Traductor: Lord
Editor: Lord
19
Epílogo Haciendo las Paces con el Héroe de la Espada
Cuando
todo estuvo dicho y hecho, nos llevamos al inconsciente Ren con nosotros de
vuelta al pueblo.
"Ugh…
¿huh? ¿Dónde… estoy…?"
"Estás
despierto. Este es el pueblo que estoy supervisando. Esa área en la que estabas
causando problemas es parte del territorio que la reina me dio."
"Oh…
Ya veo…"
Al
despertar, Ren estaba tranquilo. Nos miraba a mí y a Eclair con pesar en sus
ojos. Raphtalia me miraba como si estuviera vigilando, para asegurarse de que yo
no intentara nada. Oh, por cierto, Fohl había vuelto a la normalidad tan pronto
como Motoyasu se fue.
"Sheesh…
¿Convertirse en un bandido? Eres mejor que eso".
"La
he cagado…"
Ren
se mantuvo tranquilo y escuchó lo que tenía que decir sin protestar. Parecía
que el disciplinamiento de Eclair había sido efectivo.
"Por
el momento, ¿por qué no nos dices dónde está Bruja?"
"Lo
siento, no tengo ni idea."
"Mentira.
Bruja es la que te dijo que hicieras de bandido, ¿verdad?"
"No.
Terminar como bandido… fue culpa mía."
Ren
comenzó a contar su historia. Aparentemente, el mismo día que los dos huyeron,
Bruja le dijo a Ren que quería encontrarse con alguien y lo llevó a un pueblo
determinado. Quedaba cerca de donde Ren los había teletransportado. Allí, Bruja
le presentó a un hombre. Había reconocido la cara del hombre pero no podía
recordar de dónde. El hombre había sacado una espada y le pidió a Ren que le
enseñara a usarla.
"Claro.
Puedo mostrarte algunas cosas" ‒ le dijo Ren.
Ren
se comprometió con gusto y tuvo un ligero combate con el hombre. Y entonces el
hombre empezó a discutir algo con Bruja a un lado. Fue difícil entender lo que
decían.
"Honestamente,
[…] de lo que esperaba. En ese caso, […]"
"Si
piensas […], entonces."
"Pero
él es […], ¿verdad?"
"Sí,
pero […] testarudo, así que aprovecharse […] duro."
Había
algo incómodo en la forma en que lo habían estado mirando al principio, pero
Ren confió en Bruja y luego ella le sonrió, así que decidió no dejar que le
molestara.
"Muy
bien, Sr. Ren, estoy seguro de que está cansado después de todo lo que ha
pasado hoy. Vamos a descansar a una posada."
Bruja
llevó a Ren a una posada un tanto cara y consiguieron algunas habitaciones.
"Estábamos
deseando viajar con usted, Sr. Ren" ‒ dijo Bruja.
"¡Claro
que sí! Siempre lo admiramos mucho más que al Héroe de la Lanza, Sr. Ren"
‒ agregó Chica 2.
"Oh…
¿en serio? Yo… haré lo mejor que pueda para salvar al mundo… por ustedes
dos".
Ren
se decidió a luchar una vez más por el bien de la gente que creía en él. Estaba
harto de la gente de este mundo y de su repentino cambio de actitud, pero aun
así luchaba por la gente que creía en él.
Fue
entonces, hasta la mañana siguiente, cuando se dio cuenta de que Bruja le había
robado todo excepto su espada y huyó. Había dejado una carta en la mesa de la
posada.
"Esta
es la carta" ‒ me dijo mientras me mostraba la carta.
¿La
había estado guardando como recuerdo? Ren me dio la carta. Estaba llena de
arrugas como si la hubiera arrugado antes, pero aun así pude leerla.
"Ya no me
sirves para nada, así que tomaré todo lo que tienes y me voy. Te agradezco que
me hayas ayudado a escapar del Escudo y la Lanza, pero me temo que ni tu
aspecto ni tu personalidad son mi tipo. Supongo que estaría dispuesta a amarte
si alguna vez fueras lo suficientemente fuerte para derrotar al Escudo. Por
supuesto, a juzgar por cómo eres ahora, eso nunca sucederá. ¡Ha ha ha ha
ha!"
¡Maldita
sea, era molesta! Sin siquiera pensarlo, rompí la carta y la tiré. ¡Esa perra
bruja! ¡Ella estaba más allá de la redención!
Pero
pensar que ya había abandonado a Ren al día siguiente… ¡Maldición, trabajaba
rápido! Maldito infierno. Me hizo preguntarme si la verdadera razón por la que
ella se había acercado a él era para conseguir su equipo y su dinero. Pero
supongo que probablemente decidió que engañar a Ren por mucho más tiempo sería
demasiado molesto.
"Creo
que algo probablemente se rompió dentro de mí en ese momento. Todo se volvió negro
y una de esas series malditas de las que nos habías hablado apareció en mi
pantalla de estado" ‒ dijo Ren.
Él
había decidido volver a creer en alguien y, después de todo, inmediatamente
traicionó su confianza. Podría entender cómo se debe haber sentido. Si
Raphtalia me hubiera traicionado el día después de que me diera cuenta de que
creía en mí, estoy seguro de que mi serie maldita de la ira también habría
evolucionado mucho más rápido.
