22 feb 2019

Tate No Yuusha Vol 13 Cap 00

Autor: Aneko Yusagi

Traductor: Lord

Editor: Lord



00 Prólogo Eligiendo el Equipo

“¿Estás lista?”

“Sí”.


“Rayos. ¿Podrían haber ido a un lugar más inconveniente?” ‒ Me quejé.

Debido a una serie de acontecimientos en particular, estaba en el proceso de prepararme para partir hacia un determinado país. Todo había empezado cuando… ¿Cuándo es qué había empezado? Quería decir que fue cuando hice que Raphtalia se vistiera con un traje de miko en este mundo, pero tenía la sensación de que en realidad se remontaba mucho más antes de eso. De cualquier manera, iba a evitar asumir cualquier responsabilidad y decir que no era mi culpa.

Supongo que debería empezar yendo un poco hacia atrás. Mi nombre es Naofumi Iwatani. Originalmente era un estudiante universitario que vivía en Japón, pero por varias razones terminé siendo invocado a otro mundo para servir como el Héroe del Escudo. Ese nuevo mundo funcionaba como un juego. La gente tenía niveles y podía ganar experiencia para subir de nivel derrotando monstruos. El sistema hizo que fuera fácil ver los resultados del trabajo duro de cada uno.

La razón por la que la gente de este mundo me invocó aquí fue porque querían que luchara contra lo que ellos llamaban ‘olas’, un fenómeno que amenazaba con destruir su mundo. Ser convocado a un universo paralelo se sintió como un sueño hecho realidad al principio. Pero el país al que me habían convocado estaba simplemente podrido y me vi atrapado en medio de varias grandes conspiraciones. Odio admitirlo, pero terminé con una personalidad completamente deformada como resultado. El sólo hecho de pensar en eso me deprime.

“¿Puedes culparnos por venir aquí? Después de todo, el territorio de Saeto aquí en Melromarc realmente dio la bienvenida a los semi-humanos vagabundos,” ‒ contestó Sadina.

“Mi nacimiento es el verdadero problema aquí, ¿no?” ‒ Dijo Raphtalia en voz baja con una pizca de pesar en su voz.

Raphtalia es la chica que se convirtió en mi primera compañera después de haber sido invocado a este mundo. Al principio, la compré como esclava para que luchara por mí, ya que no tenía forma de atacar por mi cuenta. Pero habíamos pasado por mucho juntos desde entonces, y ahora ella era mi fiel compañera. Además era como una hija para mí.

Pensando en el pasado, era seguro que habíamos recorrido un largo camino. Nunca hubiera sido capaz de imaginar un futuro como este al principio cuando fui invocado aquí. Para resumir lo que había pasado sin entrar en demasiados detalles, todo comenzó con una serie de conspiraciones en Melromarc, que fue el país que me invocó. Después de superar todo eso, tuvimos que enfrentarnos a enemigos que venían de un mundo diferente al otro lado de las olas.

Las olas que nosotros, los héroes, habíamos sido invocados para combatir eran en realidad un fenómeno que provenía de la inminente fusión de mundos diferentes. Si dos mundos no lograban derrotar a las olas causadas por su colisión, los mundos se fusionarían. Como resultado, se superaría la capacidad máxima que un solo mundo podría contener. En última instancia, los mundos serían destrozados y destruidos. Ese era más o menos el alcance de nuestro entendimiento actual.

En cualquier caso, eventualmente hicimos las paces con los enemigos que inicialmente cruzaron durante las olas -Cristal, L'Arc, y Therese. Luego, otro enemigo secuestró a la Tortuga Espiritual, que era uno de los cuatro animales benévolos destinados a proteger este mundo. Pero lo derrotamos y lo llevamos ante la justicia. Por el momento, el poder de la Tortuga Espiritual había detenido temporalmente las olas en este mundo.

Por el bien de Raphtalia, decidí aprovechar ese tiempo para reconstruir el pueblo donde ella había nacido y crecido, ya que había sido destruido por una de las olas. Como parte de eso, también había ido por ahí comprando a los aldeanos que habían sido forzados a ser esclavos después de dejar la aldea y luego los traje de vuelta. Por supuesto, hice esto para poder entrenarlos para que lucharan por mí contra las olas. Necesitaba más capacidad ofensiva, y los esclavos y monstruos criados por un héroe serían más poderosos de lo normal.

