31 ene 2019

Tate No Yuusha Vol 12 Cap 11

Autor: Aneko Yusagi

Traductor: Lord

Editor: Lord



11 Justicia Oculta Perfecta

Ya había pasado un día desde que Firo y Melty partieran en su viaje de entrenamiento. Reuní a los esclavos de la aldea que habían estado haciendo un gran esfuerzo para subir de nivel, y usé mi habilidad de portal para teletransportarnos a todos a Zeltoble. Cuando la vieja regresó a la aldea, me dijo que sería una buena práctica para ellos si luchaban contra oponentes desconocidos, como los mercenarios. Dijo que ya eran, por lo menos, lo suficientemente fuertes para luchar en los coliseos ahora.


"¡Hermano! ¡Hermano! ¡¿Pelearemos aquí?!"

Keel estaba emocionada. Estábamos viendo un duelo en un coliseo en Zeltoble.

"Sí. Este es el coliseo abierto, así que es relativamente seguro. Quiero que todos ustedes luchen duro, pero que también hagan todo lo posible para no lesionarse".

"¡Claro, hermano!"

"Keel, ¿lo entiendes de verdad?" ‒ preguntó Raphtalia.

"¡Por supuesto! ¡No quiero que me lastimen y me dejen atrás!"

Me alegraba que Keel pareciera estar en su normal buen humor.

"Además, con Sadina aquí, estaremos bien pase lo que pase".

"¡Oh, mi Dios!"

"Sí, he oído que solía ganar dinero aquí en Zeltoble. Hablando de eso, ¿dónde está S'yne?" ‒ Pregunté.

Aparentemente, S'yne no se había dado cuenta de que algo estuvo sucediendo cuando estuvimos lidiando con el incidente del dragón recientemente. Estaba dormida o algo así. Rayos… Nunca estaba cuando más la necesitábamos. Quizá habría venido si la hubiera llamado. Supongo que fue en parte culpa mía por olvidarme de ella. Puede que ni siquiera hubiera sido capaz de teletransportarse a esa montaña corrupta en primer lugar.

"He oído que la pequeña S'yne está ocupada en el coliseo clandestino" ‒ respondió Sadina.

"¿Alguna vez se toma un descanso?"

"Y por supuesto, ella te donará la mitad de sus ganancias, pequeño Naofumi."

"¡Bien! ¡Sigue así, S'yne!"

"Usted da demasiada prioridad a las ganancias, Sr. Naofumi" ‒ dijo Raphtalia.

"¡Una actitud impresionante, Sr. Naofumi!" ‒ exclamó Atlas.

"¿Qué parte de eso es impresionante?" ‒ Replicó Raphtalia.

Las dos discutieron una y otra vez en su forma habitual.

Por cierto, Fohl se había dado cuenta de lo débil que era y se fue a entrenar con la vieja. Además de eso, aparentemente había pedido el curso sin restricciones y la vieja se emocionó mucho o algo así. El grupo de esclavos que estaba conmigo no tenía nada que hacer mientras la vieja estaba fuera, por lo que los había traído a Zeltoble para luchar en el coliseo.

Estábamos en el coliseo que dirigía el traficante de esclavos. Las apuestas aquí eran pequeñas, pero aun así tuvimos que mover algunos hilos para participar, como cuando luchamos contra Sadina. Mis esclavos tenían ajustes de estado. Eran mucho más fuertes de lo que sus niveles implicarían, y sus historias también tuvieron que ser retocadas un poco. La burbuja de precios de los esclavos de Lurolona había estallado, pero todavía se comerciaba con ellos en la parte alta.

"Fuueeeh…"

"Rishia, ¿aún haces ese patético sonido después de todo tu entrenamiento?"

"¡Yo… no puedo evitarlo!"

Sus talentos finalmente habían florecido, pero seguía siendo la misma inútil Rishia. Rayos… Estoy seguro de que habríamos podido derrotar al Dragón Demonio mucho más fácilmente si ella hubiera estado allí. Siempre que se enfrentaba a un oponente empeñado en dominar el mundo, los verdaderos poderes de Rishia se despertaban y ella derrotaba al enemigo como si fuera una especie de heroína que salvaba el día.

