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8 feb 2018

Tate No Yuusha Vol 02 Cap 20

Autor: Aneko Yusagi

Traductor: Lord


Editor: Lord




20 El Escudo de la Rabia

Como para emparejar el aullido de la bestia, solté un grito y recibí su ataque con mi escudo.

No me dolió en absoluto.

"¡¿Gaah?!"

La sombra negra se había estado riendo de mí, burlándose de mí, pero ahora contorsionaba su boca en confusión y conmoción.

Divertidísimo.


"¡Muere!"

Lo agarré por el brazo y lo arrojé con todas las fuerzas que pude reunir.

La enorme sombra dejó salir un grito de sorpresa mientras volaba por el aire.

"¡Gaoooooooh!"

Pero en vez de darse cuenta de que debía pensar antes de atacarme de nuevo, se puso en pie y corrió hacia mí.

Me preguntaba... ¿podría aún no ser capaz de atacar a nadie? ¿Incluso con este escudo?

No podría.

La bestia se giró y me quiso hacer caer con un barrido de su cola.

"¡Eso no funcionará!"

La cola rebotó con un sonido ineficaz. Sus ataques no funcionarían conmigo.

"¡Inútil!"

Yo no tenía forma de vencer al monstruo.

O eso pensé. De repente, un gran torbellino de fuego negro salió en espiral hacia el cielo conmigo en su centro. Puso la cola y los brazos de la sombra en llamas.

“¿¡GAOOH?!”

La sombra cayó al suelo sorprendida.

"Heh... Si el ataque es tan fuerte, me pregunto si puede contraatacar."

La sombra se alejaba de mí, repentinamente intimidada.

"¡Ja! ¿Ahora ruegas por tu vida? ¡No obtendrás mi perdón!"

Grité el título de mi nueva habilidad.

"¡Doncella de Hierro!"

Pero la habilidad no se activó. Más bien, el árbol de habilidad apareció ante mis ojos.

Escudo Prisión: Cambio de Escudo (ataque): Doncella de Hierro

¿Qué ha sido esto? ¿Había condiciones para su uso?

Qué fastidio. Si era así, dejaría que la sombra me atacara e intentaría conseguir un contraataque para activarlo.

"¡Sólo espera... te mataré, dalo por seguro!"

Al acercarme, la sombra se comportó como si temiera mi rabia, mi intención asesina. Atacó con sus brazos salvajemente.

El brazo que se estrelló con el escudo estalló repentinamente en llamas.

La carne se quemó y los huesos se derritieron.

Las llamas no eran lo suficientemente fuertes. Quería erradicar completamente a la bestia.

“!”

¡Lo tengo! El Escudo de la Rabia era más fuerte cuanto más furioso estaba yo. El ataque aumentaría mientras más loco me sentía.

Bueno, eso era fácil para mí.

Todo lo que necesitaba hacer era pensar en cómo ELLOS me hacían sentir.

Myne Sufia... supongo que su verdadero nombre era Malty.

Pensar en su nombre me llenó de rabia.

El siguiente fue Basura... Luego Motoyasu, Ren, Itsuki...

Rememoré todo lo que me habían hecho, un recuerdo a la vez...

Los odiaba... Quería matarlos...

El escudo rojo sangre estaba reaccionando a mi odio y se volvió negro.

"Esta vez los mataré de verdad... A todos ellos..."

Cogí la sombra del brazo y convertí todo mi odio en brasa ardiente.

Las brasas salieron volando del escudo y cubrieron completamente la sombra, devorándola entera.

Entonces sentí algo, justo ahí en mi mano, algo caliente. Mi odio negro comenzó a derretirse.

Golpe...

Era... amable...

"Aunque el mundo entero se vuelva en tu contra, yo no lo haré. Lo diré, una y otra vez: el Sr. Naofumi no lo hizo."

¿Qué?

Al oír la voz, el mundo oscurecido y deformado ante mí comenzó a ondularse.

En algún lugar de mi corazón, sabía que entregarme a la ira resultaría en la pérdida de algo aún más importante.

Quería ignorarlo... y sin embargo...

“Por favor, créeme. Confío en el Sr. Naofumi. No ha cometido ningún crimen. Me dio medicina y me salvó la vida. Me enseñó a luchar, a sobrevivir. Es el gran Héroe del Escudo. Soy su espada. No importa cuán difícil sea el camino, lo caminaré contigo".

La voz me susurraba.

No puedo permitir que me trague el odio. Todavía tenía cosas que necesitaba proteger.

Tu ira se debilita...

No puedo olvidarlo. Pero... pero quiero entregarme a los que creen en mí.

¿Me negarás?

No me gustan las órdenes. ¡Elegiré mi propio camino!

Siempre estoy vigilando. Vigilando tu debilidad.

La voz oscura desapareció, y cierta luz volvió al mundo.