Después de eso, arrinconé a los otros tres héroes santos, uno por uno. Los puse bajo custodia para que tuviéramos una oportunidad contra las olas. Después de haber sido convocados a este mundo, corrieron por ahí luchando como si todo fuera un juego. Pero finalmente llegaron a un acuerdo con la realidad y pasaron página. En cualquier caso, eso fue lo que pasó en pocas palabras.

“¿Qué quieres que hagamos? Deberíamos ir contigo, ¿verdad?” ‒ preguntó Ren.

“Espera un segundo” ‒ le contesté.

Ese era el Héroe de la Espada el que acaba de hablar conmigo. Su nombre era Ren Amaki. Al principio, se había dedicado a mantener su personalidad ‘fría’. Pero se torció un poco después de experimentar un gran fracaso. Decidió poner su fe en Bruja, la perra que me engañó y me incriminó por violación. Ella lo traicionó, y él cayó en la desesperación una vez más. Después de eso, un montón de cosas sucedieron, y ahora se estaba quedando en mi pueblo bajo mi protección.

Después de la reforma de Ren, entre nosotros los cuatro héroes santos, su personalidad terminó siendo la que más se ajustaba a la imagen del héroe. Tenía 16 años. Honestamente, me había vuelto tan retorcido ahora que la inocencia de Ren podría ser un gran shock a veces. Él no era débil, de ninguna manera. Pero había sido consumido por múltiples maldiciones en la batalla antes de venir a la aldea, por lo que actualmente se encontraba en un estado debilitado. Por ahora, sólo estaba entrenando y esperando que los efectos de las maldiciones desaparecieran.

Dicho esto, yo había confiado en el poder maldito del Escudo de la Ira para salir de mi propio aprieto, así que yo también estaba en un estado debilitado. Aparte de mi defensa, la mayoría de mis estadísticas son un poco más altas que las del aventurero promedio. Pero Ren había implementado los métodos de mejora de armas de los que le hablé, así que definitivamente era mucho más fuerte de lo que había sido antes de venir a la aldea.

Mencioné esto antes también, pero Ren había sido engañado por Bruja. Igual que yo lo había sido. Tener un enemigo común había dado a luz a un creciente sentido de camaradería entre nosotros dos. Después de todo por lo que había pasado, Ren se había convertido en un tipo serio y sensato. Pero Bruja era una persona a la que él nunca podría perdonar.

“¿Dónde está Itsuki?” ‒ Le pregunté.

“Justo aquí” ‒ dijo Itsuki.

Miré a mi alrededor y lo vi parado con Rishia y levantando la mano. Itsuki era el Héroe del Arco. Su nombre completo era Itsuki Kawasumi. Había venido al pueblo hace poco.

Igual que Ren, Itsuki había sido invocado desde una versión de Japón diferente a la mía. Originalmente tenía un gran sentido de la justicia. Pero al igual que Ren, había sido consumido por un arma maldita y su personalidad terminó siendo corrompida como resultado. Había perdido prácticamente todo sentido de identidad, por no hablar de su sentido de la justicia.

Lo habíamos encontrado luchando en los coliseos de Zeltoble -el país de los mercaderes y mercenarios- bajo el alias absolutamente espantoso de Justicia Perfecta Oculta. Mientras estaba allí, Bruja lo engañó, le robó todo su dinero y lo dejó con una enorme pila de deudas. Había aceptado asumir sus deudas por el momento, pero ciertamente no tenía un plan para cancelarlas.

El sentido de justicia de Itsuki había salvado una vez a Rishia y ella se unió posteriormente a su equipo debido a ello. Pero Itsuki finalmente la dejó a un lado en su egoísmo. Después de eso, ella entrenó bajo mi guía durante un tiempo antes de enfrentarse a Itsuki en batalla. Para entonces, había crecido lo suficiente como para poder derrotarlo y mostrarle el significado de la verdadera justicia.

Rishia, aparentemente, había venido de una familia noble en ruinas. Pero ahora ella estaba a cargo de guiar a Itsuki por el camino de la reformación. Llevaba un arma misteriosa y semitransparente, y se había vuelto notablemente poderosa.

“Oh, no me di cuenta de que estabas aquí. Así que sí, hay varios asuntos a la mano aquí” ‒ dije.