"Muy bien, todos escuchen. Tengan cuidado mientras están ahí dentro luchando" ‒ les dije a los esclavos.

"¡Ok!" ‒ gritaron al unísono.

Dejé a los esclavos con Sadina y el resto de nosotros nos dirigimos a la galería.

El torneo en el que estábamos participado era corto y sólo duraría uno o dos días. En general, el coliseo abierto estaba destinado a entretener a los huéspedes con peleas directas. Por eso había más énfasis en las reglas que en el coliseo clandestino. Había todo tipo de restricciones, como niveles de clases y sólo poder usar armas romas. Por supuesto, nunca se sabía lo que podía pasar, ya que las apuestas seguían siendo parte de esto. El torneo actual tenía niveles de clases, y matar oponentes estaba estrictamente prohibido. Se sentía más como un torneo deportivo que como una lucha clandestina.

Consideré la posibilidad de que Raphtalia o Sadina entraran, pero era probable que alguien las reconociera, así que decidí dar marcha atrás. En cuanto a mí, este torneo era de uno contra uno. Puede que pudiera ganar sin romper las reglas, pero no se podía ganar forzando al oponente a salir de los límites, así que decidí no entrar. A pesar de que no podía atacar, tal vez pueda ganar restringiendo al oponente, pero eso sería una verdadera molestia. Tenía más sentido que los esclavos tuvieran experiencia de lucha real.

"Muy bien, estaremos observando desde la galería. ¡Hagan lo mejor que puedan!"

"Por aquí, Héroe del Escudo" ‒ dijo el traficante de esclavos.

Él había estado de pie cerca en silencio. Nos llevó a nuestros asientos en la galería. De camino a nuestros asientos, vi a los otros concursantes preparándose para sus combates. La mayoría de ellos parecían degenerados. Muchos de ellos también tenían apariencias brutales o musculatura excesiva.

Y entonces lo vi. No podía creer lo que veían mis ojos.

“¡¿It… Itsuki?!”

"¡¿Eh?!"

"¡¿Fueh?!"

Ahí estaba Itsuki, mezclándose con los otros contendientes como si fuese otro mercenario ordinario. Cuando Raphtalia y Rishia oyeron mi arrebato, miraron a su alrededor y también lo vieron. Ambas gritaron sorprendidas.

"¿Pasa algo malo? Sí, señor."

"No, es sólo que…"

Le expliqué al traficante de esclavos que Itsuki, el Héroe del Arco, estaba aquí en el coliseo. Necesitábamos hablar con Itsuki antes de hacer cualquier otra cosa. Los adversarios de S'yne intentaban matar a los héroes santos. No iba a dejar que Itsuki se me escapara de las manos.

"Veamos…"

Un hombre musculoso cuya cara estaba oculta por un trozo de tela le trajo una lista al traficante de esclavos.

"Concursante #982. Está registrado como Justicia Oculta Perfecta".

Casi me caigo de espaldas. ¿Justicia Oculta Perfecta? Eso tenía que ser una broma. Eso era tan descaradamente obvio que habría hecho que incluso el escapista más delirante volviera rápidamente a la realidad. Ni siquiera yo pude evitar sentirme avergonzado.

"¿Podemos hablar con él?" ‒ Le pregunté.

"Sí, puedo concederle permiso bajo mi autoridad."

El traficante de esclavos ordenó a su asistente que nos llevara a la sala de espera de los concursantes. No quería alarmar a Itsuki, así que me acerqué casualmente y le saludé.

"Ey. Cuánto tiempo sin verte" ‒ dije.

"¡Sr. Itsuki!" ‒ exclamó Rishia.

Itsuki solo estaba allí ausente y no mostró signos de responder.

"Yo… Sí… Todos…" ‒ murmuró.

"Ey" ‒ repetí.

"Todo el mundo cuenta conmigo. Sí. Todo el mundo… cuenta conmigo. Este premio en metálico ayudará a salvar a la gente".

"¿Me estás escuchando?" ‒ Grité.

