Autor: Takumi Yanai
Traductor: Lord
Editor: Lord
Por
el aspecto de las cosas, el plan de Yao y Yanagida fue un fracaso total. Todo
lo que podía hacer era apretar los dientes con rabia. Por su parte, Itami ya
había aceptado a la rota Tuka.
“Papa♪”
(NT:
El traductor a ingles dejo la palabra tal y como la pronuncian los japoneses,
sin ningún acento, generalmente son los niños los que utilizan el “papa” y
“mama”, más si son padres muy amorosos)
Itami
siguió con esa triste fantasía suya (de Tuka).
Después
de tratarlo como a su padre, parecía haberse alejado del borde de la locura, y
él le había respondido apropiadamente.
Por
supuesto, esto fue simplemente eludir el problema. O más bien, estaba huyendo
del problema.
No
era imposible que pudieran recibir una orden de retirada mañana. Cuando llegara
ese momento, obviamente no podría llevar a Tuka con él. Todo lo que podía hacer
era dejarla aquí, y eso sería tan bueno como matarla.
Aun
así...
¿Qué puedo hacer?
¿Qué puedo decir?
Itami apretó los dientes y trató de contener las lágrimas, y en su lugar forzó su
rostro en una sonrisa antes de darse la vuelta.
“¿Qué
pasa, Tuka?”
Tuka
estaba tarareando alegremente mientras preparaba el desayuno.
Después
de que los dos terminaron su comida, Itami dijo que tenía trabajo que hacer,
por lo que estaría regresando al "equipo". Por su parte, Tuka tenía
trabajo que hacer para la CA, por lo que se dirigió al bosque cercano.
Cuando
llegó la noche, Tuka esperó a que Itami regresara después de preparar la cena.
Esta vida falsa y pacífica duró diez días.
"¿Qué
vas a hacer hoy?"
"Oh,
sólo cosas de la JSDF."
"Debes
estar muy ocupado..."
“Bueno,
esta ciudad ha crecido hasta ser bastante grande, así que tenemos que hacer el
trabajo que la JSDF nos asigna. ¿No es lo mismo para todos nosotros?”
"Bueno,
eso es verdad..."
“Además,
mañana iré a la Capital. Tienes que cuidar de la casa”.
“¿La
capital? ¿Por qué, Padre?”
Parece
que necesitan a alguien para traducir y liderar el camino. El 3er Pelotón de Reconocimiento
estará allí también, así que no hay necesidad de preocuparse.
(NT:
Este párrafo no tiene comillas, pero a mi parecer es un dialogo de Itami)
Itami
era el cuidador de Tuka, pero seguía siendo un soldado de la JSDF de corazón.
No tenía derecho a negarse a recibir órdenes. Por lo tanto, necesitaba mentir cuando
fuera apropiado.
"Padre,
¿Podrías no ir? Me gustaría que te quedaras en casa... "
“No
seas así. He salido durante varios días varias veces en el pasado”.
De
repente, Tuka frunció las cejas, y ella se estremeció cuando un dolor de cabeza
se apoderó de ella.
Por
mucho que Tuka intentara tratar a Itami como su padre, en última instancia eran
personas diferentes. Había pequeñas diferencias en su forma de hablar y
hábitos.
Además,
Itami no sabía nada sobre el padre de Tuka, Hodoryu Ray Marceau. Si tuviera alguna
idea de cómo era, podría al menos mejorar su acto, pero sin ninguna información
sobre su padre, Itami no pudo evitar el conflicto con la impresión mental de
Tuka de él.
Estos
conflictos eran donde la fantasía se rompía. Tuka se apartaría de ellos para
protegerse. Entonces, ignoraría esos conflictos. Ella no pensaría, no vería, no
oiría y no los entendería.
El
estrés de hacerlo se manifestaba como fuertes dolores de cabeza que se
precipitaban sobre Tuka.
Vivir,
comer y pasar tiempo junto con Tuka fue aumentando lentamente las desviaciones
de su imagen idealizada de su padre. Cuando los conflictos con la realidad
aumentaron hasta que Tuka no pudo soportarlos, la atormentó con dolores de
cabeza y otros signos de incomodidad corporal. Y a medida que pasaban los días,
aumentaba la frecuencia de estos ataques y el dolor que acompañaba a cada uno.
Itami
miró la bonita cara de Tuka, ahora retorcida en agonía, y murmuró en voz baja:
“¿Qué debo hacer?”
No
podía hacer nada. Le estaba tomando todo su esfuerzo sólo para mantener la
situación actual. Mientras Itami pensaba en esto, salió de la habitación de
Tuka, pero justo cuando salía a la calle, vio a Yao, que lo había estado
esperando.
