Traductor: Lord
Editor: Lord
06
Versus La Tortuga Espiritual, Fase de Abertura
Pasó
una hora.
"¡La
Tortuga Espiritual se está moviendo!" ― Gritó Firo desde su puesto frente
al carruaje. Miré desde atrás para ver a la tortuga. Volvió sus ojos inyectados
de sangre hacia el ejército de coalición y comenzó a perseguirlo.
"La
batalla comenzará en cualquier momento. Sr. Iwatani, le deseo suerte" ―
dijo la reina. Había estado hablando con Ost y Rishia, pero ahora se bajó del
carruaje.
Pasé
una hora leyendo los informes que recibimos. Tomó mucho tiempo en revisar los
documentos, porque estaban llenos de frases y citas ornamentadas de manera
odiosa que estaban escritas en caracteres extranjeros. No podía decir cuántos
idiomas diferentes contenían los informes, pero era asombroso que Rishia y la
reina hubieran podido leerlos sin muchos problemas. Tuve que pedirles que me
leyeran cada una de esas partes, y la hora había pasado volando. Una vez que
había llegado a la mitad del documento, empecé a saltear cualquier cosa escrita
en caracteres que no entendía.
En
cuanto a las historias que Ost había oído sobre el encarcelamiento de la
Tortuga Espiritual, yo no entendía nada que no hubiera sido incluido en el
informe. Además, me cansé de escuchar el constante estribillo de que ‘se ha
perdido mucho conocimiento a lo largo de los años’. Claro, la bestia había sido
encarcelada hacía mucho tiempo, ¿pero cómo era eso una excusa para olvidar todo
lo que alguna vez supiste sobre ella? Le pregunté a la reina cómo pudo haber
sucedido eso, y me dijo que muchos registros habían sido quemados y perdidos a
lo largo de siglos de guerra.
Supongo
que si se perdían las leyendas y los registros de una nación, especialmente si
la propia nación se desvanecía, no había manera de recuperar la información.
Incluso el país en el caparazón de la Tortuga Espiritual había cambiado de
nombre y de gobierno después de soportar dos guerras.
Pero
también había una leyenda en los documentos que decía que las armas de los
héroes de las siete estrellas se habían perdido durante un tiempo, hasta que
llegaron nuevos héroes y las encontraron. Incluso había una leyenda que decía,
aunque las los relojes de arena del dragón no existían, que los héroes de las
siete estrellas habían exigido acceso a ellos. Supongo que no importa en qué
mundo estés, cada país tiene su propia versión de la historia.
"¿Y?
¿Encontraste alguna información con la que podamos trabajar?"
"Fueh..."
― Rishia gimoteó, algo asustada.
¿Había
sonado lo suficientemente enfadado como para asustarla? Ella se aterrorizaba
por todo. Supuse que su respuesta intimidada significaba que no tenía ninguna
confianza en lo que había aprendido o que no sabía qué decir.
"Bueno,
sobre los métodos particulares para derrotar a la Tortuga Espiritual... Dicen
que es posible, si puedes entrar en el cuerpo del monstruo".
“...”
¿Ella
pensaba que podía arrastrarme hasta su espalda para echar un vistazo?
En
la distancia, la Tortuga Espiritual disparó una ronda de misiles en forma de picos
desde su espalda. Pronto siguieron explosiones y destellos de luz, y mi sombra se
reflejó sobre Rishia. Eso fue todo lo que había pasado, pero por alguna razón
Rishia pensó que estaba enfadado con ella, y empezó a temblar de miedo.
"¡Fueh!
Y dicen que hubo información dejada por antiguos héroes, inscritas en
piedra..."
¿Inscrita
en piedra? Ese debe haber sido el mensaje que encontré de los viejos héroes.
Los mensajes se escribían a menudo en japonés, y no había nadie más que pudiera
leerlos.
Pero
todos los héroes venían de mundos diferentes, y aunque todos esos mundos tenían
una versión de Japón en ellos, todavía eran diferentes. Eso significaba que la
gramática y el vocabulario también podían ser diferentes. No estaba tan seguro
de poder entender completamente lo que estaba escrito. Habíamos encontrado otro
de estos mensajes en un templo en la espalda de la Tortuga Espiritual, y
afortunadamente había entendido mucho de él.
