Traductor: Lord
Editor: Lord
07
Un terrible sentido de la orientación
En
lugar de vestirme con mi atuendo de desfile, salí a la ciudad por la noche
vestido con ropa más adecuada para Q’ten Lo. Ah, pero a pesar de lo que dije,
S’yne me siguió. ¿Podría realmente no quitarme los ojos de encima ni por un
momento?
En
cualquier caso, S’yne no iba a causar mucho alboroto. Q’ten Lo era una nación
que tenía semi-humanos, teriántropos y humanos. A pesar de que había una guerra
civil, las calles no se veían tan diferentes de como se ven durante el día.
Había oído que las noches en Edo eran bastante tranquilas, la gente se acostaba
temprano, pero Q’ten Lo se veía diferente en ese aspecto. La luminaria sakura
también funcionaba como iluminación, manteniendo la noche algo brillante. Esa tenue
luz rosa cereza tenía una atmósfera real. Se mezclaba con la luz de la luna
para crear una atmósfera que definitivamente sería muy popular entre los
japoneses.
En
cuanto a por qué me dirigía a ver al viejo, fue porque finalmente había hecho
algunos progresos con la fuerza vital. Tomando el ejemplo de mi cocina de
antes, había una alta posibilidad de que también se pudiera usar para hacer
objetos. Puede ser difícil para él aprenderlo, pero si pudiera hacerlo, podría
ser capaz de crear una gama aún mayor de objetos para nosotros. Así que decidí
ir a informarle. Estaba pensando en eso mientras caminaba hacia la fragua donde
estaba ubicado, cuando…
“Lo
siento. ¿Disculpe?” ‒ Una voz bastante relajada me detuvo.
“¿Eh?”
‒ Miré en la dirección de la voz y vi a una mujer parada allí con una expresión
un poco vacía. Aun así, tenía una cara muy bonita. Con su ropa holgada, no
sabía si era semi-humana o humana. Parecía que la había visto antes en alguna
parte, pero no, este era nuestro primer encuentro. ¿Verdad?
Sí,
este fue definitivamente nuestra primer encuentro, pero una mujer que realmente
sentía que había visto antes me observaba con una mirada de disculpa en su
cara.
S’yne,
un poco en guardia, buscó su arma.
“Mis
disculpas por la pregunta, pero ¿podría decirme dónde está la Calle Principal?”
“¿La
Calle Principal? Por ahí.” ‒ Yo actualmente estaba caminando por la Calle del Artesano.
La Calle Principal era, aparentemente, la gran avenida que atraviesa el centro
de la ciudad.
“Muchas
gracias.” ‒ La mujer miró en la dirección que yo señalé, inclinó profundamente
la cabeza, dio tres pasos en esa dirección, y luego, mirando hacia el cielo,
comenzó a ir en una dirección totalmente diferente.
“¿Qué
le pasa?” ‒ Incliné la cabeza, y S’yne también. Dio un giro completamente
diferente al que le había indicado. ¿Había escuchado lo que le dije?
No
importa. Sólo seguiría adelante y vería al viejo.
***
Me
dirigí a la fragua donde se alojaba el viejo. Era el lugar responsable de
tareas como la reparación de las armas para los revolucionarios. Por supuesto,
los herreros locales también estaban participando, y el viejo les estaba
ayudando.
Motoyasu
II era bastante famoso, en ciertos barrios de Q'ten Lo, así que pensé que
entraríamos en la fragua sólo por la fuerza de su reputación. En la fragua en
cuestión, la gente iba y venía, algunos de ellos destinados permanentemente
allí, fabricando armas y armaduras.
Ah,
allí, encontré al viejo.
Motoyasu
II estaba dando vueltas, atado. Si le prestara atención, se acabaría todo.
“Oye.”
“¿Hola?
¡Ah, chico! ¿Qué te trae por aquí tan tarde?”
“Estuve
ocupado entrenando durante el día. Ha habido bastantes novedades, así que pensé
en venir a hacértelo saber.”
“¡Erhard!
¡Está oscuro afuera! ¡Ese es el momento de ir a beber! Si no vamos a beber,
¿adónde diablos vamos a ir?” ‒ Después de pasar todo el día perseguido por
Fohl, todavía no tenía nada en mente más que divertirse. No pude evitar dar un
suspiro.
“Vale,
¿y cómo van las cosas con esa espada maldita?”
“La
preparación básica está hecha, pero necesito un lugar donde pueda conseguir
algo de paz y tranquilidad primero.”
“Ya
veo.” ‒ Bueno, incluso si pudiésemos usar esa espada, el de mi séquito que
probablemente la usaría ni siquiera estaba aquí. Sería difícil sin Ren.
“Planeamos
tomar la ciudad vieja en unos días. Deberías ser capaz de reforjarla allí.” ‒
mencioné.
“Ah,
mi maestro tiene su propio estudio allí. Sí, eso sería perfecto. ¡Hay tantas
buenas experiencias al venir a la patria de mi maestro!”
“No
me extrañaría que este viejo pervertido te cualificara sólo para deshacerse de
ti.” ‒ Dirigí mi comentario con todo el veneno posible al postrado Motoyasu II.
“Esa
es una posibilidad clara.” ‒ Ah, parecía que el viejo había considerado lo
mismo. Pero aun así. Bastaba con mirar la calidad de sus armas para saber que
tenía grandes habilidades.
