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2 jul 2018

Tate No Yuusha Vol 07 Cap 09

Autor: Aneko Yusagi

Traductor: Lord


Editor: Lord




09 La Cueva de la Tortuga Espiritual

Llegamos al caparazón sin muchos problemas. Los picos gigantes dominaban el paisaje, pero la cordillera que cubría el caparazón aún era formidable. Árboles y arbustos crecían entre las rocas.

Las leyendas hablaban de una cueva en las montañas que nos dejaría entrar en el cuerpo del monstruo. Pudimos encontrar una cueva la última vez que estuvimos en el caparazón, pero no nos había llevado a ninguna parte.

Desafortunadamente, el caparazón estaba repleto de familiares, y tuvimos que luchar contra grandes grupos de ellos para progresar. Nos encontramos con grandes grupos de murciélagos y yetis, pero no pude averiguar de dónde venían. Afortunadamente no vimos a ninguno del tipo parásito. Pero ese fue el final de nuestra buena suerte.

Era agotador buscar en las montañas y en los picos habían cuevas escondidas. Era como si hubiéramos ido a escalar montañas con el ejército de coalición a remolque. Para empeorar las cosas, la tortuga aún estaba enzarzada en batalla con Fitoria, y el constante movimiento dificultaba el progreso.


"Ost, ¿tienes alguna idea?" ‒ Esperaba que ella pudiera llevarnos a la cueva. Nos había hablado de la cueva que teóricamente conducía a su corazón.

"Sospecho que puede estar en esa dirección."

"Entonces ahí es donde iremos. Ustedes allá atrás, ¡asegúrense de seguir el ritmo!"

"¡Sí, señor!"

Seguí la pista de Ost por un sinuoso sendero montañoso.

Raphtalia y Eclair se quedaron detrás de nosotros, eliminando a cualquier familiar que se acercara demasiado. La reina y Rishia las seguían, lanzando magia de apoyo sobre el grupo cuando era necesario. Pero había tantos familiares, y atacaban al grupo tan fervientemente, que el ejército seguía perdiendo soldados.

"¡Firo!"

"¡Sí!"

Ella vio al monstruo del que le estaba advirtiendo y movió sus garras para mandarlo a volar.

"¡Sr. Naofumi!"

Los gritos resonaron en el grupo que estaba detrás de nosotros, y Raphtalia inmediatamente salió corriendo para encontrar la fuente.

"Hemos sido capaces de detener el movimiento de la tortuga, pero el gran número de familiares sigue siendo una grave amenaza. Cuanto más tiempo pasemos aquí, más gente perderemos".

"Si hubiéramos podido venir con un grupo más pequeño y especializado..." ‒ Suspiré. Si los soldados del ejército no podían sobrevivir a una batalla con los familiares, ¿qué posibilidades tendrían de enfrentarse al corazón? ¿Podrían sobrevivir al viaje? Por lo que pude ver, había un suministro inagotable de monstruos en el caparazón. Iba a ser difícil.

Estaba preocupado por sus posibilidades cuando un batallón del ejército vino corriendo detrás de nosotros. Habían estado viajando separados del grupo principal. ‒ "Hemos encontrado una cueva. Creemos que puede ser el lugar que estamos buscando, la cueva hasta el corazón" ‒ informó un soldado. Estaba apuntando muy lejos en el centro de las montañas. Entrecerré los ojos en la dirección indicada y, por supuesto, creí poder ver una oscura abertura en la roca.

Creo que encontré la misma cueva la última vez que subimos a la espalda de la tortuga, pero las montañas habían cambiado de forma desde entonces.

"Yo tomaré la delantera. ¡En marcha!"

"¡Recibido!"

"¡Todos! ¡Sigan al Héroe del Escudo!"

Los soldados del ejército levantaron sus armas y gritaron que estaban de acuerdo.