"Ost,
¿puedes leerlo?"
"Desafortunadamente,
no."
"¿Incluían
los documentos reproducciones o un boceto del mensaje?"
"Fuueehh..."
Bueno,
las piedras eran probablemente tan viejas y se desgastadas que cualquier
mensaje en ellas sería ilegible a estas alturas. Podía entender cómo alguien
podía tener problemas para entender lo que estaba escrito. ¡Desearía que
hubieran terminado su investigación antes de que la maldita Tortuga Espiritual empezara
a moverse de nuevo!
Rishia
continuó lloriqueando mientras hojeaba las páginas. Pero luego, un momento
después, sacó una hoja de papel que incluía un boceto. Supongo que había hecho
todo lo posible para investigarlo.
Afortunadamente,
pude entender algo de eso. El resto de la frase era imposible de distinguir, ya
que la piedra en la que estaba escrita era demasiado vieja y se desmoronaba,
pero...
El objetivo es...
Olas... Mundo.... Prevenir.
Mundo....
¿Prevenir?
¿Qué
estaban previniendo? ¿Destrucción? ¿Extinción? ¿No hacía la tortuga una barrera
mágica para proteger el mundo?
"Ost,
dijiste que la Tortuga Espiritual existe para proteger el mundo con un campo de
fuerza mágico, ¿verdad?"
"Sí,
hasta donde yo sé."
Pero
la inscripción podría haber significado otra cosa.
¿Qué
eran las olas? Todavía no tenía idea de lo que eran en realidad. Cuanto más
mirábamos el misterio de la Tortuga Espiritual, más nos veíamos confrontados
con el misterio continuo.
"¿No
podría estar diciendo que está tratando de prevenir algo que resulta de las
olas?"
"Lo
siento, no entiendo el vocabulario."
Suspiré.
Bueno, de todas formas no era el momento de resolver esto. Decidí guardar el
resto de nuestra investigación hasta que terminara la batalla. Como mínimo,
parecía probable que el resto del mensaje del héroe estuviera en algún lugar en
la espalda de la tortuga.
"Bien,
lo tengo. Ok entonces, vamos a tener que forzar a la Tortuga Espiritual a que
deje de moverse lo suficiente para que podamos subirnos a su espalda y
averiguar cómo detenerla permanentemente."
"Entendido".
"Muy
bien."
Desde
el exterior del carruaje, oí a Firo gritar ― "¡Entendido, Amo!"
Rishia
gimió, y Eclair ajustó su agarre a la empuñadura de su espada. La vieja dio un
enérgico grito y se puso en posición de batalla.
"¡Hagámoslo!
¡Firo, llévanos a la Tortuga Espiritual! No te detengas hasta que estemos justo
debajo de sus ojos y no dejes que te golpee”.
Salimos
corriendo a toda velocidad, directo a la enloquecida Tortuga Espiritual.
***
"¡Será
mejor que entren en mi campo de fuerza! ¡Escudo Estrella Fugaz!"
Una
barrera transparente y protectora apareció a mi alrededor. Era muy poderosa,
así que esperaba que pudiera detener la mayoría de los ataques de la Tortuga
Espiritual.
Cuando
la bestia se dio cuenta de que nuestro carruaje iba directo hacia ella, bajó la
cabeza para encontrarse con nosotros. Durante la última batalla había disparado
rayos de energía desde su boca, y ese había sido su ataque más poderoso. Por el
momento, no parecía que se estuviera preparando para hacer algo así.
Un
chillido llenó el aire, y los picos del caparazón de la bestia se dispararon al
cielo.
"¡Maldición!"
Firo
giró los ojos hacia el cielo y esquivó hábilmente a diestra y siniestra para
evitar los picos que caían. El paisaje en mi visión periférica pasó volando en
un abrir y cerrar de ojos. Debemos estar moviéndonos muy rápido. Las ruedas del
carruaje resonaron furiosas sobre los guijarros y rocas que había en el camino.