“Lo
cualifiqué porque le había enseñado todo lo que podía. Después de eso, todo
depende de él, y yo no soy responsable de eso.” ‒ escupió el viejo pervertido.
“Supongo
que es un buen punto también.” ‒ admití. En realidad es bastante similar al
estilo Hengen Muso. Ah, por supuesto. Necesitaba hacerle saber al viejo la
información que acababa de recopilar.
“Eso
me recuerda. Viejo, ¿puedes ver el flujo de la fuerza vital? ¿O algo como eso?”
“¿Como…
qué?” ‒ reflexionó. Procedí a explicar cómo la adición de la magia y el SP, la
fuerza vital, a mi cocina había mejorado su calidad. Esa parecía ser la única
explicación de lo que había pasado.
“¿Imbuir
algo con un poder invisible? Lo entiendo, sí.” ‒ reflexionó.
“De
acuerdo.”
“Aunque
no creo que sea tan sencillo como de lo que estás hablando, chico. Pero hay un
significado en concentrarse en algo. ¿Verdad?” ‒ Eso definitivamente sugería
que el viejo ya lo estaba usando sin siquiera saberlo él mismo. ‒ “También hay
que escuchar la voz de los materiales. Presionar es bueno, pero tirar también es
importante.” ‒ Hmmm.
Así
que era importante impregnarse de magia y fuerza vital, pero inducirlo también
era un requisito.
“¿Qué
hay de ti? ¿Sabes algo de esto?” ‒ Ladré, mirando con desprecio a Motoyasu II.
“¡Ja!
¿Ese es el nivel con el que estás trabajando? Muy bien. Pero no te sorprendas
cuando veas lo que soy capaz de…. ¡chica sexy! Ah, se había fijado en S’yne. Le
quité los ojos de encima por un segundo y cuando volví a ver dónde había estado
Motoyasu II en el suelo, ¡se había ido!
De
alguna manera ya se había desatado las cuerdas y ahora le estaba dando a S’yne
la completa y viscosa rutina de charla. ¡Hace un momento estaba atado en el
suelo! ¿Qué era, algún tipo de artista del escape?
“Me
acuerdo de ti. La lindura que pidió esas tijeras el otro día.” ‒ se calmó. ¡La
brecha de edad hizo que me diera vueltas la cabeza! ¿En qué estaba pensando?
“Sí,
son muy‒‒” ‒ S’yne trató de responder mostrándole las tijeras, pero el sonido
se cortó.
“Tienes
una voz única. Podría escucharla para siempre.” ‒ continuó.
“¿Qué
pasa con el tipo? ¿Está senil?” ‒ La muñeca Keel rápidamente llegó al meollo
del asunto. S’yne parecía estar haciendo la misma pregunta.
“Haces
un buen trabajo. Tal vez lucirías‒‒”
“Ella
está diciendo que, debido a que haces un buen trabajo, tal vez te verías más
atractivo cuando realmente haces algo de eso…” ‒ se le ocurrió decir la muñeca.
“¡Ja!
Si ella está rogando verme martillar algo, muy bien.” ‒ Motoyasu II se tambaleó
hacia la fragua. ‒ “¡Señorita! ¡Sólo mira esto!” ‒ Con eso, empezó a martillar
el arma en la que el viejo había estado trabajando.
Hmmm.
Mirando de cerca, sí, sentí un flujo de fuerza vital… y uno más grande que
cuando el viejo había estado trabajando.
“El
chico del escudo estaba hablando de, qué, ¿fuerza vital o alguna porquería? Ese
es el poder que gastas cuando te concentras, ¿verdad? Cualquiera puede hacer
eso. Enviarlo intencionadamente a las cosas es un juego de niños.” ‒ se
jactaba.
“Ci-cierto…”
‒ Cuando el martillo se elevaba y caía todos y cada uno de los movimientos creaban
chispas, me di cuenta de que el poder ver la fuerza vital abrió la puerta para
ver cuán hábil era un individuo en una tarea determinada.
Este
viejo cabrón era un imbécil pervertido en cualquier otro momento, claro, pero
era un genio cuando trabajaba. El arma estaba empezando a brillar visiblemente.
Entonces, yo tenía razón. ¡Esta técnica también se puede utilizar en la
fabricación de artículos!
“Dijiste
SP, ¿verdad? ¿Ese poder de héroe? Piensa por un momento si eso es lo mismo que
la fuerza vital.” ‒ parloteó. Sí, buen punto. El agua de fuerza vital era
creada extrayendo los ingredientes del agua mágica y del agua sanadora del
alma. Si la fuerza vital era un elemento diferente de la magia o el SP,
entonces tenía sentido que lo que fuera que estaba sacando la calidad era
también un elemento diferente.
“Este
es el muro que separa a los aficionados de los profesionales, más allá de la
magia. Aun así, tengo una idea de lo que quieres decir con fuerza vital. Esto,
¿verdad?” ‒ Motoyasu II extendió una mano temblorosa y condensó fuerza vital. ‒
“No puedo verlo, pero lo siento. No se puede hacer ningún artículo de calidad
sin impregnarlo con esto. También se usa para escuchar la voz de los
materiales. Confiar simplemente en la calidad de sus materiales lo convierte en
un artesano de segunda clase.” ‒ Entonces el artista de la seducción miró al
viejo. ‒ “Sólo tengo que escuchar el sonido de tu martillo para saber que
tienes trabajo que hacer allí. Voy a tener que hacer algo de martilleo por mi
cuenta. ¡Te pondré en forma!”
