Traductor: Tomate
Corrector: Lord
Ya era la temporada de invierno
oficialmente, y se podía ver nieve cayendo sobre las montañas desde la aldea
Kaina.
Es una meseta frondosa, pero las
lluvias de las montañas más altas que rodeaban al pueblo eran escasas, aun así,
se entendía que la lluvia y la nieve que caían en las montaña circundante daban
humedad a la zona
—La nieve no caerá
aquí a causa del clima natural.
Debido a que Jin se crió
“bastante” en la ciudad, anhelaba, especialmente, hacer un iglú de nieve, pero
era imposible en ese lugar.
Aunque el comerciante, Rolando,
prometió que vendría una vez cada mes y medio, el tiempo para venir había
pasado, pero no le han visto.
Es difícil de creer que un
comerciante honesto por naturaleza rompa una promesa.
-
Un día una persona, que no era
Rolando, visitó la aldea Kaina.
— ¡Jin~, Abue te
llama!
Jin, que estaba haciendo una
estufa usando una «Piedra mágica» en el taller, detuvo sus manos y se fue a la
casa.
—Sr… Jin, ¿cómo
est-? Mis salu-, lo sien~…
Allí estaba la recaudadora de
impuestos, Lithia Fahlheit.
—Srta. Lithia,
¿Cómo le va? Pareces estar preocupad-.
Cuando Jin le saludó, Lithia…
— ¡D-Discúlpeme!
Se disculpó agachando rápidamente
la cabeza. Jin que no entendía qué pasaba le expreso:
—Qu-, Srta. Lithia,
por favor, ¿Qué paso? Mírame un momento. No entiendo de qué hablas.
Entonces Lithia levantó la cabeza
con una mirada de remordimiento en su cara.
—Es sobre los
gólems, no pude mantenerlo en secreto…
— ¿Eh, qué dic-?
—Uno de los
soldados que estaba apostado en la villa Toca parece haber hablado de ello
cuando regresó a la capital…
Esto era malo para Jin. En el
momento en que transportaba el trigo, el Gólem que Jin reconstruyó fue visto
por los aldeanos y soldados en la aldea Toca.
Lithia no podía callarlos, y
aquellos ‘lengua suelta’ hablaron sobre el gólem frente a otros. Los rumores
circularon rápidamente por toda la capital.
Según la historia de Lithia,
El rumor era que un gólem
apareció en la villa Toca y sobre el amo que estaba controlándolo, así los
chismes llegaron incluso al Rey. El Rey decidió ordenarle al primer ministro
que le verificara su autenticidad.
El primer ministro investigó
cuidadosamente el rumor, determinando que la persona que usaba el gólem era
Jin, que vivía en la aldea Kaina.
Y también descubrió que Jin fue
el desarrollador de la bomba que se estaba extendiendo por la capital además de
crear la estufa que es popular entre los plebeyos.
El rey pareció sentir que Jin era
una amenaza cuando escuchó eso, ordenando al señor que gobernaba el área que
incluía tanto la aldea Kaina y la aldea Toca, el Conde Walter, que le trajese a
Jin.
—En este momento,
apuntando a la aldea, 50 tropas del Conde vienen, así que, por favor, ¡Huyan
rápidamente!
Lithia concluyó.
—Jin…
Marta, que tenía una mirada de
preocupación…
—No hay problema.
No significa que sea algo particularmente malo.
—Sr. Jin, si dices
tal cosa así…
— ¿No parecería
sospechoso si huyo más bien?
Jin dijo esto para tranquilizar,
pero en secreto estaba un poco ansioso. Lithia renunció a convencerlo.
—Sr. Jin, ser un
«Artesano mágico» que puede controlar y crear gólems es precioso, pero justo
ahora-… se… considera como un peligro si no están afiliados al país. Así que,
por favor, ten cuidado.
—Por supuesto,
Srta. Lithia, voy a tener cuidado.
Aunque con eso dicho, no sabía de
qué tener cuidado.
-
Por ahora, decidió volver al taller
para consultar con Reiko.
—En el peor de los
casos, puede que tengamos que huir.
—Si ese es el caso,
probablemente sea mejor si no usamos la «Puerta de distorsión». Tendremos que
hacer que la de aquí sea inutilizable.
—Hm,
lamentablemente.
Inmediatamente, cubrieron el
sótano donde se encuentra la «Puerta de distorsión», hasta el punto de que no
pudieran volver aunque encontraran la entrada.
—Tú eres Jin,
¿verdad?
Una voz opresiva sonó desde la
entrada del taller. Allí pudo ver a una tropa de soldados en armaduras
completas. Fue más rápido de lo que pensaba.
—E~, sí, soy Jin,
¿qué desea?
Cuando Jin contestó, el hombre
que parecía ser el comandante le dijo.
—Mph, estamos aquí
para llevarte, bastardo. No tendré piedad si te resistes.
Después de sacar su lanza y
usarla para querer empujarlo. Jin la sujetó suavemente.
— ¿De qué está
hablando, hice algo?
Diciendo eso, el hombre que
parecía ser el comandante…
—Bastardo, ¿tienes
la intención de desafiar al señor que gobierna esta área, yo, el Conde Walter?
—No tengo tal
intención, solo quiero saber, ¿por qué exactamente me quieren llevar?
Justo en ese momento, Jin
finalmente entendió por qué Lithia le dijo aquello, no obstante, era demasiado
tarde para escapar.
