Traductor: Lord
Editor: Lord
04
Viento en Popa
En
los días siguientes, los líderes y otros con autoridad de los asentamientos
circundantes vinieron a pedir unirse a nuestras fuerzas. Parecía que estaban de
acuerdo en que liberar a un monstruo sellado para echarnos era ir demasiado
lejos.
Por
supuesto, los que estaban en el poder trataron de explicarlo diciendo que el
sello simplemente se rompió por sí solo debido a nuestra llegada. Pero debido a
que el Emperador Celestial bendijo a los monstruos, y a su orden de no dañar a
las criaturas vivientes, tales afirmaciones fueron recibidas con desconfianza.
Sin
embargo, algunos aún les creyeron y vinieron en busca de pelea. Aún así, cuando
veían al firorial Firo a la cabeza de las fuerzas revolucionarias, su moral se
desvanecía y no representaban ninguna amenaza.
“Amo,
todos están huyendo de nuevo” ‒ dijo Firo.
“Me
di cuenta.” ‒ Para empezar, yo mismo no estaba seguro de la razón, pero parecía
que había todo tipo de mitos y leyendas en Q’ten Lo, y las estábamos
aprovechando. La presencia de Firo parecía actuar como una especie de prueba de
fe.
“¡Rescatemos
al pájaro divino que fue capturado por los infieles!” ‒ gritaban algunos.
“Parece
que algunos de ellos tienen un poco de energía después de todo” ‒ comenté.
“¡Les
daré un buen golpe!” ‒ Firo se ofreció brillantemente.
“¡Hagámoslo!”
‒ Algunos enemigos aún entraron a la fuerza, pero también significaba que ahora
estaban divididos entre dos propósitos: tomar la vida de Raphtalia y capturar a
Firo.
Por
su parte, Raphtalia era ahora capaz de disponer de la mayoría de las
bendiciones relacionadas con las piedras sakura del destino. Cuando nos
encontramos con aquellos bendecidos con el Encantamiento Astral, ella fue capaz
de usar su Supremo Corte Definitivo del Destino e inmediatamente los hizo
callar. Parecía que les daban bendiciones a cualquier viejo debilucho.
Así
que las cosas iban bien. Las fuerzas revolucionarias se estaban expandiendo a
un ritmo acelerado, hecho posible, muy probablemente, por la pronta aceptación
del pueblo para un nuevo Emperador Celestial. Solo ayudaba el hecho de que la
reputación del actual Emperador Celestial estaba por los suelos, por la
continua liberación de monstruos sellados cerca de los puntos por los que
avanzábamos. Ya habíamos peleado con muchos otros monstruos sellados.
Derrotarlos siempre proporcionaba algún tipo de arma. Por supuesto, estas armas
también estaban siempre malditas.
Haciendo
balance, en ese momento, ya habíamos encontrado la espada, las garras, una
lanza y un hacha. ¡En serio, cuántas de estas cosas habían sido selladas!
Incluso habíamos empezado a enviar exploradores para capturar a los que
trataban de romper los sellos.
Las
cosas entre las fuerzas del Emperador Celestial se estaban desmoronando, en
serio. Me hizo sentir con ganas de preguntar si realmente les importaba. En
cuanto a por qué el enemigo intentaba capturar a Firo.
“Amo.
¿Por qué quieren venir por mí?” ‒ preguntó.
“Ah,
eso es porque uno de los animales que el Emperador Celestial al que nos
enfrentamos quiere proteger es el firorial, y la luminaria sakura es un símbolo
de poder nacional.”
“¿Y
qué?” ‒ Eso no fue suficiente para que Firo entendiera el concepto. Necesitaba
intentar explicar las cosas con más detalle.
“Firo,
tanto tu raza como el patrón de tu cuerpo son símbolos importantes para este
país. De hecho, tienen connotaciones divinas. Eso significa que cuanto más
profunda es la fe de aquellos contra los que luchamos, más difícil es para
ellos luchar contra ti.” ‒ Como los animales de la cresta familiar de la época
Edo en Japón, yo estaba pensando en los perros, por alguna razón, pero era algo
así. Sí, mis conocimientos de historia japonesa también apestaban.
Lo
que esto significaba en general, entonces, era que cuanto más leales eran
nuestros oponentes, más difícil era para ellos intentar herir a Filo.
“Hmmm.