“¿Qué quieres decir, Naofumi? Sadina trató de explicarlo antes, pero sería bueno que pudieras ponerlo en términos que pudiéramos entender” ‒ contestó Ren.

Todo comenzó cuando L’Arc vistió a Raphtalia con un traje de miko. L’Arc era un poseedor de armas vasallas, que era su equivalente en este mundo de los héroes de las siete estrellas. De todos modos, el traje de miko se veía tan bien en Raphtalia que empecé a tramar maneras para que ella continuara usando uno incluso después de que regresáramos a este mundo. Así que hice que le hicieran un traje de miko para ella aquí. Pero cuando hice que se lo probara, me provocó un montón de problemas.

Al parecer, Raphtalia había nacido en el linaje real de un país semi-humano llamado Q'ten Lo, y la ropa oficial reservada para la emperatriz del país se parecía mucho al traje de miko. Los padres de Raphtalia no tenían ningún interés en heredar el trono, así que abandonaron el país. Pero los espías del país habían estado vigilando a Raphtalia desde el principio.

No sabía nada de eso cuando le pedí que se probara el traje de miko. Pero a sus ojos, Raphtalia llevaba el atuendo de la realeza y se asociaba con el Héroe del Escudo, que era básicamente el Dios de los semi-humanos. En otras palabras, lo tomaron como un reclamo al trono del país y decidieron eliminarla como resultado.

Además, los espías que vigilaban a Raphtalia causaron un gran disturbio en mi territorio. Y, al parecer, ahora los asesinos iban a seguir viniendo a por ella. Ese no era el tipo de cosas con las que quería lidiar.

El hecho de que habían estado observando a Raphtalia todo el tiempo significaba que habían estado observando cuando la aldea fue atacada por los monstruos de la ola, cuando Raphtalia fue capturada por los cazadores de esclavos, cuando fue torturada como esclava, y cuando estaba pasando por todas las dificultades que había sufrido después de convertirse en mi esclava. Y estaba seguro de que eran lo suficientemente poderosos como para haberla salvado de casi todo. Pero en última instancia, llegaron a intentar matarla cuando no les gustó cómo iban las cosas.

No me importaba lo que tuviera que hacer, ¡iba a hacerles pagar! Eso resumió más o menos mis pensamientos sobre el tema, así que decidí invadir el país conocido como Q'ten Lo. Le pregunté a Sadina dónde estaba el país, pero aún no me había contestado.

“Sadina, todavía no me has dado más que una visión general. Tenemos que pasar por Siltvelt, ¿verdad? ¿Puedes explicarlo?” ‒ Le pregunté.

“Muy bien, chicos y chicas. Les diré todo lo que necesitan saber” ‒ contestó ella.

Sadina era como una hermana mayor para todos los esclavos del pueblo, incluyendo a Raphtalia. Era semi-humana, pero también tenía una forma teriántropa de ballena asesina que podía usar. Era extrañamente poderosa a pesar de no ser una heroína.

En cuanto a su aspecto, estaba más o menos a la par de Raphtalia. Tampoco intentaba ocultar sus indeseadas insinuaciones sexuales hacia mí. Aparentemente había declarado públicamente que se casaría con el hombre que pudiera beber más que ella, y como yo no podía emborracharme, siempre estaba coqueteando conmigo. Ella era un verdadero dolor en el culo. Había oído que nació en el mismo país que los padres de Raphtalia y los acompañó hasta aquí como si fuera un guardaespaldas.

“Quiero asegurarme de si tengo razón en esto. No podemos llegar a Q'ten Lo sin pasar por Siltvelt, ¿verdad?” ‒ Le pregunté.

El país al que nos dirigíamos - Q'ten Lo - estaba aún más al este que Siltvelt. Había que cruzar el mar para llegar allí, y el país también se había aislado del resto del mundo.

“Sí, está más al este que Siltvelt. Además es extremadamente difícil entrar” ‒ respondió Sadina.

“¿Difícil en qué sentido?” ‒ Le pregunté.

Sadina parecía como si estuviera recordando el pasado.

“Bueno, para empezar, está en medio del océano, así que tienes que viajar en barco. Hay varios países pequeños en el camino que podemos ignorar. Q'ten Lo está más allá de todo eso. Las corrientes oceánicas son realmente caóticas, lo que hace prácticamente imposible llegar allí en primer lugar” ‒ explicó.

