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19 dic 2017

Kuro No Maou Vol 06 Cap 191

Autor: Hishi Kage Dairi

Traductor: Lord


Editor: Lord




191 Bestia Mágica

Las salamandras son también conocidas como dragones de fuego, incluso entre los numerosos monstruos es una existencia simbólica y representativa.

La salamandra no tiene patas delanteras como un ave, pero tiene patas traseras junto con dos alas, tiene una figura parecida a la del wyvern.

Tiene escamas de color carmesí oscuro, que parecen fuego ardiente, cubriendo su cuerpo. Sus dos alas aletean y bailan en el aire, y sus colmillos y garras son más afiladas que las espadas normales las cuales desgarran a su presa.


Y su aliento de dragón, el cual significa una muerte instantánea, tiene el poder de una magia de ataque de alto nivel.

Si la gente viera su figura y sus habilidades, se verían obligados a estar sorprendidos y entenderían que es uno de los dragones los cuales se encuentran en la cima de la cadena alimenticia.

Aquellas salamandras tienen, en la cumbre norte de la Cordillera Gallahad, un nido.

Hay una cueva natural ideal para convertirla en nido, las salamandras que viven allí desde hace generaciones la han estado usando.

Además, el más fuerte de esta parte norte de la Cordillera Gallahad también tiene derecho a utilizar ese lugar.

Los usuarios esta vez eran sin excepción, salamandras de mayor estatura en comparación con otras salamandras.

Entre el macho y la hembra, normalmente el macho tiene un cuerpo más grande, pero ambos en esta pareja tienen cuerpos inmensos.

Viendo al dragón Salamandra, se podía notar que estos dos eran la pareja más peligrosa.

Primero que nada, tienen dos cabezas, tienen cuerpos poderosos más grandes y un poder mayor comparado con las salamandras normales, y han aumentado su guardia porque están en medio de la crianza de sus crías que ya han eclosionado de los huevos, y el último punto, la hembra es tan fuerte como el macho.

Tomando todo esto en consideración, se comprende fácilmente que subyugarlos sería más difícil que una misión de rango 4 para subyugar a una salamandra normal de una cabeza.

Estos dos eran los individuos más fuertes en el norte de la Cordillera Gallahad, ambos fueron confirmados por demonios que vivían en los alrededores e incluso por el Gremio de Aventureros de Spada, sin embargo...

¡Gaaaaooooooooooo!

En el momento en que los feroces gritos resonaron dentro de la cueva, fueron bajados del trono del ser más fuerte.

La cueva, que actuaba como nido de las Salamandras, tenía un olor a sangre flotando en su interior, hasta el punto de ahogarse al olerla.

En el interior no había dragones quienes eran los más fuertes, sino un espectáculo espantosamente cruel que sólo puede ser puesto en dos palabras: ‘Masacre Cruel’. Sólo se podía ver el escenario de la masacre.

Las fuertes alas que danzaban en el aire fueron arrancadas con fuerza, las crías yacían en el suelo rasgadas aquí y allá como un papel.

La mandíbula que estaba alineada con colmillos que podían aplastar a su presa, había sido arrancada a la fuerza y dividida en dos partes, las laceraciones llegaban hasta la mitad del cuello.

La cola fuerte que incluso podría derrotar a otras salamandras también fue arrancada desde la raíz, no la podrá balancear como un látigo de ahora en adelante.

Las fuertes escamas rojas de dragón se rompieron en pedazos como si hubieran sido golpeadas por un martillo.

Sin embargo, el punto que más sorpresa causaba sería que las escamas las cuales ni siquiera el aliento de un dragón puede rasgar se estaban derritiendo y cayendo.

Las dos cabezas fueron despedazadas en jirones, trituradas en pulpa, no se podía identificar quién era el macho o quién la hembra, sus cuerpos sólo revelaban su espantosa forma de morir.

En cuanto a por qué algo como esto estaba sucediendo, la respuesta es bastante simple y fácil de entender incluso para un monstruo.

Así es, sólo significa que alguien más fuerte que la pareja de dos cabezas ha aparecido.

¡ooOOOOOOOOOOOOOOOOO!

Una vez más el grito resonó en la cueva.

La fuente no eran las ya muertas salamandras, era una bestia mágica completamente diferente a un dragón.

De un vistazo parecía un gorila, la escena de él caminando sobre cuatro patas mientras posaba las extremidades delanteras en el suelo lo hacía parecer completamente a un gorila.