¿Me quieren a mí? ¡No quiero que me vuelvan a exhibir!” ‒ Parecía que Firo
finalmente lo había resuelto, y el trauma de sus experiencias en el mundo de
Kizuna estaba volviendo para perseguirla.
“Está
bien. Incluso si te atrapan, no te van a tratar mal. Para nada.”
“¿De
verdad?”
“Dicho
esto, si te capturan, no podrás ver a Melty.”
“¡No!”
“De
todos modos, Firo. Si puedes, mantente en forma firorial por un tiempo. En esta
nación, eso será una contribución casi tan grande como la de Raphtalia con su
traje de miko.”
“¿Qué
significa eso?” ‒ preguntó Raphtalia.
Bueno,
que teníamos que hacer uso de ella. No hay otra opción. Sería interesante ver
cuán profunda es la tumba que el Emperador Celestial cavaría para sí mismo.
Aparentemente toda esta orden de protección había comenzado con su obsesión por
los firoriales. Perros en Japón, extrañas criaturas pájaros aquí. Parecía
legítimo.
Y
así nuestro progreso continuó. Hasta que…
“Finalmente
te atrapé…”
“Hola,
ha pasado mucho tiempo.”
S’yne
se unió a nosotros.
Habíamos
conocido a S’yne en Zeltoble, la tierra de mercaderes y mercenarios. Era una
portadora de armas vasallas de un mundo paralelo a éste. El mundo del que era
originaria aparentemente ya había sido aniquilado, por lo que ahora se
encontraba moviéndose con las olas, ese terrible desastre que une a todos los
mundos paralelos, de mundo en mundo. Le había pedido que comprobara Siltvelt
junto con Wyndia y ese grupo, porque había detectado el olor de cierta fuerza
contra la que S’yne se oponía fatalmente.
También
la había dejado a cargo de la aldea, por si acaso.
Recuerdo
que mencionó que vendría si la necesitábamos… pero probablemente había sido
bloqueada por la barrera y era incapaz de transferirse. Yo también me sentí un
poco mal por ello.
Entonces
S’yne se agarró a mí.
“¿A-a
qué crees que estás jugando?”
“¡Sí!
¡Quita tus manos! ¡Abrazar al amo Naofumi no está permitido!” ‒ Raphtalia y Atlas
espetaron sorprendidas.
Yo
le había caído bien a S’yne.
Sin
embargo, quizás debido al daño que sufrió su arma vasalla cuando su mundo fue
aniquilado, su voz tenía extraños cortes mezclados y por eso no podía
comunicarse bien. Así que habíamos adjuntado una herramienta con una función de
traducción de uno de sus enemigos a una muñeca familiar y la usamos para
conversar con ella.
Quizás
la familiar también contenía una pseudo-personalidad, porque hablaba con
bastante fluidez.
La
familiar había empezado pareciéndose a Raph-chan y Sadina en su forma teriántropa,
pero después de quejarme de que una Raph-chan que hablaba normalmente me desagradaba,
se había convertido en una muñeca con la forma teriántropa de Keel y ahora
hablaba por ese medio.
Era
más educada que la chica en la que se basaba.
Me
preguntaba qué hacía esa cachorrita traviesa en el pueblo.
La
muñeca Raph original, por cierto, terminó en un lugar privilegiado en mi
habitación. Por si acaso te lo estabas preguntando.
En
cualquier caso, S’yne sólo quería protegerme, y había desarrollado el hábito de
aparecer incluso cuando el momento no era tan oportuno.
“Cálmense
las dos.” ‒ Me dirigí a las chicas que seguían irritadas antes de pasar a S’yne.
‒ “Pero, ¿cómo llegaste aquí?” ‒ Raphtalia era meticulosa y Atlas estaba celosa.
Necesitaba calmarlas y luego hablar con S’yne. Como mínimo, las habilidades de
transferencia no podían entrar en Q’ten Lo, esta nación tan aislada del mundo
exterior, y yo había dejado a Siltvelt y a la aldea bajo su protección.
“Tomas
muchos riesgos‒‒”
“Se
arriesga mucho, Sr. Iwatani, así que tomamos un barco en Siltvelt.”
“Ah,
¿entonces llegó el barco después del nuestro?”
“Sí.”
“Esta
vez‒‒”
“Esta
vez, ella desea ayudar a defenderte.”
“De
alguna manera, las cosas han ido moviéndose, ¿no?”
