Traductor: Lord
Editor: Lord
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Directora
La
que estaba sentada frente a él, con un muy corto y lascivo vestido de seda, era
una hermosa joven elfa oscura.
Con
una piel de color marrón oscuro en contraste a la piel blanca de los elfos
normales, y su cuerpo femenino voluptuoso junto con el vestido de Seda Valhalla
apenas cubriendo su cuerpo aumentaba aún más su encanto.
Si
se tratara de un hombre normal, sus ojos serían atraídos automáticamente hacia
su abundante pecho, que apenas estaba cubierto y parecía que se derramaría en
cualquier momento, su curvilínea cintura y sus muslos redondos eran visibles
desde el corte que seguía desde debajo de sus caderas.
No,
tal vez ellos no podrían ni siquiera apartar su mirada de su cara que parecía la
escultura de una Diosa.
El
mithril que brillaba como plata ataba su pelo detrás de su cabeza, y el pelo
plateado que colgaba de allí tenía una belleza extrema, pero tal vez porque
también contenía energía mágica, emanaba una presión como la cola de un dragón.
Toda
su cara estaba hecha como si tratara de seguir perfectamente la proporción
dorada, pero incluso entre eso, sus grandes ojos azules eran especialmente
prominentes.
Y,
esos ojos azules como cristales marinos mantenían la languidez como de
costumbre, pero actualmente estaban perfectamente enfocados en el pequeño chico
que estaba sentado frente a ella.
"Hiciste
bien en volver, Simon. Me alegra que estés a salvo".
"S-sí...
parece que te he hecho preocupar, lo siento mucho, Directora". (Simon-Si)
Simon
respondió algo inquieto. Tal como dijo, esta belleza era, de hecho, la
Directora de la Real Academia de Spada, Sofía Sirius Pacifal.
Y
este lugar era obviamente la oficina de la Directora.
Como
si subrayara con audacia el hecho de que la directora era la máxima autoridad
de la escuela, la sala estaba situada en el centro y el punto más alto de la
escuela y la ciudad entera de Spada podía ser vista desde la pared que había
sido hecha no sólo de vidrio sino de Scea Crystal de alto precio.
"Creo
que te dije que me llamaras Sofía hace 3 meses, ¿ya lo olvidaste?" (Sofía)
"Ah,
no... para nada." (Si)
Frente
a Simon, inquieto y con una respuesta vaga, Sofía parecía una serpiente astuta
delante de su presa.
"Así
es nuestra relación, ¿no? No hay necesidad de ser tan vacilante". (Sofía)
Simon
estaba angustiado por la forma en que un estudiante normal y la directora
tenían una relación en la que él no debía dudar, pero recordó que fue lo mismo
cuando conoció a esta hermosa elfa oscura.
Básicamente,
él no era bueno tratando con esta mujer.
"Entonces,
um... Sofía-san." (Si)
"Umu,
bueno, esto es mejor al menos." (Sofía)
Ella
parecía insinuar que el uso de '-san' también era innecesario, pero él no era
como Kurono, que podía hablar libremente incluso con sus mayores.
"Gracias
por permitirme volver a la escuela." (Si)
"Sólo
hice lo que era obvio, no es nada que requiera agradecimiento." (Sofía)
Simon
inclinó su cabeza en gratitud, pero no se podía decir que su corazón estaba muy
tranquilo en este momento.
Después
de todo, no era su deseo volver a la Real Academia de Spada.
"De
hecho, yo debería disculparme. Yo fui quien te recomendó que fueras a Daidalos
después de todo". (Sofía)
En
primer lugar, ¿por qué Simon trabajaba como aventurero en Alsace?
Eso
fue el resultado de la conversación que tuvo lugar aquí entre ellos tres meses
antes.
⸀“Fumu,
si no tienes dinero, ¿por qué no completar algunas misiones?”⸥
Debido
a las ‘circunstancias familiares’, Simon quiso distanciarse de su familia en
Spada, la famosa casa noble de Bardiel.