“¿Ah, sí?”

“Y hay un problema aún mayor. Hay un dragón de agua en el océano que mantiene una barrera protectora alrededor del país y lo protege cuidadosamente. Ni siquiera yo puedo romper esa barrera” ‒ continuó.

“¿No podemos simplemente derrotar al dragón?” ‒ Le pregunté.

Si estaba custodiado por un monstruo, entonces seguramente podríamos derrotar al monstruo.

“El dragón de agua permanece escondido en algún lugar en las profundidades del océano debajo de Q'ten Lo. Si hay una manera de derrotarlo, me gustaría saberlo también” ‒ dijo.

Hmm… Supongo que fue como preguntar cómo atacarme directamente cuando tenía activado el Escudo Estrella Fugaz. La protección era mi especialidad, así que podía entender lo difícil que sería. Sería fácil si pudiéramos abrirnos paso usando la fuerza bruta, pero no parecía que eso fuera posible.

“Supongo que eso significa que está manteniendo la barrera del país desde adentro, y encima de eso se esconde en el fondo del océano” ‒ dije.

Sadina asintió. Eso me lo recordó. Los atacantes la habían llamado ex sacerdotisa miko del dragón de agua o algo así. Me preguntaba si por eso sabía tanto.

“Gracias a esa barrera, invadir desde el aire también es imposible. Por lo que sé, la única forma de entrar al país es en un barco comercial de Siltvelt. Lo descubrí mientras aún vivía allí” ‒ agregó.

Extraño. Q'ten Lo estaba empezando a recordarme a Japón desde hace mucho tiempo atrás. Se había aislado con un acceso extremadamente limitado al mundo exterior. Supongo que eso convertía a Siltvelt en el equivalente de Portugal o quizás de los Países Bajos.

“¿Y si usamos el puerto para entrar de contrabando?” ‒ Le pregunté.

“Estarán en alerta máxima después de lo que pasó con la pequeña Raphtalia. Entrar sin el apoyo serio de Siltvelt probablemente va a ser difícil” ‒ respondió Sadina.

Di un suspiro profundo. Supongo que esto iba a ser difícil. Dadas las circunstancias, entrar en el país en secreto sería casi imposible. Así que, básicamente, Sadina decía que tendríamos que abrir las fronteras por la fuerza. Después de todo, ella dijo que debería estar preparado para aplastar un país por el bien de Raphtalia. Supongo que no había otra opción. Tendríamos que ir a Siltvelt y pedirles ayuda.

“Lo tengo. Iremos a Siltvelt y haremos que nos preparen un barco” ‒ dije.

No tenía idea de cuánto tiempo perderíamos yendo a Siltvelt, pero no teníamos otra opción. Ren e Itsuki no parecían entender todo el alcance de lo que significaba ir allí, pero pude ver una bombilla encendida en la cabeza de Rishia.

“Así que ya está arreglado. Ren e Itsuki, llevarlos a Siltvelt complicaría las cosas. De hecho, probablemente sería muy peligroso” ‒ dije.

Las cosas se complicaron entre Siltvelt y Melromarc, que es donde actualmente tenemos nuestra base. Los dos países se habían llevado mal durante mucho tiempo. Eso tenía mucho que ver con que me incriminaran y me hicieran pasar por todo tipo de problemas.

Los cuatro héroes santos eran cuatro personas con armas sagradas que eran convocadas a este mundo como sus salvadores. Por eso, la gente del mundo adoraba a los héroes. Pero la religión oficial de Melromarc había sido originalmente la Iglesia de los Tres Héroes, que adoraba a todos los héroes santos excepto al Héroe del Escudo. Según la Iglesia de los Tres Héroes, el Héroe del Escudo era un demonio. Pero había sido una religión podrida, y cuando los miembros mostraron sus verdaderos colores y empezaron a ser desenfrenados, finalmente los expulsamos.

