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10 may 2017

Gate Vol 02 Cap 02


Autor: Takumi Yanai

Traductor: Lord

Editor: Lord



"¿Que está pasando aquí? ¿Por qué hay una mocosa bebiendo aquí? ¿O podría ser que este hombre tiene la intención de conseguir una niña borracha para algún propósito? ¿Podría ser que tengas intenciones lascivas en mente?"

Sólo escuchar a la mujer hablar llenó su corazón de ira.

Había estado tan feliz pasando el tiempo con Itami.

El estado de ánimo era bueno, así como la cerveza. Ella planeaba continuar burlándose de Itami, y luego fingir desmayarse en embriaguez y después con suerte él la llevaría a la cama... no, él estuvo prácticamente a punto de hacerlo...


... y entonces, Itami acunó a Rory como a una muñeca frágil mientras la llevaba a la cama.

Él puso su cuerpo suavemente en la cama, y ​​luego colocó una suave almohada debajo de su cabeza.

Debido a que estaba preocupado por los lazos en su largo cabello negro, la peinó suavemente con los dedos y, para no arrugar su traje de sacerdotisa, aliso cuidadosamente la falda y se dispuso a quitarle las botas.

La acarició suavemente mientras él la sostenía con la mano izquierda y sostenía su rodilla con la derecha, doblando cuidadosamente sus piernas en una ligera curva. Naturalmente, esto levantaba su falda, y la base de sus piernas, donde se unían a su cadera, se haría visible.

Sin embargo, Itami no se dio cuenta. O tal vez lo había hecho, pero se mantuvo callado.

Agarrando el extremo de un cordón en su mano izquierda, deshizo el nudo con toda la ceremonia de desenvolver un regalo.

Después de aflojar el cordón, apareció un pequeño espacio entre su pantorrilla y el interior de la bota, e Itami metió los dedos en ese espacio para sacarla.

“Ah~ n...”

La sensación estaba cerca de un masaje de pies, y el gemido que ella hizo era muy sugerente.

Y así, ahora que había suficiente espacio entre la piel de Rory y su bota, Itami agarró el talón de la bota y dijo: "La estoy quitando, ¿está bien?"

El rostro de Rory estaba rojo y sus ojos estaban cerrados. Luego asintió suavemente, casi imperceptiblemente.

Sin embargo, eso fue suficiente para Itami. No, en verdad, incluso si ella no hubiera respondido, Itami no habría seguido esperando. Habiéndose llenado de determinación, Itami no miró hacia atrás. Con un poco más de fuerza de lo necesario, quitó la bota de su pierna izquierda. Y así, su pierna, una vez oculta por las botas negras, estaba ahora expuestas en toda su gloria, cubiertas de calcetines blancos de encaje.

"Owie... por favor... no seas tan duro conmigo..." Rory suplicó con una voz suave. Pero el cruel Itami ignoró la voz de Rory, y se puso a trabajar en su bota derecha.

Después de terminar, Itami se preparó para salir de la habitación después de ordenar cuidadosamente sus botas junto a la cama.

Sin embargo, la mano de Rory agarró la manga de Itami y no la soltó.

"¡Qué irremediable eres!..."

Mientras pensaba en cómo tratar con Rory, Itami suavemente quitó los dedos de Rory y se fue. O más bien, trató de irse. Mientras lo intentaba, Rory extendió ambas manos para agarrar a Itami antes de arrastrarlo a la cama y montarlo.

Después de eso, ellos harían todo tipo de cosas Mufufu hasta el amanecer... o al menos, eso debería haber pasado.

Pero ahora, eso... todo eso... Todo eso estaba arruinado ahora. ¡Cómo se atreve a llamarme a mí, Rory Mercury, una mocosa!

Rory apretó su mano temblorosa en un puño y miró al dueño de la voz.

De un vistazo, parecía ser una mujer Elfo Oscuro.

Parecía tener aproximadamente 300 años, pero en la superficie se parecía a una humana de unos veinte años.

Llevaba una especie de turbante utilizado por las tribus del sur cuando viajaban, y un manto de algún tipo.

El manto se parecía superficialmente a las ropas de un mago, pero era más simple en diseño, así que parecía un pedazo de tela usado encima del cuerpo. En cierta manera, había sido cuidadosamente hecha, pero la forma en que esta mujer llevaba un pedazo de tela desaliñada en su cuerpo, con sus curvas visibles a través de los rasgones en la tela, hizo que la gente a su alrededor se excitara.