Sin
embargo, fue gracias a S’yne que logramos acercarnos a Siltvelt utilizando una
habilidad de transferencia. Ese fue un gran punto a su favor. Sin eso,
probablemente sólo estaríamos llegando a Siltvelt en estos momentos. Eso nos
había ahorrado mucho tiempo. Ella había hecho más que suficiente, en general.
Para
S’yne, sin embargo, eso claramente no fue suficiente.
“Bueno,
entonces, ahora que S’yne ha llegado...” ‒ El asunto era, para ser honesto, que
ya no estábamos pasando por un momento tan difícil.
Después
de todo, Raphtalia era ahora capaz de anular las bendiciones del enemigo, y las
armas piedra sakura del destino daban
cierto margen de maniobra para anular sus mejoras. Sólo necesitábamos seguir
así e íbamos a ganar.
“Sin
embargo, ella todavía quiere protegerte.” ‒ Hmmm. Realmente mostraba una gran
devoción. Supongo que podía mantenerla cerca hasta que estuviera satisfecha.
Aunque ella sólo podía transferirse a sí misma, yo también había aprovechado su
capacidad de moverse con tanta facilidad en numerosas ocasiones.
“Vale,
me rindo. Puedes protegerme todo el tiempo que quieras.”
“Muy
bien‒‒”
“Ella
ofrece su acuerdo.” ‒ Ya lo había pensado antes, pero aunque se cortaba durante
la conversación, S’yne era una charlatana. Por su apariencia, primero pensé que
era más del tipo melancólico, pero parece que me equivoqué.
“Hmmm,
el olor de un enemigo poderoso.”
“¿Estamos
a punto de ser emboscados?” ‒ Me volví para mirar a Atlas, ya que parecía que
había sentido algo.
“Estoy
hablando de este nuevo rival en busca de su afecto, amo Naofumi.”
“¿Quién?
¿S’yne?” ‒ La propia S’yne inclinó la cabeza en un estado de perplejidad.
Parecía que ese no era el caso.
En
cualquier caso, nos encontramos de nuevo con S’yne y continuamos nuestra
conquista de Q’ten Lo.
***
A
medida que expandimos nuestro territorio, también encontramos el tiempo para ir
a cazar.
Por
supuesto, nuestro objetivo principal era, ¿cuál? ¿Para aumentar la seguridad
pública, supongo?
“Q’ten
Lo tiene un ecosistema único. La experiencia de cazar aquí es bastante buena.”
‒ comenté. Los monstruos que trataban de hacer daño a la gente atacaban las
aldeas, pero no podían ser repelidos. Estaban expandiendo su hábitat, y ese
espacio también tenía que ser reclamado, pero con la orden de no dañar a los
seres vivos, tampoco era posible que la gente los cazara. Hablando de un
desastre ilógico. ¿Estaban logrando cazar a algunos de ellos lejos de los ojos
vigilantes de los que estaban a cargo? Cuando pregunté sobre eso, me dijeron
que se había fomentado fervorosamente una cultura de informantes y traición, y
que correr el riesgo no valía la pena.
Por
lo tanto, las fuerzas que se unieron a nuestro lado fueron enviadas a cazar
monstruos y luego nos proporcionaron algunos de los monstruos derrotados como
materiales. Los monstruos de Q’ten Lo eran muy parecidos a los espíritus
japoneses tradicionales: kamaitachi con hoz y kitsunes. Cosas como esa.
“Sabes,
tienes razón.” ‒ Los rayos de Sadina los aniquilaban en segundos, haciendo de
este un proceso suave y simple, pero proporcionaban mucha experiencia. En
términos de fuerza, probablemente podrían ser derrotados en el nivel 50 sin
mejoras de héroe, pero la experiencia obtenida era igual a la de monstruos
mucho más fuertes. En términos de juego, este era un punto de grindeo eficiente.
“No
son tan diferentes de los monstruos con lo que se luchan en el mar.” ‒ comentó
Sadina.
“¿De
verdad?” ‒ No había peleado mucho en alta mar, pero eso me recordó que después
de que el nivel de Sadina había sido reajustado, se fue sola al mar y había
subido su nivel considerablemente.
“Si
quieres, puedo darte una tutela especial, pequeño Naofumi, uno a uno. No es la
primera vez que hago una oferta así.”
