí
misma a nuevas alturas, todo para recibir una protección divina propia.
No
era la misma Nell débil que había sido. Ella no se quedaría postrada en cama
por una mirada maliciosa de Lily. Era más fuerte, mucho más fuerte.
Porque sé que
también le gusto a Kurono-kun.
En
esa noche de tormenta, Kurono había recurrido a colarse en los dormitorios de
las chicas solo para verla. Le había dado las gracias por sanarlo después del [Carnaval
de Maldiciones] y por toda su ayuda en Iskia. Había pedido que ella le enseñara
magia. Nell era la única en la que podía confiar… él lo había dicho muy
claramente.
Kurono-kun me
quiere. No hay mejor motivación para perfeccionarme que esa.
Aceptó
el hecho de que había sido perezosa. Se dejó ahogar en la completa dicha de
estar con Kurono, solo ellos dos. Había sido demasiado ingenua pensando que
podría quedarse en el paraíso para siempre. Que es exactamente la razón por la
que se había encontrado con una secuela tan trágica cuando la hada había
llegado, realmente desde un punto ciego, y le había asestado un golpe tan
devastador a su psique.
Pero
pudo volver a ponerse de pie, todo gracias a Kurono. No tenía tiempo para
perderlo en la desesperación. Kurono la necesitaba, y ella haría todo lo
posible por responder a su sincero deseo de ayuda. Ella se esforzaría. Se
volvería fuerte.
Y entonces,
seguramente, me convertiré en la única y exclusiva de Kurono-kun...
Nell
estaba finalmente en la línea de salida en la carrera hacia el corazón de
Kurono. Ya no desearía unilateralmente su amor sin dar nada a cambio. Ya no
sería un pajarito llorando para que su padre le trajera comida.
No,
se convertiría en la cazadora que atrapa a su propia presa. Como un águila
feroz, seguro que capturaría el afecto de Kurono. Lo juró sobre las alas
blancas de su espalda, sobre la línea de sangre heredada de los gobernantes
supremos del cielo.
"…
Esta misión de emergencia, ¿qué quieren hacer?" ‒ Dijo Nero con su
imperturbable voz… No, su tono parecía un poco más serio de lo habitual, lo que
despertó a Nell de su ensueño con las aves de presa.
Fue
al día siguiente de su regreso a Spada, el día 7 de la Penumbra. Los miembros
de [Wing Road] estaban reunidos donde solían hacerlo, en el comedor principal
de la academia. Los cuatro, ya que Charl no estaba presente, estaban sentados
en una mesa y disfrutando del sabor especial de la comida de la cafetería que
no habían probado durante su viaje de varias semanas.
"¡La
tomaremos, eso es lo que hay!" ‒ Aulló Kai. ‒ "¡¡No importa si es el
Rey Dragón o quienquiera que sean estos Cruzados, están trayendo la pelea a
Spada, y yo digo que se la demos bien!!".
Era
mediodía. Las hordas de estudiantes hambrientos habían llenado el comedor y
habían estado devorando su comida. A nadie parecía importarle la bulliciosa
declaración de Kai, que seguramente viajó a cada rincón de la gran y concurrida
sala. O al menos, ningún Spadiano podría quejarse.
En
cada mesa había un volante que detallaba el llamado personal del Rey Leonhart a
los aventureros de Spada. En otras palabras, era el formulario de la misión de
emergencia para unirse al 4º regimiento, Gladiador. Todos sabían lo que eso
significaba para su nación.
Pero
por otra parte, saber lo que significaba, y realmente participar eran asuntos
totalmente diferentes.
"¿Podrías
no ser estúpido por una vez? Piensa en nuestra posición antes de empezar a
gritar por la guerra". ‒ La voz fría de Safiel derribó rápidamente el
valiente rugido de Kai. Espera, ¿acaso alguna
vez Safiel habló cariñosamente a Kai, o a alguien más? Los demás
reflexionaron.
"Puede
que sea una misión legítima y todo eso, pero estamos hablando de guerra".
‒dijo Nero.
Un
aventurero ordinario sería libre de participar y servir como soldado en el frente
de guerra. Pero, ¿se aplicaba una lógica similar a los aventureros de
nacimiento noble? ¿Qué interés tendría esta guerra para la realeza extranjera
que por casualidad está de aventuras?
