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8 nov 2018

Kuro No Maou Cap 401

Autor: Hishi Kage Dairi

Traductor: Lord

Editor: Lord



401 Una Invitación para una Cita

El 5º día del mes de la Penumbra. Fue el día en que Spada anunció a su pueblo que su vecino, Dédalos, había sido conquistado por los llamados Cruzados, que estos nuevos enemigos habían comenzado a avanzar hacia Spada, y que el país se prepararía rápidamente para la próxima guerra.

Por supuesto que el público estaba confundido. ¿Quiénes son estos Cruzados? ¿Qué le pasó al Rey Dragón Garvinal? Tales preguntas estaban en la mente de todos. Pero eso no retrasó sus preparativos. Spada, el antiguo escudo de las ciudades-estado de Pandora, ya estaba casi acostumbrado a la guerra.

Ya sea Dédalos o este nuevo ejército de Cruzados, Spada en su conjunto se unió con la única intención de no dar margen de maniobra a ningún ejército invasor. Ningún enemigo pondrá un pie en tierra de Spada.

Este fiero arrebato se reflejaba perfectamente en el edificio del gremio situado en el interior del escalón noble de la capital.


Porque fue en ese día que se emitió una misión de emergencia.

Misión de Emergencia
Únete a Gladiador en la Guerra por Spada
Recompensa
El salario temporal de un caballero. Bonificaciones concedidas, basadas en hazañas.
Plazo
Sin Fijar
Cliente
52º Gobernante de Spada. Rey Leonhart Tristan Spada
Contenido de la Solicitud
Reúnanse, aventureros, valientes y poderosos.
¡Por la gloria, por la victoria, por Spada!


El contenido era el mismo que en las guerras regulares con Dédalos.

Los detalles eran escasos, pero cualquier aventurero conocía la gravedad de una misión ofrecida por un rey.

En otras palabras, una vez que acepten unirse y se conviertan en miembros del regimiento Gladiador, sólo entonces recibirán todos los detalles. Los aventureros sabían que esta era la norma para las misiones de emergencia solicitadas por el estado, así que no lo cuestionaron.

Pero la prisa era real.

"¡Sí! ¡El siguiente, por favor!" ‒ Lloró Erina, que finalmente fue transferida a la rama principal del gremio y consolidó su posición como una verdadera recepcionista de élite, la mujer Elfa estaba ocupada procesando frenéticamente su propia e interminable línea de clientes en busca de aventuras.

Pero incluso esta afluencia de trabajo parecida a una tormenta podría llamarse escasa. Después de todo, sólo necesita tratar con aventureros de rango 4 y superior. Se imaginó que en su anterior puesto, en la rama de la academia, debía ser un caos total.

"Estoy aquí por la misi..."

"¡Tomarás la misión de emergencia, sí!" ‒ Con su habitual sonrisa de negocios y su ritmo de trabajo inusualmente rápido, le cortó el paso al hombre con facilidad. ‒ "¡Necesito su tarjeta de miembro del gremio, por favor!"

¿Qué importaba que el hombre que tenía delante de ella tuviera la cara escondida tras una máscara de hierro y pareciera incuestionablemente dudoso con sus vestiduras negras? No tenía tiempo para eso, tenía trabajo que hacer. Normalmente, por lo menos lo pensaría una o dos veces con una persona tan sospechosa, pero ahora sólo le importaba si la tarjeta que le había dado era falsa o no. ¿No? Luego al siguiente.

Mientras jugaba con la bola de lectura de tarjetas especializada, ella confirmó la información básica del hombre. Rango 4, Clase Samurai, Nombre Lud… el resto no le importaba ponerlo en su memoria.

"… Muy bien, ahí lo tienes. Para más detalles, por favor diríjase a la sala de reuniones en el segundo piso. Tienen sesiones cada hora, por favor, asista. Y eso es todo. ¡Buena suerte, y que tenga una buena batalla!"