Así,
incluso en la tarjeta del gremio de Simon, el nombre Bardiel no había sido
inscrito.
Por
tales razones, Simon no podía pedirle a su familia que pagara los gastos de la
escuela y otros gastos diversos.
Y
al mismo tiempo, para mantenerse fuera de los ojos de su familia, decidió
trabajar en Daidalos, que era un país diferente.
"No,
le agradezco a la directora. Fui yo quien quiso ir a Daidalos como
aventurero". (Si)
Pero,
ahora que la situación había cambiado, no podía quedarse como aventurero lejos
de Spada.
Ese
fue el efecto de la fuerte presión de la Casa Bardiel, no, para ser exactos, de
su hermana mayor Emelia.
"Pero,
si estás aquí, yo también me sentiré aliviada. Ese ejército humano no podrá
venir a Spada después de todo". (Sofía)
Hasta
Simon mismo que había luchado contra los Cruzados en Alsace se sentía aliviado.
Sí,
incluso con ese ‘monstruo’ en la piel de una mujer los cuales todos los
aventureros juntos habían sido incapaces de tocar, sería incapaz de atravesar
el Ejército de Spada liderado por el ‘Rey de la Espada’ Leonhart en la
fortaleza de la Cordillera Gallahad, él también lo creía.
Originalmente,
Spada, que había estado esperando una invasión del Rey Dragón Gaevinal, ya
había tomado medidas defensivas perfectas contra él.
A
diferencia de los idiotas amantes de la paz de otras ciudades-estados, su
preparación estaba en un nivel diferente.
"Ahora
bien, ¿empezarás a asistir aquí a partir de mañana?" (Sofía)
Simon
lo afirmó. Los preparativos para empezar a asistir a la escuela ya habían sido
arreglados.
Aunque,
como hace 3 meses, tendrá que volver a los dormitorios otra vez.
"Bueno,
esta vez tendrás un laboratorio, ¿no es eso bueno?" (Sofía)
“Bueno,
aunque está un poco destartalado” ― Sofía continuó, surgió una pregunta en Simon.
“Um,
¿De qué clase de laboratorio estás hablando?” (Si)
Desde
el momento en que Simon ingresó aquí, no había recibido ningún laboratorio
personal.
Él
continuó con su investigación alquímica dentro de su pequeño dormitorio y a
veces pidió prestadas de forma avergonzada otras instalaciones cuando tenía que
hacer algunos otros experimentos.
Pero,
este era el caso no sólo para Simon sino para cualquier estudiante matriculado
en el curso de ingeniería mágica, era raro tener un laboratorio dentro de la
escuela. Sólo las elites de grandes casas o genios con grandes grados poseían
uno.
“Por
lo que he oído, será una habitación de los viejos dormitorios. ‘Esa mujer’ ya
ha enviado una gran cantidad de dinero para eso también.” (Sofía)
"Lia-nee...
haciendo cosas por su cuenta de esa manera..." (Si)
Para
cualquier alquimista era una gran cosa conseguir un laboratorio personal,
incluso para Simon, era uno de sus sueños.
Pero
era, al final, algo que debía ser ganado con su propio trabajo duro, no algo
para ser simplemente dotado por su hermana mayor, perfecta en autoridad,
activos y poder, la General Emilia Friedrich Bardiel.
"Espero
que hagas desarrollos innovadores para esta escuela en el nuevo ambiente que se
te ofrece, ¿de acuerdo?" (Sofía)
"Sí,
trabajaré duro..." (Si)
Y
así, dando palabras de despedida, Simon se levantó del sofá gigante de cuero de
Bullhorn.
Y
cuando se dirigía hacia las blancas puertas dobles para irse...
"Espera
un minuto." (Sofía)
...
Sofía, que se había acercado detrás de él sin hacer ni un solo ruido, le puso
una mano con guantes blancos en el hombro.