Itsuki solo murmuraba para sí mismo en voz baja. Era difícil entender lo que decía. Tenía una mirada vacía en sus ojos. Ni siquiera podía decir a dónde estaba mirando.

"Yo… no soy inferior. Yo… realmente…"

"¡Oye! ¡Escúchame!" ‒ Le grité.

"¡Sr. Itsuki! Um… Yo‒" ‒ Rishia comenzó.

Agarré a Itsuki por los hombros y lo agité de un lado a otro, pero no mostró ninguna respuesta. Oí el sonido del eco de un gong por todo el coliseo.

"¡Yo… lucho por la justicia!"

"¡Sr. Itsuki! ¡Ahh!"

Itsuki empujó a Rishia y salió corriendo, como si no hubiese oído una palabra de lo que dijimos.

"¿Qué le pasa a ese imbécil?" ‒ Me quejé.

"¿Estás bien, Rishia?" ‒ preguntó Raphtalia.

Ella había atrapado a Rishia antes de caer.

"Fuueeeh…"

Era como si no existiéramos para Itsuki.

"Así que… investigué un poco más a ese concursante, y parece que ha estado haciendo las rondas en todos los coliseos de Zeltoble desde hace un tiempo. Sí, señor."

"¿En serio? Es la primera vez que oigo hablar de eso".

"Sí. Me han dicho que empezó a aparecer un día o dos después de que dejaste Zeltoble."

¡Casi nos habíamos encontrado! Eso me puso de suficiente mal humor como para quejarme.

Aun así, no sé qué le había pasado, pero algo estaba claramente mal con Itsuki. Probablemente tenía algo que ver con perder contra la Tortuga Espiritual y eso lo estaba carcomiendo. Era algo bastante fácil de adivinar. Eso me recordó que la reina había mencionado haber recibido varios informes de testigos oculares de cuando él luchó contra la Tortuga Espiritual. A juzgar por eso y por lo que Kyo había mencionado, el grupo de Itsuki discutió.

Cuando empezaron los combates del coliseo, me concentré en el combate de Itsuki. Había asumido que atacar desde lejos sería mucho más ventajoso para Itsuki que el combate cuerpo a cuerpo. Pero las reglas restringían el combate a un área pequeña. Un oponente podría cerrar la brecha en un abrir y cerrar de ojos. Eso haría que usar un arco fuera una desventaja. En cualquier caso, Itsuki avanzaba con facilidad durante el torneo. De hecho, parecía muy hábil en el combate uno a uno.

Pero había algo extraño en su expresión. Y cada vez que el público aplaudía, lanzaba las manos al aire y aullaba extasiado. ¿Era realmente Itsuki? El Itsuki que conocí era un poco más reservado. Era un hipócrita que siempre trataba de actuar como un verdadero hombre de carácter.

"Fuueeeh…"

Mis esclavos estaban peleando en un torneo separado, así que no tendría que preocuparme de que salieran lastimados. Pero aún tenía que averiguar cómo ponerlo bajo custodia. Además, algo en la forma en que se veía su arco me molestaba mucho.

"¿Cómo podemos llevárnoslo sin dejarlo escapar?" ‒ Me pregunté en voz alta.

Ya habíamos descubierto cómo interferir con las habilidades del portal. Generando un campo magnético mediante magia en el área causaría un mal funcionamiento de las habilidades del portal. Sería posible evitar que huyera si usáramos magia ceremonial, como Santuario o Juicio.

Por suerte para nosotros, este era Zeltoble, el país de los mercaderes y mercenarios. Si diera la orden, podría hacer que el traficante de esclavos se las arreglase para obstruir el uso del portal en el coliseo en el que Itsuki estaba luchando. Pero si hacíamos algo que iba en contra de las reglas, era probable que Itsuki se sintiese amenazado y huyese. Y las cosas podrían ponerse muy mal si tomara rehenes del público y comenzara a ponerse violento.

Tal como esperaba, el traficante de esclavos no estaba dispuesto a aceptar un plan que pudiera resultar en que la gente resultara herida en un coliseo lleno de visitantes. Dijo que teníamos que ser extremadamente cuidadosos y hacer preparativos por adelantado si íbamos a intentar algo.