Lo tomamos prestado del ejército, así que no me importaba si se rompía.
La
percepción de la enorme Tortuga Espiritual fue creciendo lentamente para llenar
más y más de mi visión a medida que nos acercábamos... era algo como de novela.
Era algo que nunca verías en Japón. Si condujeras por una carretera recta
directamente hacia las montañas, podría haber sido similar.
El
carruaje temblaba violentamente mientras corríamos. Me volví para ver a Eclair
y a Raphtalia luchando desesperadamente por aferrarse. Ost miró la escena en
silencio y luego extendió sus manos. Parecía estar concentrada, y luego empezó
a cantar un conjuro mágico.
"Yo,
Ost Horai, ordeno a los cielos, ordeno a la tierra, desafío toda razón, me uno
y derramo sangre. ¡Oh, gran fuerza, te ordeno que aflojes el asimiento de la
gravedad sobre ellos! ¡Reversión de Gravedad, Flotación!"
Raphtalia
y las demás se levantaron ligeramente del suelo del vagón y flotaron en el
aire. Flotando en el aire, eran capaces de prepararse sin ser golpeadas por el
violento temblor.
"Wow..."
"Nunca
había visto tal magia."
"Aunque
todavía hay monstruos que pueden usarlo, los humanos perdieron el conocimiento
de este hechizo hace mucho tiempo. Estamos a punto de entrar en batalla, así
que he usado mi poder para levitar a tus camaradas."
"Qué
conveniente."
Me
preguntaba si el uso del hechizo estaba restringido. ¿Podrá Firo aprenderlo? A
ella le gustaba andar en carruajes precariamente, para consternación de
nuestros pasajeros. Un hechizo de levitación sería muy útil.
"Este
hechizo usa mi propio poder para producir sus efectos. Los efectos varían
dependiendo del medio que lanza el hechizo".
"¿Ah,
sí?"
"Sí.
Soy capaz de manipular los campos de gravedad a mi alrededor, así que este
hechizo es simplemente una extensión de esa habilidad."
Eso
explicaba por qué se había visto tan extraña cuando saltó del carruaje.
Realmente no era... humana.
"Si
alguna vez tenemos tiempo para hablar, te enseñaré a usarlo, Héroe del Escudo."
"¿Crees
que puedo usarlo?"
"Necesitaremos
suerte de nuestro lado, pero creo que puedo enseñarte."
Eso
me parecía un buen trato. Me preguntaba si ella también podría enseñarme
algunos hechizos mágicos ofensivos. Tal y como estaban las cosas en ese
momento, sólo podía usar magia de apoyo y restauradora.
"Aun
así, el método debe ser diferente. Si intentaras usar tu propio poder como yo
he usado el mío, podrías suicidarte. La magia humana es un poco más poderosa
que la mía".
"¿En
serio?"
"Sí.
Mi magia normalmente se basa en sacar el poder latente de la tierra, el agua,
los minerales, etc. Tiene un efecto diferente dependiendo del medio".
Escuchando
a Ost, recordé el sistema mágico en un juego que había jugado una vez, hace
mucho tiempo. Aunque, en realidad, ahora que lo pienso, sonaba muy parecido al
tipo de magia que Therese había usado. Había usado joyas -joyas incrustadas en
varios accesorios que usaba- como medio para lanzar hechizos. Cuando usaba sus
hechizos, las joyas que había equipado parpadeaban en respuesta. Debe haber
sido la misma cosa de la que hablaba Ost.
"¿Puedes
hacer lo mismo con joyas o piedras preciosas?"
"Sí.
Son un medio muy adecuado para lanzar hechizos. Uno de los médiums más fáciles,
en realidad."
Bueno,
eso lo explica. Debe haber sido el mismo tipo de magia que Therese usó. Ella
había tenido acceso a muchos hechizos poderosos, así que sería genial si yo
pudiera aprender a hacer lo mismo. Con un poco de suerte, incluso podría ser
capaz de manejar un par de hechizos ofensivos, lo que haría mi vida mucho más
fácil. Si la raíz del poder era el médium y no yo mismo, entonces no debería
importar que mi aptitud natural fuera sólo para la magia de apoyo y
restauración.
