Traductor: Lord
Editor: Lord
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La Canción de la Sepulturera
La
hermana menor de los gemelos siempre había tenido una constitución débil, desde
que nació.
Desde
el principio, nunca tuvo un padre. Para cuando tuvo la edad suficiente para
darse cuenta, su madre también había muerto. A la hermana menor enferma sólo le
queda un solo miembro de la familia.
"¡No
te preocupes, Onii-chan definitivamente te hará sentir mejor!"
El
joven, que era su hermano mayor, amaba a su hermana menor de todo corazón, ya
que ella era el único miembro de la familia que le quedaba. Ni una sola vez
pensó en abandonarla.
Sin
embargo, el estilo de vida de los huérfanos sólo puede describirse como ‘pobre’.
Por supuesto, no había manera de que pudieran pagar los medicamentos para curar
la enfermedad de la hermana.
Aunque
era joven, el muchacho trabajaba arduamente. La cantidad de dinero que ganaba
era lamentable, y a veces ni siquiera le pagaban.
Trabajo
sucio, trabajo duro, hacía cualquier cosa mientras no fuera ilegal.
Si
lo atraparan aunque fuera una sola vez, no habría nadie que cuidara de su
hermana menor, por lo que no se atrevía a arriesgarse a convertirse en
delincuente. Y sobre todo, poseía un corazón virtuoso.
Con
el tiempo, lenta pero seguramente, ahorró su dinero.
Un
poco más, sólo un poco más, y podría comprar la medicina para el decimotercer
cumpleaños de su hermana que se acercaba.
"Lo
siento, Onii-chan, lo siento... Sólo he sido una carga para ti hasta ahora. Lo
siento."
El
día antes de su cumpleaños. Dejando esas últimas palabras, la hermana menor
murió.
Sin
que nadie extendiera una mano para salvarla, después de vivir una vida tan
corta, sufriendo en la enfermedad, ella murió. Su vida terminó trágicamente.
Yo
también moriré.
Frente
a su hermana, que se había enfriado por completo, el niño lo pensó sin dudarlo.
"En
el cementerio de las afueras de la ciudad, hay una sepulturera cuyo aspecto no
ha cambiado desde hace cien años. No hay que acercarse a ella, no hay que
familiarizarse con ella. Definitivamente es una especie de bruja. Si uno se
adentra descuidadamente en las profundidades del cementerio, seguramente se
unirá a los cadáveres..."
El
chico había oído ese rumor.
Era
exactamente lo que él deseaba.
Sin
parientes, su hermana menor definitivamente sería enviada allí. Con los escasos
ahorros del chico, no habría forma de que pudiera construirle una tumba en un
templo apropiado.
Inmediatamente,
un carruaje salió de la ciudad, con la hermana menor en un ataúd cargado en la
parte de atrás.
El
niño se coló en el carruaje para cabalgar con ella, susurrando que pronto iría
‘allí’ para estar a su lado.
"Ese
es la sepulturera..."
Al
ver a la sepulturera en el cementerio en el bosque oscuro, el niño sintió una
emoción distinta a la tristeza que había sentido desde la muerte de su hermana.
Su
piel era blanca como la nieve, y su pelo era aún más blanco que eso. Pero sus
ojos eran de un rojo puro y brillante.
La
cara visible bajo el pelo blanco platino de sus hombros se asemejaba a una
muñeca que su hermana había querido alguna vez. Se veía algo inhumana, pero
increíblemente hermosa.
Aunque
el niño aún no era un adulto, sus ojos se fijaron en sus brazos y piernas
delgadas y en las curvas femeninas de su cuerpo que eran visibles incluso a
través de su ropa negra.
Pero
lo más sorprendente fue que, a pesar de ser mujer, llevaba un ataúd entero con
sólo su mano izquierda.
En
su mano derecha tenía un arma con un mango largo y una hoja en forma de media
luna. El arma le dejó una temible impresión, como si pudiera cortarle el dedo incluso
con el toque más ligero.
Pero
debido a que ella mostraba una belleza y un poder tan inhumanos, al igual que
los rumores, él pensó que ella le haría el favor de terminar con su vida.
Si
moría junto a su hermana, la sepulturera seguramente lo enterraría junto a
ella.
Con
esa expectativa, el niño se quedó completamente quieto y respiró en silencio,
escondiéndose hasta que se completó el entierro.
El
ataúd desapareció en la tierra.
Al
ver a su hermana menor salir de la superficie de este mundo, el dolor se
apoderó de él una vez más.
Pero
al mismo tiempo, sabía que el momento de su propia muerte se acercaba, haciendo
que sintiera más que un poco de miedo en lo profundo de su pecho mientras
levantaba la cabeza.