Seguimos un andrajoso camino de montaña hasta la apertura de la cueva, luchando contra hordas de familiares durante todo el camino. Finalmente, nos paramos frente a la entrada. Yo fui el primero en entrar.

"Ten cuidado."

"Tú también" ‒ dijo Raphtalia y usó su magia para convocar una brillante bola de luz. La necesitábamos para ver hacia dónde íbamos.

Me dirigí hacia el interior, seguido de Raphtalia, luego Ost, Eclair, Firo y Rishia. Luego vinieron la reina, la vieja y el resto de las tropas. Una vez dentro, la reconocí como la cueva que habíamos encontrado antes, pero la disposición había cambiado considerablemente desde entonces.

Las paredes estaban cubiertas de monstruos que parecían ojos, que no habían estado allí la última vez. Se llamaban Familiares Tortuga Espiritual (tipo instalación). Había otros monstruos demasiado grandes y bulbosos, como gusanos, pero nada que no pudiéramos manejar.

El principal obstáculo al que nos enfrentamos no fueron los monstruos de la cueva. No, fue la cueva misma. Se dividía en túneles que conducían en diferentes direcciones y vagaban, como laberintos, sin ninguna indicación clara del camino a seguir. Las paredes no estaban hechas de carne viva. Estaban hechas de piedra y tierra. Me hizo preguntarme si los túneles realmente nos llevarían al cuerpo de la Tortuga Espiritual. Empecé a preguntarme si no tendríamos más suerte metiéndonos en la boca del monstruo, no es que realmente pensara que eso sería más fácil.

"¿Conoces el camino?"

"Traje materiales que recopilamos después de la última investigación" ‒ dijo la reina, desenrollando un mapa para mostrarme.

"Eso es genial." ‒ Sin un mapa podría haber llevado días averiguar adónde ir. Era un tiempo que no teníamos. Tal como pensé, el mapa mostraba un número de túneles en forma de laberinto. Y también parecía indicar que había otra entrada al otro lado de la montaña, donde yacían las ruinas del pueblo.

"¿Deberíamos ver si este camino nos lleva al templo en ruinas?"

"Es una buena idea. Tal vez haya algún tipo de pista en las ruinas. Necesitamos toda la ayuda que podamos conseguir."

También había otro problema. El mapa no estaba completo, y no mostraba cómo llegar al corazón de la Tortuga Espiritual. O no habían terminado de cartografiar el sistema de túneles o el camino hacia el corazón sólo estaba abierto cuando la Tortuga Espiritual volvía a despertar y se ponía en pie. Decidí que probablemente era mejor no depender demasiado del mapa, ya que no se sabía cuán preciso era.

"¿Eh?"

El mapa indicaba que pronto llegaríamos a un gran espacio abierto. Parecía un buen lugar para dividirse en diferentes grupos de búsqueda. Después de todo, teníamos mucha gente. Tantas, de hecho, que cada vez era más difícil conducirlos a través de los estrechos túneles.

Si los soldados fueran tan fuertes como Raphtalia o Firo, entonces no habría sido un problema. Pero, por supuesto, ese no era el caso. Decidí que lo mejor sería que el ejército esperara en la gran sala mientras nosotros nos separábamos para encontrar el mejor camino a seguir. Levanté el mapa y les dije a los soldados hacia dónde nos dirigíamos, pero...

"¿Qué? ¿No se suponía que debía estar aquí?"

"Eso es lo que dice el mapa."

Habíamos seguido el mapa exactamente, pero en lugar de abrirse a una cámara más grande, el camino se había transformado en un túnel sinuoso distinto a todo lo que había en el mapa.

"El mapa debe estar mal."

"Qué extraño. Ha sido exacto hasta este punto." ‒ dijo la reina y frunció el ceño.