Para empezar, parecía el tipo de mujer que cualquier hombre de sangre caliente querría. Además, llevaba la "armadura de esclavitud" única de los Elfos Oscuros.

"Armadura de esclavitud" era sólo el nombre común para ello. Técnicamente hablando, sería un pedazo de equipo protector. Estaba hecha de cuero resistente remachado con componentes metálicos, y sus propiedades defensivas eran bastante buenas. No interferiría con los movimientos del cuerpo en la batalla y apenas obstaculizaría la destreza del portador, pero el diseño de la armadura mostraría lascivamente el cuerpo del portador.

Las leyendas de las tribus de Elfos Oscuros del sur hablaban de sus rápidas y ágiles artes de batalla. Por eso favorecían este tipo de equipo defensivo.

Una mujer como esta se paraba orgullosa ante Rory e Itami.

Su mano derecha agarraba su sable, y parecía que iba a matar a Itami justo allí.

"Tú, ¿quién eres? ¿Qué estás haciendo aquí?"

Antes de que Rory se enojara - no, en realidad ya estaba enojada, pero antes de que ella desatara su ira - quería aprender algo sobre esta mujer. Dada la forma en que se veía, no se podía evitar si la gente tenía una idea equivocada de las cosas, por lo que no tenía la intención de hacer algo irrazonable como golpearla hasta hacerla trizas o cortarla en pedazos. Sin embargo, quería jugar con esta mujer.

La mujer Elfo Oscuro miró a la joven, que estaba tan asustada (al parecer) que temblaba por todas partes. Para calmarla, decidió responder a su pregunta cuidadosamente.

“Mi nombre es Yao, una Elfa Oscura de la tribu Ducy que vive en el bosque Schwarz. Soy la hija de Deban conocida como Yao Ha Ducy. Oí que era aquí donde podría encontrarme con los hombres de verde. Tengo una petición para ellos.”

Cuando oyó esto, los ojos de Rory parecieron brillar.

Fingiendo ser una niña impotente, se escondió detrás de Yao la Elfa Oscura y le pidió ayuda.

"¡Por favor, ayúdame! ¡Sigo diciéndole a ese hombre que no puedo beber más, le sigo pidiendo que me deje ir, pero él sigue haciendo que yo beba!"

Los alrededores ya estaban en silencio, pero ahora estaban más en silencio.

Casi se podía oír a la gente tragar en el fondo.

Itami se señaló con un dedo con un "Eh ~ ¿estás hablando de mí?", Mientras miraba a su alrededor buscando con una mirada de ayuda. Sin embargo, nadie vino en su ayuda. Varios de los invitados comenzaron a recoger sus alimentos y rápidamente salieron de la taberna, dejando a Itami solo.

“Así que eso era lo que estaba tramando.”

“¡Este hombre emborracha a las mujeres para hacer lo que quiera con ellas! él dijo ‘Aquí hay un poco de bebida’ ¡pero él quería que me embriagara así que no podía resistirme! Luego, después de que me desmayara, haría esto y aquello y robaría mi pureza y luego me echaría como un zapato roto"

Rory fingió llorar mientras se cubría la cara y se arrodillaba.

Después de verla así, Yao trató de consolarla diciendo: "Pobre cosita, debes haber estado tan asustada." Sin embargo, ella también estaba temblando de ira por el vil villano que estaba delante de ella.

Itami pudo ver a Rory sacando la lengua entre las manos que cubrían su rostro. Sus ojos le dijeron, "Lo siento ~" mientras ella le miraba.

Había ciertas mujeres a las que les gustaba meterse con los hombres cercanos a ella. Por ejemplo, mientras conducía un automóvil, le taparía los ojos. Cuando la regañara, ella lloraría y diría: "No te enojes". Cuando ellas eran así, todo lo que el hombre podía hacer era soportar sus payasadas. En la mayoría de los casos, estas mujeres lo hacían para conseguir la atención del hombre.

"¡Pensar que intoxicarías a una niña para saciar tu impura lujuria bestial! ¡Nunca te lo perdonaré!”

Yao cerró la brecha entre ella e Itami, desenvainando su sable mientras lo hacía.

Sostenía el sable con la mano derecha, la luz de las antorchas brillaban en el filo de la hoja.

"No temas. Terminaré con su villanía y su vida", dijo Yao a Rory con un tono reconfortante.