“¡Adelante!”
‒ El viejo también se concentró en ver su obra maestra. Con suerte esto iba a
mejorar sus habilidades.
“Escucha
la voz de los materiales y dóblala a tu voluntad. Es lo mismo que cuando se
hace algo por la fuerza. ¿Has olvidado todas mis lecciones?”
“No,
en absoluto. Pero sí veo lo que estás haciendo.” ‒ Al menos, sonaba como si
estuviera siguiendo lo que estaba pasando. ‒ “Me muero por volver a mi tienda
en Melromarc y probar un montón de cosas. ¡Tengo todas estas recetas en mi
cabeza ahora!"
“Eso
suena genial. No puedo esperar a verlos.” ‒ respondió.
“¡Allí
está, todo hecho!” ‒ Con un siseo, Motoyasu II sumergió el arma calentada en un
cubo de agua y luego la levantó. Era una katana. Cuando vi al viejo trabajando
en ello, pensé que era una espada al estilo occidental.
“¿Por
qué es una katana, maestro? ¡Sólo estaba haciendo una espada!”
“¿Ah?
Erhard, mira los materiales. ¡Está diciendo que quiere ser una katana, no sólo
una espada!” ‒ Wow. Esa respuesta realmente lo hizo sonar como un idiota.
Tomando la katana, el viejo parecía confundido sobre si parecer enfadado o
cautivado. ‒ “¡Bien! ¡Eso es todo por el trabajo de hoy! Vamos a
emborracharnos.” ‒ gritó el viejo.
“Tienes
mucho más que hacer.” ‒ le regañé. ¿Qué hay de la espada maldita?
“Eso
es lo que tú dices. Si voy a enseñar a Erhard, necesita ser capaz de mirar los
materiales e inculcar en ellos lo que quiere hacer. No puedo trabajar con él si
él no puede hacer eso.”
“Gah.”
‒ Ah, el viejo parecía molesto.
“Si
quieres profundizar más, primero tienes que llegar a ese punto.” ‒ continuó.
Tal
vez podría ofrecer algo de ayuda aquí. Inculcar lo que querías que se
convirtieran los materiales era como un instinto para sentir lo que esos
materiales eran adecuados para ser. Así que esta ‘inculcación’ era como
trabajarlos con un cuchillo o herramientas.
Me
molestaba que yo tuviera alguna idea de lo que él estaba hablando.
“Lo
siento. Disculpe.” ‒ interrumpió repentinamente una voz. Me volví hacia la voz.
“¡Chica
sexy! Ah, dulce dama, ¿qué puedo hacer por usted?” ‒ Motoyasu II intensificó de
nuevo su discurso, con avances no deseados y todo, y lo volvió contra la mujer
que había aparecido… era la misma que me había preguntado el camino más
temprano esa noche.
“¿Puede
decirme cómo llegar a la Calle Principal? ¡Oh!” ‒ Inclinó la cabeza,
probablemente reconociéndome de antes.
“Me
preguntaste el camino, ¿no? Luego diste unos pasos y cambiaste completamente de
dirección.” ‒ le pregunté.
“¿Es
eso cierto? Las estrellas eran tan bonitas que me perdí en ellas por completo.”
“¡Aguanta!
No estás tratando de poner a otra hermosa joven bajo tu control, ¿verdad?” ‒ interrumpió el viejo pervertido.
“¡Basta!”
‒ Siempre era así con Motoyasu II. Sólo quería dejar de lado a este tipo, en
serio. ¿Podría ordenar a S’yne que lo ate?
“Chico,
tengo que hacer algunas espadas de práctica, así que, ¿podrías vigilar a mi
maestro?” ‒ Mientras decía eso, el viejo
hizo un movimiento de beber con sus manos. ‒ “Puedes manejar eso, ¿verdad,
chico?”
Bien.
¿Quería que lo emborrachara por completo? El viejo debe haber oído los rumores
sobre mí. ¿Quizás podría poner a Sadina con él? Ah, no, escuché que ella ya lo
ahogó en alcohol hace unos días.
“Claro
que sí. Lo traeré de vuelta más tarde. Y al mismo tiempo…” ‒ Me volví para
mirar a la mujer sin ningún sentido de orientación. ‒ “Calle principal,
¿verdad? Voy a tener que moverme para vigilar a este tipo, así que te llevaré
yo mismo. Vamos.”
“Muchas
gracias.” ‒ La mujer, la cual se pierde fácilmente, hizo una profunda y
respetuosa reverencia.
“No
hay necesidad de eso. Tú también, pervertido. Muévete.”
“¿Así
es como me llamas ahora? ¡Estás bromeando!”
“Cállate.
¡De acuerdo, Motoyasu II!”
“¿Quién
diablos es Motoyasu I?”
“Dije
que te calles. Una vez que hayas ayudado a mejorar las habilidades del viejo,
habremos terminado contigo.”
“¡Qué!”
“¿Debería…?”
‒ comenzó la mujer.
“No
hay que preocuparse por nada, dulce dama.” ‒ La tranquilizó el pervertido.