¿Cambiaron de forma las cuevas cuando la Tortuga Espiritual despertó? La sensación de duda en mis entrañas estaba empeorando. ¿Qué estaba pasando? No teníamos más remedio que seguir el nuevo camino. Por suerte, sólo había un camino a seguir, así que no tuvimos que preocuparnos por elegir el camino correcto. Si hubiéramos llegado a una bifurcación en el camino, habría sido mejor encontrar un lugar para que el ejército esperara.

Pero ese no fue el caso, así que todo el grupo continuó por el largo camino sinuoso.

Eventualmente, el túnel se abrió en una gran cámara de algún tipo. ¿Era la misma cámara que habíamos estado buscando? Tal vez las habitaciones principales y las cámaras del sistema de cuevas permanecieron igual, pero los caminos que las conectaban cambiaron. De todos modos, me alegré de haber encontrado la cámara que buscábamos, excepto que...

"Maldita sea. Esos son grandes."

La sala era ciertamente grande, pero había familiares en la habitación que utilizaban todo el espacio.

Comparados con los innumerables familiares con los que habíamos peleado en nuestro camino, estos eran mucho más... grandes. La forma en que llenaban la habitación me hizo pensar que estaban allí a propósito para proteger de cualquier invasor que llegase hasta aquí. Si todo esto hubiera sido un juego de rol, lo habría llamado una pelea de mini jefes en medio del calabozo.

Y esta era la Tortuga Espiritual. Así que probablemente iban a ser muy poderosos.

La peor parte era el número de ellos.

"Uno, dos, tres... Hay muchos de ellos".

Al final, conté siete u ocho. Claro, podríamos haber manejado a uno de ellos, pero con siete u ocho, me preocupaban los soldados.

"¿Qué debemos hacer, Sr. Naofumi?"

También existía la posibilidad de que pudieran aparecer más a medida que los derrotáramos. Sólo había una manera de averiguarlo.

"No hay muchos de ellos, así que vamos a tratar de eliminarlos por nuestra cuenta. Me gustaría que los soldados se quedaran atrás por ahora. Házselo saber."

"¡Roger!"

"¡Okaaay!"

"Fueh... Haré lo que pueda".

"¡Entonces hagámoslo!" ‒ Grité y conduje la carga hacia los familiares.

Los monstruos eran diferentes a los familiares parecidos a gorilas o a los yetis a los que nos habíamos enfrentado afuera. Se parecían más a... ¿hombres tortuga? Parecían tener unos cuatro metros de altura.

Cuando me acerqué, aparecieron sus nombres: Familiar Tortuga Espiritual (guardián).

"¡Hya!" ‒ Firo se disparó hacia uno de ellos y pateó su caparazón. El caparazón se cayó con un fuerte crujido y el monstruo se estrelló contra una pared.

"¡Yaaaahhh!" ‒ Raphtalia blandió su espada y cortó la cabeza de un guardián. Sabía que podía contar con ella.

Rishia ayudó a Raphtalia y Firo lanzando débiles hechizos ofensivos para llamar la atención del guardián. Intenté desviar sus ataques, también. Cada vez que uno se me echaba encima, usaba el Escudo Estrella Fugaz para poner una barrera entre nosotros. Con todo, estaba impresionado con nuestro trabajo en equipo, seguro que obtendríamos una calificación de aprobado. Pero el trabajo en equipo nunca había sido nuestro verdadero problema. Nuestro verdadero problema era la fuerza, y sólo necesitábamos mejorar nuestras estadísticas para eso.

De todos modos, tenía que concentrarme en la batalla.

"¡Ha!" ‒ Ost extendió sus manos, y uno de los guardianes inmediatamente se congeló en su lugar.

Eclair, la vieja, y Rishia aprovecharon la oportunidad y entraron corriendo para acabar con la bestia.

"Aguja Carámbano" ‒ gritó la reina, lanzando un hechizo que ralentizó a un guardián. Ella era bastante buena.

"Qué decepcionante" ‒ dijo Raphtalia mientras limpiaba sangre de su espada y luego la sumergía en un guardián, matándolo instantáneamente.