Entonces, cuando volvió a mirar hacia delante, lo único que vio fue un asiento vacío y una jarra vacía que giraba lentamente sobre la mesa.

"Eso... fue rápido."

"El Jefe es realmente bueno para correr", dijo el cocinero jefe.

"Bye bye Jefe ~ vamos a poner las bebidas en su cuenta ~" Delilah sonrió.

Estaban saludando alegremente a Itami mientras se desvanecía en la noche.

Debido a que había desaparecido tan rápidamente, todos los demás se congelaron por un segundo, y luego reanudaron su actividad normal como si nada hubiera pasado.

El cocinero jefe colocó la foto de Itami en una pared detrás del mostrador y escribió la suma del día en la foto a lápiz.

Sin nadie a quien apuntar su sable, la elfa oscura se quedó allí aturdida. Cuando volvió en sí, asintió con la cabeza. “Hm. El villano ha huido”.

Cuando devolvió el sable a la vaina, quiso decir: "Está bien" a la niña, pero ella se había ido.

La muchacha que se había abrazado a ella misma de miedo hasta ese momento había desaparecido, como si nunca hubiera estado allí. Yao miró a su alrededor, pero no pudo encontrar a la chica con la ropa negra de sacerdotisa gótica. No era que ella quisiera que la muchacha le agradeciera, pero ella debería haber por lo menos dicho algo antes de que ella se fuera.

“Qué mocosa más grosera. ¿Por su edad y vestimenta podría ser una doncella de Emroy?”

“Oi, ¿vas a pedir algo, o sólo has venido aquí para perseguir a mis clientes?”

Después de escuchar la voz de Delilah, Yao, que había estado planeando comer en primer lugar, se disculpó y se sentó en el mostrador.

Yao se volvió hacia el cocinero jefe, que sostenía un cuchillo.

"Entonces, ¿qué vas a pedir?"

“Todavía no he cenado. Un poco de carne y verduras por favor. Y algo para beber.”

"¿El alcohol está bien para ti?"

"Si gracias."

“Delilah, dale una cerveza a esa Elfa Oscura-nee-san.”

“Kay~”

Había un Enano sentado a su lado, y una mirada a su nariz y cara roja indicaba claramente cuánto había bebido. Le preguntó a Yao: "Yo, dama Elfa Oscura. Buscas a los hombres de verde, ¿verdad? ¿Porque?"

La Catgirl al otro lado de Yao le dio unas palmaditas en el hombro y le preguntó: “¿Por qué has venido a este lugar a buscar a los hombres de verde?”

A Yao personalmente no le importaba beber con otros. Esta aceptación de compañía podría ser confundida con bondad.

“Mm, oí que eran un grupo de gente buena, sin motivos ocultos. Muy bien, por favor, escúchenme, entonces. Vine a buscar a los hombres de verde porque tenía una petición para ellos. Todos, ¿sabes dónde puedo encontrarlos?”

"¿Una solicitud?"

"Sí. No importa qué, absolutamente tengo que conseguir su ayuda."

Por eso fue que Rory monto esa farsa.

Todo el mundo se dio cuenta de por qué Rory, la Reaper, había elegido vengarse de esa manera. Como uno, suspiraron como si dijeran: "Usted acaba de sacar su espada contra uno de ellos, eso es demasiado malo para usted."

Ya sea un error o no, casi nadie querría prestar atención a la solicitud de alguien que levantaba el acero contra ellos. Si quería alcanzar su objetivo, tendría que aclarar el malentendido y pedir disculpas, antes de calmar los sentimientos de la otra parte. Esa era una tarea difícil para empezar, y ahora se hizo aún más difícil.

El hombre enano se apartó de Yao y dijo: “Puede ser imposible”.

La Catgirl también miró hacia otro lado. “Sí ~ nya. Creo que será muy difícil.”

"¿Por qué? Oí que los hombres de verde eran justos. No deberían ser del tipo que abandonan a los necesitados. ¿Por qué todo el mundo dice eso?"

Justo entonces, Delilah puso una jarra de cerveza delante de Yao y dijo: "Aquí tienes." Yao miró el espumoso líquido dorado y preguntó: "¿Esto es cerveza?" antes de tomar un bocado de ella.

"Mmm, es buena."

Y entonces el jefe cocinero colocó un plato de comida delante de Yao.

Cuando Yao empezó a comer su cena, dijo: “Por supuesto, no tengo intención de que ayuden gratis. Puedo pagar con lo que el Jefe me dio”.