"Después
de eso… las cosas cayeron en picada. Salí de la posada y anduve buscando
cualquier cosa de valor… Decidí que si la gente me iba a robar, entonces yo
simplemente les robaría a ellos. Pero no quería revelar mi identidad, así que
me puse una máscara y…" ‒ continuó.
Supongo
que fue entonces cuando emboscó el carruaje de los bandidos, los convirtió en
sus subordinados, y formó su propia banda de bandidos. Era un ejemplo perfecto
de una vida que giraba fuera de control.
"Naofumi…
Sé que probablemente suena falso, pero espero que me perdones por todo."
"Sí,
lo que sea. Independientemente de si te perdono o no, mi objetivo ha sido
protegerte desde el principio. Lo dejaré pasar mientras no vuelvas a hacer algo
así, así que sigue mi consejo y concéntrate en hacerte un poco más
fuerte".
Había
gente merodeando por el mundo que quería matar a los héroes santos.
Considerando
eso y lo que se avecinaba, los héroes necesitaban ser lo más fuertes posible.
Estaba seguro de que Ren tenía el potencial para ser más fuerte que yo al
menos, y por eso quería que aprendiera a mejorar sus armas adecuadamente.
"Está
bien. Haré todo lo posible para seguir tu consejo y ser más fuerte."
Ren
había sido una enorme masa de orgullo obsesionado con mantener su imagen
galante, pero ahora inclinaba su cabeza mansamente y se disculpaba ante mí. Parecía
genuinamente arrepentido. Si iba a disculparse tanto, sentí que perdonarlo
podría ser una opción. ¿Eso me hacía un blandengue?
"Nunca
imaginé que Bruja sería tan horrible. Quiero decir, tenía mis dudas. Pero… ella
fue amable conmigo, así que cometí el error de confiar en ella. Fue una
tontería e imperdonable. ¡Arruiné lo que podría haber sido tu última
oportunidad de capturarla!"
Ren
se puso muy enardecido mientras hablaba mal de la Bruja. Lo habían engañado,
después de todo. Probablemente la odiaba casi tanto como yo. En ese sentido,
podría simpatizar con Ren. Parecía que… estábamos conectados por un enemigo
común ahora.
"Bueno,
la perra es un desperdicio de buen aspecto, y también es una profesional
fingiendo llorar."
"¿Ahora
estás difamando a la ex princesa? Bueno, no es que no pueda entender cómo te
sientes, pero…" ‒ Murmuró Eclair mientras se rascaba la cabeza.
Pero,
en todo caso ¿adónde había huido esa mujer? Basado en lo que Ren había dicho,
ella parecía tener un cómplice. Un hombre que Ren había visto antes en algún
lugar… Eso significaba que era alguien con quien Ren había estado en contacto
en algún momento. ¿Quién diablos pudo haber sido?
No
tenía ni idea. De todas formas, si queríamos ir tras Bruja, probablemente
necesitábamos encontrar a Itsuki. Bruja me había elegido a mí, luego a
Motoyasu, y después a Ren. Era muy probable que ella fuera tras Itsuki. No
sabía cuáles eran sus planes, pero ciertamente no parecían ser bien
intencionados. En serio, esa perra sólo traía problemas. Y también era posible
que hubiese más enemigos como los que Motoyasu había matado merodeando por ahí.
"Lo
que nos deja…"
Ahora
la pregunta era si debía decirle a Ren cómo fortalecerse o no. Parecía
genuinamente arrepentido, y no haría daño tenerlo de nuestro lado. Después de
todo, los héroes debían trabajar juntos para luchar contra las olas, como
Kizuna, Cristal y sus compañeros.
"Estabas
usando habilidades malditas una tras otra, así que tenemos que averiguar en qué
condición estás ahora mismo. Aparte de eso… escucha lo que digo y hazte más
fuerte. No es tan difícil".
"Lo
haré. Naofumi… Gracias de antemano."
"No
te preocupes por eso. Todo lo que quiero es que ustedes tres se vuelvan más
fuertes. También tienes que reconocer en qué situación estamos ahora."
"Sí."
Todo
lo que podía hacer era defenderme. Tenía que depender de mis compañeros para
atacar. La razón por la que podía luchar tan bien ahora era porque Raphtalia
había sido elegida por el arma vasalla de la katana. En otras palabras, se
suponía que los otros tres héroes serían la base de mi ataque. Si pudiera
conseguir que Ren subiera a bordo y si realmente hiciera un esfuerzo por
fortalecerse, entonces sería el mejor compañero que podría pedir.
"Yo…
voy a enfrentarme a lo que he hecho. Welt, Bakta, Tersia y Farrie… Mis
compañeros murieron tratando de traer la paz a este mundo. Quiero luchar para
asegurarme de que no murieron en vano".
Parecía
que Ren finalmente estaba listo para escuchar lo que tenía que decir. Todavía
estaba un poco preocupado, pero parecía que las cosas iban a salir bien.