"Generalmente
nos dejan tranquilos" ‒ dijo Nero con un suspiro ‒ "pero hay muchas
posibilidades de que Nell y yo volvamos a Avalon…"
Nero
y Nell eran los dos aventureros de Rango 5 que merecían ese título. Sus
diversas hazañas, junto con sus compañeros de confianza, los hicieron ser
reconocidos como individuos poderosos. No eran tratados de forma especial sólo
porque pertenecían a la realeza de Avalon.
Como
el primer príncipe y primera princesa de una nación, Nero y Nell tenían la
obligación de regresar a su capital con premura después de que estallara cualquier
guerra.
Y
sin embargo, entendiendo ese hecho mejor que nadie, Nell se atrevió a negarlo
con palabras claras.
"No,
onii-sama, me temo que no puedo hacer eso."
"Oye,
Nell, ¿cuál es la gran idea..."
Sería una idiota si
dejara pasar esta oportunidad.
Añadiría ella si olvidara sus modales de princesa.
Spada
yendo a la guerra, el misterioso enemigo conocido como los Cruzados, un enemigo
hacia el que Kurono tenía un profundo odio. Nell había conectado todos los puntos
en el momento en que vio el formulario de la misión.
Estos Cruzados son
enemigos de Kurono-kun.
Kurono
los había mencionado indirectamente. Que tenía enemigos a los que tenía que
matar sin importar lo que pasara. Y ahora el enemigo fue expuesto ante ella.
También
había destellos de la memoria que ella había visto dentro de él. La tragedia
total, la aldea en llamas, los restos carbonizados, crucificados y masacrados
de amigos… Nell entendía exactamente como se sentía Kurono. Las emociones que sintió
en esas escenas, y las emociones que aún están dentro de él.
Él
había sufrido una tristeza profunda, desesperada e insoportable. Y de esa
injusticia, de esa ira, surgió un oscuro rencor. Nunca lo demostraba en su vida
diaria, pero el deseo de venganza dentro de él no había desaparecido, ni mucho
menos. Sólo había estado agudizándose, incubando en lo más profundo de su alma,
esperando pacientemente su liberación.
Ella
le ayudaría a cumplir su venganza. Ella sería la primera, la única, justo a su
lado. Eso fue algo que ella juró en la cama junto con él en la enfermería del
Gran Coliseo.
Esto servirá como
mi oportunidad de salir adelante. Lo haré mío sin importar lo que cueste.
Se
mojó los labios mentalmente al pensarlo, mientras presentaba su cara de
princesa pura e inocente en la mesa mientras cortaba a Nero para decir…
"Yo
también quiero pelear. Quiero proteger a Spada." ‒ Lo que de por sí no era
mentira. Kurono quería proteger a Spada y ella también. Y después de sus
valientes esfuerzos en el campo de batalla, esta vez, ella sería la que montara
detrás de él en su Nightmare mientras ellos cabalgaran en el desfile de la
victoria. Necesitaba un lugar para celebrar después de todo.
"Haah..." ‒ Nero suspiró con una
cara que sugería que después de todo sabía cómo era su hermanita ‒
"supongo que debería haber esperado algo así de ti…".
Él
también habría tenido razón en sus suposiciones, si sólo hubieran sido tres
meses antes, antes de que Nell conociera a Kurono, en un momento en que ella
amaba y respetaba a su hermano con todo su corazón.
"Por
favor, onii-sama. Ni siquiera tú soportas la posibilidad de huir,
¿verdad?" ‒ Esta vez, era el turno de la hermana de mostrar su comprensión
de la personalidad de su hermano.
Puede
que Nero no tuviera mucho apego a su posición como realeza, pero su sentido
personal de orgullo era alto. No era un orgullo nacido de la fama y la fortuna,
sino uno que valoraba la libertad por encima de todo lo demás. Era una de las
virtudes que hicieron de Nero quien era.
Y
Nell respetaba eso de él, realmente lo hacía. Así que ella estaba contenta de
usar ese conocimiento para persuadirlo con las palabras más adecuadas para
convencerlo.
"No
te equivocas. No me asustan los Cruzados o como se llamen, pero esta vez tendré
que decir que no". ‒ Nero lo negó claramente, lo que Nell tomó con calma,
ya que sabía que su hermano no se convencería tan fácilmente. Lo que sólo podía significar que Nero había
priorizado algo por encima de su terco orgullo. Y Nell sabía muy bien lo que
era ese algo.
"¿Puede
que sigas sin confiar en mi fuerza?" ‒ Ella suplicó.
"Escucha
Nell, incluso si fueras más fuerte
que yo, tomaría la misma decisión. Como tu hermano." ‒ Nero reveló
claramente sus motivos. En momentos como éste, su hermano nunca se anda con
rodeos ni trata de desviar el tema.