Yao lanzó una bolsa del tamaño de la cabeza de un hombre sobre la mesa. Como un aparte, había un talismán contra los ladrones en la bolsa, habilitado por el Señor del Inframundo, Hardy. Si alguien más que el legítimo propietario lo tocara, sería maldecido.

“Un diamante en bruto”.

Al ver esto, comenzó una perturbación entre los mercenarios. Esto no era sólo una mera suma de dinero; Era suficiente para comprar un marquesado. Y también había un talismán de Hardy, gobernante de los Elfos Oscuros. Tanto el talismán como la gema eran extremadamente valiosos.

“Y si eso no es suficiente, ofreceré mi cuerpo también. Me he preparado para eso. Ya me he despedido de mis parientes”.

"¡Ohhhhhhhh ~!"

Por ahora, la conmoción se había extendido a algunas de las mujeres también.

El cuerpo de Yao era hechizantemente hermoso. Probablemente no había ningún hombre en la tierra que no estuviera excitado si oyera que podía hacer cualquier cosa que quisiera a ese cuerpo.

Uno de los mercenarios dijo: "¿Por qué no me dejan hacerlo?", Mientras los demás comenzaban a decir: "No, déjame, no, elígeme".

Yao miró a una mujer de aspecto maduro y dijo: "¡Ah, qué dolor!", y luego sonrió. Luego se volvió hacia la multitud.

"Lo siento, pero con toda probabilidad, ninguno de ustedes será capaz de hacerlo."

“Bueno, eso es verdad. Cualquier cosa que valga la pena para poner este tesoro y tu cuerpo como pago no puede ser tan simple".

"Ah, sí."

“Entonces, ¿cuál es tu petición?”

Todos tenían los ojos clavados en Yao. Tomó un trago para mojarse los labios y luego habló en tono grave.

“Quiero exterminar al herido Dragón de Fuego”.

***

El Dragón de Fuego había volado al bosque de Schwarz hace varios meses.

Sucedió de repente. Dicho esto, a pesar de ser la casa de los Elfos Oscuros, sólo habían tomado algunas bajas al principio porque la mayoría de ellos estaban fuera del pueblo por razones religiosas.

Sin embargo, el Dragón de Fuego no estaba satisfecho con tan pocas muertes. Voló una y otra vez para llenar su estómago vacío, y muchos de sus hermanos habían sido perdidos uno por uno.

Si esto continuaba, la tribu sería destruida.

Los Elfos Oscuros abandonaron el bosque de Schwarz, que ahora era el lugar de caza del Dragón de Fuego. Se dispersaron a las tierras baldías, ensenadas y colinas cercanas.

Así, la vida cotidiana de los Elfos Oscuros se convirtió en una de evadir los ataques del Dragón de Fuego.

Observaban el cielo día y noche, e incluso se asustaban de pájaros que pasaban. Cuando el cuerno del ataque aéreo sonaba, todo lo que podían hacer era esconderse en sus agujeros como topos y temblar de miedo.

Sin embargo, si eran descuidados, el Dragón de Fuego los conseguiría.

Respiraría fuego en sus agujeros, cavaría, o simplemente colapsaría la entrada de los agujeros.

Los mismos amigos que habían saludado por la mañana serían despedazados, masticados y tragados por el Dragón de Fuego en la noche.

Tenían que taparse los oídos e ignorar los gritos lastimeros de sus camaradas que los rodeaban y sus lamentos mientras aguardaban el final. Dejaban que sus amigos se sacrificaran para ganar tiempo para escapar, y se mudaban a lugares cada vez más traicioneros o valles más profundos para esconderse.

Pero una vida en la cual solo huías no era vida.

Tenían que buscar su comida, pero los campos de caza de los Elfos eran también los del Dragón de Fuego.

Cuando veían su presa, el Dragón tenía su ojo en ellos. Cuando mataban su presa, el Dragón podría reclamarlas en su lugar. Intentaron otros medios para alimentarse.

Pelaban la corteza de los árboles y la hervían, luego la comían mientras bebían agua fangosa. Esta era su vida.

Los recursos que habían traído de las regiones afectadas se estaban agotando. Sus existencias de alimentos se estaban agotando poco a poco. Resolviéndose a morir, sus jóvenes arqueros se prepararon y se dirigieron a los campos de caza.

Había víctimas a diario.

