Traductor: Lord
Editor: Lord
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Prólogo Eligiendo el Equipo
“¿Estás
lista?”
“Sí”.
“Rayos.
¿Podrían haber ido a un lugar más inconveniente?” ‒ Me quejé.
Debido
a una serie de acontecimientos en particular, estaba en el proceso de
prepararme para partir hacia un determinado país. Todo había empezado cuando…
¿Cuándo es qué había empezado? Quería decir que fue cuando hice que Raphtalia
se vistiera con un traje de miko en este mundo, pero tenía la sensación de que
en realidad se remontaba mucho más antes de eso. De cualquier manera, iba a
evitar asumir cualquier responsabilidad y decir que no era mi culpa.
Supongo
que debería empezar yendo un poco hacia atrás. Mi nombre es Naofumi Iwatani.
Originalmente era un estudiante universitario que vivía en Japón, pero por varias
razones terminé siendo invocado a otro mundo para servir como el Héroe del
Escudo. Ese nuevo mundo funcionaba como un juego. La gente tenía niveles y
podía ganar experiencia para subir de nivel derrotando monstruos. El sistema
hizo que fuera fácil ver los resultados del trabajo duro de cada uno.
La
razón por la que la gente de este mundo me invocó aquí fue porque querían que
luchara contra lo que ellos llamaban ‘olas’, un fenómeno que amenazaba con
destruir su mundo. Ser convocado a un universo paralelo se sintió como un sueño
hecho realidad al principio. Pero el país al que me habían convocado estaba
simplemente podrido y me vi atrapado en medio de varias grandes conspiraciones.
Odio admitirlo, pero terminé con una personalidad completamente deformada como
resultado. El sólo hecho de pensar en eso me deprime.
“¿Puedes
culparnos por venir aquí? Después de todo, el territorio de Saeto aquí en
Melromarc realmente dio la bienvenida a los semi-humanos vagabundos,” ‒
contestó Sadina.
“Mi
nacimiento es el verdadero problema aquí, ¿no?” ‒ Dijo Raphtalia en voz baja
con una pizca de pesar en su voz.
Raphtalia
es la chica que se convirtió en mi primera compañera después de haber sido invocado
a este mundo. Al principio, la compré como esclava para que luchara por mí, ya
que no tenía forma de atacar por mi cuenta. Pero habíamos pasado por mucho
juntos desde entonces, y ahora ella era mi fiel compañera. Además era como una
hija para mí.
Pensando
en el pasado, era seguro que habíamos recorrido un largo camino. Nunca hubiera
sido capaz de imaginar un futuro como este al principio cuando fui invocado
aquí. Para resumir lo que había pasado sin entrar en demasiados detalles, todo
comenzó con una serie de conspiraciones en Melromarc, que fue el país que me invocó.
Después de superar todo eso, tuvimos que enfrentarnos a enemigos que venían de
un mundo diferente al otro lado de las olas.
Las
olas que nosotros, los héroes, habíamos sido invocados para combatir eran en
realidad un fenómeno que provenía de la inminente fusión de mundos diferentes.
Si dos mundos no lograban derrotar a las olas causadas por su colisión, los
mundos se fusionarían. Como resultado, se superaría la capacidad máxima que un
solo mundo podría contener. En última instancia, los mundos serían destrozados
y destruidos. Ese era más o menos el alcance de nuestro entendimiento actual.
En
cualquier caso, eventualmente hicimos las paces con los enemigos que
inicialmente cruzaron durante las olas -Cristal, L'Arc, y Therese. Luego, otro
enemigo secuestró a la Tortuga Espiritual, que era uno de los cuatro animales
benévolos destinados a proteger este mundo. Pero lo derrotamos y lo llevamos
ante la justicia. Por el momento, el poder de la Tortuga Espiritual había
detenido temporalmente las olas en este mundo.
Por
el bien de Raphtalia, decidí aprovechar ese tiempo para reconstruir el pueblo
donde ella había nacido y crecido, ya que había sido destruido por una de las
olas. Como parte de eso, también había ido por ahí comprando a los aldeanos que
habían sido forzados a ser esclavos después de dejar la aldea y luego los traje
de vuelta. Por supuesto, hice esto para poder entrenarlos para que lucharan por
mí contra las olas. Necesitaba más capacidad ofensiva, y los esclavos y
monstruos criados por un héroe serían más poderosos de lo normal.