“Sí,
lo recuerdo.” ‒ Si salía a cazar al mar con Sadina, estaba bastante seguro de
que sería arrastrado a algún lugar loco.
Demasiado aterrador para arriesgarse.
“Sadina,
por favor, concéntrate en la lucha.”
“Bien
dicho. Pero si hay alguna abertura, te atacarán, pequeño amo Naofumi.”
“¿Y
me lo dices tú? Si tienes tiempo para hablar, sigue cazando.”
Se
sentía como si hubiera pasado bastante tiempo desde que hicimos esto.
“Eso
me recuerda‒‒”
“Lo
que le recuerda a S’yne, ella dejó dicho en Siltvelt que Ratotille y Wyndia
recolectaran materiales de monstruos para el Héroe del Escudo.” ‒ Nos informó
el familiar de S’yne.
“Vaya,
eso es una gran ayuda.” ‒ El desarrollo de la aldea estaba ralentizando el
trabajo de desbloquear mi escudo. No había razón para no aceptar estos
materiales de monstruos de Q’ten Lo. Luego tendría que darle algunos a Itsuki y
a Ren también. Si salía a cazar con Itsuki, las armas de los héroes rebotarían
entre ellas, así que él se fue con Rishia.
“¿Esto
es lo mejor que tienen?” ‒ Fohl acabó con otro monstruo y me miró.
“Estás
trabajando más duro que Atlas. Te daré crédito por eso.”
“Huh.”
“¡Hermano!
¡No te dejes llevar sólo porque el amo Naofumi te dijo algo bueno!”
“¡¿Qué…?!”
‒ Ahora ella estaba celosa porque yo lo elogiaba por hacer lo mejor que podía.
Completamente irrazonable.
“¡Entonces
lucharé más duro! ¡No voy a perder contra Raphtalia o mi hermano!” ‒ Con eso, Atlas
se descontroló.
“¡Cu-cuenta
conmigo!” ‒ Fohl sonaba muy feliz. ¿Era eso realmente todo lo que tenía que
hacer? Creo que estaba aprendiendo a manejar a esos dos. Si alababa un poco a
Fohl, eso empujaba a Atlas a esforzarse más.
“¿Qué
es esto? ¿Un desafío de caza? ¡Entonces no me dejarán atrás!” ‒ Sadina anunció.
“Lo
estás haciendo bien. Incluyendo tu uso de la magia, creo que eres la que más
caza, Sadina.” ‒ Quizás debido a que era originaria de aquí, Sadina había
derrotado a la mayoría de los monstruos a los que nos enfrentamos.
El
aumento de la seguridad general en los alrededores a través de la caza de este
tipo también compraba la gratitud de los pueblos y aldeas que habíamos ocupado.
“¡Muchas
gracias! El revolucionario Emperador Celestial y su séquito están haciendo
cosas maravillosas, reduciendo el daño causado por los monstruos.” ‒ dirían.
“No
creo que podamos cambiar todo el ecosistema tan fácilmente, pero deberían estar
bien por un tiempo.” ‒ diría yo a cambio. ¿Hacer la vista gorda ante los
estragos causados por los monstruos e incluso castigar a los humanos que se
defendieron? ¿Qué estaba pensando este imbécil? Tales acciones le habían dado a
la gente mucho en que pensar.
***
Pasaron
unos días de esta manera, y pudimos tomar el control de un tercio de Q’ten Lo.
No había pasado mucho tiempo desde que llegamos, así que yo también me
sorprendí de esta velocidad.
Sentíamos
que estábamos haciendo un progreso aún mejor que el otro plan, de simplemente entrar
a hurtadillas y tomar la cabeza del Emperador Celestial enemigo.
“Me
recuerda un poco a nuestro viaje de escape en el mundo de Kizuna.” ‒ Al
tratarse de una nación similar a Japón, había muchas similitudes. ‒ “Quiero
decir, más o menos por la presencia de la lumina sakura y si es o no una tierra
Japonesa-Raphtalia.”
“¡Rafu!”
“¿Todavía
sigues con eso?” ‒ Raphtalia refunfuñó.
“¡Hay
estatuas que se parecen a Raph-chan en todas partes! No puedo evitar que esto
parezca un parque temático salvaje de Raphtalia.”
“Vas
a por lo que te gusta, pequeño Naofumi, te lo reconozco.” ‒ dijo Sadina. No
sólo me gustaba. Estaba pensando seriamente en llevarme a casa al menos una de
esas estatuas como recuerdo.
