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20 dic 2017

Tate No Yuusha Vol 01 Cap 07

Autor: Aneko Yusagi

Traductor: Lord


Editor: Lord




07 Cargos Falsos

Me arrastraron por la calle, y pronto llegamos a la puerta del castillo. Todavía estaba en ropa interior. Los caballeros mantenían sus lanzas preparadas sobre mí mientras me llevaban a la sala de audiencias.

El rey y su sirviente estaban allí, ambos parecían muy serios.

Y entonces...

"¡Myne!"


Ren, Motoyasu, Itsuki, y el resto de sus equipos también estaban allí. Cuando la llamé, Myne corrió detrás de Motoyasu y me miró con ojos como dagas desde su espalda.

"¿Qué demonios, Myne?"

Todo el mundo me miraba como si fuera una especie de criminal.

"¿Quieres decir que realmente no te acuerdas?"

Motoyasu se adelantó y me interrogó.

¿De qué estaban hablando?

"¿Qué quieres decir? Recordar qué... ¡Ey!"

Motoyasu llevaba mi cota de malla.

"Así que fuiste tú... ¡ladrón!"

“¿Quién es un ladrón? No sabía que eras tan sinvergüenza”.

"¿Un sinvergüenza? ¿De qué estás hablando?"

Con mi arrebato, me di cuenta de que la sala de audiencias empezaba a parecer más bien una sala de tribunal.

"Ahora escucharemos los cargos contra el Héroe del Escudo."

“¿Cargos? Pero... ¡pero yo!"

Myne empezó a lloriquear.

"... El Héroe del Escudo bebió demasiado, e irrumpió en mi habitación. Entonces él... me abrazó y..."

"¿Qué?"

"Me agarró y me dijo: 'La noche aún es joven, nena.' Entonces empezó a arrancarme la ropa..."

Myne estaba lloriqueando detrás de Motoyasu, y señaló con un tembloroso dedo en mi dirección mientras hablaba ― "Grité lo más fuerte que pude y salí corriendo de la habitación. Ahí fue cuando encontré al Sr. Motoyasu, y me salvó".

"¿Eh?"

¿De qué estaba hablando?

Anoche, justo después de que Myne y yo nos separáramos, me fui a dormir. Por eso no recordaba nada.

Me sentí mal, mirándola llorar. Pero estaba demasiado confundido para entender lo que estaba pasando.

"¿De qué estás hablando? ¡Me fui a la cama justo después de que terminamos de comer!"

"¡Mentiroso! Si eso fuera verdad, ¿por qué Myne estaría llorando así?"

"¿Por qué hablas por ella? ¿Y de dónde sacaste esa nueva y brillante cota de malla?"

Todos ellos se conocieron apenas ayer, ¿verdad?

"Anoche fui al bar a tomar una copa. Estaba sentado ahí, solo, cuando Myne vino corriendo. Tomamos un par de tragos juntos, y me dio esta cota de malla. Dijo que era un regalo".

"¿Dijo qué?"

Me di cuenta de que era mi cota de malla.

Por supuesto, Myne podría haber tenido su propia cota de malla y dársela a Motoyasu. Pero parecía sospechoso, por lo menos, considerando que mi propia cota de malla había desaparecido al mismo tiempo.

Hablar con Motoyasu no me llevaría a ninguna parte. Decidí hablar directamente con el rey.

"¡Eso es todo! ¡Su Alteza! ¡Me han robado! ¡Mi dinero, ropa, equipo, todo menos mi escudo ha sido robado! ¡Por favor, traigan a la persona que hizo esto ante la justicia!"

"¡Silencio, canalla!"

El rey ignoró mi súplica.

"¡Cualquier acto de agresión sexual cometido contra el pueblo de mi reino, ya sea por un bárbaro o héroe, será castigado -inmediatamente- con la muerte!"

"¡Pero todo esto es un error! ¡Yo no lo hice!"

“Tuve un presentimiento la primera vez que te vi. ¡Claro que te mancillarías a ti mismo, desgraciado!"

¡¿Desgraciado?! ¿Qué hice yo?"

"Por supuesto que las cosas salieron así. Lo sentí inmediatamente, que eras un poco diferente al resto de nosotros".

"Yo también. Pero incluso con eso, nunca pensé que caerías tan bajo. Debes pensar que tienes derecho a hacer lo que quieras".

"¡Esto no se trata todo de ti! ¡Muestra algo de respeto!"

Todos ellos ya estaban asumiendo que yo era culpable. Sentí mi sangre subiendo por mi cuello. ¿Qué demonios estaba pasando? ¿Qué demonios...? ¿Qué demonios...?

¡Ni siquiera sabía de lo que estaban hablando! ¡Nunca hice estas cosas! ¿Por qué me estaban castigando? Miré a Myne con desesperación. Aparentemente pensó que nadie más podía verla, porque sacó la lengua y se burló de mí.

Entonces entendí lo que estaba pasando.

Miré fijamente a Motoyasu. Podía sentir odio, negro y fuerte, agitándose en mis entrañas. Señalé el dedo en su dirección, y encontré mi propia voz resonando por la habitación, más fuerte de lo que esperaba que sonara.

"¡Tú! ¡Tenías tus ojos en mi dinero y equipamiento, así que inventaste todo esto para poner tus manos en mis cosas!"

"¿Quién creería las palabras de un violador?"