Después
de eso, arrinconé a los otros tres héroes santos, uno por uno. Los puse bajo custodia
para que tuviéramos una oportunidad contra las olas. Después de haber sido
convocados a este mundo, corrieron por ahí luchando como si todo fuera un
juego. Pero finalmente llegaron a un acuerdo con la realidad y pasaron página.
En cualquier caso, eso fue lo que pasó en pocas palabras.
“¿Qué
quieres que hagamos? Deberíamos ir contigo, ¿verdad?” ‒ preguntó Ren.
“Espera
un segundo” ‒ le contesté.
Ese
era el Héroe de la Espada el que acaba de hablar conmigo. Su nombre era Ren
Amaki. Al principio, se había dedicado a mantener su personalidad ‘fría’. Pero
se torció un poco después de experimentar un gran fracaso. Decidió poner su fe
en Bruja, la perra que me engañó y me incriminó por violación. Ella lo
traicionó, y él cayó en la desesperación una vez más. Después de eso, un montón
de cosas sucedieron, y ahora se estaba quedando en mi pueblo bajo mi
protección.
Después
de la reforma de Ren, entre nosotros los cuatro héroes santos, su personalidad
terminó siendo la que más se ajustaba a la imagen del héroe. Tenía 16 años.
Honestamente, me había vuelto tan retorcido ahora que la inocencia de Ren podría
ser un gran shock a veces. Él no era débil, de ninguna manera. Pero había sido
consumido por múltiples maldiciones en la batalla antes de venir a la aldea,
por lo que actualmente se encontraba en un estado debilitado. Por ahora, sólo
estaba entrenando y esperando que los efectos de las maldiciones
desaparecieran.
Dicho
esto, yo había confiado en el poder maldito del Escudo de la Ira para salir de
mi propio aprieto, así que yo también estaba en un estado debilitado. Aparte de
mi defensa, la mayoría de mis estadísticas son un poco más altas que las del
aventurero promedio. Pero Ren había implementado los métodos de mejora de armas
de los que le hablé, así que definitivamente era mucho más fuerte de lo que
había sido antes de venir a la aldea.
Mencioné
esto antes también, pero Ren había sido engañado por Bruja. Igual que yo lo
había sido. Tener un enemigo común había dado a luz a un creciente sentido de
camaradería entre nosotros dos. Después de todo por lo que había pasado, Ren se
había convertido en un tipo serio y sensato. Pero Bruja era una persona a la
que él nunca podría perdonar.
“¿Dónde
está Itsuki?” ‒ Le pregunté.
“Justo
aquí” ‒ dijo Itsuki.
Miré
a mi alrededor y lo vi parado con Rishia y levantando la mano. Itsuki era el
Héroe del Arco. Su nombre completo era Itsuki Kawasumi. Había venido al pueblo
hace poco.
Igual
que Ren, Itsuki había sido invocado desde una versión de Japón diferente a la
mía. Originalmente tenía un gran sentido de la justicia. Pero al igual que Ren,
había sido consumido por un arma maldita y su personalidad terminó siendo
corrompida como resultado. Había perdido prácticamente todo sentido de
identidad, por no hablar de su sentido de la justicia.
Lo
habíamos encontrado luchando en los coliseos de Zeltoble -el país de los
mercaderes y mercenarios- bajo el alias absolutamente espantoso de Justicia
Perfecta Oculta. Mientras estaba allí, Bruja lo engañó, le robó todo su dinero
y lo dejó con una enorme pila de deudas. Había aceptado asumir sus deudas por
el momento, pero ciertamente no tenía un plan para cancelarlas.
El
sentido de justicia de Itsuki había salvado una vez a Rishia y ella se unió
posteriormente a su equipo debido a ello. Pero Itsuki finalmente la dejó a un
lado en su egoísmo. Después de eso, ella entrenó bajo mi guía durante un tiempo
antes de enfrentarse a Itsuki en batalla. Para entonces, había crecido lo
suficiente como para poder derrotarlo y mostrarle el significado de la
verdadera justicia.
Rishia,
aparentemente, había venido de una familia noble en ruinas. Pero ahora ella
estaba a cargo de guiar a Itsuki por el camino de la reformación. Llevaba un
arma misteriosa y semitransparente, y se había vuelto notablemente poderosa.
“Oh,
no me di cuenta de que estabas aquí. Así que sí, hay varios asuntos a la mano
aquí” ‒ dije.