"Podemos noquearlo, sin hacer preguntas, y luego ponerlo bajo custodia" ‒ dijo Atlas.

"¡¿Por qué siempre eres tan violenta?! Cielos… Al menos deberíamos intentar hablar con él, ¿verdad?" ‒ Replicó Raphtalia.

"Sí. Me gustaría llevarlo en términos amistosos, si es posible" ‒ Dije.

Más de los viejos enemigos de S'yne podrían seguir escondiéndose en este mundo. No podíamos saber cuándo ni dónde esperarlos. Quería convencer a Itsuki de que se quedara con nosotros, si es posible.

"Sr. Naofumi, tal vez deberíamos tratar de averiguar qué es lo que él busca hablando con nuestros puños. Estoy seguro de que seremos capaces de llegar a él de esa manera".

"¿Qué eres, Atlas? ¿Algún tipo de maestro de artes marciales?"

Era difícil de creer que era una niña enferma no hace mucho tiempo. Todo lo que decía hizo que sonara como si sólo supiera pensar con los puños. Al menos su hermano tenía un poco de sentido común.

"Sr. Itsuki…"

Rishia estaba viendo a Itsuki pelear con una expresión de preocupación en su cara. Hmm…

"¿Qué crees que deberíamos hacer, Rishia?" ‒ Le pregunté.

"Yo… Yo…"

Rishia apretó las manos como si estuviera rezando y habló con vacilación.

"El Sr. Itsuki parece estar en problemas. Me gustaría ayudarlo a resolver lo que sea que le esté molestando".

"¿Aunque te descartó como a un pedazo de basura?"

Increíble. Rishia debe ser una especie de santa. Su devoción era inquebrantable. Itsuki era un tipo con suerte.

"De cualquier manera, parece que Itsuki está luchando en los coliseos para ganar dinero."

Hice que el traficante de esclavos investigara un poco más. Confirmó que Itsuki había estado luchando día tras día para ganar dinero en los coliseos de los alrededores de Zeltoble, tanto abiertos como clandestinos. Estaba claro que quería dinero. Pero aún no habíamos sido capaces de averiguar dónde se estaba quedando. Probablemente también era una buena idea investigar por qué estaba tratando de hacer todo ese dinero. Conociendo a Itsuki, estoy seguro de que estaba luchando para financiar algún tipo de plan hipócrita o algo así.

Tal vez lo seguiría y vería adónde iba después de que terminara el torneo. O tal vez podríamos atraerlo de alguna manera más tarde.

"Ey, Perfecto… ¡Te voy a ganar esta vez!"

El oponente de Itsuki le habló.

"No, la victoria será mía otra vez."

"¡A la mierda con eso! ¡Ahora he visto todos tus ataques!"

¿Oh? Parecía que Itsuki le respondía a sus oponentes. Así que la razón por la que nos había ignorado antes es porque se había concentrado en el torneo… quizás. Pero me di cuenta de que algo estaba fuera de lugar por la mirada de sus ojos, incluso desde lejos. Su arco también parecía extraño. Era un blanco puro y poco natural, pero tenía un diseño realmente siniestro. Podía sentir un aura extraña viniendo de él.

"Así que podemos asumir que responderá durante el combate… supongo" ‒ me pregunté en voz alta.

"¡Naofumi!" ‒ Rishia me llamó.

"Umm… Yo… Quiero hablar con el Sr. Itsuki. Así que por favor, ¡déjame pelear en el coliseo!"

"Creo que es una buena idea. Tengo un mal presentimiento sobre su arma" ‒ dijo Raphtalia.

Ella asintió estando de acuerdo con la propuesta de Rishia.

"¿No es eso más o menos lo mismo que la idea de Atlas? Pero sí funcionó con Ren. Supongo que esta vez deberíamos intentarlo lo antes posible".

"En ese caso, tengo una sugerencia, Héroe del Escudo."

El traficante de esclavos parecía tener un plan.

"¿Cuál?"

"Hay una arena de lucha clandestina que no se está usando esta noche. Podrías atraer al Héroe de Arco allí y luego capturarlo. Sí, señor. Yo podría darle una invitación por escrito cuando le entregue el dinero del premio del torneo".