Mientras
se limpiaba el sudor frío y su cuerpo se endurecía con el temor de que la
sepulturera se fijara en él al oír el latido de su corazón.
"ضوء
أبيض الله يعطي الراحة الأبدية لجميع الاموات، وعلى ضوء"
(NT:
La luz blanca de Dios da consuelo eterno a todos los muertos, luz)
Oyó
la canción de la sepulturera.
Ninguna
ejecución instrumental la acompañó; fue un réquiem a capela con sólo el sonido
de su voz.
Sus
letras estaban en el idioma de un país extranjero lejano o quizás en un idioma
antiguo; el niño no podía entenderlas en absoluto. Sin embargo, aun así...
"Uh...
Ugh..."
La
suave melodía penetró en las profundidades de su corazón. Era como si fuera una
canción de cuna que su madre le había cantado cuando él era niño.
"Kuh...
Ugh... Gracias..."
El
niño sabía que el alma de su hermana menor había sido salvada.
Esta
hermosa y maravillosa melodía la enviaría al cielo. No había manera de que ella
no fuera feliz, de que no se salvara.
La
brillante sonrisa de la hermana del niño apareció en su mente.
Sí,
su hermana se iba ahora a los cielos lejanos con esa sonrisa en la cara.
Lo
creyó desde el fondo de su corazón.
Su
pobre estilo de vida, el dolor de su enfermedad... mirando hacia atrás, puede
haber sido una vida sin una sola cosa buena.
Pero
al final, su hermana pudo seguir adelante felizmente.
Eso
le hacía más feliz que cualquier otra cosa, y sentía como si la vida que había
pasado ayudándola finalmente hubiese sido recompensada.
"Ugh...
Kuh... ¡UWAAAAH!"
Así
que ya no tenía miedo.
"¿Quién...
eres?"
Aunque
la sepulturera finalmente había aparecido ante sus ojos para acabar con su
vida.
***
"No
eres un ladrón de tumbas, ¿Así que por qué tengo que matarte?"
La
sepulturera estaba desconcertada por este acontecimiento sin precedentes.
Tanto
por el hecho de que este muchacho que era de la ciudad había aparecido aquí,
como por el hecho de que se había extendido un rumor infundado, un rumor que
decía que ella mataría a cualquiera que viniera a este cementerio.
De
alguna manera, con varias horas de explicación, finalmente logró aclarar ese
malentendido.
"L-Lo
siento..."
El
hermano mayor de la niña que había sido enterrada hoy aquí se estaba encogiendo
de cobardía, como si no pudiera expresar sus disculpas sólo con palabras.
Él
se parecía mucho a ella.
Su
cara estaba un poco demacrada, pero mirando de cerca, era mucho más encantador
que la chica en la tumba.
Pero
con el dolor de perder a su hermana gemela, ahora era un niño turbado que había
pensado en seguirla.
"Es
tarde. Es demasiado peligroso volver a la ciudad ahora, así que deberías
quedarte aquí".
Poniendo
en práctica su limitado sentido común, la sepulturera decidió cuidar al niño
proporcionándole una comida y un lugar donde pasar la noche.
Fue
el primer huésped en ser invitado al pequeño y antiguo santuario en el que
vivía.
"Muchas
gracias por invitarme a una comida así."
"No
es mucho."
"Err...
Así que comes normalmente, ¿no?"
"¿Esa
gente del pueblo cree que me mantengo de la niebla...?"
Era
su primera vez teniendo esta clase de conversación ociosa con alguien.
¿Podría
ella, que ha sido una sepulturera desde el principio, ser capaz de disfrutar de
una conversación normal con otra persona?
No
era como si ella no hubiera considerado esta pregunta antes, y ahora el niño tenía
la impresión de que la sepulturera era atolondrada. Pero sin importar eso, ella
se dio el gusto en esta conversación. Incluso se sumergió en ello.
"¿Cómo
está la temperatura del baño?"
"Es
simplemente perfecta. Umm, lo siento mucho, incluso estoy usando tu
baño..."
"No
te preocupes por eso. Y lo que es más importante, pareces estar muy sucio,
permíteme que te lave".
"Eh,
eso es..."
Ella
también intentó experimentar lo que llamaban ‘acompañamiento desnudo’.
(NT:
El traductor en inglés explica que aquí se usa una frase japonesa de la cual no
hay traducción literal)
Ella
había estado bajo la expresión engreída de que esto permitiría que el niño se
abriera más a ella, pero por alguna razón, después de que él salió del baño, su
cara estaba roja y él apartó sus ojos de ella.
Fue
un poco chocante para ella.
"Buenas
noches."
"Sí,
buenas noches."
Los
dos dormían en una sola cama.
La
cama se sentía más apretada de lo normal, pero extrañamente, esto no era algo
desagradable.
"Umm,
muchas gracias."