“¿Qué
quieres decir, Naofumi? Sadina trató de explicarlo antes, pero sería bueno que
pudieras ponerlo en términos que pudiéramos entender” ‒ contestó Ren.
Todo
comenzó cuando L’Arc vistió a Raphtalia con un traje de miko. L’Arc era un
poseedor de armas vasallas, que era su equivalente en este mundo de los héroes
de las siete estrellas. De todos modos, el traje de miko se veía tan bien en
Raphtalia que empecé a tramar maneras para que ella continuara usando uno
incluso después de que regresáramos a este mundo. Así que hice que le hicieran
un traje de miko para ella aquí. Pero cuando hice que se lo probara, me provocó
un montón de problemas.
Al
parecer, Raphtalia había nacido en el linaje real de un país semi-humano
llamado Q'ten Lo, y la ropa oficial reservada para la emperatriz del país se
parecía mucho al traje de miko. Los padres de Raphtalia no tenían ningún
interés en heredar el trono, así que abandonaron el país. Pero los espías del
país habían estado vigilando a Raphtalia desde el principio.
No
sabía nada de eso cuando le pedí que se probara el traje de miko. Pero a sus
ojos, Raphtalia llevaba el atuendo de la realeza y se asociaba con el Héroe del
Escudo, que era básicamente el Dios de los semi-humanos. En otras palabras, lo
tomaron como un reclamo al trono del país y decidieron eliminarla como
resultado.
Además,
los espías que vigilaban a Raphtalia causaron un gran disturbio en mi territorio.
Y, al parecer, ahora los asesinos iban a seguir viniendo a por ella. Ese no era
el tipo de cosas con las que quería lidiar.
El
hecho de que habían estado observando a Raphtalia todo el tiempo significaba
que habían estado observando cuando la aldea fue atacada por los monstruos de
la ola, cuando Raphtalia fue capturada por los cazadores de esclavos, cuando
fue torturada como esclava, y cuando estaba pasando por todas las dificultades
que había sufrido después de convertirse en mi esclava. Y estaba seguro de que
eran lo suficientemente poderosos como para haberla salvado de casi todo. Pero
en última instancia, llegaron a intentar matarla cuando no les gustó cómo iban
las cosas.
No
me importaba lo que tuviera que hacer, ¡iba a hacerles pagar! Eso resumió más o
menos mis pensamientos sobre el tema, así que decidí invadir el país conocido
como Q'ten Lo. Le pregunté a Sadina dónde estaba el país, pero aún no me había
contestado.
“Sadina,
todavía no me has dado más que una visión general. Tenemos que pasar por
Siltvelt, ¿verdad? ¿Puedes explicarlo?” ‒ Le pregunté.
“Muy
bien, chicos y chicas. Les diré todo lo que necesitan saber” ‒ contestó ella.
Sadina
era como una hermana mayor para todos los esclavos del pueblo, incluyendo a Raphtalia.
Era semi-humana, pero también tenía una forma teriántropa de ballena asesina
que podía usar. Era extrañamente poderosa a pesar de no ser una heroína.
En
cuanto a su aspecto, estaba más o menos a la par de Raphtalia. Tampoco intentaba
ocultar sus indeseadas insinuaciones sexuales hacia mí. Aparentemente había
declarado públicamente que se casaría con el hombre que pudiera beber más que
ella, y como yo no podía emborracharme, siempre estaba coqueteando conmigo.
Ella era un verdadero dolor en el culo. Había oído que nació en el mismo país
que los padres de Raphtalia y los acompañó hasta aquí como si fuera un
guardaespaldas.
“Quiero
asegurarme de si tengo razón en esto. No podemos llegar a Q'ten Lo sin pasar
por Siltvelt, ¿verdad?” ‒ Le pregunté.
El
país al que nos dirigíamos - Q'ten Lo - estaba aún más al este que Siltvelt.
Había que cruzar el mar para llegar allí, y el país también se había aislado
del resto del mundo.
“Sí,
está más al este que Siltvelt. Además es extremadamente difícil entrar” ‒
respondió Sadina.
“¿Difícil
en qué sentido?” ‒ Le pregunté.
Sadina
parecía como si estuviera recordando el pasado.
“Bueno,
para empezar, está en medio del océano, así que tienes que viajar en barco. Hay
varios países pequeños en el camino que podemos ignorar. Q'ten Lo está más allá
de todo eso. Las corrientes oceánicas son realmente caóticas, lo que hace
prácticamente imposible llegar allí en primer lugar” ‒ explicó.