“¿Qué,
tú otra vez? ¿No te has ido todavía?”
"..."
Itami
sintió una punzada de culpa cuando ella lo miró con sus ojos llenos de odio, y
él apartó su mirada. Luego, apartó con furia la cabeza y pasó junto a Yao,
ignorándola.
En
la mayoría de las historias de héroes, una bella doncella soltaría lágrimas
pidiendo ayuda al héroe, y el héroe saldría con la espada en la mano. Itami
odiaba esas historias.
Eso
era porque la batalla era una cosa que se ganaba viviendo y que se perdía al
morir.
Porque
las historias eran historias, el guerrero ganaría, ganaría su recompensa y
ganaría un amante. Pero en la realidad sucedía lo contrario. La mayor parte del
tiempo, el cadáver del guerrero ensuciaría el campo.
¿Qué
haría la hermosa doncella si eso sucediera?
Todo
daba a entender que alguien estaba buscando a un idiota que estuviera dispuesto
a tirar su vida por una compensación escasa pagada después del hecho. Entonces,
si lo lograba, lo pintarían como un héroe.
En
estas historias, la vida del guerrero era barata.
Itami
no quería morir. Aunque su manera de vivir hasta ahora no era muy buena, no
pensaba que su vida fuera lo suficientemente inútil como para descartarla por
el capricho de otro.
Había
estado casado (aunque había terminado en un divorcio), pero sentía que había
llegado a conocer más mujeres. Estaba deseando ver lo que sucedería con ellos.
Sin
embargo...
"Ella
no puede permanecer así para siempre. El final vendrá pronto."
Las
palabras de Yao eran como una maldición.
Itami
se detuvo y gritó detrás de él.
"¡¡Hija
de puta!!"
***
"Yo,
Itami. Entonces, ¿cuánto tiempo planeas jugar a la casita?"
La
voz de Yanagida vino detrás de Itami, mientras estaba sentado frente a su PC.
Se burlaba de él por lo de Tuka.
“¿Tengo
que decírtelo? Ya deberías saberlo”.
“Ah,
olvídalo. Mientras estés bien con ello, yo también. Lo que es más importante,
el primer lote de prisioneros que estamos repatriando viene de Japón. El asesor
del Primer Ministro irá con ellos también. Van a comenzar las conversaciones
pronto, utilizando a los presos como garantía”.
“¿Y
la gente secuestrada?”
"Ellos
harán arreglos para algún tipo de intercambio de prisioneros. Esta ronda de
retornos también está destinada a enviar un mensaje a Piña, que vamos a tratar
a nuestros cautivos bien. Ellos dirán: ‘Si el resto de los prisioneros son
devueltos depende de su actitud’. Su tratamiento podría empeorar dependiendo de
cómo van las cosas. Entonces el Imperio no tendrá más remedio que decir: ‘Trabajaremos
tan rápido como podamos’ o algo similar. "
"¿Es
eso así…?"
“Así
es... ¿No es un poco aburrido para ti? Totalmente diferente del tipo que golpeó
al Príncipe Heredero del Imperio en la cara y lo hizo golpear hasta convertirlo
en pulpa”.
"Lo
siento, estoy un poco distraído ahora."
Itami
suspiró y apartó las manos del teclado.
No
estaba haciendo ningún progreso. En su lugar estaba hablando con Yanagida sobre
cosas sin sentido. Por alguna razón, también se sentía preocupado.
Nunca
le había gustado hablar con Yanagida en primer lugar, y ahora esa sensación se
intensificó.
"¿Estás
bien?"
“Francamente
hablando, no. Recientemente, mi cerebro ha estado en desorden”, dijo Itami
mientras cerraba su computadora portátil y agarraba su cabeza.
"Entonces
la solución es simple, ¿verdad? Mata al Dragón y todos tus problemas habrán
terminado."
"Si
hago eso, la mayoría de las personas que van conmigo morirán. No puedo hacer
eso. Me agrada Tuka, pero también me agradan mis chicos. No puedo sacrificar a ninguno
de ellos.
¿Sabías?
La hija del Sargento Mayor Kuwabara se va a casar. Me estuvo diciendo cuánto
quería jugar con su nieto después de que se retirara.
Nishina
se queja de cómo su esposa recién casada lo domina con su trabajo, pero en
secreto, creo que le gusta.