—Mph, órdenes del
Rey. Acata obedientemente.
Este país parecía ser diferente de lo que él pensaba y lo que determinó cuando hablaba con Lithia sobre los tipos impositivos. El hombre frente a él era el tipo de hombre que abusa de la autoridad que se le daba.
—No soy una persona
particular de este país. Así que no tengo la obligación de obedecer…
Poco a poco, la ira de Jin fue
aumentando. Jin no era un personaje noble en particular, sino que se podría
decir que tenía poco temperamento. Él puede ser dulce con los parientes y
amigos, pero no perdonaría a aquellos que dañan a esos parientes y amigos.
— ¡Hermanito~!
Hanna
intentó correr hacia él, pero su pequeño cuerpo es interceptado por un soldado.
No, fue empujada, cayendo de espaldas.
— ¡Kya~!
— ¡Hanna!
Pero
unas lanzas en cruz se le atravesaron a Jin para obstruirlo.
—Fuera de mi camino.
Jin
agarró las lanzas y usó «Modelar». Ellas se deformaron rápidamente hasta
parecerse una "U".
— ¿¡Qué!? ¡Las lanzas!
— ¡Bastardo! ¡Te atreviste a desobedecer!
Otras
tres lanzas fueron balanceadas. El que las detuvo fue el gólem Gon. Que volvió
corriendo de su patrulla diaria cuando sintió que Jin, su «Maestro», estaba en
peligro.
—Yah- ¡Este gólem! Bastardo, ¡así que tú eres el culpable
después de todo!
— ¿Culpable?
Con
Hanna en brazos, preguntó Jin con cara de perplejo.
— ¡No finjas que no lo sabes! Varios gólems han estado haciendo
ataques por todo el reino, ¡Tú eres la causa de eso, bastardo!
— ¿Qué?
Eso
era malo, ya que las apariencias de Gon y Gen no habían cambiado mucho desde el
momento en que atacaron a Jin y los demás. Aunque el color era diferente, el
diseño era más o menos el mismo.
— ¿Todavía te haces el tonto? Lo he visto antes, debería haber
soldados que también lo hayan hecho. Aunque el color es diferente, es de la
misma forma que los Gólem que han estado atacando a la gente con su mercancía
en todas partes.
— ¿Qué dices?
Jin
reconoció que la situación aquí se había convertido en la peor posible.
Alguien, o algo, estaban usando Gólems para atacar todo el Reino Cline. El gólem
antes de ser Gon también parecía ser uno de ellos.
—Shit´, debería de haber investigado un poco sobre eso…
Aunque
puede ser demasiado tarde, si examinara la información del núcleo del Gólem,
podría tener una idea de quién es el culpable.
— ¡No sirve de nada dar excusas!
Los
soldados habían rodeado a Jin. Él, dirigiéndose hacia Hanna que estaba
sostenida en sus brazos, dijo…
—Hanna, no he hecho nada malo. Sin embargo, parece que ya no
puedo quedarme más tiempo aquí contigo.
—Hermanito…
—Hasta la primavera fue la promesa, siento no haber podido
cumplirla. Algún día, volveré a verte. Hasta entonces, cuídate.
Una
vez que terminó de decir eso, en secreto deslizó un rubí (?) en el bolsillo de
la falda de Hanna.
Y
luego dijo una sola palabra.
— ¡Reiko!
— ¡Sí, Padre!
Al
escuchar la voz de Jin, la leal e incomparable «Autómata», Reiko, expulso a 10
soldados que rodeaban a Jin en un abrir y cerrar de ojos.
—Nah ¡Bastardo, ¿seguirás desobedeciendo!?
Hacia
el agitado Conde Walter, Jin habló.
—Escucha, no he hecho cosas como atacar con mis Gólems. Sin
embargo, me iré de aquí porque no tengo la intención de ser acusado de un
delito que no cometí.
Diciéndoselo,
él le entregó Hanna a Marta, además de llamar al gólem caballo ‘Coma’, para
montarlo. Reiko ya se había adelantado a Jin.
—También, unas palabras de advertencia. Atrévanse a tocar un
solo dedo de la gente de la aldea. A eso yo… aplastaré el Reino Cline.
Y
luego girando el acelerador.
—Sra. Marta, estoy en deuda contigo, ¡cuídense!
Después
de decir eso, el conde Walter y los soldados fueron sorprendidos cuando
voltearon a verlos, comenzó a cabalgar hacia la montaña del norte. Gon y Gen
también siguieron después.
— ¿¡Q-Qué están haciendo!? ¡Bastardos! ¡Persí-! ¡Persíganle!
Sin
embargo, los gólems eran muy rápidos y se hacían más pequeños en la distancia.
Aun así, los soldados iniciaron la persecución. El conde Walter también lo
persiguió, pero con un caballo común y corriente.
—Hermanito…
—Jin…
—Sr. Jin…
Hanna,
Marta y Lithia se quedaron viendo, cada una orando por la seguridad de Jin.
Delirios de Tomate:
El
conde, ¿cómo obtuvo su título? ¿Acaso no les parece que habla un poco obsceno?
;)
El
elegante escape de Rimu- *Ejem* de Jin.
Delirios de Lord:
¿Para cuando se convierte en novela china y se los chinga a todos por su honor? :v
¿Para cuando se convierte en novela china y se los chinga a todos por su honor? :v