Tales comentarios eran exactamente la razón por la que quería llamarlo Motoyasu
II. O sólo debería llamarlo pervertido. Eso parecía más sencillo.
“Nos
pondremos en marcha entonces. S’yne, ¿tú también vienes?” ‒ Suspiré. Ella
asintió sin decir palabra. El tiempo pasaba y no quería que Raphtalia y los
demás se preocuparan. ‒ “Así que vamos a movernos.” ‒ Así fue como dejamos la
fragua y nos dirigimos hacia la Calle Principal.
“Mi
lady. Tienes una piel tan bonita. Esta luz de luna sólo añade un brillo más a
tu belleza de porcelana.” ‒ continuó el pervertido. Motoyasu II aún no se había
dado por vencido con la mujer que se perdía fácilmente.
“Oh…”
Era
persistente, lo reconozco. Entonces S’yne me pinchó en el hombro.
“¿Qué
pasa?” ‒ Me di la vuelta para ver a nuestra nueva acompañante deambulando por
una calle lateral, y Motoyasu II se dirigía hacia ella e intentaba que yo
tampoco le prestara atención.
“¿Qué
es esto, un secuestro?” ‒ Dije.
“Nada
de eso. Ella se estaba moviendo por un camino diferente, así que pensé que
sería mejor que la acompañara.” ‒ refunfuñó.
“¿Eh?
Ah, lo siento. Olí algo delicioso y me distraje un poco.” ‒ explicó. Parecía
que no tenía ni idea de lo que estaba pasando. ¿En serio?
“Ese
no es el camino. Sólo quédate callada y quédate conmigo.” ‒ le dije. ¿Iba a
perderse en cada cruce?
“Por
supuesto.” ‒ contestó ella. Después de dar unos pasos más, S’yne me volvió a
dar un codazo en el costado.
Me
volví de nuevo, y ella estaba a punto de regresar por donde vinimos.
“¡Sólo
quédate conmigo! Justo en el camino, ¿entiendes?” ‒ Le pedí. Esta mujer estaba
empezando a molestarme. ¿Estaba escuchando lo que yo decía? Le eché otro
vistazo, y ella estaba girando a la izquierda.
“¡Dije
a la derecha!”
“¿Eh?
Pero ese bicho se giró hacia el otro lado.”
“¡Deja
de seguir a los bichos!” ‒ Había oído que la gente con un sentido de dirección
cero tenía una tendencia a enfocarse subconscientemente en cosas en movimiento y
luego tomar el camino equivocado cuando esas cosas se movían. O estaban
dibujando un mapa al azar en sus cabezas y terminaban tomando la calle
equivocada. En cualquier caso, sería una molestia si deambulara por algún lugar
extraño, y no quería que cayera presa de Motoyasu II, así que la cogí de la
mano y la llevé.
“Oh,
cielos. Qué atrevido de tu parte.” ‒ exclamó.
“Basta
de eso.” ‒ La conversación me recordó a otra persona, y realmente no me gustó.
No era la hermana de Sadina, ¿verdad? Justo cuando pensaba eso, llegamos a la
Calle Principal.
“Esta
es la Calle Principal, tu destino.” ‒ dije. No estaba seguro si no tenía sentido
de la orientación o si era una completa idiota, pero nunca iba a llegar a
ninguna parte con estos dos raros detrás de mí.
La
mujer miró a la gente de la Calle Principal.
“Escuché
que había un desfile del Emperador Celestial.” ‒ preguntó ella.
“Eso
terminó hace años.” ‒ Así que eso era todo. ¿Buscaba la Calle Principal para
ver a Raphtalia y a los otros?
“Oh,
cielos.”
“¿Qué
vas a hacer ahora?”
“Hmmm.”
“¿Qué
tal si vienes a tomar algo con nosotros?” ‒ Motoyasu II se adelantó y la invitó
a unirse a nosotros.
“¿Un
trago? ¿Estaría bien eso?”
“Desde
luego que sí. Yo invito.” ‒ Motoyasu II aulló con una mirada en su cara como
uno de esos lobos de dibujos animados. Por su parte, la mujer definitivamente
parecía interesada en tomar un trago. ¿Y cómo iba a terminar esto?
En
cualquier caso, Motoyasu II iba a estar bajo la mesa al final, así que tendría
que separarme de ella cuando el momento pareciera adecuado.
“S’yne,
supongo que no eres de los que beben.” ‒ me aventuré. Ella asintió a mi
declaración. Ella no tenía ningún interés en beber, tal y como yo suponía. ‒ “Así
que sigue llenando su copa. Noqueémoslo rápido y volvamos a casa.”
“Ella
parece entender.” ‒ dijo la muñeca Keel.
“¡Así
que vamos! Te llevaré a mi lugar favorito.” ‒ dijo. Con eso, Motoyasu II se
dirigió a una taberna con la mujer despistada y S’yne. Tal vez estaba tratando
de dejarme atrás, pero eso no iba a pasar.
Entré
en el establecimiento también, me senté y miré el menú.
Gah,
no pude leerlo. No era la lengua común de Melromarc. Supongo que pediría al
azar. Dicho esto, tampoco quería que toda la paga aterrizara en mi regazo.
“¿Puedes
pagar tus propias cosas?” ‒ Le pregunté a Motoyasu II, para asegurarme.
“¡Ja!
