Traductor: Lord
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Ataque de la Flor de Sangre
"Oye,
ese parece bastante duro. Muy bien, hagámoslo, Cristal."
"¡Sí!"
"¡Genial!
No he visto las habilidades de Kizuna en mucho tiempo" ‒ añadió L'Arc.
"Kizuna,
todo está en tus manos ahora. ¡Fantasma!" ‒ Cristal gritó, abanicando sus
abanicos y usando una habilidad que llenó el aire de pétalos de flores
danzantes. Delicadas flores de cerezo revolotean en el viento, haciendo que
todo parezca rosa y fantástico.
Los
tigres se balancearon sobre sus pies, sus ojos girando alrededor de sus
cabezas. La habilidad debe haberlos mareado.
¿Qué
estaba pasando? ¿Cuál era el plan?
"¡Allá
voy!" ‒ L’Arc gritó, tirando su guadaña. Un tornado estalló desde donde
aterrizó.
Los
aullidos de los vientos parecían hacer la habilidad de Cristal aún más
efectiva.
"Oh
poder en estas piedras, aquí mi súplica y muéstrate. Mi nombre es Therese
Alexanderite, y soy tu amiga. ¡Dame la fuerza para detenerlos! ¡Piedras
Brillantes! ¡Ala de Parálisis!"
Mariposas
salieron de sus manos y se unieron a los aullidos de los vientos y los pétalos
de las flores.
Los
tigres perdieron su impulso, se ralentizaron y luego se detuvieron por
completo.
"Es
un poco difícil detener a tantos a la vez. Esto habría terminado hace mucho
tiempo si sólo hubiera habido uno" ‒ dijo Kizuna, convirtiendo su arma en
el cuchillo de atún.
"Pero
ahora es el fin, y hemos ganado. Contemplen el verdadero poder del Héroe de la
Caza" ‒ declaró Cristal.
"Naofumi...
En realidad, Raphtalia, también necesitaremos tu ayuda. Cuando el ataque ocurra,
ve tras el fuerte que Naofumi está sosteniendo."
"Muy
bien" ‒ dijo Raphtalia, volviéndose hacia Basura #2. Yo todavía lo tenía
acorralado.
Entonces
Kizuna sostuvo su cuchillo de atún al igual que Raphtalia sostuvo su espada,
respiró y corrió hacia los tigres. En un instante, ella ya había terminado con
ellos.
"¡Espada
Instantánea – Neblina!"
"¡Habilidad
de Caza – Golpe de la Flor de Sangre!"
Raphtalia
sostuvo la katana con ambas manos y voló hacia Basura #2.
"¡¿Qué?!"
"¿Qué
pasa?"
"La
hoja... Se siente extraña… como si fuera un corte antinaturalmente
profundo".
Basura
#2 dejó de tratar de liberarse de mis garras. Lo dejé ir.
Se
estremeció y tembló, y su cara se puso pálida.
"Ugh..."
"Oh,
dolerá más si te mueves. Deberías quedarte quieto" ‒ añadió Kizuna,
golpeando la copia congelada del Tigre Blanco con la punta de su cuchillo de
atún antes de regresar al lugar donde Cristal y sus amigos estaban parados.
No
había visto el ataque en absoluto, pero de repente todos los tigres se
derrumbaron, cayendo en pedazos sangrientos.
El
aire estaba lleno de olor a sangre.
Los
chorros de sangre se esparcían en el aire, como pétalos de flores rojas a juego
con los rosados pétalos.
La
habilidad de Kizuna estaba bien nombrada… realmente parecía como flores de
sangre.
Las
mujeres de Basura #2 y sus tropas de apoyo nos miraron sin palabras. Deben haberse
dado cuenta de que si Basura #2 se movía, se desmoronaría en pedazos
sangrientos, al igual que lo que les había pasado a los tigres.
"¡No
puedo creerlo! ¿Cómo pudiste derrotar nuestras armas más poderosas tan
fácilmente? ¡Es imposible! ¡Imposible!"
Una
de las mujeres señaló y gritó ‒ "¡Y por el más débil de los héroes, nada
menos!"
Kizuna
puso los ojos en blanco.
Sabía
cómo probablemente se sentía ella. Estaba acostumbrado a que la gente dijera lo
mismo de mí. Supongo que la gente sólo te respetaba si podías luchar contra
otras personas.
"¿Saben
algo sobre el Héroe de la Caza? Estoy segura de que se dan cuenta de que todos
los héroes tienen sus especialidades..."
Eso
es correcto. Kizuna había dicho algo sobre eso. Ella no podía atacar a la
gente, pero lo compensó con sus habilidades especiales contra los monstruos.
"Puede
que no sea capaz de luchar con otras personas, pero eso no significa que no
pueda luchar. Si no aprenden a separar los rumores de los hechos, terminarán
muertos".