"U,
umm..." (Si)
Su
cuerpo entero se endureció debido a la presión abrumadora que Sofía estaba
liberando.
Ese
definitivamente no era su concepto erróneo. Teniendo en cuenta que una vez fue
una aventurera de rango 5 llamada [Valkyrie Blizzard / Valquiria de la Ventisca],
es obvio que podría detener a un pequeño chico elfo con su simple presencia.
Aunque,
si ella realmente quisiera intimidarle, Simon ya habría estado tirado en el
suelo sin moverse.
"¿No
piensas acerca de esa cosa conmigo una vez más?" (Sofía)
Mientras
Simon lentamente se giraba, su encantador cuerpo liberaba un increíble encanto.
En
comparación con Emilia, que tenía un cuerpo grande en comparación con la norma,
Sofía parecía más pequeña, pero incluso entonces su estatura seguía siendo alta
entre las mujeres, y era casi una cabeza más alta que Simon.
Por
lo tanto, directamente delante de Simon no estaba la hermosa cara de Sofía,
sino su gran escote que le hizo recordar la gran mazmorra de rango 5 [Cañón
Elgrand].
La
suave piel que se le acercaba a la cara retorció su razonamiento como hombre y
la dulce fragancia de su cuerpo hizo que su corazón latiera más rápido.
"Si
fuera yo, podría proveerte de una habitación mucho mejor que esa destartalada,
no sólo eso, tampoco habrá necesidad de notas o resultados de investigación,
mientras permanezcas ahí." (Sofía)
Acariciando
la mejilla de Simon con el dedo, levantó la cara para que mirara hacia ella.
Los
ojos de cristal de Sofía miraban a los ojos esmeraldas de Simon y sus miradas
se entrelazaron.
Como
antes, sus ojos parecían lánguidos pero contenían un resplandor encantador que
tentaba a los hombres.
No,
incluso Simon, un mero estudiante, podía entender que ella lo estaba ‘tentando
e invitando’ como hombre.
No
sólo esa actitud encantadora, la primera vez que se conocieron, ella se lo
había preguntado directamente.
"Tú,
¿no vas a parar tu alquimia y convertirte en mío?" (Sofía)
Y
la respuesta a eso sigue siendo la misma aún ahora.
"Yo,
no tengo intención de parar la alquimia..." (Si)
No
había manera de que Simon, aunque él perteneciera a la familia Bardiel, no
supiera lo que ella, que tenía tan alto estatus y autoridad, quería de él.
Él
no tenía ninguna intención de convertirse en su preciada muñeca, más aún si eso
implicaba abandonar su alquimia.
En
primer lugar, era un fracaso como elfo, sin magia increíble, y ningún encanto
varonil como el de Kurono, ¿por qué iba a estar interesada en él que parecía un
niño que nunca crecía?
No,
tal vez esa era la razón. Sin energía mágica, un elfo no maduraría y crecería,
ella podría estar tratándolo como un animal raro.
En
cualquier caso, de ninguna manera Simon, que admiraba el amor verdadero y
propio, aceptaría de ella tales sentimientos.
Y,
ahora que conocía a una mujer que había usado su propia vida para protegerlo,
definitivamente no aceptaría esos sentimientos a medias.
"fufu,
bueno, está bien. Cuando estés en problemas por esa hermana mayor sobreprotectora
tuya, ven y confía en mí". (Sofía)
Pero
ella, que no sabía lo que estaba pasando en el corazón de Simon, lo liberó
después de reírse un poco.
"Gracias,
muchas gracias". (Si)
Sentía
una deuda de gratitud hacia Sofía, que le había ayudado a huir de su familia y
su hermana.
Pero
no aceptaría convertirse en una mascota sólo por eso.
Había
decidido devolver ese favor en forma de méritos escolares.
Mientras
Simon daba su gratitud con sentimientos encontrados, sin darse cuenta de que su
cara se había puesto roja debido a su increíble encanto, rápidamente abandonó
la habitación como si se estuviera escapando.