Ella tenía razón, los monstruos eran más débiles de lo que esperaba.

Considerando lo fuerte que era la Tortuga Espiritual, ¿quién podría culparme por esperar una dura pelea? ¿Estaba tan nervioso por nada?

No. Después de todo, tenía que preocuparme por los soldados detrás de nosotros. Un poco de paranoia era justo lo que necesitaba.

"¡Sí! ¡Lo sé! Pero son un poco duros".

"¿Quizás porque sólo atacas la parte dura de la espalda?"

"¡Pero es que el resto es tan suave!"

"No malgastes tu energía."

¡Las dos se burlaban de las cosas más triviales! Era como escuchar a dos pequeños genios discutiendo.

"¡Las dos son tan fuertes!"

"Rishia, tú también serás fuerte. ¿Cómo van tus estudios del Hengen Muso?"

"¡Fueh! Lo hago lo mejor que puedo" ‒ gritó, clavando su espada en un guardián.

"¡Eso es! Si te imaginas que estás atacando a nuestro santo aquí, no hay un enemigo vivo al que no puedas derrotar".

"Vieja".

¿Por qué animaría a Rishia a atacarme? Vieja odiosa... Por otra parte, no podía discutir con los resultados. La espada de Rishia fue directamente al pecho del guardián. Rayos… ¿Eso es lo que ella quería hacerme?

En poco tiempo, habíamos despejado la habitación.

"Supongo que no vendrán más."

"Supongo que no."

Había esperado que un flujo interminable de monstruos llenara la habitación cuando terminamos con los guardianes, pero aparentemente eso no estaba en el guion.

"Guau," ‒ los soldados que estaban todos atónitos por nuestra demostración de fuerza murmuraban para sí mismos con incredulidad.

Pero no era que fuéramos particularmente fuertes. Es que los soldados eran muy débiles. Me preguntaba cuál era el nivel medio de las tropas. Si estuvieran en el nivel 60 o algo así, sería realmente patético.

"Mi reina. Héroe del Ezcudo".

Apareció una sombra. Ni siquiera sabía que había una por aquí.

Las sombras eran agentes secretos especiales bajo el mando de la reina. Si te imaginas ninjas, no estarás muy lejos. A juzgar por sus espadas cortas manchadas de sangre, deben haber estado luchando contra los guardianes que estaban a nuestro alrededor.

"¿Qué pasa?"

"Uzaremos ezta cámara como nueztra base de operaziones."

"Claro. Ni siquiera sabía que estaban aquí."

"Ze noz ha confiado la zeguridad de las tropaz para ezta operazión."

"Haz lo que quieras."

"Sí."

Dijeron que estaban aquí para proteger a las tropas, ¿pero no eran ellos parte de las tropas? Deben estar allí para luchar también. ¿Eran los familiares de la Tortuga Espiritual tan poderosos como para merecer todo esto? Supongo que tenía sentido pensar en las tropas del ejército de coalición como una unidad especial asignada a nuestra misión de encarcelar a la Tortuga Espiritual. Para una misión como esta, probablemente eligieron tropas por otras habilidades además de su habilidad en el combate.

"¡Escuchen, soldados! ¡Vamos a usar esta cámara como base de operaciones mientras buscamos el corazón de la Tortuga Espiritual! ¡Sus órdenes son proteger esta cámara mientras buscamos el corazón!"

"¡Roger!" ‒ gritaron las tropas al unísono. El aire de tensión y temor que nos había seguido se disipó cuando se extendieron para llenar la sala. Comenzaron a relajarse con cautela. Deben haber estado aún más aterrorizados y exhaustos de lo que pensaba.

¿Habían hecho algo que justificara tanto agotamiento? ¿Habían hecho algo como lo que yo había hecho cuando tuve que soportar todos los ataques de la Tortuga Espiritual? Tal vez yo era diferente por el escudo. Y tal vez Raphtalia y Firo eran extrañas. Cualquiera que sea el caso, teníamos mucho en que pensar después de derrotar a la Tortuga Espiritual.