La
multitud de refuerzos empezó a murmurar entre ellos.
Fue
asombroso. Cristal y sus amigos habían estado batallando contra esos tigres
durante toda la pelea, y Kizuna los eliminó a todos con un solo ataque. ¡Era
aterradora!
Al
recordar el tiempo que pasamos juntos, no recuerdo ni una vez en que la haya
visto forcejeando en batalla, excepto cuando nos enfrentamos a oponentes
humanos. Siempre había derrotado a los monstruos sin sudar.
¡No
me había dado cuenta de lo aterradora que era mi compañera de viaje!
Me
pregunto si ella sentía lo mismo por mí; después de todo, yo también era un
héroe santo.
No
podía hacer mucho a modo de ataque, pero cuando se trataba de defensa, era
mucho más impresionante que cualquier otra persona que hubiera conocido.
Había
sobrevivido al ataque principal de la Tortuga Espiritual, ¿no era eso prueba
suficiente?
Al
igual que yo, Kizuna no podía atacar a los humanos, pero cuando se trataba de
atacar monstruos, ella era la persona más poderosa del lugar. En realidad
estaba agradecido de que su especialidad no fuera lo contrario.... ¿Y si
hubiera un héroe santo especializado en luchar contra la gente? ¿No sería
aterrador?
"Muy
bien entonces... Han visto con qué facilidad derrotamos a su comandante y a sus
armas más fuertes. ¿No creen que sería mejor que nos dejaran libres?" ‒
Dijo Kizuna, torciendo su cuchillo de atún para que brillase al sol.
"Fueh..."
"Rishia,
Kizuna está de nuestro lado. No tengas miedo."
"Sr.
Naofumi, su nueva amiga es realmente algo..."
"Supongo
que sí".
"¿Rafu?"
Raph-chan
se había quedado callada durante la batalla. O supongo que intentó proteger a
Rishia.
Eso
estaba bien. Nunca esperé que fuera muy útil en batalla.
Por
otro lado, había visto a Chris, el shikigami de Cristal y Kizuna, haciendo todo
lo posible para protegerlos durante la batalla. Todavía no tenía una
comprensión firme de lo que podían hacer, aunque había estado demasiado ocupado
tratando con Basura #2.
"Raphtalia,
tu ataque también fue impresionante. Debes haberte hecho más fuerte desde la
última vez que te vi".
"¿Eso
crees? He estado tan ocupada desde que llegué aquí que no he tenido tiempo de
detenerme y reflexionar sobre ello."
Ese
ataque suyo fue realmente algo. Estaba seguro de ello.
Era
ciertamente extraño que hubiese sido elegida por la katana, pero ahora empezaba
a sentirse como el destino. Se había manejado muy bien en la batalla.
Ella
debe haber pasado por mucho desde que nos separamos, porque parecía más hábil
de lo que había sido. Si tuviéramos que separarnos de nuevo, me preguntaba si
desarrollaría músculos voluminosos o algo así.
"Estás
pensando en algo grosero otra vez, ¿no?"
"No.
Sólo estaba pensando en lo fuerte y confiable que te has vuelto."
"Oh...
Bueno... ¿Qué debemos hacer ahora?" ‒ Preguntó Raphtalia, mirando la
katana en sus manos.
Era
una buena pregunta. Una vez que volvamos al mundo del que veníamos, ¿era seguro
caminar por allí con un arma tan valiosa?
"¿Naofumi?
¿No vas a absorber algunas de estas partes del Tigre Blanco?"
"Sí,
sí, por supuesto. Pero tengo un rehén aquí, así que aún no puedo moverme"
‒ dije, mirando hacia adelante y hacia atrás entre Basura #2 y sus mujeres y
las tropas de apoyo.
Él
debe ser una persona muy importante, porque todo el mundo parecía aturdido por
su captura. Claramente no tenían idea de qué hacer. Sabían que si intentaban
algo gracioso, él se partiría en dos por la cintura. Basura #2 parecía darse
cuenta de que no podía moverse en absoluto.
"Échenle
un buen vistazo. Si siguen detrás de nosotros, terminarán de la misma
manera" ‒ dije, soltando una última amenaza.
"Sr.
Naofumi, le encanta hacer eso, ¿verdad? Amenazar a la gente".
"Si
no tienen miedo, estos subordinados suyos nunca aprenderán."
"Suspiro...
Supongo que tienes razón. Parece que hay gente como él sin importar adónde
vayamos..." ‒ Raphtalia murmuró.
Ella
tenía razón. Me recordaba a los otros héroes de nuestro mundo, o a Basura #1.
"De
acuerdo, tenemos su arma vasalla. Toda esta debacle se debe a su imprudencia
temeraria. No lo olviden."
¿A
nadie en este mundo le importaban los héroes santos?
¿No
respetaban a Kizuna en absoluto?