Sin embargo, su altura era como la de un monstruo, la altura total desde los brazos hasta la cabeza era de 6 metros, y su longitud total desde la cabeza hasta el extremo de la cola era de más de diez y tantos metros.

Comparados con la salamandra, sí, era pequeño, comparado con los humanos, ambos serían clasificados como monstruos de tipo grande.

Su cuerpo ha sido endurecido hasta límites extremos, comparado con el de un gorila su cuerpo era mucho más brusco, sin embargo los músculos abultados en la parte superior del cuerpo eran para jactarse de su fuerza al igual que lo hacen los minotauros o los cíclopes.

Tiene cinco dedos en las manos, pero los brazos eran tan gruesos que no se pueden comparar con humanos, gorilas o incluso minotauros. Parecía el tronco de un árbol milenario.

Especialmente el brazo derecho, que era más grueso que el izquierdo, y ayudaba a resaltar el poder.

En el dorso de la mano derecha estaba enterrada una joya como la [Reina Beryl] y liberaba una luz roja brillante, el tremendo poder mágico que emanaba de ella podía ser la única causante de la fundición de las escamas de las salamandras.

Tenía el pelaje negro, pero alrededor del cuello, el pecho y los brazos era de color carmesí como si las llamas ardientes hubieran tomado forma.

Incluso ahora los pelos rojos parpadean como una neblina de calor, la cola crecida parecía la cola de una vaca y el pelo rojo en el extremo parecía una antorcha.

La bestia mágica caminó hacia adelante mientras sacudía su espeluznante y orgulloso pelo rojo, el lugar al que se dirigía era el lugar donde las crías de las salamandras gritaban *Kyuuu Kyuu*.

La razón por la que no pudieron escapar deseando hacerlo no fue porque se congelaron de miedo, sino porque las alas que les permitían volar aunque eran muy jóvenes habían quedado medio rotas.

Con sus patas traseras podían correr más rápido que los humanos, pero un lado de ellos había sido desgarrado y sólo podían gatear cuando usaban todo su poder.

Otros diez también estaban siendo criados aquí, pero ellos habían quedado medio muertos por nada más que esta bestia mágica negra y roja.

En primer lugar, antes de que mataran a sus padres de dos cabezas, ya les habían arrancado las piernas y las alas.

En el momento en que los padres movieron los ojos de las crías, la bestia mágica aprovechó la oportunidad y mató a medias a todas las crías, por lo que el trabajo había sido demasiado fácil.

Por supuesto, los padres notaron la violencia de este intruso un segundo después, y atacaron con el corazón lleno de rabia.

Y la situación llegó hasta el momento actual, es decir, las crías fueron obligadas a ver morir a sus padres frente a sus ojos.

Nadie sabe lo que los hijos de la salamandra, que no tienen la inteligencia de un ser humano, pensaron al ver a sus padres morir.

Pero sin embargo, no hay duda de que habrían sentido miedo al ver a la bestia mágica acercarse hacia ellos mientras que sólo podían seguir lloriqueando.

Esa escena era algo que una persona sádica observaría alegremente y pisotearía, y así, la bestia mágica se rió.

Un rostro tan mordaz como ese, el cual sonreía suavemente, sólo podía verse como una sonrisa extremadamente malvada.

Las largas orejas que parecían las orejas de un conejo, temblaban como si estuvieran realmente extasiadas.

Los ojos negros con pupilas rojas se entrecerraron de placer, y se tomaron el tiempo para mirar las figuras de los niños que lloraban.

Así, al cabo de un tiempo, agarró por la cabeza a una cría que se arrastraba para correr, y la arrojó a su boca.

Sin prestar atención a las escamas y los huesos, se comió todo el cuerpo mientras la sangre goteaba de la boca.

Tal vez se sintió satisfecho por el sabor de la carne de salamandra, soltó un gemido, mientras los otros desesperadamente trataban de correr con sus alas y sus patas medio desgarradas. Luego, pasó a la siguiente cría.

La hora de la comida terminó en menos de 5 minutos, y finalmente el único ser vivo dentro de la cueva era la bestia mágica.

¡GaaooOooOooOooOooOooOOOO!

El repulsivo grito no sólo resonó en la cueva, sino que también se escuchó fuera.


Era para demostrar que era el nuevo gobernante de la montaña.


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