(NT:
Aclarando ya que esto puede pasar a futuro, en el texto de arriba puede que no
se note bien al trabajo de quien se refiere, pero es la trabajo de la mujer de
Nishina debido a que dice ‘con su trabajo’, si fuera al trabajo de Nishina
diría ‘por su trabajo’)
Kuribayashi
también tiene que ir a las citas con los chicos que le presenté. Ella está muy
delicada también, creo que dijo algo sobre 'ninguno de los hombres son mi
tipo'.
Kurokawa
sigue siendo idealista como siempre, pero ha mejorado después del incidente con
Tuka. Lo está haciendo muy bien.
Tomita
está saliendo con Bozes, que vino para las clases de lenguaje. Incluso hay
rumores de que están rompiendo las regulaciones para verse en la noche. Si son
atrapados, van a ser castigados.
(NT:
Aquí usan la palabra ‘trysting’ que viene de ‘tryst’ que se define en inglés
como quedar en un lugar y a una hora con alguien, especialmente usado para los
amantes y/o enamorados)
Kurata
es totalmente devoto a esa sirvienta de la Casa Formal llamada Persia. Trabaja
con más fuerza cada vez que es elegido para misiones en Italica.
Katsumoto
está preocupado por los niños en la CA.
Las
habilidades financieras de Tozu son cada vez mejores. Siempre ha demostrado una
comprensión anormal de las acciones, y ha sido elogiado por su trabajo con las
finanzas de la CA.
Azuma
está a punto de terminar su entrenamiento para ser asignado a una unidad de
combate. Después de que termine su curso, será Sargento.
Sasagawa
participa en concursos de fotografía. Él los toma en serio, también.
Furuta
nunca deja de perfeccionar sus habilidades culinarias, y siempre ha estado
pensando en cómo hacer nuevos platos con los ingredientes de este lado de la
Puerta.
Bueno,
como puedes ver, son todos un montón de compañeros interesantes. Aunque sería
diferente si fuera una misión adecuada, si tuviera la opción, no querría llevarlos
a ningún lugar peligroso".
Yanagida
tiró de una silla cercana y se sentó en ella.
"Sólo
te estoy diciendo que este asunto involucra diamantes y petróleo. Son una
inmensa bendición para una nación carente de recursos como la nuestra. En todo
caso, piensa en los intereses del país. Si el lugar donde viven los Elfos
Oscuros tiene recursos como ése, necesitamos que se endeuden. Después, extraer
esos recursos será fácil".
"Entonces,
Yanagida-san, ¿por qué no vas tú?"
Itami
estaba diciendo que Yanagida también era un hombre de la JSDF. Tenía que salir
y ensuciarse las manos en vez de aplastar su culo a una silla todo el día.
Yanagida
simplemente se encogió de hombros, aparentemente despreocupado.
“Desafortunadamente,
no tengo hombres a mi cargo. ¿O quieres decir que me prestarás a tu gente,
Itami?”
“Cómo
no. Puedes ir solo”.
“¿Yo,
por mí mismo? De ninguna manera…”
"Yanagida-san.
Lo único que los humanos pueden usar libremente son sus propias vidas. Si
piensas que los diamantes y el petróleo valen la pena como para apostar su vida,
entonces utiliza tu propia vida como impulso. Después de todo, el premio es un
diamante del tamaño de una cabeza humana y una bella Elfa Oscura también."
“Bueno,
si una persona pudiera manejarlo solo, me gustaría hacerlo también. Sin
embargo, eso es un dragón. ¿Qué puedo hacer en contra?”
Itami
entrecerró los ojos y dijo: “Bueno, los LAMs funcionan contra el Dragón... si
puedes golpearlo”.
Incluso
un tanque tendría problemas para enfrentarse a un dragón en un campo abierto.
Sin embargo, en un lugar con una densa cubierta y un montón de tierra desordenada
como un bosque, una sola persona podría ser capaz de hacerlo.
Bueno,
eso suponiendo que el Dragón era igual a un helicóptero de ataque.
Al
final, la lucha todavía era un problema. Entonces, ¿qué pasaría si imaginara a
su oponente como un tanque volador? Estaría bien luchar contra él en un espacio
estrecho donde no pudiera girar fácilmente. Atraer al dragón a un terreno como
ese, y luego derribarlo con un LAM. Podría funcionar.
"Bueno,
tu oponente es una criatura viviente. Podrías envenenar su comida, emboscarla
mientras duerme, y así sucesivamente... "
“.........Yo
podría. Incluso podría funcionar”.
Sorprendido,
Yanagida miró a Itami, que estaba perdido en sus pensamientos y no muy entusiasmado.
Se levantó abruptamente para abortar el tema.
“Bueno,
Itami, avísame cuando estés listo. Yo me ocuparé de los trámites por ti”.