Pasaba lo contrario en Siltvelt. La religión oficial allí adoraba al Héroe del Escudo. No sería inaudito que surgieran allí asuntos relacionados. Operar dentro de Melromarc había sido fácil para los otros tres héroes, así que era muy probable que lo contrario fuera cierto en Siltvelt. Por supuesto, quería pensar que estarían bien si estuvieran conmigo. Pero en las circunstancias actuales, incluso yo estaba destinado a quedar envuelto en un lío o dos mientras estuviera allí. El que Ren e Itsuki vinieran probablemente complicaría innecesariamente las cosas.

“Entonces, ¿qué debemos hacer?” ‒ preguntó Ren.

“No adoran a ningún héroe en Q'ten Lo, ¿verdad?” ‒ Le pregunté a Sadina.

“Quisiera decir que no. Pero mi trabajo limitó mi exposición a cosas así, por lo que no puedo estar segura” ‒ respondió.

Ella era una inútil. Sin embargo, supongo que no fue su culpa.

“De todos modos, usaremos mi portal para volver a la aldea a intervalos regulares, así que estén preparados para unirse a la lucha en cualquier momento. Si tienen tiempo libre, vayan a las islas Cal Mira y concéntrense en deshacerse de esas maldiciones” ‒ dije.

“Lo tengo. Si tienen algún problema, llámanos en cualquier momento” ‒ respondió Ren.

“Entendido” ‒ dijo Itsuki.

“Fuueeh… Nos hemos visto envueltos en un gran lío” ‒ murmuró Rishia.

Sí, ella tenía razón en eso.

“Bien, eso significa que tenemos que irnos a Siltvelt. Me pregunto dónde estará Firo” ‒ dije.

Firo había sido la segunda compañera que se me unió después de que fui invocado a este mundo. Era una chica joven que en realidad era una especie de monstruo llamado firorial. Los firoriales eran monstruos del tipo pájaro a los que les gustaba tirar de los carruajes más que cualquier otra cosa. Cuando eran criados por un héroe, podían adquirir una forma de reina firorial que les permitía transformarse en humanos.

En su forma firorial, Firo era un ave blanca con reflejos rosados en sus plumas. Cuando se convertía en humana, era una chica joven de pelo rubio y ojos azules. Tenía una inocencia infantil. Era como una celebridad a los ojos de los aldeanos. Hubo un incidente no hace mucho tiempo que hizo que su nivel bajara drásticamente, por lo que había salido a subir de nivel con su amiga Melty -princesa de Melromarc- y mi preciosa familiar, Raph-chan.

Me preguntaba si volvería si utilizaba el sello de monstruos para ordenarle que lo hiciera.

“Quién sabe dónde están ahora” ‒ respondió Raphtalia.

“El sello de monstruos me dice su dirección general. Probablemente volvería si le diera la orden”.

Probablemente le llevaría un tiempo volver, aunque yo diera la orden. Estaba de mal humor en ese momento. En lugar de lidiar con ese dolor de cabeza, tenía el presentimiento de que sería mejor que se me ocurriera otro plan. Renuncié a llamar a Firo de vuelta. Finalmente tenía la oportunidad de subir de nivel, así que interferir con eso también me habría hecho sentir mal.

Y entonces un pequeño dragón rojo levantó la pata.

"¡Kwa!"

El nombre del dragón era Gaelion, y él era el culpable del reciente incidente que acabo de mencionar.

No hace mucho tiempo, me habían regalado un montón de suministros como muestra de apoyo -muy probablemente de Siltvelt- y hubo un huevo de dragón mezclado entre ellos. Quería experimentar con el dragón en el pueblo, así que decidí criarlo con la ayuda de Rat, una alquimista que había venido del país más grande de este mundo, Faubrey.

Bueno, supongo que eran los aldeanos los que hacían la crianza. Había una chica llamada Wyndia a la que había intentado apodar ‘chica del valle’, pero ella había rechazado la idea. Ella fue la que asumió la responsabilidad de criar al dragón.

De todos modos, Gaelion se convirtió rápidamente en un dragón de buen tamaño, pero entonces empezaron los problemas. Quería que jugara con él, así que empezó a llamar a mi puerta y se iba corriendo. Después de regañarlo por sus travesuras, empecé a hacer un esfuerzo para pasar más tiempo jugando con él.