¡Puedo manejar esto! Tú también tienes dinero, ¿verdad? Estas dos mujeres están
bebiendo conmigo, pero no te voy a invitar nada.” ‒ Con eso, Motoyasu II siguió
adelante y ordenó tanto bebidas como comida para todos, incluido yo.
“Está
bien, entonces, me quedaré con esto, esto y esto.” ‒ Nuestra acompañante
errante pidió una orden bastante voluminosa. ¿A ella también le gustaba beber?
En serio, ¿cómo iba a terminar esto?
“S’yne
no bebe alcohol.” ‒ le dije.
“Jugo
entonces. ¿Quieres comer algo?” ‒ preguntó. S’yne no respondió verbalmente,
sólo asintió. Por su expresión, sin embargo, estaba claro que realmente quería
decir algo.
“Aquí
está su pedido.” ‒ anunció el camarero. Las bebidas llegaron, junto con un
barril de agua y fruta lucor.
“¡Je!
Creo que esto te queda mejor.” ‒ bromeó Motoyasu II, colocando el ramo de fruta
lucor delante de mí. Entonces, ¿qué fue esto? ¿Una forma indirecta de decirme
que me pierda?
Qué
imbécil. Odiaba a este tipo.
Aun
así, conocía a los de su tipo, incluso cuando estaba en Japón. Por ejemplo, en
las reuniones fuera de línea para los juegos de Internet, siempre había esos
molestos cretinos que encontraban a una chica que les gustaba y las separaban mañosamente
del resto de los chicos. Siempre destruían la atmósfera, así que la mejor
manera era complacerlos un poco y luego emborracharlos hasta desmayarlos. Y lo
que es mejor, también eran exactamente el tipo de hombres a los que les gustaba
jactarse de ser capaces de beber mucho.
Eran
carnívoros pestilentes, sólo trolls buscando enganchar a alguien en línea en
lugar de jugar.
Siempre
recordaba sus payasadas, de todos modos, vigilaba a cualquiera que pareciera
que pudiera causar problemas en tales reuniones. Nada era tan molesto como la
basura concerniente a las relaciones humanas. Otro buen método era cambiar los
grupos y colocarlos donde no pudieran hacer daño.
“¡Bebamos!
¡Por nuestro encuentro!” ‒ Anunció Motoyasu II, poniéndose la jarra en los
labios. Aproveché mi momento para aplastar una de las frutas lucor colocadas
frente a mí y añadir algunas gotas a la siguiente bebida que había preparado.
Era muy potente, así que lo ajusté con cuidado. No quería matarlo.
“¡Salud!”
‒ dijo la mujer despistada, levantó su propia bebida y comenzó a beberla. De
hecho, se la estaba tragando de un sorbo. Eso no era particularmente seguro. ‒
“Uf. Tomaré otra.”
“¡Yeehah!
¡Sin dudas puedes vaciarlos! Esto va a ser divertido.” ‒ rugió. Ríete,
pervertido. Veamos cuánto tiempo dura eso. Tuve que seguirle el juego para que
no se enterara de mi plan.
S’yne
tomó su jugo y empezó a beber también.
“Así
que dime, jovencita. ¿Qué te trae por aquí? ¿Dónde vives? Te veré en casa más
tarde, si quieres.” ‒ preguntó Motoyasu II. ¡Él realmente fue directo a la
garganta!
“Bueno,
quería ver al Emperador Celestial. Vivo en un pueblo a lo largo de la costa, al
norte.”
“¿Así
que tienes alojamiento aquí? ¿Dónde te estás quedando?”
“Ah,
bien…”
“Quizás
debas dejar de lado el interrogatorio.” ‒ Gruñí. Él realmente era un lascivo.
Dicho esto, sin embargo, no parecía tener mucha habilidad cuando se trataba de convencer
a las damas. El Motoyasu original parecía mejor en ese lado de las cosas.
También había que tener en cuenta la diferencia de aspecto y edad.
“Puedes
callarte, oye ¿a qué estás jugando?” ‒ Motoyasu II se sobresaltó, señalándome
con asombro.
“¿Eh?”
‒ Había recogido una fruta lucor del racimo y me la estaba comiendo. ‒ “Tú las
ordenaste. Estas frutas saben muy bien.” ‒ Realmente eran deliciosas. Si
alguien las ponía en la mesa, me las iba a comer. También se utilizaban para
preparar un alcohol increíblemente potente, con una reputación realmente mala
en ciertos sectores.
También
tenían propiedades de recuperación mágicas y de SP. Casi parecía un desperdicio
usar agua mágica o agua sanadora del alma en su lugar. ¿Quizás debería estar
sanando usando esto? También daban una buena proporción de curación. Podría
valer la pena abastecerse.
El
único problema era el costo.
“Oye.
No me muestres cosas así. Ugh, eso es enfermizo.” ‒ Motoyasu II se estremeció y
se llevó las manos a la boca y se dio la vuelta.
¡Ja!
¡Tú hiciste que las trajeran a la mesa!
Otros
clientes a nuestro alrededor también se habían dado cuenta y se veían pálidos.
Nuestro camarero estaba temblando de asco.
“¡Oh,
wow!” ‒ Nuestro nueva amiga sin sentido dirección, dijo eso, con los ojos
brillantes. ‒ “Realmente puedes aguantar
mucho. Estoy celosa.”