"¡Tos! ¡Tos!"

Volví a mis sentidos. Raphtalia estaba a mi lado, tosiendo violentamente, y sosteniendo mi mano en la suya.

"¿Estás bien?"

"Sí... Sí, estoy... Bien. ¡Tos!"

Ella estaba quemada gravemente. Pero aquí no había enemigos que usaran fuego.

¿Qué podría hacerlo?... ¡No!

¡El efecto especial del Escudo de la Rabia, Auto Maldición, debe haberla herido a ella también!

"¡Raphtalia! ¿Por qué me agarraste la mano?"

"Pensé que usted... que desaparecerías si yo... si yo no... ¡Tos!"

Raphtalia sonrió, y luego cayó al suelo.

Era mi culpa... ¡Mi culpa que Raphtalia estuviera herida!

"Yo soy en la fuente de todo poder. Escucha mis palabras y entiéndelas, ¡Cúrenla! ¡Primera Sanación!"

"Yo soy en la fuente de todo poder. Escucha mis palabras y entiéndelas, ¡Cúrenla! ¡Primera Sanación!"

"Yo soy en la fuente de todo poder. Escucha mis palabras y entiéndelas, ¡Cúrenla! ¡Primera Sanación!"

"Yo soy en la fuente de todo poder. Escucha mis palabras y entiéndelas, ¡Cúrenla! ¡Primera Sanación!"

Seguí lanzando el hechizo hasta que me quedé sin poder mágico.

Raphtalia... Raphtalia era la única persona que creía en mí. ¡Era importante para mí!

Las quemaduras eran malas. Mi magia de bajo nivel no fue suficiente para curarlas. Corrí al carruaje para conseguir el ungüento sanador.

"¡Gaoooooooooh!"

Me giré para ver al dragón allí, aullando y moviendo su brazo quemado hacia mí y preparándose para desatar su aliento venenoso.

"¡Fuera de mi camino!"

Levanté mi brazo para recibir el ataque del Dragón Zombie. Cuando lo hice, el escudo comenzó a brillar con una luz negra y casi activó la habilidad de Auto-Maldición Quemadora.

"¡Alto!"

El escudo se quedó en silencio ante mi grito.

Si las llamas hubieran estallado en ese momento y allí, habrían matado a Raphtalia. Eso no sería nada bueno. Pero con lo débil que estaba Raphtalia, no sabía si podría sobrevivir a una ráfaga de su aliento venenoso.

Como si el escudo supiera lo que yo estaba pensando, activó la Auto-Maldición Quemadora, pero sólo quemó la nube de gas venenoso. No era lo suficientemente fuerte como para matar al dragón.

¿Qué hago?

El escudo absorbía constantemente mi odio y mi ira, inflamándolos. Pude evitar ser completamente tragado por ellos sólo con un enorme esfuerzo. ¿Cuánto tiempo pasaría antes de que me consumiera?

Pero ahora mismo, tenía que ir al carruaje a buscar medicinas para Raphtalia.

Mi necesidad de proteger a Raphtalia era apenas lo suficientemente fuerte como para mantener la rabia a raya.

"¡¿Gah?!"

Estábamos intercambiando golpes y entonces, en medio de la pelea, el dragón emitió una terrible voz de confusión y dolor.

"¿Qué... qué...?"

¿Qué estaba pasando? ¿Significaba esto que la Auto-Maldición Quemadora estaba consumiendo al dragón?

"¡¡Gaooooooooooooooooooh!!"

Finalmente, el Dragón Zombie dejó de moverse por completo y volvió a su forma esquelética.

Pero no era el momento de dar marcha atrás y reflexionar sobre la batalla.

Las nubes de moscas venenosas no se veían por ningún lado. El dragón rabioso debe haberlas asustado.

Yo sostuve a Raphtalia contra mí mismo, corrí hacia el carruaje, encontré el ungüento sanador y rápidamente lo apliqué en sus quemaduras. Entonces le di el antídoto.

"Oh... Sr. Naofumi..."

Su respiración se había vuelto más regular, y abrió los ojos y sonrió.

"¡¿Estás bien?!"

"Sí... Gracias a su medicina..."

Y sin embargo, sus heridas aún se veían bastante mal. Las heridas parecieron haberse encogido y sanado por la medicina, pero quedaban cicatrices negras, quizás debido a la magia negra que el escudo había usado. De todos modos, las quemaduras no se veían muy bien.

"No se... preocupe por mí, encárguese del dragón".

"El dragón ya no se mueve."

"Oh... entonces... entonces dese prisa y deshágase del esqueleto."

"De acuerdo".

Sus ojos eran insistentes, desesperados. Ellos me recordaban a qué vine: tenía que hacer algo.

"¿Estás bien al quedarte aquí por ahora?"