Supongo
que yo había pasado por algo similar en el mundo anterior. Debe haber gente que
no creía ni confiaba en los héroes. No querrías ser capturado por gente así.
Caminé
y absorbí las partes del Tigre Blanco en mi escudo, manteniendo un ojo en los
soldados que vacilantemente corrieron a rescatar a Basura #2. Teníamos lo que
necesitábamos, así que nos fuimos. Al salir, vi a la pandilla de mujeres
lanzando hechizos de sanación sobre él. Él estaría bien... tal vez.
"¡No
los dejen escapar! ¡Deben matarlos a todos! ¡Miren lo que me han hecho! El arma
vasalla pertenece a nuestro país. No podemos permitir que escapen..."
Raphtalia
se volvió para detener su diatriba. ‒ "Es demasiado pronto. Si te mueves
en los próximos diez segundos, morirás. Será mejor que sigan haciendo magia sanadora
durante los próximos días". ‒ Raphtalia se inclinó profundamente y luego
levantó la cara. ‒ "No elegimos esta pelea con ustedes, y no deseamos la
guerra. Si pueden considerar la situación imparcialmente, verán que una alianza
con el condado de Cristal es lo mejor para ustedes. Cuando lleguen a esa
conclusión, por favor discútanlo con su gobierno".
Él
no se rindió ‒ "¡Espera!"
"¡No
debes moverte!"
"¡No
le crean! ¡Ya me he lanzado hechizos sanadores a mí mismo! ¡Ya verán!"
Poco
a poco, las mujeres y los soldados empezaron a caminar detrás de nosotros. Basura
#2 se puso de pie para unirse a la lucha, cuando...
"...
Qué desafortunado. Deseábamos realmente terminar con esto sin ningún
derramamiento de sangre innecesario".
"Estoy
de acuerdo. Esperaba que sus naciones pudieran formar una alianza que marcara
el comienzo de una nueva era de optimismo para el futuro de este mundo..."
‒ Raphtalia suspiró.
Cristal
asintió de acuerdo.
"Naofumi,
será mejor que no mires. He visto a Cristal y L'Arc matar gente así antes"
‒ dijo Kizuna.
Eso
me hizo querer ver más.
Raphtalia
parecía resignada a este resultado, razonando que ellos mismos se lo habían
buscado.
"¡Rishia,
será mejor que tampoco mires!"
"¡Rafu!"
"Fueh...
¿Por qué? ¿Qué está pasando?"
Firo
y Raph-chan intentaban evitar que Rishia los viera.
En
realidad no necesitaba mirar para saber lo que iba a pasar. Lo había visto
antes en anime, esa cosa que pasa cuando alguien es cortado instantáneamente.
"¿¡Qué
están haciendo!? Dense prisa y... ugh..."
Primero
vino un sonido enfermizo y aplastante. Luego le siguió el silbido de sangre salpicando
el aire.
"¡Kyaaaaaaaaaa!"
‒ gritaron las mujeres.
"…
¡Túúúúúú!
No
entendía lo que él intentaba decir.
Lástima.
No sentía ni un poco de simpatía por él. En realidad no me importaba su nombre,
pero me pregunto cuál era...
Sólo
podía pensar en una cosa que decir ‒ "El mundo se ha deshecho de otro
pedazo de basura, jeh, jeh, jeh..."
"¡Sr.
Naofumi!" ‒ Raphtalia gritó, regañándome.
No
vi qué tenía de malo lo que dije. ¡Este cretino había estado tratando de
matarla!
Y
había hecho todo lo que podía para interponerse en nuestro camino.
"Chiquillo,
sé que quieres ser genial, pero yo no me reiría. No querrías verlo por accidente."
"No
me importaría... mientras no sea demasiado asqueroso."
Realmente
no quería girarme y mirar la sangre que salpicaba detrás de mí, pero aun así no
podía dejar pasar la oportunidad de regodearme. Había mucha gente en el mundo
de donde vengo que me gustaría que murieran de esta manera, pero si realmente pasara
eso, entonces no sería algo bueno.
De
todos modos, así es como ganamos la batalla y escapamos.
***
Dejamos
la ciudad por sobre sus tejados.
"¿Qué
clase de ataque fue ese?"
Fue
tan rápido que no había sido capaz de ver lo que había pasado. Parecía que sólo
cortó a los monstruos con su cuchillo. Pero no pudo haber sido tan simple, ¿qué
era todo lo que había hecho con el señuelo de pesca antes? Eso debe haber sido
preparando el movimiento de la matanza. Podría haber sido una secuencia de
habilidades, como cuando uso Escudo Prisión y luego Cambiar Escudo (ataque) y
sigo con Doncella de Hierro.
"¿Hm?
Oh, la habilidad conecta todos los puntos débiles del enemigo y luego los
atraviesa. Sin embargo, no siempre los mata. A veces sólo corta muy
profundo".
