Traductor: Tomate
Corrector: Lord
Ahora ya estamos en septiembre,
con un calor de verano persistente, llegó Rolando. Cuando Rolando y Eric vieron
la estufa murmuraron:
––… Ya ni siquiera
debería de seguir siendo sorprendente ahora.
––Creo que si el
Sr. Jin dijera que es el Jefe de Ingeniería Mágica de la capital, no lo dudaría.
Esas palabras se filtraron de sus
bocas. Jin les hizo hacer un ‘Acuerdo de suscripción’ para el método de
fabricación de la estufa, así como la obtención de «Piedras mágicas». De esta
manera, la Villa Kaina obtenía otra forma de adquirir moneda extranjera no sólo
de la harina.
––Ya, ¿esto es
todo?
En realidad, Jin aún tenía algo
más que decir, así que enfoco sus cansados ojos, y dijo:
––No, su carruaje,
en particular, el vagón, ¿podría, yo, quizás verlo?
A eso Rolando dio una mirada de
perplejidad.
–– ¿Mi vagón? ¿Qué
tienes en mente esta vez?
Y por supuesto que lo
cuestionaría.
––Estaba pensando
en cómo hacer que su vagón se mueva más rápido y mejor.
Cuando Jin expresó sus
pensamientos, la contraparte:
––Bueno si reduzco
la carga, el carruaje podría moverse más rápidamente, pero si lo hago, no voy a
tener una buena ganancia.
Eso fue lo que Rolando dijo. Pero
eso no era lo que Jin quería hacer.
––No, no, no hablo
ese tipo de cosas, me refería a remodelar las ruedas para que puedan girar
rápidamente.
Es lo que él explicó. Los dos
sabían intuitivamente que había algo que discutir, y Jin los llevó a la casa de
Marta.
–– ¿Eh? ¿Qué
necesitan hermanito y el viejo vendedor aquí?
Marta no estaba en casa y Hanna
estaba vigilándola en su ausencia, Jin pensó que era un buen momento.
Le dijo a Hanna:
––Sí, me gustaría
mostrarle tu carreta por un momento.
–– ¿Mi carreta? De
acuerdo, está bien. ¡La sacaré ahora!
Exclamando lo ultimó, Hanna se
dirigió al cobertizo e inmediatamente regresó con la carreta. Tirándolo con una
mano mientras corría. Viendo como la traía, Rolando y Eric se sorprendieron.
––E-Esta escena es
de alguna manera increíble…
––Si… esa niña es
fuerte.
La cara de los dos se había
endurecido un poco mientras Jin empezaba a reír.
––Oigan,
contrólense un poco y observen.
Al decir eso, les enseño la
carreta de Hanna.
–– ¿Hm~~…? ¿¡…!? ¿Y
esto que, como es posible tal ligereza?
La diferencia fue notada
inmediatamente. Explicó los efectos que tenían los rodamientos. Además, levantó
y giró la rueda, señalando que seguía girando durante mucho tiempo.
–-Ya veo… Ahora
entiendo lo que el joven Jin quería decir. Entonces, ¿quieres equipar nuestro
vagón con esto?
––Sí. ¿Qué les
parece?
––Por todos los
medios, por favor hazlo.
Así que inmediatamente llevo las
cosas al vagón y cambió la transmisión, los ejes y los cojinetes. También puso
neumáticos de goma.
––Hmm, joven Jin,
¿qué es lo que pusiste en la rueda?
––Oh, esto es un
neumático.
–– ¿‘Neumático’?
––Eso. Ahora súbanse,
vamos a probarlo, avancemos un poco.
Sin recibir una respuesta
adecuada, Rolando y Eric se subieron al carro y Jin empezó a jalarlo él solo
para demostrarles. Los efectos de los rodamientos de bolas eran maravillosos,
Jin podía halarlo cómodamente sin mucha fuerza. Una vez más, se sorprendieron
con la mejora de la conducción con neumáticos de goma.