Algo me pareció extraño. No pude evitar sentir que había algún tipo de motivo oculto en juego aquí.

"Déjame adivinar. La reina ofrece una recompensa a quien ayude a capturar a un héroe o algo así, ¿verdad?"

"¡Impresionante! Entiende bien nuestras verdaderas intenciones. ¡Me quito el sombrero ante usted! ¡Sí, señor!"

"No hay nada impresionante en ello…"

Sus intenciones eran dolorosamente directas.

"Será mejor que no intentes convertir esto en un espectáculo de combate a muerte o algo así. No puedo garantizar que todo el público salga con vida".

"Por supuesto. Me aseguraré de que no se invite a ningún espectador".

El verdadero problema sería si hubiera desbloqueado una serie maldita. Eclair había sido capaz de comunicarse con Ren, pero no había garantía de que lo mismo funcionase para Itsuki.

"¿Es posible que Itsuki piense que la invitación parece demasiado buena para ser verdad y no vaya?"

"Supongo que es posible. Sí, señor."

Aun así, sería una buena manera de hacer que hable. Si apareciera, podríamos hacer que pareciera un combate real y luego preguntarle qué estaba pasando… ¿Verdad?

"¿Qué hay de las reglas?"

"El Héroe del Arco parece preferir los combates uno contra uno. Sí, señor. Sin embargo, ha habido excepciones. Me han dicho que ha luchado solo en torneos de combate por equipos cuando el premio era lo suficientemente grande".

Hmm… En ese caso, invitarlo a una pelea cara a cara en el coliseo clandestino sería nuestra mejor apuesta. Si lo convertimos en un torneo de lucha por equipos con un gran premio, era posible que sospechara. Eso sería arriesgado. No tendría sentido si no apareciera.

"Muy bien. Ya que dices que quieres hablar con él, Rishia, lucharás contra él en el primer combate. Entonces será nuestro turno. Me encargaré de llenar el público con espectadores falsos".

Sólo usaría a los esclavos del pueblo. Podríamos poner a Sadina o S'yne en la alineación de luchadores, y eso lo haría aún más atractivo.

"¡Entendido! ¡Gracias!"

Rishia me lo agradeció. Le hice un pequeño gesto para decirle que no era nada.

"Espero que seas capaz de hacerle entrar en razón y convencerle de que venga con nosotros" ‒ le dije.

"¡Yo también!" ‒ contestó ella.

"¿Qué quieres que hagamos?" ‒ Preguntaron Raphtalia y Atlas, mirándome interrogativamente.

"Si Rishia pierde, pueden ir a pelear y fingir que es una coincidencia."

"¡Entendido!" ‒ exclamó Atlas.

"Tú no, Atlas… Quédate en la galería" ‒ le contesté. Temía que acabara matando a Itsuki.
Empezamos a organizar un torneo falso para atraer a Itsuki al coliseo clandestino. Itsuki recibió un volante junto con el dinero de su premio, y alguien le siguió hasta su casa. Sin embargo, eso fue un fracaso parcial, porque su perseguidor lo perdió en una multitud en el camino. Pero teníamos una idea general de dónde se estaba quedando ahora.

El coliseo clandestino que el traficante de esclavos nos preparó era una pequeña y acogedora arena en el sótano de una pequeña taberna. Se sentía como el tipo de lugar donde uno puede esperar ver lucha libre clandestina o algo así. Allí no había nada más que una sala de espera apenas adecuada y una arena un poco estrecha.

El traficante de esclavos había dispuesto que varios usuarios de magia lanzaran un hechizo mágico ceremonial llamado Santuario en la arena. Eso haría imposible que Itsuki huyese usando su habilidad de portal. La invitación que se le hizo a Itsuki especificaba claramente que ese sería el caso. Si se daba cuenta de algo extraño, era probable que huyera. Necesitábamos tener más cuidado de no hacer que sospechara.

Itsuki se había presentado ese mismo día, completamente desprevenido, y se había registrado como un luchador. Estaba esperando en la sala de espera. Atraerlo allí había sido tan simple que fue casi decepcionante.