Motoyasu se adelantó, escondiendo a Myne de mi vista, y sacó su pecho. Estaba desempeñando el papel de héroe valiente, protegiendo a una mujer indefensa y victimizada.

"¡Mentiroso! ¡Tenías tus ojos en mi dinero y equipamiento desde el principio! Tú y tus amiguitos tuvieron una reunión al respecto, ¿no?"

Esto es lo que pasó: Motoyasu había murmurado todo eso cuando nos reunimos por primera vez en el castillo. Le dijo a ella que yo era de una clase débil, que de seguro perdería. Después ella me convenció de que le comprara un buen equipo. Después de conseguir lo que quería, se robó el dinero que quedaba y el equipo y corrió al castillo como víctima de una historia inventada. Harían que me mataran, y luego se saldrían con la suya.

... Ese era su plan.

¡Además! Myne siempre me llamaba ‘Héroe’, pero llamaba a Motoyasu por su nombre. Si eso no era prueba suficiente, no sabía lo que era.

En este mundo, supongo que un héroe era suficiente.

“¿Vienes a otro mundo y tratas así a tus compañeros? Eres basura.”

“Estoy de acuerdo. Es muy difícil compadecerse de él.”

Así que Ren e Itsuki no tuvieron reparos en ponerse del lado de Motoyasu.

Por supuesto... Todos habían estado confabulados desde el principio. El Héroe Escudo era débil, por lo que querían deshacerse de mí, y mejorar su propia posición en el proceso.

Eran asquerosos.

¿Podrían ser peores?

Pensándolo bien, parecía que nadie, ni siquiera la gente de este mundo había mostrado deseo alguno de confiar en mí.

¿Pero por qué? ¿Por qué tengo que luchar para defender a las ratas?

Esperaba que todo el lugar se quemara hasta los cimientos, todo el maldito mundo.

"... Bien. A mí no me importa. Envíame de vuelta a mi mundo y llama a un nuevo Héroe del Escudo. Eso será suficiente, ¿verdad?"

¿Otro mundo? ¡Ja! Qué chiste. ¿Por qué tenía que gastar mi tiempo en un lugar tan asqueroso?



"¿Como las cosas no van a tu manera, decides enrollar la cola y huir? Qué débil."

“Estoy de acuerdo. No tienes sentido de la responsabilidad ni justicia. Ignoras la tarea que te han encomendado, sólo para atacar a una pobre chica... Es terrible...”

"¡Sal de aquí entonces! ¡Vuelve a casa! No necesitamos gente como tú aquí".

Estaba mirando a Ren, Itsuki, y Motoyasu como si pudiera matarlos con mis ojos.

Esto se SUPONE que sería DIVERTIDO. Pero ellos lo habían arruinado todo.

"¡Ya está bien! ¡Mándame a casa!"

El rey simplemente cruzó los brazos y frunció el ceño.

“Me gustaría mucho mandarte a casa, pero las oleadas de destrucción no lo permitirán. Los nuevos Héroes sólo pueden ser convocados una vez que los cuatro originales hayan muerto. Esto es lo que dicen los investigadores."

"¿Qu... qué?"

"Pero..."

"Eso es... estás bromeando, ¿verdad?"

Finalmente, los tres parecían sorprendidos por algo.

¿No había forma de enviarnos a casa?

"¿Quieres decir que no podemos irnos a casa?"

Dame un respiro.

“¡¿Cuándo planeabas decírnoslo?!”

Me liberé de los caballeros y sus lanzas.

"Planeas huir, ¿eh?!”

"No estoy corriendo."

Uno de los caballeros me golpeó.

Su puño hizo un buen sonido. Pero no me dolió. Ni siquiera me irritó. Más bien parecía que el caballero se había herido el puño. Estaba acunándolo como un pajarito mientras se alejaba de mí.

"¿Y bien? ¿Qué va a ser, Su Majestad? ¿Cuál es mi castigo?"

Moví mis brazos para que la sangre volviera a fluir.

"En el momento actual, ustedes son nuestra única defensa contra las oleadas venideras, y por lo tanto no serán castigados. Sin embargo, sus crímenes ya son bien conocidos por la gente. Ese será tu castigo. Dudo mucho que encuentres trabajo o ayuda en nuestro país".

"¡Ah, muchas gracias!"

Así que yo igual iba a subir niveles y luchar contra las oleadas de destrucción.

"Te convocaremos dentro de un mes, cuando las oleadas se acerquen. Puede que seas un criminal, pero sigues siendo el Héroe del Escudo. No eludas tus responsabilidades".

"¡Entendido! Soy débil, ¿es eso? ¡Mejor date prisa!"

Clink...

Ah, sí. Recordé la reserva que tenía escondida detrás de mi escudo.

"¡Mira esto! Esto es lo que querías, ¿no?"

La quité de su lugar. Eran las últimas 30 piezas de plata que tenía. Se las tiré con fuerza a Motoyasu.

"¿Qué rayos? ¡¿Qué estás haciendo?!”

No esperaba que se burlara de mí por llenar más sus bolsillos.

Dejé el castillo atravesando la puerta, y al bajar por la calle, las multitudes a ambos lados me señalaron mientras susurraban entre ellos.

Los rumores se corrían rápido. Mejor tener cuidado con lo que digas, y a quién se lo dices.

El mundo entero me parecía horrible ahora. Horroroso.


Así que perdí el respeto, la confianza y mi dinero. Justo cuando empezaba mi aventura, lo perdí todo.


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