Pero mientras pasábamos tiempo juntos, al pequeño bribón se le ocurrió la brillante idea de comerse el núcleo de dragón que había usado anteriormente en mi armadura. El núcleo se había hecho combinando el núcleo del Dragón Zombi -que obtuvimos después de luchar contra el cadáver de un dragón que Ren había matado- con el núcleo de un Dragón Demonio del otro mundo al que fuimos. Gaelion comenzó a actuar violentamente tan pronto como se tragó el núcleo, perdiendo el control y huyendo. Huyó a la montaña donde el Dragón Zombi había vivido antes de ser asesinado. Así que nos dirigimos hacia allí para intentar salvar a nuestro Gaelion.

Todo eso estuvo muy bien, pero luego resultó que el núcleo del Dragón Demonio que habíamos conseguido en el otro mundo había tomado el control de Gaelion. El Dragón Demonio que Kizuna -uno de los cuatro héroes santos de ese otro mundo- había derrotado se había vuelto a manifestar usando el cuerpo de Gaelion. Firo también se había comido parte del núcleo del Dragón Zombi, y eso le permitió al dragón robar sus puntos de experiencia. Peor aún, terminó atrapada en el cuerpo del dragón.

Gaelion logró recuperar el control mientras luchábamos contra el Dragón Demonio. Escapó de las ataduras del dragón junto con Firo, lo que debilitó al Dragón Demonio y nos permitió derrotarlo. Ahora el Gaelion original -el dragón que crio a Wyndia como su propia hija y que Ren una vez derrotó- coexiste con nuestro bebé Gaelion dentro de su cuerpo. En otras palabras, ambas mentes residen ahora en el mismo cuerpo.

“¿Qué pasa?” ‒ Le pregunté.

“Gaelion dice que te dejará montarlo” ‒ respondió Wyndia.

Ella interpretaba para Gaelion, a quien ahora estaba criando. Wyndia era una chica semi-humana con orejas de perro. Había sido criada por un dragón y le gustaban los monstruos, así que ayudaba a cuidar a los monstruos de la aldea.

“¿Vas a ir con ellos, Wyndia?” ‒ preguntó Ren.

Él corrió hacia Wyndia con una expresión de preocupación en la cara.

“Si Gaelion va a ir, entonces por supuesto que voy a ir” ‒ contestó ella.

“Si… si tú vas…” ‒ tartamudeó.

Wyndia le dio a Ren una patada en la espinilla. Por supuesto, con el aumento de las estadísticas de Ren no pareció tener mucho efecto.

“¡Deja de actuar como mi guardián!” ‒ gritó.

Al final, Ren había matado al padre de Wyndia. Intentaba admitir ese hecho, pero terminó molestando a Wyndia. Sin embargo, no se había dado por vencido y seguía buscando una forma de enmendarse.

“¡Gyao! ¡Gyao!”

A Gaelion no le agradaba Ren, probablemente por el Gaelion adulto que llevaba dentro. No había forma de que dejara que Ren lo montara. En otras palabras, Gaelion no iba a dejar que Ren viniera aunque quisiera.

“¿Y? ¿Qué vas a hacer, Héroe del Escudo?” ‒ preguntó Wyndia.

Pensé por un momento.

“Supongo que es nuestra única opción sin Firo cerca, aunque estoy bastante seguro de que tenemos otro firorial” ‒ dije.

Miré hacia el granero… o el establo del monstruo debería haber dicho, supongo. Podía ver un firorial de color púrpura claro mirándonos con una mirada desanimada en su rostro. Ese era el Subordinado #1 de Firo. En general, los firoriales no podían volar. Desde el punto de vista del transporte, eso pone a Gaelion en la cima en este momento. En realidad, competir con Gaelion, que podía volar, podría haber sido la única razón por la que Firo había salido a subir de nivel.

“Yo ——— ”

Otra mano se levantó. Esta vez era una muñeca de peluche.

“Mi ama tiene algo que decir” ‒ dijo la muñeca.

“¿Qué pasa?” ‒ Le pregunté.

Miré a S'yne, que era la ama del familiar disecado.

S'yne no era de este mundo ni del mundo de Kizuna. Era una portadora de armas vasallas de otro mundo que aparentemente había sido destruido por las olas. Nuestro primer encuentro había sido como oponentes en una pelea en el torneo clandestino del coliseo de Zeltoble. Ella se llamaba Asesina Pierrot en ese momento. Pasaron muchas cosas después de eso, y ahora ella vivía aquí en mi territorio.