“Nunca
he estado borracho. También conozco a otra mujer que reaccionó exactamente
igual que tú.” ‒ mencioné. Mis sospechas volvieron a estallar.
“¡Increíble!
¡Increíble! Tengo que tratar de mantenerme al día.” ‒ dijo. Con eso, empezó a
beber de nuevo. De todo corazón, podría decirse. ¡Se estaba metiendo de lleno
en el ritmo! Pensé que tal vez tenía una conexión con Sadina, pero su
aparentemente borracha personalidad parecía muy diferente a la de mi compañera,
así que tal vez sólo estaba imaginando cosas.
“Vamos,
deja de hablar con ese bicho raro y habla conmigo. Eres de un pueblo costero en
el norte, ¿correcto? Hay muchas mujeres hermosas allá arriba.” ‒ comentó.
“¿Las
hay?” ‒ contestó ella. Ah, así que ella era una de esas. Ignorante de sus
propios activos. Yo sólo quería poner fin a esto rápidamente. Necesitaba acabar
con Motoyasu II. Todavía no había tocado la bebida que yo había amañado.
“Para
ser honesta, hablando personalmente…” ‒ comenzó, ignorándolo y mirándome de
nuevo.
“¿De
qué raza eres? Estoy tan celosa de que seas capaz de beber tanto.” ‒ Al final,
Q’ten Lo era un país con muchos semi-humanos y teriántropos. Había humanos, pero la proporción era
bastante baja. Una de las características de este mundo era que nadie estaba
especialmente preocupado por mi apariencia física. Es más, algunos en Q’ten Lo
ocultaban activamente sus rasgos semi-humanos. Había varias razones para esto,
incluyendo cosas como la posición de la familia. Esa era una costumbre que no
se encontraba en Siltvelt.
Tal
vez esta mujer vivía cerca de donde Sadina había vivido. Eso explicaría sus
sensibilidades similares, como el hecho de sentirse atraídos por personas que
pueden beber mucho.
“Soy
humano. ¿Qué pasa con eso?” ‒ Dije.
“¿Eh?
¿Los humanos pueden aguantar su bebida tan bien? Debes tener a alguien, una
relación distante, con una raza que pueda beber mucho.” ‒ ponderó. Así era como
me miraban en estas naciones semi-humanas. Por supuesto, viendo que yo era
japonés, convocado aquí desde un mundo completamente diferente, podría decir
definitivamente que eso no era posible. Pero afirmar la verdad sólo complicaría
las cosas de una manera diferente.
Ah,
Motoyasu II parecía enfadado por ser ignorado.
“Ser
un hombre es algo más que beber. Juguemos a algo.” ‒ rugió. Con eso, Motoyasu
II sacó algunos dados. ‒ “¡Qué tal un poco de Cee-lo!” ‒ ¡Uwah! No esperaba que
eso apareciera en un mundo paralelo. Miré a S’yne para verla sacar unas cartas.
Después de todo, ella era la famosa jugadora Asesina Pierrot del coliseo
subterráneo de Zeltoble. Por supuesto que tenía algunas cartas. Personalmente,
yo también lo prefería.
“Mejor
jugar con las cartas.” ‒ le dije.
“Apuesto
a que esta encantadora dama no sabe cómo. Ese es un punto, querida. Aún no
tengo tu nombre. ¿Cómo debo llamarte?” ‒ reflexionó.
“Ah,
soy Zodia.” ‒ anunció. Era un nombre bastante venenoso. ¿Fue mi naturaleza
innata como jugador lo que hizo que sonara como si sólo dijera que convocaría a
algún terrible dios demonio?
“Zodia.
¿Sabes cómo jugar a las cartas?” ‒ La muñeca Keel tradujo para S’yne.
“¿Juegos
de cartas? Como las que tienen bonitas fotos… tal vez un poco.” ‒ dijo.
“¿Te
refieres a Hanafuda?” ‒ Me preguntaba. Este lugar era como Japón. Sin embargo,
yo sólo sabía un poco de eso.
“No
ese viejo juego. Juego la versión moderna.” ‒ continuó ella.
“Ah,
lo entiendo.” ‒ dijo el pervertido. Motoyasu II no sonaba muy convincente. ‒ “Las
manos son tan complejas, y las cartas tan gruesas. No hay nada que podamos usar
por aquí…” ‒ Incluso mientras hablaba, Zodia metió la mano en el sujetador de su cintura, sacó una baraja de
cartas y la puso sobre la mesa.
“¡O-oh!”
‒ Balbuceó Motoyasu II.
“Tengo
algo de gusto por ello.” ‒ Ella sonrió. Parecía más bien un hobby serio, ¡hasta
tiene sus propias cartas!
Revisé
el mazo. Hmmm, parecía una versión en cartas del mahjong.
“¿Así
que los colocas así para crear una mano?” ‒ Le pregunté.
“Sí.
¿Lo conoces?” ‒ reaccionó.
“Sólo
otro juego como éste.” ‒ dije. Y sólo jugué un poco en algunos juegos de arcade,
y tal vez minijuegos en otros juegos. Nunca lo había jugado en serio. ‒ “Si
esta es mi primera vez, puede que no sea tan divertido.”
“Está
bien. Te enseñaré sobre la marcha.”