“¿Ah,
sí?”
“Y
hay un problema aún mayor. Hay un dragón de agua en el océano que mantiene una
barrera protectora alrededor del país y lo protege cuidadosamente. Ni siquiera
yo puedo romper esa barrera” ‒ continuó.
“¿No
podemos simplemente derrotar al dragón?” ‒ Le pregunté.
Si
estaba custodiado por un monstruo, entonces seguramente podríamos derrotar al
monstruo.
“El
dragón de agua permanece escondido en algún lugar en las profundidades del
océano debajo de Q'ten Lo. Si hay una manera de derrotarlo, me gustaría saberlo
también” ‒ dijo.
Hmm…
Supongo que fue como preguntar cómo atacarme directamente cuando tenía activado
el Escudo Estrella Fugaz. La protección era mi especialidad, así que podía
entender lo difícil que sería. Sería fácil si pudiéramos abrirnos paso usando
la fuerza bruta, pero no parecía que eso fuera posible.
“Supongo
que eso significa que está manteniendo la barrera del país desde adentro, y encima
de eso se esconde en el fondo del océano” ‒ dije.
Sadina
asintió. Eso me lo recordó. Los atacantes la habían llamado ex sacerdotisa miko
del dragón de agua o algo así. Me preguntaba si por eso sabía tanto.
“Gracias
a esa barrera, invadir desde el aire también es imposible. Por lo que sé, la
única forma de entrar al país es en un barco comercial de Siltvelt. Lo descubrí
mientras aún vivía allí” ‒ agregó.
Extraño.
Q'ten Lo estaba empezando a recordarme a Japón desde hace mucho tiempo atrás.
Se había aislado con un acceso extremadamente limitado al mundo exterior.
Supongo que eso convertía a Siltvelt en el equivalente de Portugal o quizás de
los Países Bajos.
“¿Y
si usamos el puerto para entrar de contrabando?” ‒ Le pregunté.
“Estarán
en alerta máxima después de lo que pasó con la pequeña Raphtalia. Entrar sin el
apoyo serio de Siltvelt probablemente va a ser difícil” ‒ respondió Sadina.
Di
un suspiro profundo. Supongo que esto iba a ser difícil. Dadas las
circunstancias, entrar en el país en secreto sería casi imposible. Así que,
básicamente, Sadina decía que tendríamos que abrir las fronteras por la fuerza.
Después de todo, ella dijo que debería estar preparado para aplastar un país
por el bien de Raphtalia. Supongo que no había otra opción. Tendríamos que ir a
Siltvelt y pedirles ayuda.
“Lo
tengo. Iremos a Siltvelt y haremos que nos preparen un barco” ‒ dije.
No
tenía idea de cuánto tiempo perderíamos yendo a Siltvelt, pero no teníamos otra
opción. Ren e Itsuki no parecían entender todo el alcance de lo que significaba
ir allí, pero pude ver una bombilla encendida en la cabeza de Rishia.
“Así
que ya está arreglado. Ren e Itsuki, llevarlos a Siltvelt complicaría las
cosas. De hecho, probablemente sería muy peligroso” ‒ dije.
Las
cosas se complicaron entre Siltvelt y Melromarc, que es donde actualmente
tenemos nuestra base. Los dos países se habían llevado mal durante mucho
tiempo. Eso tenía mucho que ver con que me incriminaran y me hicieran pasar por
todo tipo de problemas.
Los
cuatro héroes santos eran cuatro personas con armas sagradas que eran
convocadas a este mundo como sus salvadores. Por eso, la gente del mundo
adoraba a los héroes. Pero la religión oficial de Melromarc había sido
originalmente la Iglesia de los Tres Héroes, que adoraba a todos los héroes santos
excepto al Héroe del Escudo. Según la Iglesia de los Tres Héroes, el Héroe del
Escudo era un demonio. Pero había sido una religión podrida, y cuando los
miembros mostraron sus verdaderos colores y empezaron a ser desenfrenados,
finalmente los expulsamos.
Pasaba
lo contrario en Siltvelt. La religión oficial allí adoraba al Héroe del Escudo.