Sí, el siguiente por favor… ella se había establecido en un flujo. Dándole la despedida al samurái enmascarado, Erina estaba decidida a atender rápidamente a todos sus clientes.

Pero el aventurero que se adelantó a continuación, casi descarriló su ritmo perfecto.

"Hola, Erina. He vuelto de Asbel." ‒ Grande, ancho y con la chaqueta negra del diablo. Una cara que podría enviar escalofríos a toda Spada. Pero por dentro, era un joven simple y amable. Un hombre que Erina reconoció. Un hombre al que siempre esperaba. Un hombre que le caía muy bien.

"¿¡¡¡Kurono-kun!!!?" ‒ Pero cómo… se tragó rápidamente la pregunta que no tenía ni un ápice de importancia. Kurono era un aventurero de Rango 5, había emprendido la misión para subyugar a Lust-Rose, y habiendo conseguido eso, había vuelto al gremio, siendo eso lo que debía hacer. En realidad, con la nueva misión de emergencia, todos y cada uno de los aventureros estaba obligado a aparecer, así que él también, obviamente.

"Nosotros, [Element Masters], tomaremos la misión de emergencia". ‒ Dijo fríamente su amado, vestido de negro, con un tono más agudo que el habitual. Presentó tres tarjetas de gremio, uno por cada miembro de su equipo.

Con su conducta demasiado seria, Erina sólo podía cumplir. Rápidamente completó su tarea como recepcionista sin ningún error. El proceso no tardó nada de tiempo.

"Ya está, todo hecho, tienes la misión."

"Gracias."

Erina no pudo evitar que su oscura sonrisa le robara los ojos. Él, Kurono, parecía tan elegante como siempre ante sus ojos.

Cautivada, sintió que su corazón, en lo más profundo de su pecho, más bien amplio (para ser una Elfa), latía de manera más agresiva.

"Er, Erina, sé que estás ocupada, pero ¿estarías dispuesta a...."

Espera, eh, es lo que creo que está pasando, realmente está pasando ahora mismo… Erina ya había empezado a entrar en pánico sin parar. Su seria mirada, sus ojos dicromáticos rojos y negros la mantenían en su lugar. Sólo podía mirarlo de vuelta y nada más.

¿Finalmente era su hora? Sus esperanzas crecían sin límites.

Un breve silencio. Kurono, por el menor de los momentos, cerró los ojos en consideración antes de reabrirlos para continuar sus palabras ‒ "...tener una cita, conmigo."

"¡Complacida felizmente!" ‒ Ella vio la oportunidad y saltó por ella. Dejando instantáneamente su asiento, Erina agarró la mano de Kurono con la de ella.

Y al verle aturdido en el mismo instante, su estado de ánimo se hundió en el arrepentimiento. Lo había arruinado, estaba tan feliz, que lo había arruinado a lo grande.

"Uh genial, gracias".

Alegría, felicidad total. La suave y cálida sonrisa en el rostro cincelado de Kurono la hizo regocijarse en la victoria dentro de su corazón. ¡Gloria a los Dioses Negros! ¡Sí! ¡Sí! ¡¡Síííí!! Parecía una Elfa, pero su corazón era tan excitable como una bestia en la época de cría.

"¿P-podemos irnos ya?" ‒ En su euforia sin límites, la recepcionista de élite Erina había tartamudeado espléndidamente sus palabras. Y eso sería el colmo de la vergüenza para alguien como ella, si no fuera por el hecho de que su fervor ni siquiera le permitía la cortesía.

"Sí, estaba pensando que cuanto antes mejor, ¿pero puedes irte ahora mismo?"

"¡Claro que puedo! No hay problema, ¡estoy lista!" ‒ Estaba fuera de control. ¿Era ella realmente diferente de los muchos estudiantes masculinos encantados que venían a ella por las misiones y siempre terminaban con la cara roja?

"B-bien... entonces estaré justo afuera."

"¡Está bien! ¡Ya voy, Kurono-kun! ¡Tienes que esperar, Kurono-kun!"