Itami
no se volvió para mirar a Yanagida.
"............
Ah, estaré contando contigo, entonces."
***
Esa
noche, Itami llevó a Tuka a la cantina para que ella pudiera beber con todo el
mundo.
Por
lo general, los Elfos no se mezclaban con la gente porque eran arrogantes por
naturaleza. Sin embargo, Itami estaba preocupado de que las personas pudieran
malinterpretar las cosas si la gente en las calles los veía juntos. Al mismo
tiempo, esto significaba que Itami podía dejar de desempeñar el papel de padre.
Esto le dio a Itami tiempo para pensar.
La
gente del pueblo y el 3er Pelotón de Reconocimiento se reunieron alrededor de
Tuka, y Kurokawa se sentó a su lado para ayudarla.
Tuka
sentía que Kurokawa tenía una aspecto profesional a su alrededor. Como
resultado, Tuka tenía una expresión que decía: "¿Podría ser que ella tiene
algo para mí?..."
Aunque
probablemente no era en esa medida, se podría decir que ella tenía sentimientos
de admiración.
Y
así, Kurokawa se sentó junto a Tuka, y Tuka le dijo a Itami: "Padre, ven a
sentarte conmigo". Itami, por otra parte, estaba sentado en otra mesa y
bebía con Lelei y Rory.
"¿Cómo
se siente tener una hija mayor que tú?" Rory sonrió. Itami le sonrió
amargamente.
"Es
complicado. Muy complicado."
No
pasaría mucho tiempo antes de que terminara el juego. Las palabras de Itami también
llevaban un indicio de querer detener esta charada. Lelei y Rory sabían esto, y
por eso no le respondieron.
Itami
y Tuka corrían hacia un acantilado. Pero si se detuvieran a mitad de camino,
Tuka se derrumbaría. Por lo tanto, Itami no podía parar.
Itami
era plenamente consciente de que las dos esperarían hasta que tomara una
decisión. Siendo así, no había necesidad de arruinar un estado de ánimo como
este. Se suponía que era una ocasión feliz.
"Hola,
perdón por la espera."
La
Catgirl parecía un poco vacilante cuando trajo la comida. Ella debe ser nueva
aquí.
“¿Qué
le pasó a Delilah?”
"Sempai
recibió una carta de su ciudad natal, por lo que está tomando un
descanso."
"Ya
veo…"
Rory
alzó su vaso y brindó con Itami desde el lado opuesto de la mesa. Sentada junto
a Itami, Lelei levantó su copa de una bebida sin alcohol de Japón y brindó
también.
Las
dos tenían un aire radiante alrededor de ellas.
Mujeres
como esta eran muy raras, fueran amantes o simplemente amigas. Las mujeres que no
sabían mucho ignorarían la situación y adoptarían egoístamente una actitud
molesta.
Con
eso en mente, Rory y Lelei eran excelentes chicas. Tenía que atesorarlas.
Después
de darse cuenta de eso, Itami comenzó a pensar en lo que podía hacer, y lo que
debía hacer.
***
La
madre de Itami había caído enferma cuando él todavía estaba en la escuela
media.
Con
el fin de detener a su marido, que se estaba volviendo cada vez más violento,
cogió un cuchillo de la cocina.
Fue
autodefensa. No pudo evitarse.
La
policía, los abogados, los detectives y la gente de un consultorio femenino
acudieron a consolarla. Sin embargo, su madre no podía dejar de odiarse a sí
misma.
Siguió
castigándose a sí misma, aunque no había nada que hacer al respecto.
La
desgarró, el dolor de perder a su amado esposo, su ira y odio por la
"persona" que mató a su amado esposo, y el malestar por el futuro de
su hijo.
El
camino que su madre eligió para salvar su alma fue negar la realidad. Eso era
lo único que podía hacer. Itami ahora sabía cómo había logrado seguir viviendo
de alguna manera.
Pero
en ese momento, Itami no entendía por qué lo había hecho.
Sea
para bien o mal, era importante mantener el equilibrio. Después de todo, salvar
a todos en el mundo era imposible. Sin embargo, el joven Itami no entendía esa
lógica.
Todas
las mañanas, todas las noches, él veía los lugares de su padre. Le preocupaba,
luego se enfadaba y luego---
“Papá
está muerto. Tú lo mataste”.
Si
no hubiera dicho eso.
Muchas
veces, se imaginaba volver a ese momento, como una de esas novelas ligeras
donde la gente podía viajar atrás en el tiempo. También había soñado consigo
mismo en ese momento. Había deseado, rogado y orado para que se le permitiera
volver al pasado. Si pudiera haber regresado a ese momento, habría hecho algo
diferente. Podría haberlo hecho, debería haberlo hecho. Seguía pensando en
ello. Sin embargo, la realidad no podía ser rebobinada. Por eso era la
realidad.