No estaba seguro de cuál era su verdadero objetivo, pero sus propios enemigos habían invadido este mundo y estaban tratando de matar a los cuatro héroes santos aquí. Parecía querer derrotar a esos enemigos y proteger a los héroes santos.

Como el mundo en el que había vivido originalmente había sido destruido, la función de traducción de su arma vasalla fue dañada. Su discurso siempre se estaba cortando, así que nunca podía entender lo que estaba diciendo. Usando una muñeca de peluche como un familiar y haciendo que la muñeca interprete para ella, finalmente encontró una manera de comunicarnos sus pensamientos.

Cuando tratábamos de poner a Ren bajo protección, aparecieron nuevos enemigos. Tenían una habilidad ridícula que les permitía resucitar, incluso si de alguna manera nos las arreglábamos para matarlos. S'yne nos ayudó a derrotar a esos enemigos de una vez por todas. Resultó que había estado buscando una forma de hacerlo durante mucho tiempo.

“Mi ama dice que podría transpórtalos a un punto en el camino. Le gustaría ver un mapa”.

“Umm, seguro”.

Le mostré a S'yne mi mapa del mundo.

“Veamos. Dice que colocó un marcador de teletransporte en una nave comercial de Zeltoble, así que debería ser capaz de transportarlos parte del camino”.

“¿Ah, sí? Eso ayudaría”.

S'yne tenía una habilidad que le permitía teletransportarse a la ubicación de cualquier cosa a la que pusiera uno de sus alfileres. También podría vigilar los alrededores inmediatos del alfiler. Ella había acudido en mi ayuda antes cuando yo estuve en problemas, gracias a un alfiler que había clavado en mi armadura.

Considerando todas las cosas, incluso con la velocidad de Firo, llegar a Siltvelt llevaría tiempo. Las habilidades de teletransporte que Ren, Itsuki y yo podíamos usar nos obligaban a ir a un lugar y guardar la ubicación antes de que pudiéramos teletransportarnos de vuelta allí. Raphtalia tenía el arma vasalla de la katana de ese otro mundo, pero solo tenía una habilidad de portal que se teletransportaba al reloj de arena del dragón. Eran instalaciones que notificaban a la gente de las olas que se avecinaban. Los relojes de arena también se utilizaban para realizar ceremonias de subida de clase, lo que permitía a la gente y a los monstruos superar el límite de nivel inicial. Además, Raphtalia no podría usar su teletransportador a menos que ya hubiera estado en un reloj de arena del dragón.

Pero todo lo que S'yne tenía que hacer era pegar uno de sus marcadores en algo y podría teletransportarse a la ubicación de esa cosa, incluso si la cosa se movía. Era una habilidad muy conveniente.

“Muy bien, haremos que S'yne nos teletransporte. En ese caso, Raphtalia, Sadina, Gaelion y Wyndia deberían ser suficiente” ‒ dije.

“¡Ejem!”

Oh, maldita sea. Ahora ella estaba levantando la mano. Qué dolor de cabeza. Muy molesto, volví mi mirada hacia la chica con la mano en alto ‒ Atlas.

“¿Sí, Atlas?”

Ella era una hakuko, que era una raza de semi-humanos considerados como uno de los más poderosos entre ellos. Sus límites de nivel también eran más altos. Era una esclava que inicialmente había formado parte de un paquete cuando compré a su hermano mayor, Fohl, en Zeltoble. Últimamente estaba empezando a pensar que podría ser más fuerte que su hermano.

Cuando la vi por primera vez, era una niña enferma que parecía que iba a morir en cualquier momento. Tenía una enfermedad incurable que la había debilitado y la había incapacitado para caminar. Pero cuando le di una medicina, comenzó a recuperarse rápidamente. Y ahora se había convertido en una esclava demasiado enérgica para su propio bien.

“Me gustaría acompañarlo” ‒ dijo ella.

“¡¿Qué estás pensando, Atlas?!” ‒ Gritó Fohl.

Ese era el hermano mayor cuya reputación estaba en declive. Fohl había subido de nivel recientemente, y eso había ido acompañado de un crecimiento acelerado. Se estaba volviendo bastante alto.

“Hermano, como servidores del Sr. Naofumi, debemos estar preparados para servir a su lado en todo momento. Eso no hace falta decirlo” ‒ respondió ella.