"Sombra, ¿sabes cuál es el nivel promedio de los soldados del ejército de coalición?"

"Las tropas especiales destinadas a esta misión tienen un nivel promedio de 65."

"Eso es aún peor de lo que pensaba" ‒ dije, volviéndome hacia la reina ‒ "Tienes que hacer algo al respecto. Estas tropas son tan débiles que no valen nada. Raphtalia está en los 70, así que ¿por qué es mucho más fuerte?"

"El nivel de fuerza que Raphtalia comanda normalmente requeriría muchos años de entrenamiento."

¿En serio? ¡¿Realmente mi capacidad de ajuste de maduración hizo una gran diferencia?!

¿Quizás Rishia era normal después de todo, y cualquiera que no tuviera acceso a esas habilidades de ajuste solo podía esperar tener un cierto nivel de fuerza? Me sacudí la idea. Las cosas no pueden estar tan mal. Además, Itsuki había conspirado para sacarla de su grupo porque era muy débil. Y gracias al Firo kigurumi, era incluso más fuerte de lo que había sido en ese momento.

Consideré pedirle al viejo de la armería que produjera en masa los kigurumis, pero sólo teníamos los materiales para hacer dos más. Firo kigurumis producidos en masa, hm... Tal vez podríamos hacerlo si arrancáramos todas las plumas de Firo.

“?!”

De repente, las plumas de Firo se pusieron de punta, moviéndose en una ola desde la cabeza hasta la cola. Parecía asustada.

"¿Qué pasa?"

"¡Algo se siente raro!"

¿Yo había estado hablando en voz alta? Ella podía ser aguda cuando quería. Probablemente no podríamos arrancarle las plumas aunque lo intentáramos.

"Las sombras son más fuertes que los otros soldados, ¿no?"

Quería pensar que sí, pero no podía enviarlos a buscar el corazón si iban a terminar muertos por un montón de monstruitos. Ahora que lo pienso, nunca había visto una sombra en una batalla.

"Eztamos entrenadoz para la batalla y el azezinato, azí que debemoz zer útilez en batalla."

"Genial. La mitad de ustedes quédense aquí y protejan a los soldados. Necesito que la otra mitad nos ayude a encontrar el corazón".

"Entendido. Sin embargo, las sombras han sufrido grandes pérdidas en estas recientes batallas. Espero que tus expectativas sean realistas."

"Lo son" ‒ dije. La planificación estaba casi terminada.

Todavía nos quedaba un largo camino por recorrer. Enviaría a las sombras a buscar el corazón y dejaría descansar a las tropas hasta entonces. Mientras tanto, llevaríamos a cabo nuestra propia búsqueda...

"Eclair, vieja, quédense aquí con las tropas y peleen contra los monstruos que aparezcan."

"¡Entendido!"

"¡Recibido!"

"Firo, ve con el grupo de búsqueda de las sombras. ¡Usa tu nariz! Cuento contigo".

"¡Okaaaay! ¡No hay problema!"

En cuanto al resto de ellas...

"Raphtalia, Ost, Rishia y la reina, vengan todas conmigo. Nos dirigiremos al otro lado de la cueva e iremos al templo en ruinas".

"Está bien."

"De acuerdo. Tenemos que encontrar el corazón, pero también tenemos que averiguar cómo ponerle fin a esto".

"Fueh... Haré mi mejor esfuerzo".

"Muy bien. Sus deseos son órdenes, Sr. Iwatani".

Yo dudaba un poco en traer a la reina con nosotros, pero cuando se trataba de leyendas y cultura, ella tenía más conocimientos que cualquiera que yo conociera. La necesitábamos. Además, ella tenía muchos guardaespaldas y era muy poderosa. Era más fácil protegerla que a las tropas del ejército.


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