“A
medida que nos acercamos a esta vieja ciudad, veo más cosas que se parecen a
Firo.”
“Yo
también. Las estatuas de este pájaro divino que el Emperador Celestial ha
levantado. Se parece a Firo.”
“¿Dicen
que su colorido no existe?” ‒ ¿Firo era realmente un espécimen tan raro? ¡Sólo
me costó 100 monedas de plata!
“No
es completamente única.” ‒ respondió Sadina, mirando a Firo. ‒ “Pero las
leyendas y cuentos transmitidos en cada región en realidad difieren un poco de
los verdaderos firoriales. Por eso, la apariencia y el colorido de Firo son
absolutamente perfectos.” ‒ Era una firorial criada por un héroe, después de
todo.
“¿Crees
que quizás Fitoria vino a este país en el pasado?” ‒ No es una mala suposición
por mi parte. Si hubieran estado expuestos a ella en el pasado, las imágenes
podrían permanecer y se cambiaron a blanco y rosa debido a la coloración de las
flores de las luminarias sakura.
“No
puedo oír la voz de Fitoria.” ‒ dijo Firo. A veces Fitoria nos observaba a
través de Firo. Parecía que eso no estaba sucediendo en ese momento. ¿Tal vez
debido a la barrera alrededor del país?
En
cualquier caso, la forma y el colorido de Firo estaban causando todo tipo de
problemas a nuestros rivales.
“Parece
que no volveremos a ver a Kizuna y a los demás. Si los vemos, será divertido
traerlos aquí.” ‒ Incluso Cristal podría mostrar su cara. Sería grandioso
mostrarles a todos una nación con Raphtalia a cargo. La habilidad de Cristal, Flor
Lunar de Nieve Inversa, encajaría perfectamente.
“El
paisaje definitivamente vale la pena verlo.” ‒ A veces me veía a mí mismo
preguntándome si a todos les iba bien.
Mientras
volvíamos, sintiéndonos muy bien, nos encontramos con ese pervertido idiota de
Motoyasu II tratando de ligar con una chica.
“¡Ah!
Mi bella dama, ¿le gustaría tomar un té conmigo?” ‒ En serio, ¿qué era este
tipo?
“¡Geh!”
‒ Mientras nos acercábamos, la chica a la que apuntaba inclinó su cabeza hacia
nosotros y salió corriendo, y él se volvió hacia nosotros.
“¿Dónde
está el viejo?” ‒ Le pregunté.
“¡Ja!
¿Crees que no puedo escaparme de Erhard?”
“Mira,
si vas por ahí malgastando dinero, tendremos que atarte.” ‒ Motoyasu II sólo
dio una carcajada y mostró algo de dinero de Q’ten Lo. Mostrando su riqueza,
¿verdad? Se lo arrebaté de sus manos.
“¡Oye,
eso es mío!”
“Sólo
porque lo cogiste del monedero del viejo, ¿verdad?” ‒ Este idiota parecía que
gastaba dinero fácil y rápido, lo que significaba que verle con tal dinero era
ciertamente sospechoso. Al parecer, había hecho de las suyas con una serie de
fichas por toda la ciudad portuaria. De hecho, a mi comentario sobre cómo
obtuvo estas riquezas, miró con recelo y comenzó a silbar. Lo sabía. Le
devolvería el dinero al viejo más tarde.
“De
todos modos…” ‒ Revisé al grupo que estaba conmigo. Sólo se divertiría si las mujeres
se encargaran de esto. ‒ “Fohl, Gaelion, llévenselo.”
“¡Kwaa!”
‒ Gaelion asintió respetuosamente a mis órdenes.
“¡Qué!”
‒ Fohl sonaba un poco menos contento. Al igual que Motoyasu II.
“¿No
me dejarás pasar tiempo con una de esas caras bonitas que tienes aquí?” ‒ se
quejó. Sin embargo, ante esa respuesta, Fohl se dio cuenta de lo que estaba
sucediendo y asintió rápidamente.
“Muy
bien.” ‒ concedió.
“Puedes
irte y divertirte con Atlas cuando regreses.” ‒ le dije.
“No
tardaremos mucho.” ‒ Eso me recordó que en una tienda de allá atrás vendían
horquillas ornamentadas, y él las había estado observando de cerca. Él estaba
planeando comprar una, seguro. Le había dado suficiente dinero para gastar como
para pagar por lo menos una de ellas.