Ningún día pasaba sin oír los llantos de los niños huérfanos, o el sonido de voces que maldecían al Dragón de Fuego por la pérdida de sus hijos y parientes.

Por supuesto, hubo quienes tomaron arco y espada en ira y desafiaron al Dragón.

Sin embargo, eran como huevos arrojados a una roca. Todos sus valientes esfuerzos logrados se sumaron al número de cadáveres en la guarida del Dragón.

La ayuda de los espíritus, sus puntas de flecha de mithril, su fuerte armadura, ninguno de ellos les servía contra el Dragón de Fuego.

Pensaron que las espadas mágicas podían ayudar, pero entonces ni siquiera pudieron enterrar las puntas a través de las escamas. Las espadas mágicas simplemente se agregaron a la colección en la guarida del Dragón de Fuego.

Los corazones de los Elfos Oscuros estaban llenos de desesperación y vacío.

Había aquellos que creían en Hardy y que sentían el llamado de la otra vida, y se dirigían a él con risas desesperadas, como prisioneros justo antes de la ejecución. Se extendió como una enfermedad incurable a través de la tribu. Había muchos que perdieron la voluntad de vivir, se acostaban y morían.

"Esto no puede continuar", había dicho alguien.

“El Dragón de Fuego debe tener una debilidad. La flecha que sale de su ojo es prueba de ello”.

Había un Elfo que se había vengado del Dragón de Fuego. La idea de eso reavivó su coraje.

“Debe haber alguna forma de derrotar al Dragón de Fuego. Mira al brazo izquierdo que le falta”.

Al mismo tiempo, los cuentos de los ‘Hombres de Verde’ llegaron a ellos.

Utilizaron un bastón mágico llamado "barra de acero" para destruir su brazo izquierdo, y salvaron una aldea humana de la extinción. Estas historias fueron la última y mejor esperanza para los Elfos Oscuros, que se enfrentaban a la extinción.

Después de eso, la tribu decidió enviar a alguien.

El que fuera enviado tendría que soportar una pesada carga.

El enviado tendría que escapar de las garras del Dragón de Fuego, y ​​encontrar a los hombres de verde siguiendo los rumores. El enviado necesitaría una voluntad de hierro, un gran sentido del deber y un vivo instinto de supervivencia.

El enviado tendría la esperanza de la aldea.

Tendrían que rogar a los hombres de verde por su ayuda, por cualquier medio necesario. El fracaso significaba la destrucción de su tribu, sus camaradas, sus parientes y amigos.

Una responsabilidad tan grande no podía ser soportada por ninguna persona común. Necesitarían grandes habilidades y conocimientos de batalla, así como la integridad para no abandonar la misión a mitad de camino y escapar con los tesoros que se les confiaban.

Reunieron a los jóvenes de la tribu y comenzaron su selección.

Al final, quedaron dos nombres. Uno de ellos era Yao Ha Ducy.

Era una hábil espadachina y sabia, y era experta en convocar a los espíritus.

Su actitud directa pero sincera era bien conocida en todo el pueblo. Estaban seguros de que no abandonaría su misión a medio camino.

Había dos candidatos, ambos de igual capacidad, talento y personalidad. Sin embargo, la mujer Yao sería más útil. Eso se debía a que su belleza embrujante sería una poderosa arma en las negociaciones con el sexo opuesto. Según los rumores, los hombres de verde eran comandados por un hombre.

Sin embargo, las cosas no eran tan simples. El jefe miró el rostro de Yao y suspiró. Hablando francamente, su mala suerte era un punto importante contra ella.

Ella caía en las trampas más a menudo que otros mientras cazaba, y cuando los árboles eran talados, seguían cayendo encima de su cabeza.

Llovía cuando iba a nadar, y cuando iba a la ciudad a comprar cosas, las tiendas estaban invariablemente cerradas.

Su amante fue NTRed por una "buena amiga", y cuando finalmente estaba a punto de casarse con su amigo de la infancia después de superar varios obstáculos, él murió de causas naturales antes de su día de boda.

(NT: NTRed ya fue explicado antes, pero para el que no se acuerde, simplemente fue seducido por otra mujer)

Después de eso, durante el duelo, un hombre que había confesado su amor a Yao antes de casarse cayó de un acantilado mientras cazaba y murió. Después de eso, ningún hombre se atrevió a acercarse a ella.

Además, no tenía suerte en los sorteos, y la única vez que ganó algo fue cuando obtuvo el premio máximo en la boda de un amigo.