Si
pudiera volverse loco como su madre, eso también estaría bien. Pero él no pudo.
Y
así, Itami vio a su madre desmoronándose lentamente. Si uno arrojaba una rana
al agua hirviendo, saltaría inmediatamente. Pero si uno la ponía en agua fría y
lentamente la calentaba, se quedaría allí. De esta manera, su locura crecía y
crecía, y era difícil saber cuándo iba a explotar. Luego, a medida que pasaba
el tiempo, se quebró frente a los ojos de Itami. Su madre se prendió fuego.
(NT:
‘set herself on fire’, literalmente se incendió ella misma, desconozco si esta
frase se puede traducir como ‘explotó’ para usarlo de forma figurada o si
realmente se prendió fuego)
Al
final, fue hospitalizada por la fuerza, porque se temía que se pondría en
peligro a sí misma o a otras personas.
Su
hospitalización fue ordenada por la ley. Por lo tanto, se hizo sin su
consentimiento o el de sus parientes. Cuando la carga de pagar sus honorarios
hospitalarios fuera demasiado grande, sería asumida por el gobierno.
Todo
lo que Itami podía hacer era mirar como su madre gritaba: "¡No quiero estar
aquí, quiero ser dada de alta!" Pero era demasiado para él vivir con su
madre rota. Por lo tanto, la palabra "mandato" fue un alivio para él.
Ya no tenía que sentirse culpable por su hospitalización.
“Es
obligatorio, así que no se puede evitar. Es la ley, después de todo”.
El
pesado sonido metálico de la puerta de hierro cerrándose todavía resonaba en
los oídos de Itami hasta el día de hoy.
Sí,
este no era un hospital ordinario.
Uno
podía ver a los pacientes charlando entre sí a lo largo de los corredores del
hospital.
Debido
a que no estaban físicamente enfermos, sus cuerpos estaban sanos, y la mayoría
de ellos llevaban ropa normal. No hacían nada más que permanecer en el hospital
mientras pasaba el tiempo.
Ellos
desayunaban, charlaban, almorzaban y luego esperaban la cena.
Y
entonces, cuando se daban cuenta, habían pasado diez o quizás veinte años. No,
para algunos de ellos, en realidad treinta años habían pasado. Sin embargo, sus
edades mentales todavía estaban atascadas en sus cumpleaños 20 o 30, cuando
habían sido internados. Después de todo, no habían tenido la oportunidad de
reunir la experiencia de vida que las personas de sus edades deberían haber
tenido. Era bastante duro apenas intentar soportar el dolor que sus
enfermedades les trajo.
Los
hospitales mentales de entonces eran lugares de cuidado que parecían grandes
habitaciones japonesas, donde la gente se tendía en el suelo y dormía en filas.
Llamar a una habitación como esta un lugar de cuidado se sentía muy mal. Sin
embargo, eso era lo que era. Fue sólo recientemente que los hospitales
regulares comenzaron a dar a cada paciente sus propias camas individuales.
Mientras
uno caminaba por la carretera, se podía ver tíos y tías fumando como punks,
usando un jugo de tomate vacío como un cenicero.
Estos
eran los pacientes más estables. A veces, uno podía ver los casos más graves.
Por
ejemplo, los que hablaban con el aire.
Había
gente que seguía subiendo a lugares altos, y adolescentes que gritaban
airadamente a los teléfonos públicos.
Había
mujeres que eran drogadas con medicamentos fuertes y vagaban por los pasillos,
con expresiones tontas y sedadas en sus rostros.
Había
hombres con estetoscopios que hacían exámenes a las enfermeras.
Había
chicas que corrían desnudas.
Había
un hombre atado a su cama, vestido con un pañal, y gritando hasta que su
garganta estaba a punto de romperse.
Había
un hedor único en el aire del hospital, y no era sólo el humo del cigarrillo.
Con el fin de evitar los suicidios, las puertas de los baños eran bajas y
hechas con una gran brecha del suelo, para que la gente pudiera ver si había
alguien dentro.
Al
final, Itami abandonó a su madre en un mundo como este. Era todo lo que podía
hacer.
Cuando
Tuka agarró íntimamente el brazo de Kurokawa mientras sonreía y reía con los
soldados que la rodeaban y con las chicas del PX, no había señales de que se volvería
loca. Pero si Itami la dejaba así, podría acabar como su madre. No,
definitivamente terminaría así.