Así
que en realidad fue un ataque muy fuerte, y el enemigo solo se desmoronaba si
el ataque era lo suficientemente fuerte como para matarlos.
"¿Qué
estabas haciendo con tu señuelo de pesca de antemano?"
"Es
una habilidad llamada Aguja de Señuelo, y multiplica el daño. Cualquier cosa
golpeada con el señuelo recibirá el doble de daño en el próximo ataque".
Por
eso les dijo a todos que no atacaran hasta que ella estuviera lista. Si alguien
hubiera atacado, entonces habría quitado el multiplicador de su ataque especial
de seguimiento.
"El
efecto sólo dura poco tiempo, así que tenía prisa. Si el enemigo se da cuenta
de lo que pasa demasiado rápido, puede cancelar el efecto".
"Fue
bastante desagradable."
Así
que el señuelo bajaba la defensa del enemigo para el siguiente ataque.
Un
ataque como ese podría arruinar mi estrategia.
"No
es tan simple como parece. El señuelo sólo afecta a la zona que toca, así que
debes asegurarte de que golpeas el punto débil del enemigo. Probablemente no
haría mucho en tu contra".
Tenía
experiencia con algo similar en algunos juegos que había jugado. Había una
habilidad que funcionaba de la misma manera: fortalecer el siguiente ataque en
una secuencia. Normalmente lo usaba como carta de triunfo en las peleas de
jefes duros. Pero si el índice de defensa del jefe ya era muy alto, entonces
obviamente no ayudaba tanto.
El
efecto de la habilidad sólo duraba un ratito, lo que hizo que el uso correcto
fuera bastante voluble. A menudo sentía que confiaba en la suerte.
Pero
Kizuna era claramente muy hábil con ello. Debe ser una luchadora increíble.
Ella
no podía hacer daño directamente contra oponentes humanos, pero probablemente
podría usar esa habilidad de señuelo para hacer daño indirectamente con la
ayuda de sus compañeros de equipo.
Esa
es probablemente la razón por la que el ataque de Raphtalia fue más eficaz de
lo que ella había previsto. Tal vez esa fue la razón por la que lo cortó por la
mitad.
¿Podrían
haberlo salvado si hubieran seguido echándole magia sanadora? A decir verdad,
no me importaba que hubiera muerto. El mundo estaba mejor sin él.
"Oye,
¿puedes ponerte en contacto con él ahora? No sé cuánta gente pueda llevar
conmigo, pero también podríamos usar mis habilidades".
"Un
segundo" ‒ dijo Kizuna, sosteniendo un ofuda en la frente y susurrándose a
sí misma ‒ "Sí, lo tengo. Dice que se reunirá con nosotros en el lugar
acordado. ¿Quieres volver primero?"
"Probablemente.
Tienes a Cristal y a todos contigo, así que deberías estar bien. No estoy
seguro de cuánta gente pueda llevar conmigo a través del portal."
"¿Usas
la habilidad pero no conoces sus limitaciones?"
"Nunca
he sentido la necesidad de probarla."
De
vuelta en Melromarc, no tuve la necesidad de hacerlo, mis únicos amigos eran
Raphtalia, Firo y Rishia. Nunca intenté usar la habilidad con Eclair, la vieja o
Keel. Nunca traté de ver con cuánta gente podía usarlo. El tiempo de
enfriamiento también era bastante largo, así que tenía cuidado de no
desperdiciarlo.
"Algo
me dice que esas mujeres suyas buscarán venganza..."
"Estoy
seguro de que podemos manejarlas, ya no tienen a los tigres. ¿No crees, L’Arc?"
"¡Claro
que sí! ¡Con Kizuna de nuestro lado, no tenemos nada que temer!"
Kizuna
era como yo en el sentido de que podía arreglárselas bien, siempre y cuando
tuviera compañeros de equipo con los que trabajar. Ella estaría bien, siempre y
cuando estuviera con Cristal y los otros.
Por
otro lado, todos nuestros enemigos estaban juntos de nuevo. Si Kizuna se
volviera contra nosotros, nunca sobreviviríamos.
Kizuna,
Cristal, L'Arc y Therese.... De repente les imaginé frunciendo el ceño y
atacándome. No creía que pudiera ganar.
¿Cuánto
confiaba realmente en ellos?
"Muy
bien, usaremos mi portal para teletransportarnos de vuelta a su país, delante
de ustedes."
"A
mí me parece bien. Todos deberíamos estar bien. Separémonos."
"Les
veré pronto. Muy bien, entonces, nos vamos. ¡Escudo Portal!"
Así
que los dejamos atrás y nos teletransportamos de vuelta al país al que ellos llamaban
hogar.
Delirios de Lord:
Ey, un poco de acción un poco más seinen.
Ya hacia falta.