Honestamente hablando, era suficiente para borrar todos sus méritos como mujer. Sin embargo, aunque su suerte era mala, seguía esforzándose para seguir viviendo a pesar de su desgracia.

Todo el mundo estaba de acuerdo en eso. Los ancianos no podían descalificarla basándose sólo en su mala fortuna.

En este punto, los ancianos le dijeron a Yao la razón por la que la habían elegido. Después de eso, le preguntaron si estaba dispuesta a ofrecer su cuerpo como recompensa. En verdad, esas palabras no eran necesarias, y podrían haber estado esperando que ella se negara.

En realidad, Yao estuvo pensando si retirarse o no.

Sin embargo, ella había aceptado. Como no tenía suerte con los hombres, si la otra parte le pedía que fuera esclava, amante, prostituta o criada, estaría de acuerdo. Sin embargo, Yao no se vendería a bajo precio. Si el precio de su cuerpo era la cabeza de un Dragón de Fuego, ella lo pagaría con orgullo.

Aún preocupados por el asunto, los ancianos eligieron a Yao como su enviado.

Dado que esto se refería a la vida y muerte de toda la tribu, un pago miserable carecería de sentido. Por lo tanto, le confiaron el tesoro más valioso de la tribu.

Y así Yao comenzó su viaje, y después de superar la mala suerte y las dificultades, finalmente llegó ante la Colina Arnus.

***

El sueño de Yao fue interrumpido por un rugido.

Ella se levantó y miró a su alrededor para ver qué estaba pasando. Estaba en un bello bosque cuyo dosel dejaba entrar la luz del sol a través de pequeños espacios.

Había venido hasta la Ciudad Arnus, pero luego le dijeron que no había más habitaciones en la posada. Como ya era de noche, sólo podía dejar su deber hasta la mañana, por lo que había decidido acampar en el bosque al pie de la Colina Arnus.

Yao tuvo una buena noche de descanso. Tal vez fue gracias a los espíritus cercanos, que le habían concedido las bendiciones de la madera, el agua, el viento y el árbol.

Un par de espadas bailaban en el cielo sobre el bosque, y los truenos seguían a su paso.

Atravesaron el aire y se alzaron sobre sus poderosas alas. Eran F-4 Phantoms.

Estos aviones que habían sido retirados tempranamente no estaban sujetos a las mismas molestas restricciones que lo harían en Japón. A medida que se alejaban, la torre de control les dijo: "Los pájaros se han ido, vuelen como quieran, siempre y cuando no se estrellen", esto llenó a los pilotos de júbilo mientras se quitaban la correa.

Eran pilotos veteranos, con miles de horas de vuelo. Sin embargo, ya que tenían más de 40 años, mientras tomaban los cursos de conversión F-15 y F-2, fueron trasladados a una unidad de entrenamiento debido a su edad y porque fue su decisión personal. Pasarían el resto de sus carreras pacíficamente en el suelo. No había planes de volver a montar los aviones de combate que fueron desmontados y enviados a través de la Puerta.

Todo lo que veían era el cielo. No había aviones de pasajeros que tuvieran que apartarse y ningún avión estadounidense que atestara su espacio aéreo. El cielo les pertenecía, y la libertad de recorrerlo a su antojo era una oportunidad que cualquier aviador adoraría.

Después del despegue, doblaron el tren de aterrizaje y empujaron sus motores a plena aceleración, subiendo a 10'000 metros sobre el nivel del suelo antes de realizar una vuelta Immelmann.

Los aviones giraron 180 grados en el aire, y con sus cabezas mirando hacia la tierra, giraron media vuelta y se zambulleron antes de levantarse de nuevo, en una maniobra de Split-S.

Habían pasado el Mach 1 durante sus acrobacias aéreas, pero no había concejales de la ciudad aquí para quejarse del ruido de su vuelo supersónico. Dicho esto, todavía tenían que ser considerados con la guarnición de Arnus y los miembros de la ciudad de Arnus, y cómo reaccionarían a los sonidos de truenos constantes en el aire causados ​​por el rompimiento de la barrera del sonido. Después de todo eran amigos. Empujaron sus aceleradores al máximo una vez más y comenzaron una pelea de perros simulada. Después de despegarse horizontalmente, se nivelaron, y luego apretaron  la palanca de control entre sus rodillas y la jalaron para subir las narices de sus aviones.