"Puedo protegerme a mí misma si lo necesito."

"Bien... Bien."

Bajé del carruaje y caminé en dirección al cadáver del dragón.

Necesitaba diseccionarlo y usar el escudo para absorberlo todo.

Y Firo... Al menos quería recuperar su cuerpo y darle un entierro apropiado.

Me acerqué al cadáver y pude ver que los órganos internos seguían temblando y retorciéndose.

¿Qué estaba pasando? Puede que haya una forma de combatirlo.

El Escudo de la Rabia.

Este peligroso escudo que amenazaba con consumir mi corazón también tenía un fantástico índice de defensa y un fuerte contraataque.

Mi corazón no podía soportarlo, así que cambié mi escudo por el Escudo Víbora Quimera.

Pero estaba listo para volver a cambiar en cualquier momento... si lo necesitaba.

Los intestinos retorcidos se movieron, luego se detuvieron, luego se sacudieron con tanta fuerza que pensé que el estómago se desgarraría... entonces... entonces... entonces pude ver...

"¡Huff!"

Era... un pájaro que conocía. Estaba cubierta por el líquido podrido del dragón muerto.

"¡Huff! ¡Finalmente logré salir!"

Firo parecía estar de buen humor, y muy bien, a pesar de salir del estómago de la bestia que se la había comido.

“¡¿Firo?! ¿Te encuentras bien? ¿Estás herida?”

"¡Estoy bien!"

"Entonces... ¿Entonces qué era toda esa sangre cuando el dragón te comió?"

“¿Sangre? Oh, sí, cuando el dragón me tragó me empujó hacia la barriga, y vomité".

¿Qué ha estado ella comiendo? ¡Oh sí, todos esos tomates! Debe haber parecido sangre.

Así es... Lleva horas llenándose la pansa con ellos.

"¡No me asustes así! ¡Pensé que estabas muerta!"

“¿Un ataque como ese? ¡Eso no dolió nada!”

Este pájaro era un monstruo. Bueno, supongo que realmente era un monstruo.

Oye... Realmente me había dado un susto.

"Amo, ¿estaba preocupado por mí?"

"Como sea".

"¡Amo! ¡Estás avergonzado!"

"¿Quieres que haga un elogio en tu funeral?"

"¡No! ¡Pero soy feliz! No empieces a pensar en comprar alguien que me reemplace".

Cierto... Bueno, ella estaba bien.

Firo se quedó ahí sonriendo, lo que me molestaba. Será mejor que ella recuerde todo esto.

"De todos modos, ¿qué pasó?"

"Bueno, el dragón me tragó y cuando estaba en su barriguita, caminé y encontré este extraño cristal púrpura brillante."

¿Será que el dragón muerto fue reanimado por este cristal púrpura?

Firo había salido del cadáver. En su pecho... ¿Podría haber sido el corazón?

¿Pero por qué?

¿Porque era un dragón? Aunque estaba muerto, ¿podría ser que el poder mágico latente del dragón se hubiese juntado en el corazón y cristalizado?

"¿Y qué pasó con el cristal?"

"¡Ugh! ¡Blech!"

Supongo que esa era la respuesta... se lo comió. Su estómago parecía que también brillaba.

Caray... podría haberla golpeado en ese momento.

"Había un poco de sobra. ¿Quiere el Amo un bocadillo?"

Ella levantó su pequeña ala, y allí había un trozo de cristal púrpura en su mano.

¿Qué demonios...?

Lo rompí por la mitad y dejé que el escudo lo absorbiera.

Lo sabía... Mi árbol no estaba lo suficientemente avanzado para desbloquear nada.

"Raphtalia está herida, así que tú y yo vamos a limpiar este dragón".

"¡Ok~!"

Lo juro... Este pájaro iba a mandarme al manicomio.

Lo bueno fue que no me dejé consumir por la ira.

Había cambiado al Escudo Maldito para vengar a Firo, pero casi había sido consumido por el odio.

Si Raphtalia no me hubiera detenido, habría quemado al dragón por completo... y también a Firo.

Rabia... Ese escudo estaba maldito.

Me poseyó por completo para lograr sus propios fines.

Si me hubiera dejado llevar, habría matado a los otros héroes cuando acabara con el dragón.

"¡Delicioso!"

"¡Firo! Esa carne está podrida, ¡no la comas!"

"La carne que está empezando a pudrirse es la mejor, amo".

"No está sólo ‘comenzando’, ¡está completamente podrida!"

Nos mantuvimos limpiando a nuestra manera poco entusiasta y juguetona. Pronto, el dragón se había ido.

Había absorbido todo lo que podía, pero el árbol no estaba lo suficientemente avanzado como para abrir nada.


Aun así, los huesos y la piel parecían ser materiales útiles, así que tomé una parte de ellos y lo cargué en el carruaje.


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