Y ahora su manera de hablar se había vuelto infantil. Pero eso no impidió que Erina terminara su trabajo con la fuerza de un vendaval.

En el momento en que Kurono dejó su mostrador, Erina colocó un letrero que decía: Este mostrador está cerrado por el día, dejando al penoso siguiente cliente en la fila diciendo ‘¡Oh, hombre, y justo cuando finalmente era mi turno!’. Corrió hacia el cuarto de atrás, dirigiéndose directamente a su jefe.

Irrumpió en la oficina del maestro del gremio como si fuera a derribar la puerta y proclamó ‒ "¡Señor, ahora me dirijo a capturar (amarrar) al infame Berserker de Pesadilla!"

El anciano maestro del gremio, por su parte, contestó a la descortés y excitable joven recepcionista, más bien jovialmente ‒ "¡Espléndido, pelea una buena batalla ahora, Erina-kun!"

El simpático anciano aceptó la petición de Erina para retirarse antes de tiempo y, además, le entregó un dudoso frasco que contenía una poción de extracto de morjura.

***

Lily y Fiona habían llegado a Spada 3 días después de la llegada apresurada de Kurono, es decir, el 4º día del mes de la Penumbra.

Estaban preocupados por Kurono, preocupados por si hacía algo imprudente. Pero a su regreso, lo encontraron preparándose para la guerra; él las recibió con calma. Pensaron que el príncipe Will jugó un papel importante en convencerlo de que no actuara precipitadamente.

Y después de que Kurono terminó de transmitir las noticias, también estaban convencidas de que la situación no era tan grave como que las tropas Cruzadas marchaban hacia Spada inmediatamente o que ya lo habían hecho.

Ambas chicas se sintieron aliviadas por el hecho de que no era como Alsace, al menos. Todavía tenían tiempo.

Mientras los Cruzados se mantenían ocupados descongelando su camino de acercamiento, tendrían tiempo para afilar sus armas, reponer sus pociones, tendrían ese tiempo para hacer lo que había que hacer.

Por eso es por lo que Kurono pudo mantener la calma. También fue por eso que Lily hizo una sugerencia peculiar ‒ "… Hey Kurono, este podría ser un buen momento para ir a saludar a tus amigos, podríamos estar fuera por un tiempo."

Lily no estaba siendo sarcástica, en absoluto. Kurono no tenía muchos amigos. Por lo demás, también tenía muy pocos conocidos. Pero sí tenía algunos.

De hecho, había pasado más de tres meses en la Real Academia de Spada. Se hizo cercano a sus maestros e incluso a algunas personas que conoció en la cafetería y en la cantina. También estaban Eddie y Shenna, un par de caballeros en prácticas que había conocido mientras se ocupaban de los bandidos.

"... supongo que es verdad." ‒ Kurono hizo una expresión vaga y sombría al estar de acuerdo.

Tanto Alsace como Iskia habían pasado tan de repente, que él nunca llegó a considerar las pequeñas cosas. Había estado preparado para luchar hasta el final en cualquiera de los dos casos, y también lo estaba esta vez.

Pero esta diferencia en el nivel de urgencia, al saber que no era, inmediatamente, sino en un futuro próximo, que tendría que enfrentarse a sus batallas mortales, incluso Kurono se sintió un poco sentimental. Y Lily lo entendió. Mirándole, por una vez, no impaciente, sino en una calma melancólica, incluso sin su telepatía, Lily podía reconocer cómo se sentía Kurono.

Así, le propuso que fuera a hacer las rondas a sus amigos y compañeros, que le diera las gracias y se despidiera antes de su partida, que pusiera fin a las bajas emociones estruendosas.

Fiona, que a regañadientes se quedó callada mientras Kurono hablaba con la recepcionista Elfa, también entendió que necesitaba este cierre…

"Er, Erina, sé que estás ocupada, pero ¿estarías dispuesta a… tener una cita conmigo."

Hasta que pronunció esas palabras.