(NT: Una ‘dogfight’ o ‘pelea de perros’ es una batalla aérea a corto alcance, una persecución)

La fuerza G del repentino golpe aplastó sus cuerpos, e incluso respirar era imposible. Con un "hu" ruidoso, vertieron su fuerza en sus cinturas y utilizaron cada onza de fuerza en sus cuerpos superiores para estabilizar el avión.

En el instante en que la fuerza G desapareció, jadearon para traer aire a sus pulmones y tomaron profundos bocados de oxígeno. Estaban compitiendo para ver quién podía sostener sus Gs por más tiempo.

El copiloto dijo: "¡Nos tienen bloqueados!"

"¡Ustedes bastardos-!"

Inmediatamente lanzó su avión en una maniobra de Tijeras. El avión cayó bruscamente, para librarse del bandido imaginario. El cielo y la tierra giraban alrededor de la cabina. Una vez que sacaron al bandido de su cola, fue su turno de bloquearlos.

Mientras volaban en Knife Edge, entraron en un Corkscrew Roll horizontal... ahora mismo, incluso bloquearían un F-22 para demostrarle a todos cómo se hacía. Sólo con las maniobras solitarias, ya eran un estándar de clase mundial. En el pasado, incluso lograron llevar a cabo un derribo simulado de un F-15 estadounidense mientras volaban un viejo F-104.

Se elevaron a través del cielo como si se liberaran de sus grilletes, como niños inocentes jugando.

(NT: En esta parte se utilizan varios términos dados a maniobras de vuelo, les aconsejo que vean cada uno de ellos en youtube para que se los imaginen vívidamente)

***

Eran espadas de plata, cortando el cielo.

Las espadas de plata parecían estar jugando un juego de las traes en el aire.

Yao observó el cielo por un tiempo, y pronto descubrió que eran objetos hechos por el hombre. Los Elfos tenían una visión excepcionalmente aguda, y su campo de visión podía ver a los hombres sentados en las espadas gigantes que se elevaban a través del cielo.

Entonces, ella sonrió, incluso mientras sus lágrimas caían.

"Eran verdad, las historias eran ciertas..."

El Dragón de Fuego se elevaba a través del cielo como si fuera su dueño, alimentándose de los indefensos habitantes de la tierra.

Pero ahora, el cielo ya no estaba gobernado por el Dragón de Fuego. Las espadas voladoras eran más rápidas y más afiladas, mejor que el Dragón de Fuego en todos los sentidos. Era natural que cualquiera que poseyera estas cosas también poseyera las barras de acero que pudieron destrozar el brazo del Dragón de Fuego.

Para ser franca, Yao había dudado de la veracidad de los cuentos que había oído. Después de todo, las historias tendían a crecer en respuesta a las esperanzas de la gente. Para no tener el corazón roto, pensaba constantemente en lo que haría si resultaran ser falsas.

Pero ahora que vio las espadas voladoras bailar por el cielo, le dijo que su viaje no había sido en vano, y se convirtió en la prueba de sus esperanzas.

Yao tenía la sensación de que su tarea terminaría pronto.

Todo lo que tenía que hacer era regresar a la Ciudad Arnus y conocer al representante de los hombres de verde.

Pedir ayuda, por difícil que fuera, no podía ser más difícil que el camino por el que había viajado hasta ahora. Parecía como si sus camaradas en casa serían salvados por fin.

Con esos pensamientos en mente, Yao recogió su determinación y se dirigió hacia la Ciudad Arnus una vez más.

Cuando los matorrales cedieron paso a la hierba, sus pasos se hicieron más ligeros y más rápidos. Pronto se convirtieron en un trote, como si ella no estuviera dispuesta a caminar todo el camino, y al final rompió en una carrera que cortaba el viento.

***

En Arnus, el 3er Pelotón de Reconocimiento, liderados por Itami, terminaron sus chequeos del equipo y de los convoyes.

Por un lado, el 1LT Yanagida estaba sujetando su portapapeles mientras hacía los últimos controles sobre el contenido de los carros de dos ruedas.

“Seda, laca, cerámica, porcelana, perlas, ¡whoa! Incluso tienen sake, y es de clase alta también, 'Koshino Kanchubai'. ¿Podría agarrar una botella?”

“Dame un descanso, Yanagida-san. Estas son nuestras municiones.”

El hombre que le respondió era un diplomático con un traje, llamado Todo. Sabía que Yanagida estaba bromeando, pero su respuesta era sincera.