Y
lamentablemente, la psiquiatría moderna todavía no había encontrado una cura
para eso.
Todo
lo que podía hacer era recetar medicamentos para aliviar los síntomas. La gente
incurable no podía ser curada. La única cosa que se podía hacer era darles la
medicación y esperar a que mejoraran.
A
Itami le había tomado más de diez años para entender eso. Por lo tanto, él
sentía que si él iba a salvar a Tuka, tendría que hacerlo ahora.
Ese
día en el pasado, no pudo hacer nada.
En
ese entonces, él era simplemente un niño.
Entonces,
¿qué pasa con él ahora?
¿Seguía
siendo incapaz de hacer algo?
Tal
vez si Tuka derribaba al Dragón de Fuego que mató a su padre, podría ayudar a
aliviar su locura. Tal vez si aceptaba la muerte de su padre y lo vengaba,
podría detener su odio.
Sin
embargo, esta era una jugada arriesgada, y era del tipo más desastrosa.
Para
empezar, no podía apostar la vida de nadie más en esto.
Itami
sólo tenía una ficha que podía apostar, la única que sólo le pertenecía a él.
Tomó esa ficha y la colocó encima de Tuka, y luego las deslizó a ambas en la
mesa de juego verde.
Sin
embargo---
“¿Es
todo lo que puedo hacer?”
Aunque
ya había aceptado que no tenía otra opción, luchar contra un Dragón de Fuego
era todavía una perspectiva aterradora.
***
Era
cerca de la medianoche, e Itami estaba sentado en uno de los bancos frente a
las puertas del centro de tratamiento.
La
brisa de la noche soplaba. Itami agarró su cabeza y murmuró, "¿Qué debo
hacer...?"
Cuatro
o cinco minutos más tarde, oyó un sonido metálico y sonoro que se le acercaba.
Una silueta salió de la oscuridad y se paró frente a él.
"Joven,
¿podría sentarme aquí?"
La
silueta era un hombre viejo. No, podría ser más joven que eso. Sin embargo, las
numerosas arrugas que le cubrían el rostro lo hacían parecer un hombre mayor.
La razón por la que hacía un ruido metálico cuando caminaba era porque su
pierna izquierda era una prótesis, y estaba hablando en el idioma de la Región
Especial, no en el de Japón.
Preocupado
por la presencia del anciano, Itami se apresuró a hacerle espacio.
Además,
había otros bancos aquí. No había necesidad de darle un momento difícil si
quería sentarse allí.
"Hoooh
~ realmente lo hiciste. Vengo aquí todas las noches. Mantenlo en mente."
El
anciano no parecía acostumbrado a sus prótesis, y se sentó después de mucho
esfuerzo.
“Entonces,
joven. ¿De qué te preocupas, y a tal hora?”
“Probablemente
no tiene nada que ver contigo, abuelo”.
“Es
eso así. Entonces olvídalo. Si no quieres hablar, está bien”.
El
hombre respiró profundamente. Parecía bastante impresionado por los ruidos que
hacía su brazo artificial cuando lo movía.
"Todavía
no entiendo cómo se hacen tales objetos exquisitos. En tu mundo, ¿todas las
personas a las que les faltan brazos y piernas obtienen de estos?"
Aunque
Itami estaba bastante molesto por el hombre tratando de entablar una
conversación, no podía avergonzar a la JSDF por ser grosero, por lo que tuvo
que entretenerlo. "Mm. Bueno, no todo el mundo, pero en su mayor parte, la
gente obtiene estos".
"El
médico me dijo que podría caminar normalmente después de que yo estuviera
equipado con estos, pero todavía me parece sospechoso".
"Hay
personas con extremidades artificiales que pueden correr más rápido que las
personas normales".
El
hombre se sorprendió y presionó a Itami para obtener más detalles. Según Itami,
las personas en los Juegos Paraolímpicos podían establecer registros con sus
extremidades artificiales que para la gente normal sería difícil de batir.
“Ya
veo ya veo. Bueno, parece que puedes hablar cuando se trata de un tema que te
interesa. Bien, lo dejaremos en eso. Dime; ¿Qué te ha estado molestando hasta
el punto de que te has levantado tan tarde?”
"¿Hah?"
“Un
hombre no debería estar parloteando. Es vergonzoso”.
Itami
se preguntó cómo había empezado a hablar con el viejo sin darse cuenta. Después
de separar sus pensamientos, se dio cuenta de que tenía algo que discutir con
él.
Sin
embargo, la persona que estaba buscando era el trabajador social psiquiátrico
de este centro de tratamiento.