––Hermanito, déjame
hacer eso.
Dijo Hanna, viendo que parecía
divertido, así que cambió con ella.
––Yo soy…
¡¡¡FUERTE!!!
Mientras decía esas palabras, los
dos que iban en la carreta se quedaron absortos, sorprendiéndose de tal
eventualidad.
––Mph-,
Ajajajajajajajajajaja…
Los dos, Rolando y Eric estaban
completamente absortos. Bueno, los rodamientos fueron definitivamente
efectivos.
Con la demostración de la mejora
de la suspensión del rodamiento y del neumático de goma, fueron capaces de
comprender.
––Rayos, joven Jin,
tu remodelación es increíble. ¿Realmente no quieres dinero por ello?
––No me interesa,
pero a cambio, me gustaría que aumentara la frecuencia de sus visitas [a este
sitio web, digo,] a esta villa.
Al oír eso, Rolando se percató de
qué hablaba.
––Comprendo, así
que esto es una pre-inversión.
Fue capaz de entender
correctamente la intención de Jin.
––Correcto, bien…
––Si la actuación es
convincente, la estufa se venderá y habrá que comprar las «Piedras mágicas».
Entiendo, venir de repente una vez al mes sería imposible, pero si me esfuerzo,
puedo venir dos veces cada tres meses.
Así que se decidió y habiendo
cumplido su objetivo original, Jin se sintió aliviado. Sin embargo, esta vez le
tocaba a Rolando.
––De cualquier
manera, joven Jin, esa cosa redonda con la que los niños están jugando, por
casualidad, ¿lo creaste tú…?
Jin miró hacia donde señalaba.
Allí vio a los niños lanzando la primera pelota que hizo.
––Sí, así es. Se
llama pelota, está hecha del mismo material que los neumáticos.
––Hmm, ¿podrías
también venderme su fabricación?
––Oh, sí, no lo
había pensado.
Debido al ‘Árbol de té’ en el
bosque, ahora sabía dónde buscar resina si quisiera recolectar.
Por eso también se venderá la
pelota de goma. El método de fabricación es difícil esta vez, por lo que sólo
se trata del producto acabado, la bola de goma. Por ahora él hizo 50 unidades
de cada tipo de pelotas que hizo.
Al terminar las negociaciones,
Eric comenzó a inquietarse. Jin podía adivinar la razón de alguna manera.
––El río Elme está
de lo más exquisito en esta época. Ahora, vayamos juntos.
Invitó a Eric. Incapaz de
rechazarlo, Eric, junto con Jin, se dirigieron al río, y al llegar al río, una
mirada de alegría le coloreó la cara.
Eso fue porque en el rio Elme, la
figura en traje de baño de Bárbara estaba flotando con un aro de natación.
––S-Sr. Jin, ¿qué
es eso a lo que se aferra en el brazo de ella?
––Oh, eso es un aro
de natación, permite que las personas que no saben nadar puedan flotar.
Ya sea que escuchara la
conversación de los dos o no, Bárbara se percató de Eric y le hizo un gesto con
la mano. Eric tenía una cara que quería entrar inmediatamente en el agua, pero
no tenía traje de baño. Así que Jin dijo:
––Eric, si quieres
nadar, hay un cobertizo por allí, ¿te vas a cambiar?
Diciendo eso, Jin le pasó un
nuevo traje de baño que trajo en secreto. Lo había preparado porque pensó que
esto sucedería.
––Mu-¡Muchas
gracias!
Así que Eric lo cogió y corrió al
cobertizo para cambiarse.
Eric y Bárbara nadaron juntos el
resto del día. Eric no ayudó a preparar las cosas para salir de la Villa, y
Bárbara ignoró sus tareas a cambio jugar con él el tiempo restante. Los dos,
que estuvieron de ocio, fueron regañados.
El verano terminaba con un
hermoso día.
Delirios de Lord:
'Nadaron' juntos todo el día, picarones.