“¡Kwaa!”
Gaelion
inmovilizó los brazos de Motoyasu II detrás de su espalda, colocó sus
mandíbulas sobre su cuello, y comenzaron a caminar.
“¡Maldita
sea! ¡Déjame ir! Pensé que incluso si ese mocoso del escudo me atrapaba, al
menos podría estar con algunas de las bellezas con las que se juntaba, ¡pero
esto es un festival de salchichas! No me digas, ¿anota para ambos bandos?”
“¡De
qué estás hablando!” ‒ Rayos, no había forma de ayudar a Motoyasu II.
¿Realmente amaba tanto a las mujeres?
“Me
quedaré contigo incluso después de que vuelva mi hermano, amo Naofumi.” ‒ ofreció
Atlas.
“No,
ve a pasar un tiempo con Fohl.”
“No
quiero hacerlo.” ‒ Para ser honesto, ella también era una molestia.
“En
serio…”
“¿Eh?”
‒ S’yne estaba apuntando a Motoyasu II mientras mostraba su arma. Claro, por
supuesto. Ella tenía unas tijeras piedra sakura del destino que él hizo,
¿verdad? Tenían la capacidad de copiar. Empezaron como dos espadas piedra
sakura del destino, ¿verdad? S’yne estaba mirando las tijeras, cautivada.
“Ella
dice que él tiene una gran habilidad” ‒ tradujo la familiar de S'yne.
“Nunca
dije que no la tuviera.” ‒ Tal y como dijo el viejo, Motoyasu II hacía un
trabajo de calidad a una velocidad notable. Su stock de piedras sakura del
destino se había agotado, lo que significaba que las que usábamos como escudos
eran ahora las últimas.
“¿Rafu?”
“Eso
me recuerda‒‒” ‒ comenzó S’yne.
S’yne
señaló a Raph-chan y dijo algo. Recientemente el sonido de corte había ido
empeorando, lo que significaba que no podíamos comunicarnos en absoluto sin el
juguete de peluche. Me preocupaba que quizás su arma vasalla también se
estuviera rompiendo.
“¿Pregunta
qué pasó con el muñeco gigante Raph-chan?”
“Hmmm…”
“¿Disculpe?
¿Está planeando hacer algo? Esta es la primera vez que oigo hablar de ello.” ‒
preguntó Raphtalia. Ah, cierto. Había olvidado decirle algo a Raphtalia sobre
esto.
“Espero
que podamos hacer a Raph-chan un poco más grande. Surgió que tal vez S’yne pueda
usar una de sus habilidades especiales de ataque para crear un familiar de
emergencia.” ‒ expliqué. Aparentemente tenía una habilidad que le permitía
controlar a las muñecas gigantes. Estaba pensando en permitirlo, con la
condición de no permitirle hablar.
“¡Voy
a vetar eso!” ‒ gritó Raphtalia.
“¿Rafu?
¡Rafu, rafu!” ‒ Raph-chan estaba mirando la conversación y ladeó la cabeza.
“Basta
de tonterías.” ‒ Cambié de tema por la fuerza. ‒ “Vayamos al cuartel general de
la ciudad y planifiquemos nuestro próximo movimiento.”
Luego
regresamos al edificio más grande de la ciudad.
“Usted
también tiene que entrenar, ¿no?” ‒ Raphtalia dijo. Sí, no me lo recuerdes. Aún
no había dominado el estilo Hengen Muso. Realmente quería abrocharme el
cinturón y entrenar un poco, pero con todos estos problemas apareciendo todo el
tiempo, no pude encontrar una oportunidad.
“Creo
que las batallas serían mucho más fáciles si usted pudiera adquirir algo de
magia de clase Liberación.” ‒ dijo. La única vez que lo logré, con Ost, también
resultó ser la única vez. Me sentía tan cerca que sentí como si estuviera justo
ahí, pero algo… algo todavía faltaba. Sólo necesitaba acercarme a esa sensación.
En
cualquier caso, era definitivamente magia que quería obtener antes de la
eventual batalla contra el Fénix.
Delirios de Lord:
Aawww S'yne es una cuchitura.
Pero mejor que se quede sin hablar mucho.
Siento debilidad por esas chicas calladas de ojos apagados,
pero de fuertes sentimientos <3