Ese
trabajador social no se parecía mucho a un hombre. Más bien, parecía andrógino.
Tenía el pelo corto y llevaba gafas redondas. Aunque sus ropas blancas dejaban
que la gente supiera que era personal médico, no tenía el aire de autoridad de
un médico. En cambio, la gente podría confundirlo con un estudiante débil, o
tal vez sería mejor decir que tenía un aura suave alrededor de él.
“Bueno,
si es el Teniente Itami. ¿Qué haces aquí a esta hora?”
"De
hecho, tenía algo que quería consultar con el médico..."
Este
trabajador social estaba aquí por el bien de Noriko. Él estaba a cargo de
aconsejarla y ayudarla a recuperarse.
Itami
estaba bastante sorprendido de saber que la persona que apoyaba a Noriko era un
hombre.
La
mayoría de las personas que habían pasado por lo que Noriko tendrían miedo de
los hombres. Y en verdad, en muchos casos, las víctimas de trauma femenino
serían mejor manejadas con una psicóloga. Sin embargo, para el caso de Noriko,
el médico decidió que un psicólogo masculino sería mejor.
De
lo contrario, podría nunca ser capaz de confiar en los hombres, y su inquietud
alrededor de los hombres podría subir a una fobia de los hombres. Si ese punto
no era tratado, ella podría no ser capaz de tener un amante o casarse y tener
hijos.
Por
supuesto, sería muy difícil al principio. Sin embargo, era importante poder
diferenciar entre hombres que dan miedo y hombres que no dan miedo. Ese paso se
realizó con bastante facilidad, porque Noriko tenía a Itami y a los demás.
Itami
y Tomita representaban a los hombres que no dan miedo en su corazón. Para
transmitir esta posición simbólica, Itami le presentó formalmente al trabajador
social masculino, y así fue como Itami lo conoció.
Por
cierto, este trabajador social era una persona extraña que tomó un curso de NCO
de infantería y se retiró como Sargento antes de ir a la universidad. Se le
permitió ir a través de la Puerta después de ser hecho un soldado provisional.
(NT:
NCO ‘No-commissioned Officer’ es un término que por lo general es traducido como
‘Suboficial’ y es usado originariamente en las Fuerzas Armadas para describir
la categoría militar que ostentan los mandos intermedios entre los oficiales y
la tropa, es un nivel jerárquico intermedio)
Itami
se sentó frente al asistente social y lentamente lo explicó todo.
Contó
una historia sobre una hija cuyo padre fue asesinado. ¿Matando al asesino de su
padre y vengándolo era la única manera de salvarla?
El
asistente social se encogió de hombros y respondió que todo lo que podía
hacerse era observar la situación y reaccionar en consecuencia.
“Porque,
alguien me dijo eso antes”.
Él
habló al respecto a pesar de ser una opinión personal. El deseo humano de
vengarse de un enemigo no estaba relacionado con el instinto.
Agarrar
al enemigo y castigarlo. En esta época, las víctimas de un crimen y los
miembros de su familia tendrían que limpiar sus sentimientos cuando la policía
arrestara al culpable, lo entregara a un juez para que lo juzgaran y finalmente
fuera condenado y la sentencia fuese ejecutada.
Por
supuesto, esto no descartaba la noble idea de perdonar a un transgresor, pero
eso por lo general sólo ocurría si la víctima tenía algún trasfondo religioso o
filosófico que lo permitiera. En ese caso, cuando las víctimas y sus familias
perdonaban al perpetrador, sus corazones se purificarían.
"En
otras palabras, la venganza no es ni siquiera importante en absoluto".
"En
efecto. Quién sabe, realmente podría ser algo sin importancia. Sin embargo,
este asunto ‘sin importancia’ puede darle a la gente la fuerza para seguir
adelante. Si uno no quiere ser encadenado por cosas sin importancia, entonces
está bien también. Cierra las cortinas sobre el asunto y termina con eso. El
corazón de una persona necesita un cierre."
Después
de que Itami escuchara esto, empezó a pensar. ¿Tenía que derrotar al Dragón de Fuego
para salvar a Tuka?
Cuando
se dio cuenta, el anciano estaba compartiendo su opinión sobre el asunto de
Tuka.
“Siento
lo mismo que él. Tal vez tomar venganza aliviará su corazón, si yo supiera que
un enemigo está en libertad, haciendo lo que quisiera, estaría tan enojado que
ni siquiera podría comer”.
“Aun
así, el enemigo es muy fuerte”.
"¿Qué?
¿Estás asustado?"
“Mmm.
Sí, porque es un Dragón... no, en tus palabras, sería un Dragón de Fuego”.