No sería inaudito que surgieran allí asuntos relacionados. Operar dentro de
Melromarc había sido fácil para los otros tres héroes, así que era muy probable
que lo contrario fuera cierto en Siltvelt. Por supuesto, quería pensar que
estarían bien si estuvieran conmigo. Pero en las circunstancias actuales,
incluso yo estaba destinado a quedar envuelto en un lío o dos mientras estuviera
allí. El que Ren e Itsuki vinieran probablemente complicaría innecesariamente
las cosas.
“Entonces,
¿qué debemos hacer?” ‒ preguntó Ren.
“No
adoran a ningún héroe en Q'ten Lo, ¿verdad?” ‒ Le pregunté a Sadina.
“Quisiera
decir que no. Pero mi trabajo limitó mi exposición a cosas así, por lo que no
puedo estar segura” ‒ respondió.
Ella
era una inútil. Sin embargo, supongo que no fue su culpa.
“De
todos modos, usaremos mi portal para volver a la aldea a intervalos regulares,
así que estén preparados para unirse a la lucha en cualquier momento. Si tienen
tiempo libre, vayan a las islas Cal Mira y concéntrense en deshacerse de esas
maldiciones” ‒ dije.
“Lo
tengo. Si tienen algún problema, llámanos en cualquier momento” ‒ respondió
Ren.
“Entendido”
‒ dijo Itsuki.
“Fuueeh…
Nos hemos visto envueltos en un gran lío” ‒ murmuró Rishia.
Sí,
ella tenía razón en eso.
“Bien,
eso significa que tenemos que irnos a Siltvelt. Me pregunto dónde estará Firo”
‒ dije.
Firo
había sido la segunda compañera que se me unió después de que fui invocado a
este mundo. Era una chica joven que en realidad era una especie de monstruo
llamado firorial. Los firoriales eran monstruos del tipo pájaro a los que les
gustaba tirar de los carruajes más que cualquier otra cosa. Cuando eran criados
por un héroe, podían adquirir una forma de reina firorial que les permitía
transformarse en humanos.
En
su forma firorial, Firo era un ave blanca con reflejos rosados en sus plumas.
Cuando se convertía en humana, era una chica joven de pelo rubio y ojos azules.
Tenía una inocencia infantil. Era como una celebridad a los ojos de los
aldeanos. Hubo un incidente no hace mucho tiempo que hizo que su nivel bajara
drásticamente, por lo que había salido a subir de nivel con su amiga Melty
-princesa de Melromarc- y mi preciosa familiar, Raph-chan.
Me
preguntaba si volvería si utilizaba el sello de monstruos para ordenarle que lo
hiciera.
“Quién
sabe dónde están ahora” ‒ respondió Raphtalia.
“El
sello de monstruos me dice su dirección general. Probablemente volvería si le
diera la orden”.
Probablemente
le llevaría un tiempo volver, aunque yo diera la orden. Estaba de mal humor en
ese momento. En lugar de lidiar con ese dolor de cabeza, tenía el
presentimiento de que sería mejor que se me ocurriera otro plan. Renuncié a
llamar a Firo de vuelta. Finalmente tenía la oportunidad de subir de nivel, así
que interferir con eso también me habría hecho sentir mal.
Y
entonces un pequeño dragón rojo levantó la pata.
"¡Kwa!"
El
nombre del dragón era Gaelion, y él era el culpable del reciente incidente que
acabo de mencionar.
No
hace mucho tiempo, me habían regalado un montón de suministros como muestra de
apoyo -muy probablemente de Siltvelt- y hubo un huevo de dragón mezclado entre
ellos. Quería experimentar con el dragón en el pueblo, así que decidí criarlo
con la ayuda de Rat, una alquimista que había venido del país más grande de
este mundo, Faubrey.
Bueno,
supongo que eran los aldeanos los que hacían la crianza. Había una chica
llamada Wyndia a la que había intentado apodar ‘chica del valle’, pero ella
había rechazado la idea. Ella fue la que asumió la responsabilidad de criar al
dragón.
De
todos modos, Gaelion se convirtió rápidamente en un dragón de buen tamaño, pero
entonces empezaron los problemas. Quería que jugara con él, así que empezó a
llamar a mi puerta y se iba corriendo. Después de regañarlo por sus travesuras,
empecé a hacer un esfuerzo para pasar más tiempo jugando con él.
Pero
mientras pasábamos tiempo juntos, al pequeño bribón se le ocurrió la brillante
idea de comerse el núcleo de dragón que había usado anteriormente en mi
armadura. El núcleo se había hecho combinando el núcleo del Dragón Zombi -que
obtuvimos después de luchar contra el cadáver de un dragón que Ren había
matado- con el núcleo de un Dragón Demonio del otro mundo al que fuimos.