"حرق أ عد ائ نا ، سحقت ، ميتز، ضربة قاسية ا لح ار قة (Despierta, oh martillo quemador, carboniza, rasga, destruye a mi enemigo.)… Ignis Brea…"

"Deteeeente, justo ahí, Fiona." ‒ Lily apenas consiguió detener a la enfurecida bruja, ya que abruptamente había empezado a recitar un peligroso aria mientras que simultáneamente sacaba a [Spitfire / Escupe Fuego] de su bolso subespacial con la habilidad de un samurái veterano.

Eso ayudó a que Fiona, que parecía una encantadora muchacha joven con su vestido blanco de una sola pieza de clase ultra alta (un regalo de Kurono), y Lily, que también parecía una encantadora niñita abrazando a la muchacha, no parecieran en absoluto al tipo de gente que habría reducido a cenizas a una hermosa recepcionista del gremio.

"Lily-san" ‒ dijo Fiona peligrosamente ‒ "¿no has oído lo que acaba de decir Kurono-san?"

Con su mano aún dentro de su bolso subdimensional, Fiona miró a Lily con ojos dorados y vidriosos. Era la misma cara que mostró a cierto mocoso tonto en un callejón de la ciudad de Avalon mientras golpeaba su cara con su bastón.

"Lo hice. ¿Qué pasa con eso?" ‒ Lily respondió simplemente.

"Significa que debemos..."

"Fiona" ‒ Lily, quien estaba siendo vista físicamente con desprecio, miró a la bruja burlonamente, como si la mujer hubiera perdido los estribos. ‒ ¿Qué tal si confías un poco más en nuestro pequeño Kurono?”

"¿Qué... qué, estás diciendo...?"

"Fufu, perdóname." ‒ Lily se rió, decidiendo que no tenía más motivos para retener a Fiona, se retiró un paso atrás. ‒ "Supongo que eso fue un poco mezquino de mi parte, por cómo puedo usar la telepatía y todo eso."

Aterrizando con gracia a unos pasos de distancia, el vestido de una sola pieza de Lily, este de terciopelo antiguo, se puso a revolotear.

"Confía en él, Fiona." ‒ Lily habló con una confianza tan audaz que Fiona, que en contraste había perdido los estribos, no pudo evitar parpadear confundida. ‒ "No tienes que temer que algo suceda."

"Pero, pero él... Kurono-san, con otra chica, él..." ‒ le pidió ir a una cita, Fiona se negó a dejar salir de sus labios esas malditas palabras.

La pequeña Hada miró a la aterradora bruja con ojos que ocultaban bondad, quizás incluso una pizca de afecto. Lily habló de la revelación que Fiona necesitaba ‒ "Si estás tan preocupada, sólo tienes que seguirlos en secreto."

"Por supuesto. Lo haré." ‒ Fiona aceptó la guía de la Hada que consideraba que acechar a una pareja en su cita era el curso de acción ideal. Podía vigilarlos y poner fin a la situación si la situación se volvía amarga. El escaso pero muy real sentido de control le dio tranquilidad. Este era realmente el plan ideal, pensó ella.

"Sólo, no hagas nada precipitado… No creo que esa chica intente nada raro, y sólo tendremos más problemas si intervienes sin una buena razón". ‒ Lily le hizo una última advertencia severa, antes de volver a su alegría habitual ‒ "de todos modos, sólo confía en él, ¿de acuerdo? Quédate callada y déjalos hacer lo suyo. Hazlo, y te aseguro que será lo mejor".

Dijo con una sonrisa tan dulce y encantadora, que cualquiera quedaría encantado a primera vista. Y sin embargo, mirando hacia atrás a esa misma sonrisa, Fiona sintió un leve escalofrío en su espalda mientras pensaba: Sí, esa es Lily-san. Es una mujer increíble con la que se puede contar.


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Delirios de Lord:
Y aquí ustedes pensando que Lily era la más loca.
Mira nada más a esa Fiona cabeza caliente.