"Héroe
de la Espada, trata de no preocuparte demasiado por las cosas. Nosotros…
Eclair, yo y los niños del pueblo con los que crecí estamos aquí para
ayudar".
Raphtalia
estaba tratando de consolar a Ren, quizás porque simpatizaba con su nuevo
propósito. Ren asintió mansamente en respuesta.
"Gracias."
"Sr.
Amaki, Héroe de la Espada".
Eclair
miró a Ren y se adelantó. Ren la miró fijamente.
"¿Sí?"
"Entendiste
lo que estaba tratando de decir durante nuestro duelo, ¿verdad?"
"Sí…
Gracias… por detenerme."
"Por
supuesto. Yo también haré todo lo que pueda para ayudar. Peleemos esta batalla
juntos. ¿Qué dices?"
Ren
cerró los ojos y asintió en silencio.
"No
quiero ser una molestia. Pero si empiezo a ir por el camino equivocado otra
vez, por favor, deténgame".
"Por
supuesto. Si alguna vez empieza a extraviarse de nuevo, Sr. Amaki, estaré ahí,
no importa cuántas veces suceda".
"Contaré
con ello… umm, Eclair. Y por favor, llámame por mi nombre".
Ren
le tendió la mano a Eclair.
"Sr.
Ren".
"Puedes
dejar el honorífico. Hay mucho que me gustaría aprender de ti, Eclair".
"Por
supuesto. Debo advertirte, Ren, mi tutela es exigente".
"Contaba
con ello."
Había
hermandad (bromance) en el aire mientras Ren y Eclair se daban la mano con
firmeza.
"Sr.
Naofumi, está pensando en algo grosero, ¿no?"
"Estaba
pensando que parecía un bonito bromance."
"¡Eclair
es una mujer!"
"Sr.
Iwatani… Por Dios…"
"Naofumi".
Ren
miró la cara de Eclair y luego se dirigió a mí.
"¿Qué?"
"Siento
no haber confiado en ti."
¿No
era un poco tarde para eso? Pero como sea. Ambos habíamos sido engañados por Bruja.
No estaba buscando un grupo de apoyo ni nada, pero sentí que podíamos
simpatizar entre nosotros. Otro miembro se había unido al Club de Víctimas de
la Bruja.
"De
todos modos, tómatelo con calma por hoy. Tenemos mucho que hacer a partir de
mañana. Hasta luego."
Dejé
a Ren con Eclair y salí de la habitación. Raphtalia me siguió.
"Ese
fue un gran paso adelante. El Héroe de la Espada parecía tener una actitud
positiva."
"Sí.
Hasta ahora, nuestra fuerza para luchar contra las olas… y la siguiente bestia
guardiana, el Fénix, está aumentando constantemente."
Aparte
de eso, tendríamos que lidiar con esos enemigos que buscan matar a los héroes santos.
No podía imaginarme a esos dos hombres como el final de esto. Pensar en el
hecho de que todavía puede haber otros acechando en algún lugar me hizo sentir
enfermo. El mundo de Kizuna tenía su parte de problemas, pero nosotros también
teníamos montones de los nuestros aquí en este mundo. Noquearlos, aunque sólo
fuera uno a la vez… era nuestra única opción, supongo.
"Muy
bien, Raphtalia. Tenemos muchos dolores de cabeza por delante. No tenemos
tiempo para tomárnoslo con calma. Tenemos que estar preparados para
enfrentarnos a cualquier enemigo que se interponga en nuestro camino".
"¡Entendido!
¿Qué haremos ahora?"
"La
reconstrucción y el desarrollo de nuestras capacidades ofensivas son
importantes, pero después de ver la rápida mejora de Rishia y Eclair, creo que
ha llegado el momento de que hagamos un entrenamiento serio".
"Estoy
de acuerdo. Sadina sigue diciéndome que no sé cómo usar una katana, así que he
estado sintiendo que me está faltando técnica últimamente".
Nuestras
estadísticas estaban reducidas en este momento. Podría haber usado eso como
excusa, pero creo que teníamos que volver y hacer una reevaluación completa de
nuestra técnica. Nuestros enemigos esta vez sólo habían sido la vanguardia. No
eran héroes santos, ni siquiera héroes de las siete estrellas. Habían sido el
equivalente a compañeros de héroes. Tener demasiados problemas con enemigos
como ese era inaceptable. Seguíamos con nuestras tareas habituales, pero yo
también iba a añadir entrenamiento al programa.
"¡De
acuerdo, en ese caso, hagámoslo!"
"¡Entendido!"
Mirando
por encima al pueblo, en camino a volver a su antigua gloria, Raphtalia y yo regresamos
a trabajar.
(NT:
Tuve que dejar ‘bromance’ allí. No sé de una palabra que haga la misma función
al menos que ponga directamente ‘romance de hermanos’. Pero tanto esa
traducción literal como ‘hermandad’ da a entender que es algo que puede ser
entre hermano y hermana, pero la palabra ‘bromance’ deja claro que es sólo
entre hermanos varones, de allí el regaño de Raphtalia.)
Delirios de Lord:
Final de otro volumen.
Ren se merece unos cuantos coscorrones más, pero da igual POR AHORA.