Gaelion comenzó a actuar violentamente tan pronto como se tragó el núcleo,
perdiendo el control y huyendo. Huyó a la montaña donde el Dragón Zombi había
vivido antes de ser asesinado. Así que nos dirigimos hacia allí para intentar
salvar a nuestro Gaelion.
Todo
eso estuvo muy bien, pero luego resultó que el núcleo del Dragón Demonio que
habíamos conseguido en el otro mundo había tomado el control de Gaelion. El
Dragón Demonio que Kizuna -uno de los cuatro héroes santos de ese otro mundo-
había derrotado se había vuelto a manifestar usando el cuerpo de Gaelion. Firo
también se había comido parte del núcleo del Dragón Zombi, y eso le permitió al
dragón robar sus puntos de experiencia. Peor aún, terminó atrapada en el cuerpo
del dragón.
Gaelion
logró recuperar el control mientras luchábamos contra el Dragón Demonio. Escapó
de las ataduras del dragón junto con Firo, lo que debilitó al Dragón Demonio y
nos permitió derrotarlo. Ahora el Gaelion original -el dragón que crio a Wyndia
como su propia hija y que Ren una vez derrotó- coexiste con nuestro bebé
Gaelion dentro de su cuerpo. En otras palabras, ambas mentes residen ahora en
el mismo cuerpo.
“¿Qué
pasa?” ‒ Le pregunté.
“Gaelion
dice que te dejará montarlo” ‒ respondió Wyndia.
Ella
interpretaba para Gaelion, a quien ahora estaba criando. Wyndia era una chica semi-humana
con orejas de perro. Había sido criada por un dragón y le gustaban los
monstruos, así que ayudaba a cuidar a los monstruos de la aldea.
“¿Vas
a ir con ellos, Wyndia?” ‒ preguntó Ren.
Él
corrió hacia Wyndia con una expresión de preocupación en la cara.
“Si
Gaelion va a ir, entonces por supuesto que voy a ir” ‒ contestó ella.
“Si…
si tú vas…” ‒ tartamudeó.
Wyndia
le dio a Ren una patada en la espinilla. Por supuesto, con el aumento de las
estadísticas de Ren no pareció tener mucho efecto.
“¡Deja
de actuar como mi guardián!” ‒ gritó.
Al
final, Ren había matado al padre de Wyndia. Intentaba admitir ese hecho, pero
terminó molestando a Wyndia. Sin embargo, no se había dado por vencido y seguía
buscando una forma de enmendarse.
“¡Gyao!
¡Gyao!”
A
Gaelion no le agradaba Ren, probablemente por el Gaelion adulto que llevaba
dentro. No había forma de que dejara que Ren lo montara. En otras palabras,
Gaelion no iba a dejar que Ren viniera aunque quisiera.
“¿Y?
¿Qué vas a hacer, Héroe del Escudo?” ‒ preguntó Wyndia.
Pensé
por un momento.
“Supongo
que es nuestra única opción sin Firo cerca, aunque estoy bastante seguro de que
tenemos otro firorial” ‒ dije.
Miré
hacia el granero… o el establo del monstruo debería haber dicho, supongo. Podía
ver un firorial de color púrpura claro mirándonos con una mirada desanimada en
su rostro. Ese era el Subordinado #1 de Firo. En general, los firoriales no
podían volar. Desde el punto de vista del transporte, eso pone a Gaelion en la
cima en este momento. En realidad, competir con Gaelion, que podía volar,
podría haber sido la única razón por la que Firo había salido a subir de nivel.
“Yo
——— ”
Otra
mano se levantó. Esta vez era una muñeca de peluche.
“Mi
ama tiene algo que decir” ‒ dijo la muñeca.
“¿Qué
pasa?” ‒ Le pregunté.
Miré
a S'yne, que era la ama del familiar disecado.
S'yne
no era de este mundo ni del mundo de Kizuna. Era una portadora de armas
vasallas de otro mundo que aparentemente había sido destruido por las olas.
Nuestro primer encuentro había sido como oponentes en una pelea en el torneo
clandestino del coliseo de Zeltoble. Ella se llamaba Asesina Pierrot en ese
momento. Pasaron muchas cosas después de eso, y ahora ella vivía aquí en mi
territorio.