"Genial.
No puedo esperar a aprender, si tenemos tiempo".
"Sí."
"Supongo
que deberíamos agradecerte por la conferencia no solicitada sobre magia" ―
Dijo Eclair en voz baja.
"Ost
es la única razón por la que hemos llegado tan lejos. Por favor, guárdate tus
murmuraciones para ti misma" ― dijo Raphtalia, advirtiendo a Eclair.
Firo
siguió corriendo tan rápido como podía, girando rápidamente a la izquierda y
luego a la derecha, rebotando y saltando con una velocidad increíble hacia la Tortuga
Espiritual. De vez en cuando, una de las explosiones o misiles sacudía el
carruaje, pero por suerte mi campo de fuerza del Escudo Estrella Fugaz era lo
suficientemente fuerte como para protegernos de cualquier daño real. Aun así,
era un viaje agitado. No querrás que un brazo o una pierna sobresalgan de la
barrera. Eso era seguro.
Si
no fuera por la magia de Ost, todos tendríamos náuseas y vomitaríamos para cuando
nos pusiéramos a la distancia de la bestia.
"C...
Correcto."
Llevamos
la conversación a su fin justo a tiempo para ver la inmensa cabeza de la
Tortuga Espiritual bajar a nuestro nivel y parpadear sus ojos inyectados de
sangre hacia nosotros.
"Raphtalia,
Firo, acábenla de un golpe. Empiecen a prepararse ahora. Eclair, vieja, ustedes
dos concéntrense en contraataques. Rishia, Ost, ¡están en servicio de
apoyo!"
Todas
asintieron, y empezaron a prepararse para la batalla.
“¡ROOAAAAARR!”
El
poderoso ataque de la Tortuga Espiritual empezó en serio. ¡Grandes picos
llovieron desde el cielo a nuestro alrededor!
"¡Escudo
Prisión! ¡Escudo Antiaéreo! ¡Segundo Escudo! ¡Tercer Escudo!"
Arrojé
el Escudo Prisión alrededor del carruaje y desplegué los otros tres escudos en
el aire sobre nuestras cabezas.
"Escudo
Estrella Fugaz".
Para
ofrecer una última capa de protección, cubrí el carruaje con una barrera del
Escudo Estrella Fugaz. Mientras preparaba nuestras defensas, Raphtalia y Firo
se adelantaron y se prepararon para usar sus mejores ataques. Me paré en el
asiento del conductor del carruaje, preparé mi escudo y lancé un hechizo.
"¡Zweite
Aura!"
El
hechizo afectó a Raphtalia y Firo, elevando todas sus estadísticas
dramáticamente.
Detrás
de mí, Ost y Rishia comenzaron a lanzar hechizos.
"Fueh...
¡Háganlo lo mejor que puedan! ¡Primer Poder!"
"Yo,
Ost Horai, ordeno a los cielos, ordeno a la tierra, desafío toda razón, me uno
y derramo sangre. ¡Oh gran fuerza, te lo ordeno, dales fuerza! ¡Fuerza Hercúlea!"
Sentí
una oleada masiva de energía fluir hacia Raphtalia y Firo.
El
hechizo de Rishia era mediocre en comparación con el gran incremento que sentí
cuando Ost lanzó su hechizo.
Uno
de los ataques de la Tortuga Espiritual debe haber atravesado la barrera,
porque sentí que algo golpeaba ineficazmente contra mi escudo. Miré hacia
arriba y, por supuesto, los tres escudos aéreos habían desaparecido, y pude ver
el cielo a través de una gran grieta en el Escudo Prisión.
Estábamos
rodeados de explosiones. Olas de aire chispeante nos bañaron. Afortunadamente,
la barrera del Escudo Estrella Fugaz seguía aguantando, pero no estaba seguro
de cuánto tiempo más podríamos contar con ello.
Peor
aún, pude ver que la Tortuga Espiritual ya había cargado el ataque más fuerte
que había usado contra nosotros la última vez, el rayo de electricidad que
había disparado de su boca.