“¿¡Qué
dijiste!? ¿Ha aparecido el Dragón de Fuego?”
El
anciano frunció las cejas.
Itami
volvió a mirarlo y luego se dio cuenta de algo. El viejo llevaba un parche en
el ojo y estaba cubierto de heridas. Y su rostro tenía grandes cicatrices.
"Bueno,
debido a la ubicación, no podemos llevar un montón de poder de fuego para confrontarlo.
Si involucro a un grupo pequeño, la mayoría de nosotros se convertirá en
víctimas".
“Es
verdad. Sólo es sensato llevar la fuerza completa contra un oponente fuerte.
Sólo un bastardo enviaría su fuerza de combate por partes, u ordenaría a sus
aliados que atacaran a un enemigo sin decirles nada sobre su enemigo”.
Esa
última frase parecía haber tocado un acorde en él.
"Aunque
llevara a Tuka, los dos solos no podríamos ganar".
"Ohhh
ya veo. No quieres involucrar a personas inocentes en esto. Sin embargo, ir con
sólo los dos de ustedes es simplemente suicidio."
“Es
por eso. Sé que es imposible, y eso me está molestando”.
“Oi,
jovencito. Incluso si no quieres matarte, vendrá el momento en que tendrás que
hacer algo que no quieres hacer. Con el fin de evitar que se convierta en un
suicidio, tienes que abrirte los sesos y resolverlo”.
El
anciano se levantó mientras hablaba.
El
sonido metálico provenía de su pierna artificial, y sus hombros se balanceaban
de un lado a otro mientras avanzaba con dificultad. Luego puso su mano en el
hombro de Itami.
"A
veces, te enfrentarás a una situación que es peligrosa, pero de la que no
puedes huir. A veces, sabes que vas a perder, pero tienes que avanzar de todos
modos. Si no puedes ser un hombre inteligente, entonces deberías ser el hombre
más estúpido de todos. ¿Qué piensas?"
***
Al
día siguiente, Itami y 3er Pelotón de Reconocimiento estaban en el Chinook.
Como
de costumbre, Yanagida estaba trayendo las cosas que enviarían a la Capital
Imperial. Después de asegurarse de que su gente estaba sentada, se sentó
también.
El
piloto hablaba con Yanagida.
Tuka
llegó para despedirlos. Ella estaba de pie fuera del helipuerto, con Rory y
Lelei.
Itami
sintió una oleada de frustración al ver la cara llorosa de Tuka. Pero esto era
natural. Su misión era dirigir a su gente mientras estaban en la Capital
Imperial y proteger a los diplomáticos. Luego regresaría y se quedaría un corto
tiempo antes de su siguiente misión. Eso era todo.
Sólo
podía quedarse un corto tiempo.
Después
de que Yanagida terminara, se bajó del helicóptero.
Cuando
la compuerta trasera se cerró, el pecho de Itami hervía de frustración.
“Entonces,
nos moveremos”.
A
mitad del anuncio del piloto, Itami repentinamente maldijo, "¡Maldita
sea!" Y se volvió hacia el Sargento Mayor Kuwabara junto a él.
“Lo
siento, abuelo. No puedo ir”.
Sin
embargo, el ruido de las hélices que giraban para despegar ahogó la voz de
Itami.
"¿Qué
dijiste?"
“¡Me
voy! ¡Te dejaré el resto!”
Itami
decidió renunciar a su mando, y salió de la escotilla tras el cierre.
Y
entonces, el helicóptero voló despacio.
Itami
observó a los miembros del 3er Pelotón Reconocimiento mientras se iban.
Delirios del traductor:
Para el que no se dio cuenta, ese viejo es el Rey del Elbe, el cual es el reino en donde está ubicado en este momento el Dragón de Fuego. Con el simple hecho de contarle un poco más, con la simple acción de decirle la ubicación actual del Dragón, probablemente hubiera terminado resolviendo una gran cantidad de problemas. El viejo pudo darle el permiso a la JSDF de mandar bastantes tropas para que el Dragón no llegara al reino, o pudo haber llegado a un acuerdo para que no le hicieran nada a él y a su familia debido a haber participado en la invasión a Arnus (ya que él teme que la JSDF tome represalias), la JSDF pudo haber aprovechado la situación para hacer un acuerdo para explotar los recursos si mataba al Dragón, e Itami hubiera terminado teniendo un gran logro militar y diplomático por pura casualidad jajaja... Igual no he leído el manga ni visto el anime, por lo que no se que es lo que pasara en el próximo capítulo, pero eso hubiera encajado perfectamente con la suerte que tiene Itami con las casualidades.