No
estaba seguro de cuál era su verdadero objetivo, pero sus propios enemigos
habían invadido este mundo y estaban tratando de matar a los cuatro héroes santos
aquí. Parecía querer derrotar a esos enemigos y proteger a los héroes santos.
Como
el mundo en el que había vivido originalmente había sido destruido, la función
de traducción de su arma vasalla fue dañada. Su discurso siempre se estaba
cortando, así que nunca podía entender lo que estaba diciendo. Usando una
muñeca de peluche como un familiar y haciendo que la muñeca interprete para
ella, finalmente encontró una manera de comunicarnos sus pensamientos.
Cuando
tratábamos de poner a Ren bajo protección, aparecieron nuevos enemigos. Tenían
una habilidad ridícula que les permitía resucitar, incluso si de alguna manera
nos las arreglábamos para matarlos. S'yne nos ayudó a derrotar a esos enemigos
de una vez por todas. Resultó que había estado buscando una forma de hacerlo
durante mucho tiempo.
“Mi
ama dice que podría transpórtalos a un punto en el camino. Le gustaría ver un
mapa”.
“Umm,
seguro”.
Le
mostré a S'yne mi mapa del mundo.
“Veamos.
Dice que colocó un marcador de teletransporte en una nave comercial de Zeltoble,
así que debería ser capaz de transportarlos parte del camino”.
“¿Ah,
sí? Eso ayudaría”.
S'yne
tenía una habilidad que le permitía teletransportarse a la ubicación de
cualquier cosa a la que pusiera uno de sus alfileres. También podría vigilar
los alrededores inmediatos del alfiler. Ella había acudido en mi ayuda antes
cuando yo estuve en problemas, gracias a un alfiler que había clavado en mi
armadura.
Considerando
todas las cosas, incluso con la velocidad de Firo, llegar a Siltvelt llevaría
tiempo. Las habilidades de teletransporte que Ren, Itsuki y yo podíamos usar nos
obligaban a ir a un lugar y guardar la ubicación antes de que pudiéramos
teletransportarnos de vuelta allí. Raphtalia tenía el arma vasalla de la katana
de ese otro mundo, pero solo tenía una habilidad de portal que se
teletransportaba al reloj de arena del dragón. Eran instalaciones que
notificaban a la gente de las olas que se avecinaban. Los relojes de arena
también se utilizaban para realizar ceremonias de subida de clase, lo que
permitía a la gente y a los monstruos superar el límite de nivel inicial.
Además, Raphtalia no podría usar su teletransportador a menos que ya hubiera
estado en un reloj de arena del dragón.
Pero
todo lo que S'yne tenía que hacer era pegar uno de sus marcadores en algo y
podría teletransportarse a la ubicación de esa cosa, incluso si la cosa se
movía. Era una habilidad muy conveniente.
“Muy
bien, haremos que S'yne nos teletransporte. En ese caso, Raphtalia, Sadina,
Gaelion y Wyndia deberían ser suficiente” ‒ dije.
“¡Ejem!”
Oh,
maldita sea. Ahora ella estaba levantando la mano. Qué dolor de cabeza. Muy
molesto, volví mi mirada hacia la chica con la mano en alto ‒ Atlas.
“¿Sí,
Atlas?”
Ella
era una hakuko, que era una raza de semi-humanos considerados como uno de los
más poderosos entre ellos. Sus límites de nivel también eran más altos. Era una
esclava que inicialmente había formado parte de un paquete cuando compré a su
hermano mayor, Fohl, en Zeltoble. Últimamente estaba empezando a pensar que
podría ser más fuerte que su hermano.
Cuando
la vi por primera vez, era una niña enferma que parecía que iba a morir en
cualquier momento. Tenía una enfermedad incurable que la había debilitado y la
había incapacitado para caminar. Pero cuando le di una medicina, comenzó a
recuperarse rápidamente. Y ahora se había convertido en una esclava demasiado
enérgica para su propio bien.
“Me
gustaría acompañarlo” ‒ dijo ella.
“¡¿Qué
estás pensando, Atlas?!” ‒ Gritó Fohl.
Ese
era el hermano mayor cuya reputación estaba en declive. Fohl había subido de
nivel recientemente, y eso había ido acompañado de un crecimiento acelerado. Se
estaba volviendo bastante alto.
“Hermano,
como servidores del Sr. Naofumi, debemos estar preparados para servir a su lado
en todo momento. Eso no hace falta decirlo” ‒ respondió ella.