Si
no hacíamos algo rápido, nos iba a golpear directamente.
Rápidamente
corrí para ponerme delante de los demás y preparé mi escudo.
La
boca de la Tortuga Espiritual quedó abierta y un rayo salió directamente de
ella, como un rayo de partículas.
Hubo
una grieta y la barrera del Escudo Estrella Fugaz desapareció. Instantáneamente,
sentí toda la fuerza del rayo contra mi escudo. Esforzándome por recibir lo
peor del ataque, me di la vuelta para ver a Raphtalia y Firo todavía
esforzándose para preparar sus ataques.
"¡Conocimiento
secreto de Hengen Muso! ¡Torbellino!"
De
repente, la vieja estaba justo detrás de mí, extendiendo sus manos hacia la
bestia. Un remolino de aire o algo sopló sobre nosotros y desvió el haz de
partículas, aunque sólo fuera un poco. Cuando digo un poco, lo digo en serio.
El
escudo se estaba poniendo muy caliente en mis manos. Podía sentir mi piel
ardiendo donde lo sostenía.
"Maldita
sea. No tengo ninguna habilidad que pueda ayudar al Maestro Iwatani." ― Eclair
refunfuñó, claramente molesta. Quería girarme y decirle que no esperaba magia
de apoyo de un espadachín, pero no tenía ni el tiempo ni la energía.
“...”
De
repente, desenvainó su espada con ambas manos y gritó un conjuro mágico.
"Zweite
Escudo de Luz".
Por
un momento, sólo por un momento, vi aparecer ante mí un escudo de luz. ¡Nunca
supe que a ella se le daba bien la magia de luz!
Pero
eso no era nada por lo que emocionarse. El escudo desapareció en cuanto se formó.
No había ayudado en absoluto ― "Soy razonablemente hábil con la magia de
luz y de apoyo, aunque sólo es magia defensiva de luz y de mejoramiento de
agilidad" ― dijo Eclair. Sonaba como si se maldijera por no ser más útil.
"¡Tu
magia será muy útil!"
Ahora
Ost también estaba detrás de mí. Ella deslizó sus manos sobre las mías y agarró
la parte superior de mi escudo.
"¿Qué
estás...?"
Antes
de que pudiera terminar mi oración, Ost ya estaba lanzando un hechizo.
"Yo,
Ost Horai, ordeno a los cielos, ordeno a la tierra, desafío toda razón, me uno
y derramo sangre. ¡Oh, gran fuerza, te ordeno que concedas poder al escudo
sagrado que está delante de mí!"
La
piedra preciosa situada en el centro de mi escudo destelló, y el área que el
escudo era capaz de defender fue impulsada y expandida.
El
escudo apenas podía defendernos, pero ahora parecía cubrir y proteger un área
mucho más grande sin ningún problema. Debe haber costado un esfuerzo increíble
mantener el hechizo. Miré a Ost. Le corría sudor por la cara.
"Ugh..."
No
iba a quedarme ahí en silencio. Mientras esperaba a que expirara el tiempo de
enfriamiento de mis habilidades, podía usar el tiempo para lanzar hechizos
restauradores sobre Ost.
"¡Zweite
Sanar!"
No
podía creer que la Tortuga Espiritual pudiera mantener su ataque durante tanto
tiempo. No íbamos a poder aguantar mucho más. Era claramente más largo y
poderoso de lo que había sido la última vez. Finalmente, con un sonido
crepitante ensordecedor, el haz de partículas se encogió y se disipó.
"¡Ahora!"
Raphtalia
y Firo habían estado esperando mi señal, e inmediatamente saltaron del
carruaje.
"¡Espada
Direccional del Cielo!"
"¡Ataque
Espiral!"
Raphtalia
y Firo volaron a la cabeza de la Tortuga Espiritual, agarraron con fuerza sus
armas y lanzaron sus ataques más poderosos. Hubo un gran sonido de cuchillas clavándose
en la carne, y sus ataques conectaron directamente con la garganta del
monstruo.