“¡Pero!”

“Hermano, ¿no te das cuenta de nuestra actuación, o de la falta de ella, recientemente?”

“Ugh…”

En realidad, era innegable que Atlas era un prodigio. Ren, Itsuki y yo estábamos tratando de aprender un arte marcial llamado el estilo Hengen Muso, pero Atlas entendió su esencia sin siquiera estudiar. Fue gracias a ella que pudimos derrotar al Dragón Demonio recientemente. Oculto dentro de ese pequeño cuerpo estaba el potencial para rivalizar incluso con una Rishia despierta.

De hecho, el crecimiento de Atlas había sido probablemente el más notable de todos los esclavos de la aldea. Sadina había sido muy fuerte desde el principio. Pero Atlas sólo tenía que ver a Rishia pelear, bueno, en realidad Atlas no podía ver. Pero con sólo sentir los movimientos de Rishia, podía reproducirlos. Su nivel todavía no era muy tranquilizador, pero no tenía ninguna queja sobre su capacidad para luchar.

Por el contrario, parecía que Fohl era el que no había hecho nada importante.

“Podría llevaros a los dos con nosotros, pero son hakuko, ¿verdad?” ‒ Dije.

La raza hakuko de los semi-humanos era básicamente parte de la realeza en Siltvelt. Hace mucho, mucho tiempo, Siltvelt había sido gobernada por un hakuko, pero ese hakuko comenzó una guerra, que Siltvelt perdió. Los hakuko fueron culpados de esa derrota y la raza cayó en desprestigio.

“Hermano, deberíamos tener alguna influencia en Siltvelt, ¿verdad? Esta es nuestra oportunidad de ser útiles como servidores. Ese es nuestro deber. Vamos, hermano, es hora de hacer buen uso de tus contactos”.

Atlas se agarró al brazo de Fohl y le suplicó de una manera que casi parecía como si ella estuviera tratando de seducirlo. Para decirlo sin rodeos, Atlas siempre estaba dispuesta a hacer lo que fuera necesario para ganar. Cuando su hermano empezaba a protestar, ella no tenía reparos en callarlo con un golpe brusco e inesperado. Había nacido en una noble familia guerrera, supuestamente, pero había llegado a creer que era un clan de bárbaros.

“Ugh… No es que no tenga contactos, pero eso fue hace mucho tiempo. No sé si serán de alguna ayuda” ‒ respondió.

“Hmm…”

Así que incluso si su familia había caído en la ruina, él todavía podría tener algunas conexiones que podríamos usar.

“S'yne, ¿hasta dónde puedes llevarnos?” ‒ Le pregunté.

“El alfiler de marca que puso en el cargamento parece estar cerca de este puerto” ‒ contestó la muñeca de peluche, señalando el mapa.

El familiar había sido modelado según la forma teriántropa de Keel. Keel era una esclava en el pueblo que podía usar una forma teriántropa que se asemejaba a un husky siberiano. Me saltaré los detalles por ahora.

El familiar había señalado una ciudad portuaria cerca de Shieldfreeden. Supongo que montaremos a Gaelion desde allí. ¿O había alguna razón para pasar por Shieldfreeden también? Eso probablemente causaría aún más problemas.

“Sadina” ‒ dije.

“¿Sí?”

“¿Qué hay de Shieldfreeden?”

“Shieldfreeden tiene una historia relativamente corta. No comercian con Q'ten Lo. No hay razón para que vayamos allí. Bueno, tienen barcos que van a Siltvelt, pero eso es todo lo que se me ocurre”.

Un carruaje o un barco que fuera directamente a Siltvelt desde la ciudad portuaria haría las cosas más fáciles.

“Muy bien, ustedes dos pueden venir. Pero los traeré de vuelta a la aldea por la noche con mi portal” ‒ le dije a Atlas.

“Por supuesto” ‒ contestó ella.

“Muy bien, entonces salgamos. Te toca, S'yne”.

S'yne asintió. Nos invitó a todos a un equipo y luego agarró su arma y comenzó a susurrar algo. Y luego, ¡whosh! Fuimos teletransportados casi como cuando usaba mi portal.


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Delirios de Lord:
Y acá empezamos con este volumen.
Intentaré traducirlo un poco más rápido que el anterior.