“¡Pero!”
“Hermano,
¿no te das cuenta de nuestra actuación, o de la falta de ella, recientemente?”
“Ugh…”
En
realidad, era innegable que Atlas era un prodigio. Ren, Itsuki y yo estábamos
tratando de aprender un arte marcial llamado el estilo Hengen Muso, pero Atlas
entendió su esencia sin siquiera estudiar. Fue gracias a ella que pudimos
derrotar al Dragón Demonio recientemente. Oculto dentro de ese pequeño cuerpo
estaba el potencial para rivalizar incluso con una Rishia despierta.
De
hecho, el crecimiento de Atlas había sido probablemente el más notable de todos
los esclavos de la aldea. Sadina había sido muy fuerte desde el principio. Pero
Atlas sólo tenía que ver a Rishia pelear, bueno, en realidad Atlas no podía
ver. Pero con sólo sentir los movimientos de Rishia, podía reproducirlos. Su
nivel todavía no era muy tranquilizador, pero no tenía ninguna queja sobre su
capacidad para luchar.
Por
el contrario, parecía que Fohl era el que no había hecho nada importante.
“Podría
llevaros a los dos con nosotros, pero son hakuko, ¿verdad?” ‒ Dije.
La
raza hakuko de los semi-humanos era básicamente parte de la realeza en
Siltvelt. Hace mucho, mucho tiempo, Siltvelt había sido gobernada por un
hakuko, pero ese hakuko comenzó una guerra, que Siltvelt perdió. Los hakuko
fueron culpados de esa derrota y la raza cayó en desprestigio.
“Hermano,
deberíamos tener alguna influencia en Siltvelt, ¿verdad? Esta es nuestra
oportunidad de ser útiles como servidores. Ese es nuestro deber. Vamos,
hermano, es hora de hacer buen uso de tus contactos”.
Atlas
se agarró al brazo de Fohl y le suplicó de una manera que casi parecía como si
ella estuviera tratando de seducirlo. Para decirlo sin rodeos, Atlas siempre
estaba dispuesta a hacer lo que fuera necesario para ganar. Cuando su hermano
empezaba a protestar, ella no tenía reparos en callarlo con un golpe brusco e
inesperado. Había nacido en una noble familia guerrera, supuestamente, pero
había llegado a creer que era un clan de bárbaros.
“Ugh…
No es que no tenga contactos, pero eso fue hace mucho tiempo. No sé si serán de
alguna ayuda” ‒ respondió.
“Hmm…”
Así
que incluso si su familia había caído en la ruina, él todavía podría tener
algunas conexiones que podríamos usar.
“S'yne,
¿hasta dónde puedes llevarnos?” ‒ Le pregunté.
“El
alfiler de marca que puso en el cargamento parece estar cerca de este puerto” ‒
contestó la muñeca de peluche, señalando el mapa.
El
familiar había sido modelado según la forma teriántropa de Keel. Keel era una
esclava en el pueblo que podía usar una forma teriántropa que se asemejaba a un
husky siberiano. Me saltaré los detalles por ahora.
El
familiar había señalado una ciudad portuaria cerca de Shieldfreeden. Supongo
que montaremos a Gaelion desde allí. ¿O había alguna razón para pasar por
Shieldfreeden también? Eso probablemente causaría aún más problemas.
“Sadina”
‒ dije.
“¿Sí?”
“¿Qué
hay de Shieldfreeden?”
“Shieldfreeden
tiene una historia relativamente corta. No comercian con Q'ten Lo. No hay razón
para que vayamos allí. Bueno, tienen barcos que van a Siltvelt, pero eso es
todo lo que se me ocurre”.
Un
carruaje o un barco que fuera directamente a Siltvelt desde la ciudad portuaria
haría las cosas más fáciles.
“Muy
bien, ustedes dos pueden venir. Pero los traeré de vuelta a la aldea por la
noche con mi portal” ‒ le dije a Atlas.
“Por
supuesto” ‒ contestó ella.
“Muy
bien, entonces salgamos. Te toca, S'yne”.
S'yne
asintió. Nos invitó a todos a un equipo y luego agarró su arma y comenzó a
susurrar algo. Y luego, ¡whosh! Fuimos
teletransportados casi como cuando usaba mi portal.
Delirios de Lord:
Y acá empezamos con este volumen.
Intentaré traducirlo un poco más rápido que el anterior.