“Está
bien, está bien.” ‒ Con eso, se repartieron las cartas y empezamos a jugar. S’yne…
bueno, ella en realidad se veía muy confiada.
“¿Estás
bien con esto?” ‒ Le pregunté a ella. Ella asintió en respuesta a mi pregunta.
“Durante
mis viajes‒‒”
“Aparentemente
ella ha jugado un juego similar durante sus viajes.” ‒ tradujo la muñeca Keel.
Mientras deambulaba por varios mundos, probablemente lo aprendió en una taberna
en algún lugar.
Primero
se obtienen trece cartas y luego se coge una y se descarta otra. Esas eran las
reglas. Era básicamente mahjong. También parecía que iba a llevar algún tiempo.
“Como
tenemos algunos principiantes aquí, usemos reglas diferentes usando cinco
cartas…” ‒ sugirió.
“¿No
es como el póquer entonces?” ‒ Dije.
S’yne
empezó a barajar las cartas con destreza. Tenían formas similares a las de las
cartas que yo conocía, así que pensé que podíamos intentarlo.
“¡Sólo
tenemos que seguirle la corriente a Zodia, imbécil!” ‒ Gritó Motoyasu II.
“Está
bien, está bien. Lo entiendo. Vamos.” ‒ concedí. Así que terminamos jugando al
póquer con naipes toscos que tenían cuatro del mismo tipo. Al menos la duración
de cada juego era increíblemente corta. Su plan probablemente era enseñarnos un
poco a la vez y luego la transición a algo un poco más serio. Honestamente,
parecía un grupo de principiantes que apenas lograban jugar. Jugamos unos diez
asaltos así.
“¡Por
fin se está poniendo divertido!” ‒ Anunció Zodia, bebiendo mucho entre cada
mano. Dejándose llevar un poco, jugó una mano poderosa. Una escalera, tal vez,
si esto fuera póquer. Su personalidad parecía estar cambiando a medida que se
emborrachaba más. ‒ “¡Kabloom! ¡Toma eso!”
“Je.”
‒ Yo tenía cuatro cartas del mismo tipo, así que las jugué junto con otra carta
sencilla. Esto no era una variante del mahjong, sino del póquer, ¿verdad? No
conocía las manos en ninguno de los dos casos.
“Oh
maldita sea. Perdí.” ‒ gimió ella.
“No
sabes leer la situación, ¿verdad? ¡Cabeza de chorlito!” ‒ Rugió Motoyasu II. No
estaba seguro de qué pensar de eso, considerando que Motoyasu II aún no había
jugado una sola mano decente. Tampoco era como si estuviera descartando buenas
cartas a propósito. Estaba empezando a pensar que también apestaba en el juego.
También
estaba empezando a emborracharse.
“Al
menos no he perdido todas las rondas. ¡Estás demasiado borracho!” ‒ Yo pinché.
“¡No
estoy… pala dana bolacho!” ‒ dijo mientras su cabeza se tambaleaba de un lado a
otro. Sólo iba a hacer falta un poco más para derribarlo.
“¿Qué
tal esto?” ‒ S’yne dejó caer su mano, tres cartas simples y dos con el mismo
símbolo en ellas. Tal vez algo como un full, si esto fuera póquer.
“¡Los
dos son muy buenos en esto! Ahora sí que me estoy divirtiendo.” ‒ Zodia se
emocionó. El alcohol la empujaba a la estratosfera. Sí. Realmente no se sentía como
la hermana de Sadina, su hermana, sería mucho más fuerte que esto.
“¡Idiota!
¡Mantén…. mantente a raya! ¡Ahora, brebe!” ‒ Así fue como Motoyasu II le dio
más alcohol a Zodia. Creo que ya era hora de poner fin a esto.
“¡Gracias!
¡Voy a beber hasta la última gota!” ‒ Zodia estaba cada vez más entusiasmada.
Al menos S’yne se mantenía resueltamente en sus cabales.
“Intenta
con esto‒‒” ‒ S’yne también le dio disimuladamente a Motoyasu II el alcohol que
yo esperaba que bebiera.
“Uwah,
¡esh tan linda! ¡Tal como me gushtan!” ‒ Arrastrando sus palabras, Motoyasu II
cogió la jarra ofrecida y se la bebió de un trago. ‒ “¡Guh!” ‒ La jarra se le
cayó rápidamente de los dedos, y luego miró interrogativamente a S’yne. Sería
un dolor si él lo mal entendiera, así que me metí en su línea de visión y me señalé
a mí mismo, sonriendo para obtener el efecto completo.
“¡Pe-perro!
Me tendiste una trampa.” ‒ gritó.
“Lo
siento, pero ya era hora de que esta pequeña fiesta terminara.” ‒ Hablé en voz
baja para atraerlo. En serio, ¿por qué simplemente ir a visitar al viejo nos ha
llevado a todo esto?
“¡Gah!
¡Al menos déjame desbrallarme soble las tetas de una chica bmonita!” ‒ murmuró.
¡Cuántas palabras finales tan refinadas! Sólo le puse unas pocas gotas, así que
no iba a morir.
“Oh
maldita sea. Se ha desmayado debido a toda esa bebida. Terminemos por hoy.” ‒
bromeé. ¿Un poco forzado? No, mucho. Aun así, levanté al viejo cabrón
inconsciente. La factura… sí, salió de su bolsillo.