Firo
fue la primera. Su ataque se clavó profundamente en la garganta, haciendo salir
un chorro de sangre en el aire. Luego ella se convirtió en un destello de luz y
giró en espiral alrededor de la garganta del monstruo. Raphtalia estaba justo
detrás de ella, atravesando el cuello de la bestia con una inmensa espada de
luz. La carne hendida se convirtió en luz y brilló intensamente a medida que
los profundos cortes se expandían.
"¡Hyaaaaaa!"
"¡Taaaaaaah!"
Gritaban
mientras sus ataques conectaban con la bestia y seguían gritando mientras
seguían atravesando el cuello del monstruo.
"Es
más duro que la última vez, ¡pero no podemos rendirnos ahora!"
"¡Estoy
haciendo mi mejor esfueeerzooooo!"
Ambas
gritaron, y vociferaron, y rebanaron, y parecieron usar toda la energía que
tenían.
¡Sigan así! Pensé. ¡Pueden hacerlo! ¡Ost y yo resistimos ese ataque para darles esta
oportunidad!
"¡No
puedo quedarme atrás en silencio!" ― Eclair gritó y corrió hacia delante, con
su espada en la mano. Ella cargó la espada con su poder mágico y dio una
estocada con todas sus fuerzas. La espada solo se clavó un poco en la mejilla
del monstruo, pero le hizo más daño del que había sido capaz de hacer en la
última batalla.
"¡Acho!"
― gritó la vieja. Para no ser superada, giró la pierna y voló en el aire,
formando su ataque de luna creciente.
"Fueeeehh..."
― Gimoteó Rishia. Ella estaba tratando de contribuir, pero no había logrado
llevar a cabo un ataque todavía.
Huff...
Huff...
"¿Estás
bien?"
Ost
estaba muy pálida. Debe haber dado demasiada energía al escudo. Si caía ahora,
estaba claro cómo terminaría esto.
"No
te preocupes... por mí..."
"Eso
es fácil de decir."
"Estoy
bien. Debes... rápido..."
Me
volví para mirar a Raphtalia y Firo.
"¡Raphtalia!
¡Firo! ¡Termínenlo!"
"¡Ha!
¡HyaAAAAAAAAAA!"
"¡Ok!
¡Taaaaahhh!"
Gritaron
al unísono, sus voces cada vez más altas y tensas mientras gastaban lo que
quedaba de su energía, girando y cortando con todas sus fuerzas hasta que, con
un dramático chorro de sangre, la cabeza del monstruo se desprendió de su
cuerpo.
"¡Conseguido!"
"¡Sí!"
La
cabeza voló por el aire, dejando el muñón del cuello rociando géiseres de
sangre. Aterrizaron, tranquilas y ligeras, y volvieron corriendo a donde el
resto de nosotros aún estábamos.
"¡Lo
logramos!"
"¡Cabeza
arrancada!"
"¡Buen
trabajo, ambas!"
"Ojalá
hubiera podido hacer más..." ― Eclair se lamentó.
"¡Siempre
hay una próxima vez!" ― contestó la vieja.
Yo
sostenía a Ost de pie para que no se desplomara y miraba el cadáver caído de la
tortuga. No debería moverse por un tiempo.
Detrás
de nosotros, los magos del ejército estaban lanzando furiosamente magia
restauradora. Parecía estar funcionando. Todo el cansancio que había sentido
hace un momento parecía haber desaparecido. Debe haber habido un hechizo para
reponer la resistencia perdida. Creo que el hechizo funcionaba drenando el
lanzador de resistencia en pos del objetivo, o si el objetivo era uno mismo,
entonces funcionaba drenando el poder mágico del usuario.
Un
poco de color volvió a la cara de Ost. Saqué una botella de agua mágica de mi
escudo y se la pasé a Ost. Reabastecería cualquier poder mágico perdido.
"Esto
repondrá tu poder mágico."
"No...
Mi poder mágico está bien... Sólo usé mucho de mi propio... poder".
¿No
estaban los hechizos de los magos reponiendo su fuerza vital o su resistencia?