Esta
faceta de su personalidad en la que siempre era directo e iba al punto en los
momentos importantes era ciertamente admirable, tenía que admitirlo. Pero para
su objetivo actual, estaba empezando a ser un fastidio.
Tal vez debería
irme por mi cuenta…
No, todavía no, no
debería sacar conclusiones rápidas,
deliberó Nell. Calmó su irritación antes de que un ceño fruncido pudiera
aparecer en su cara. Pensando con claridad, entendió que era mejor aprovechar
todo el potencial de [Wing Road] si lo estaba haciendo en serio.
Nell
quería ayudar a Kurono, ayudarlo a matar a sus enemigos. Pero más que eso, ella
quería protegerlo y garantizar que sobreviviera a la guerra. ¿En qué la
ayudaría si él muriera? Eso era poner el carro ante el caballo, y sabiendo como
luchaba Kurono, se imaginaba que los riesgos eran especialmente altos para él.
Ella expresó su determinación:
"Onii-sama,
me doy cuenta de que te importo, pero mi opinión sobre el asunto
permanece."
"Esto
no lleva a ninguna parte." ‒ Safiel habló para cortar a Nero que estaba a
punto de intentar convencer a su hermana una vez más. ‒ "[Wing Road]
resuelve los argumentos relacionados con la misión por mayoría de votos. Todos
estamos de acuerdo en esto, ¿correcto?"
Fue
algo que decidieron cuando formaron su equipo por primera vez. Nadie necesitaba
un recordatorio. Incluso Kai entendía la regla más básica de su equipo. Safiel
había hecho la pregunta simplemente por cortesía.
"Tenemos
tres opciones: a favor, en contra y abstención."
Podrían
elegir debatir su punto de vista o presentar mejores argumentos, pero al final,
las opciones siguieron siendo 3. Una vez más, Safiel sólo lo confirmó por
cortesía.
"¡Por
favor, espera, Safi-san! No puedo..."
"No,
Nell." ‒ dijo Nero. ‒ "Esa es nuestra regla. No te quejes de algo que
acordaste".
[Wing
Road] se estableció sobre la base de la libertad. Todos los miembros estuvieron
de acuerdo en que no querían que ninguna regla o razón restrictiva fuera formal
entre ellos. Sólo tenían dos reglas muy básicas: dividir las recompensas en
partes iguales y resolver los desacuerdos por mayoría de votos.
Cada
miembro tenía un voto, por lo que todos tenían el mismo peso a la hora de tomar
la decisión. El sistema era el más simple, pero la mayoría de los equipos nunca
lo utilizaban.
Nero
siempre había acatado fielmente esta regla, ya que no sólo creía en la
libertad, sino también en la igualdad. Por eso, ya sea el intelectualmente cuestionado
Kai o la astuta genio Safiel, ambos recibieron un voto. No era como si su equipo
estuviera libre de disputas, sólo que aún no se habían disuelto sin importar el
resultado de la votación.
Esto
se debe a que cada uno de los 5 miembros de [Wing Road] se sometió a su regla
de igualdad tan firmemente como Nero. Por lo tanto, nadie aceptaría una
excepción.
"Adelante,
Safi." ‒ Nero instó, y la nigromante amatista empujó hacia arriba sus
gafas de sellado en una muestra de reconocimiento.
"Si
es una división de 2-2 con una persona absteniéndose," ‒ continuó Safiel ‒
"la prioridad es…"
"…
¡Cuenten conmigo! [Wing Road] protegerá la paz de Spada" ‒ gritó una voz,
esta mucho más fuerte que la de Kai. Tan alto que uno podría imaginar que todo
el edificio la oyó.
Todos
los estudiantes y profesores estaban bien familiarizados con esta voz en
particular que sonó en sus oídos. Los otros 4 miembros de [Wing Road]
especialmente. No confundirían a esa soprano molesta con nadie más. Eso era
simplemente imposible.
Todos
ellos se volvieron hacia el ruido, y como era de esperar, esa pequeña chica con
colas gemelas rojas y una capa que ondeaba con orgullo, su amiga, estaba allí
como una campeona. Y allí de pie, dio a conocer su opinión:
"¡¡¡Ahhhh
hah hah hah haa!!! ¡El Rayo Carmesí
de Spada, Charlotte Tristan Spada, ha vuelto!"
Delirios de Lord:
Oh, vaya determinación.
Pero creo que aspirar a ser la única y exclusiva, pues, es mucho jaja.