“¡Oh,
no! ¡Quiero beber y jugar un poco más!” ‒ Anunció Zodia, sonando como un niño
petulante.
“Sé
que te estás divirtiendo, pero quedarte fuera hasta muy tarde será perjudicial
para el mañana.” ‒ advertí.
“¡Pero
aún quiero jugar!”
“Y
yo no quiero lidiar con tu egoísmo.” ‒ ladré.
“¡Uh!
¡Al menos dime tu nombre! ¡Por favor! Juguemos otra vez pronto. ¿Cuándo?
¿Cuándo podemos jugar?” ‒ suplicó. Beber claramente la convirtió de nuevo en
una niña. Si era posible, no quería volver a verla.
“Si
nos volvemos a ver, seguro. Pasaré algún tiempo contigo.” ‒ le dije quejumbroso.
“¿En
serio? ¡Entonces dime tu nombre!”
“Claro,
claro, cállate. Soy Naofumi Iwatani."
“¡Ah!
Pequeño y lindo Naofumi.”
“No
soy ni lindo ni pequeño.” ‒ Su lado de borracha se parecía mucho a Sadina. Mis
sospechas se intensificaron de nuevo.
“Dulce
Naofumi, entonces. ¡Hahahaha! ¡Nos volveremos a ver, lo prometo! ¡Ahaha, oh,
las luces son tan bonitas!” ‒ Zodia dijo y se tambaleó un poco hacia nosotros,
y luego cogió el otro hombro de Motoyasu II mientras yo le apoyaba. Era
sorprendentemente fuerte.
Pagamos
la cuenta y nos fuimos de la taberna.
“Bueno,
entonces. ¡Nos vemos pronto! ¡Eso fue muy divertido! No creo que nunca me haya
divertido tanto.” ‒ continuó.
“Sí,
claro, claro.” ‒ Ella también estaba a punto de caerse. Definitivamente no era
tan fuerte como la alcohólica de mi equipo que nunca se emborrachaba tanto.
Una
vez tuvimos una competencia de bebida, y yo gané, pero ella se recuperó
rápidamente y volvió a la normalidad. Sería más exacto decir que siempre estaba
borracha.
“Uwah.
¡Tengo mucho calor!” ‒ comenzó.
“¡Oye!
¡No te quites la ropa!” ‒ Grité. Básicamente, Zodia empezó a desnudarse, así
que la refrené. Aunque tal vez podría aprovechar esta oportunidad para
averiguar qué clase de semi-humana era.
“Voy
a agitar un poco la brisa, entonces. ¡Zweite Viento!” ‒ Zodia hizo que una
ráfaga de viento soplara con un conjuro bastante corto.
“¡Y
tampoco uses magia en la calle!” ‒ Me puse furioso. El fuerte viento levantó un
remolino de polvo. No podía manejar a dos borrachos a la vez, en serio.
¡Aguanta!
¡Todavía tenía un trago en la mano! Se tragó toda la botella de un sorbo, y
luego su espalda se enderezó y se volvió hacia mí. ¿Y ahora qué? Pensé que
estaba borracha, pero ahora parecía sobria.
“Bueno,
entonces. Para conmemorar el día de hoy.” ‒ dijo, y con eso me dio una tarjeta
que sacó del sujetador, o lo que fuera, en su cintura. La tarjeta tenía una
piedra preciosa en el centro, y la imagen en ella era bastante única.
Representaba una orca.
“Esto
se siente tan extraño. Creo que me has caído bien. ¿Te convertirías en mi
marido?”
“¿De
qué demonios estás hablando? Conozco a alguien más que a menudo dice cosas
así.” ‒ Después de todo, era como Sadina. ¿Podría ser la actual sacerdotisa
miko del dragón del agua encubierta?
“Jajaja,
¿me estás rechazando?”
“Tienes
que estar bromeando, ¿verdad?”
“No
creo que nunca me haya sentido así, tan obsesionada con algo. Estoy buscando un
romance de cuento, así que lo dejaré hasta aquí por esta noche.” ‒ Con eso, y
trastabillando a medida que avanzaba, desapareció en una calle lateral. ¿Iba a
poder encontrar alojamiento? Su sentido de la orientación apestaba tanto que me
preguntaba cómo había llegado hasta aquí. ¿Quizás toda la bebida le había
encurtido el cerebro?
¿Debería
realmente dejarla ir sola?
Era
una pregunta seria, pero después de que la seguí casualmente un poco, se había
ido.
“¿Ella‒‒?”
‒ S’yne comenzó.
“¿Estará
bien?” ‒ terminó la muñeca.
“Ni
idea.” ‒ Incluso si la perseguía, no estaba seguro de poder detenerla. Dejarla
caminar sola por las calles por la noche podría no ser una buena idea, pero S’yne
y yo ya teníamos que lidiar con un borracho. Tendría que contar con la relativa
seguridad de las calles de Q’ten Lo.
“Llevemos
a este borracho de vuelta con el viejo y luego vayamos a casa.” ‒ le dije.
Procedimos
a llevar a Motoyasu II de vuelta con el viejo y luego nos apresuramos a volver
a la casa.
Delirios de Lord:
El espíritu de Zoro tomó forma en esta novela.
Conque Zodia, su hermana fue Nadia.
Con todo eso, las alarmas de Naofumi se encendieron.