¿Y todavía no estaba regresando? Me metí la mano en el bolsillo y saqué la
botella de agua de fuerza vital que Rishia había estado usando en su
entrenamiento con Hengen Muso ― "Prueba esto."
Sabía
que había medicamentos que podían restaurar la fuerza vital de una persona,
pero temía que no funcionaran. Ost no era humana, después de todo. Por eso quería
probar el agua de fuerza vital. La vieja había dicho que eso restauraría la ‘energía’
perdida.
Huff...
Huff... Ost levantó lentamente la botella hasta sus labios y se bebió su
contenido. Cuando terminó la botella, su rostro lentamente comenzó a verse más
saludable y brillante.
"Eso
parece haber ayudado... un poco. Muchas gracias."
"No
te preocupes por eso."
Proteger
a la gente era mi trabajo. Parte de eso significaba que tenía que protegerlos
físicamente, pero también significaba que tenía que asegurarme de que la gente
fuera capaz de protegerse a sí misma. Tenía que vigilar a Raphtalia, Firo y a
los demás. Incluso necesitaba vigilar el estado de Rishia.
La
reina tenía que hacer lo mismo por su pueblo. A pesar de que sólo estábamos
cooperando por el momento, todavía sentía que era mi responsabilidad cuidar de
Ost. Además, después de ver cómo había llenado mi escudo con una cantidad
asombrosa de poder, ella no era alguien a quien pudiera ignorar. Si ella no
hubiera estado allí, podríamos haber sufrido daños graves.
Raphtalia
y Firo habían hecho la mayor parte del trabajo físico, pero Ost había hecho
tanto por nosotros que su papel en la batalla era al menos tan importante como
el de ellas.
"De
todos modos, será mejor que vayamos mientras la Tortuga Espiritual sigue en el
suelo."
Estábamos
a punto de pasar a la siguiente fase de nuestro plan, cuando el inquietante
sonido de algo grande y retorciéndose vino de la dirección de la caída Tortuga
Espiritual.
Todos
se callaron. Fijaron su mirada en el cadáver.
El
torso se puso en pie, y cuerdas de carne salieron del muñón del cuello.
Entonces,
con un tronido estruendoso, apareció
una nueva cabeza donde había estado la vieja. Fue como si nada hubiera pasado.
"¿Qué...?"
¿Qué
ha pasado? ¿Qué tan rápido podría regenerarse esta cosa? La última vez que
golpeamos la cabeza, la Tortuga Espiritual se había quedado abajo durante una
semana entera. Sabía que la tortuga tenía habilidades regenerativas
impresionantes, pero nunca pensé que podría crecer una nueva cabeza en cuestión
de minutos. ¿Qué era esta cosa, una hidra?
Los
antiguos héroes habían detenido a la Tortuga Espiritual sellando su corazón,
¿fue eso también debido a sus habilidades regenerativas?
“¡ROAAAARRRR!”
"¡¿Qué?!"
La
Tortuga Espiritual abrió la boca y rugió. Luego, sin perder el ritmo, desató un
rayo de partículas como el que acabábamos de sobrevivir. Inmediatamente envié
una serie de escudos aéreos y usé Escudo Prisión, el mismo sistema defensivo
que usé antes.
"Ugh...
¡Argh!"
"Sr...
¡¿Sr. Naofumi?!"
"¡Oh,
no!"
"¿Fuueehh?"
La
jaula de la prisión se rompió en el impacto, y la barrera del campo de fuerza
se rompió un momento después. Podía oler el hedor de mi propia piel quemada.
"¡Héroe
del Escudo!"
Ost
se tambaleó y casi se tropezó conmigo. Raphtalia corrió a atraparla.
"No
te fuerces. Necesitas descansar."
"Pero...
¡Pero yo!"
"¡Está
bien! ¡Atrás!"
Debió
sentirse abrumada por su sentido de responsabilidad, porque Ost ignoró nuestras
súplicas y extendió su mano hacia mí.
Apenas
podía soportar el poder del rayo de la tortuga; al final, sentí como si todo mi
cuerpo estuviera ardiendo. El tiempo se detuvo o se aceleró. ¿Había sido un
momento o una eternidad? Pensé que me iba a volver loco por el dolor.