"Atraerlo fue un éxito, pero aún tenemos que averiguar qué está haciendo aquí y por qué está tratando de ganar dinero" ‒ le dije.

"¿Realmente encontraste a Itsuki?" ‒ preguntó Ren.

Regresé al pueblo antes y traje a Ren de vuelta a Zeltoble conmigo. Supuse que había una posibilidad de que Itsuki escuchase a Ren, aunque se negase a escucharme. Los dos habían sido bastante unidos y, al parecer, ya se habían hablado antes con frecuencia. Ren accedió a venir sin dudarlo también.

"Sí. Rishia va a luchar contra él en el primer combate. Después de eso, quiero que salgas e intentes hablar con él, Ren."

"¡Lo tengo! Estoy seguro de que Itsuki… está sufriendo al igual que yo."

Ren estaba ansioso por hacer lo que le dije. Supongo que después de todo Itsuki estaba en la misma situación en la que él había estado. Probablemente quería hacer todo lo que pudiera para ayudar.

"Puedes con esto, Rishia."

Raphtalia estaba tratando de animar a Rishia, quien asintió con entusiasmo en respuesta.

"Ci… ¡cierto! ¡Esta vez sí que voy a dar mi mejor eshfuerzo!"

Ahí estaba ella con esa pronunciación molesta y tierna. Creí que en un momento como este se tomaría las cosas en serio. Pero tal vez esto es lo que hacía a Rishia lo que era.

"Rishia, ve a mostrarle a Itsuki lo fuerte que te has vuelto. Muéstrale que eres más que suficientemente fuerte ahora."

"¡Lo haré!"

Rishia respondió con entusiasmo a mi estímulo.

Era verdad. Ella era más que fuerte ahora. Realmente había florecido, tanto el nivel de sus estadísticas como en su nivel de destreza. Desde unirse a nuestro grupo en las islas Cal Mira, hasta entrenar con la vieja Hengen Muso, e incluso enfrentarse a Kyo en su estado despertado durante el incidente de la Tortuga Espiritual, ella nunca había renunciado a la lucha. Había ganado confianza en si misma por todo lo que pasó en el mundo de Kizuna, y había experimentado una verdadera batalla de vida o muerte.

Rishia había cambiado. No era la misma persona que Itsuki había usado como chica de los recados. Ahora era su oportunidad de mostrarle eso. El gong sonó y Rishia empezó a caminar hacia la arena. Después de despedirnos de ella, Raphtalia, Atlas y yo nos dirigimos a algunos asientos en primera fila con una buena vista.

"¡Y ahora, un enfrentamiento entre Justicia Oculta Perfecta y Rishia Ivyred! Que la batalla… ¡COMIIIIEEEENCEEEEEE!"

El mismo locutor de cuando peleamos contra Sadina gritó y dio la señal para empezar. Me sorprendió que aceptara participar en un torneo falso. Todos mis esclavos empezaron a aplaudir audiblemente. Les ordené que salieran de allí inmediatamente si algo salía mal. Sadina y S'yne estaban allí para ayudar a protegerlos. Podrían ganar algo de tiempo, aunque las cosas se pusieran feas.

"¡Sr. Itsuki!"

Rishia llamó a Itsuki. Murmuraba para sí mismo en voz baja, pero se detuvo y miró hacia arriba, su mirada fija en Rishia.

"¿Oh? ¿Así que mi oponente es Rishia? Esta será una victoria fácil".

Rishia era claramente un don nadie para Itsuki.

"¡Sr. Itsuki! ¡Por favor, escúchame! ¡La situación es muy grave! ¡Tu vida está en peligro! ¡Por favor, escuche lo que Naofumi y Ren tienen que decir!"

Rishia nos señaló a Ren y a mí en nuestros asientos de primera fila. Le hice señas, sólo para hacerle saber que estaba allí. De repente, la expresión de Itsuki se volvió increíblemente sombría.


<< Anterior - Indice - Siguiente >>

Delirios de Lord:
Acá estamos.
Este tipo es el que me cae peor de los tres héroes.