“¿De Verdad? ¿Quieres decir que no lo beberás tú mismo?”

“Tendrás que confiar en nosotros.”

Con el contenido de la lista de inventario, podrían abrir una tienda por departamentos que vendiera productos famosos de todo Japón. Esto parecía más un soborno que una simple donación.

Porque muchos de los artículos eran frágiles, tuvieron que ser envueltos correctamente. Ya que había muchos de ellos, se convirtieron en piezas extremadamente grandes de equipaje.

“Después de eso, las cajas de monedas de oro, monedas de plata y monedas de cobre. Hemos comprobado dentro de ellas.”

Necesitaban fondos para hacer negocios en la Capital Imperial, y esos fondos estaban en esas cajas de madera. El dinero era necesario para las actividades de gastos, la creación de bases en la capital, así como el reclutamiento y el pago de los informantes. Había todo tipo de otras actividades y los honorarios a pagar, así que a menudo se quedaban sin dinero durante las operaciones.

"Mujeres, comida y bebidas. Es similar a la forma en que las empresas aquí dan la bienvenida a los invitados. Encontraremos a nobles caídos o gente infeliz con el actual régimen y los haremos esparcir rumores para hacer el trabajo de la oposición más difícil."

Aunque todavía estaba aprendiendo el idioma, era un joven diplomático que ya había realizado varias misiones en la Región Especial. Golpeó una caja de monedas de oro mientras hablaba.

El gobierno japonés había conseguido estas monedas comprándolas de la CA.

La CA recibió yenes japoneses a cambio de la moneda, que utilizaron para comprar todo tipo de productos japoneses.

"La gente en los gobiernos de los países en desarrollo es muy directa, te pedirán sobornos por adelantado. Es como cuando estábamos negociando el negocio de Chunxiao con los diplomáticos chinos, incluso nos amenazaron con, ‘Oh, no te importaría si enviáramos nuestros barcos más allá’. Estaba bastante envidioso de cómo podían hacer las cosas. Ojalá pudiera decir: ‘Hazlo si te atreves. Veremos quién es más fuerte’”.

“¿Quieres decir que no puedes decirles eso? Quiero decir, aquí.”

"Bueno, así es como funciona la diplomacia. Ya no estamos en la era colonial. Necesitamos mantener una presencia en la Región Especial y mantener lazos estrechos con los lugareños, para evitar dejar atrás causas para un conflicto. Ahora, vamos a concentrarnos en reforzar la facción favorables a la paz".

Mientras él decía esto, un CH-47A Chinook aterrizó detrás de él.

El viento de los rotores agitó la arena y el polvo en una tormenta.

Mientras aterrizaba, la cantidad de polvo que levantaba cegaba a todos los que estaban cerca.

La rampa de carga trasera bajó, y el 3er Pelotón de Reconocimiento se subió al Chinook junto a la orden del Sargento Mayor Kuwabara. Yanagida y los diplomáticos cargaron los carros en el Chinook.

Aseguraron firmemente la carga dentro del Chinook para asegurarse de que no se movería en vuelo. Después de eso, todos se sentaron en los asientos que cubrían el interior del helicóptero y sujetaron sus cinturones de seguridad.

Después de asegurarse de que los diplomáticos estaban sentados, Yanagida habló con Itami.

“Entonces, te dejaré el resto. Asegúrate de que lleguen a su destino a salvo.”

Itami levantó un pulgar.

Los rotores aceleraron y el polvo voló de nuevo.

Yanagida bajó de la nave y cerró la puerta trasera. Entonces el Chinook despegó.

Y así, volaron hacia la capital.

Arnus estaba a unos 10 días de la capital a caballo. Por Chinook sólo tomaría alrededor de medio día. Sin embargo, para evitar la atención de la gente, no podían aterrizar demasiado cerca de la ciudad. Al final, decidieron aterrizar en las colinas lejos de la capital, y caminar de allí a la capital tomaría cerca de un día y medio a pie.

***


Antes de que ella entrara en la Ciudad Arnus, Yao oyó el ruido y levantó la vista para ver un barco pasando sobre su cabeza. Espadas bailando en el cielo, barras de acero, y ahora barcos voladores... con todo esto tan cerca, los hombres de verde deben estar aquí, Yao pensó al entrar en la ciudad.


Nota: Cambiare la letra de aquí en adelante, me fije que la letra anterior casi ni se le notaba la cursiva.




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