Huff...
Huff...
Mi
conciencia estaba a la deriva, y justo antes de perder el control por completo,
sentí que el ataque amainaba.
La
única otra vez que me habían herido tanto fue cuando usé el Sacrificio de
Sangre en batalla contra el sumo sacerdote. Esta vez las cosas podrían haber
sido peor. Sentía quemaduras en lo profundo de mi piel... tal vez más
profundas.
"¡¿Amo?!"
"¡¿Sr.
Naofumi?!
"¡Héroe
del Escudo!"
Maldita
sea. Quería lanzarme un hechizo de sanación, pero no podía concentrarme lo
suficiente para lograrlo.
En
ese momento, una cálida luz cayó sobre mí. Mis heridas comenzaron a sanar ante
mis ojos, pero no hubo suficiente tiempo para sanarlas completamente. Aun así,
me curé lo suficiente como para finalmente pensar con claridad. Debe haber sido
debido a la magia de apoyo que la reina estaba lanzando en algún lugar detrás
de mí. Considerando lo caótica que era la situación, tenía que recordar darle
las gracias por haber respondido tan rápido.
"¡Zweite
Sanar!"
Me
lancé un hechizo de curación justo antes de que la tortuga levantara su pie
para aplastarnos. Apenas recuperé el suficiente reconocimiento como para
bloquear su ataque a tiempo. Bien. No habría sido lo suficientemente fuerte
para bloquear el ataque con mi Escudo Devorador de Almas sin él.
"¡Firo!
¡Recarga tu poder mágico!"
"¡Sí!"
Le
tiré una botella de agua mágica a Firo y ella se la bebió.
"No
vamos a ganar si seguimos atacando desde el frente. Tenemos que retirarnos por
ahora. ¡Firo! ¡Toma el carruaje y sácanos de aquí!"
"¡Ok!
¡Carruaje!"
Seguí
bloqueando los ataques de la Tortuga Espiritual mientras usaba el Escudo Estrella
Fugaz. Dentro del campo de fuerza, nos movíamos para esquivar los pies de la
tortuga.
El
suelo temblaba tremendamente cada vez que una de las patas caía cerca.
Finalmente, la tortuga nos miró a los ojos y volvió a levantar la pata para aplastarnos,
pero esa era la oportunidad que necesitábamos.
"¡Todos,
vuelvan rápido al carruaje!"
"¡Ok!"
"Fuueeehh..."
"¡Qué
lamentable!"
Todo
el mundo saltó al carruaje, con la cara hacia abajo.
"¡Ost!
¡Deprisa!"
La
Tortuga Espiritual tenía sus ojos en ella ahora, y se movía para aislarla del
resto de nosotros.
"Tu
'verdadero cuerpo' está un poco sobrecargado, ¿no crees?"
"Lo
siento mucho."
¡Cuando
la bestia se ponía seria realmente se podía mover!
¡La
maldita cosa había arruinado nuestros planes!
"¡Haikuikku!"
Firo
despegó a una velocidad vertiginosa, poniendo distancia entre nosotros y la
tortuga.
¿Cómo
íbamos a luchar contra algo que era tan poderoso que no podía bloquear sus
ataques? ¿Cómo se suponía que íbamos a derrotar a algo que podía regenerar
cualquier parte perdida del cuerpo, incluso su cabeza, a los pocos segundos de
perderla? ¡Era imposible!
Los
métodos ortodoxos no iban a funcionar, así que tendríamos que pensar en otra
cosa. Desafortunadamente, no se me ocurría nada. Necesitábamos retirarnos por
el momento y sentarnos con la reina y Rishia. Incluso si no supiéramos cómo
derrotar decisivamente al monstruo, esas dos podrían ser capaces de encontrar
una manera en la que al menos pudiéramos mantenernos firmes. Al menos,
tendríamos más suerte si juntáramos nuestras cabezas.
"¡Nos
retiramos! Firo, sácanos de aquí".
"¡Ok!"
Firo
corrió por el campo, alejando nuestro carruaje de la imponente Tortuga
Espiritual.