De
repente, el niño le dio las gracias de nuevo, a pesar de que ya le había dado
las gracias demasiadas veces como para contarlas.
"Por
llevar a cabo ese memorial para mi hermana menor. Esa canción se sentía
realmente hermosa, cálida y gentil. Estoy seguro de que mi hermana pudo ir
felizmente al cielo, así que gracias".
"Ya
veo... Como sepulturera, hice el trabajo que se espera de mí. No tienes que ser
tan... formal".
El
corazón de la sepulturera comenzó a latir rápidamente después de escuchar esas
palabras, y le resultó difícil quedarse dormida.
¿Por
qué se sentía así? Justo antes de caer en un profundo sueño, encontró la
respuesta.
"Desde
que nací, nadie ha alabado mi canto antes..."
Al
día siguiente. Había llegado la hora de que el niño regresara a la ciudad.
"Gracias
por dejarme quedarme aquí esta noche."
"Ah,
ah..."
La
sepulturera se encontró una vez más desconcertada por otra nueva emoción en su
corazón.
Había
vivido durante cien años sola, así que su soledad ni siquiera era algo de lo
que era consciente; era normal para ella.
Por
lo tanto, no había sentido la emoción conocida como ‘soledad’.
Hasta
ahora, cuando tuvo que separarse del chico.
Ella
quería decir algo y detenerlo. Pero no pudo encontrar las palabras.
Era
una sepulturera; siempre lo había sido y ese sería también su deber eterno de
ahora en adelante.
Y
él era sólo un niño. Seguiría viviendo su vida en esa gran ciudad, se
convertiría en un adulto, envejecería y moriría algún día.
Este
incidente no fue más que un acontecimiento irregular que ocurría una vez cada
cien años. Así que no volvería a ver al niño. No había razón ni necesidad de
eso.
"Umm
¿Está bien si vuelvo aquí otra vez?"
Por
eso pensó que esas palabras debían ser mentira.
"No
volveré a pensar en seguir a mi hermana al otro lado, pero no quiero olvidarme
de ella."
No
había manera de que hubiera una razón tan conveniente.
"Y
quiero oír esa canción una vez más."
No,
si estas palabras no eran mentiras, entonces esto debe ser un sueño o una
alucinación.
Pero
no hay duda de que el niño que le regaló una tímida sonrisa bajo este claro
cielo azul era, de hecho, real.
“Sí,
ven cuando quieras, y te daré la bienvenida.”
***
El
niño visitaba el cementerio una vez cada tres días.
"Hola."
"Ah.
Te he estado esperando."
Antes
de que la sepulturera se diera cuenta, tener al chico alrededor se había
convertido en algo natural.
Ni
su diferencia de género ni la extraordinaria diferencia de edad les impidieron
profundizar su relación entre ellos.
Al
menos, a medida que pasaba el tiempo y cambiaba la estación, la sepulturera se
sentía cada vez más atraída por el muchacho.
"ضوء
أبيض الله يعطي الراحة الأبدية لجميع الاموات، وعلى ضوء (Oh Dios Blanco, por
favor concede sobre todas las almas de los muertos el descanso eterno, y resplandece
sobre ellas tu luz sin fin.)"
(NT:
Esta parte ya venía con la traducción desde el japonés, aunque si colocas lo
árabe en un traductor te saldrá algo diferente, eso es seguro)
El
réquiem que cantaban frente a la tumba de su hermana menor era una ceremonia de
rutina para los dos.
Sin
embargo, en el momento en que la temporada cambió, la canción no fue cantada
con una sola voz, sino con dos.
"Parece
que te has acordado perfectamente de la canción."
"Pero
sigo sin entender el significado de la letra."
Al
ver la risa avergonzada del niño, el corazón de la sepulturera se llenó de una
felicidad indescriptible.
"Tu
pronunciación es perfecta. Y tu voz es maravillosa."
"Gracias."
Probablemente
lo habría dicho aunque el chico estuviera completamente fuera de tono.
Pero
tal vez por casualidad, el muchacho sí tenía talento para cantar. Los cumplidos
de la sepulturera no eran meros halagos; ella los decía con sinceridad.
Y
entonces pasó aún más tiempo.
Antes
de que se dieran cuenta, había pasado casi un año desde que se conocieron.
"Antes,
canté esta canción en el bar en el que trabajo. Siento haberla cantado sin tu
permiso".
Un
día, el chico vino e hizo esta disculpa.
"Esa
no es realmente mi canción; puedes cantarla como quieras."
La
canción no era originalmente algo que se suponía que nadie debía escuchar; era
sólo un viejo réquiem. Nada más y nada menos.
La
sepulturera estaba encantada de que el niño se hubiera alegrado con la canción
que ella le había enseñado.
Él
era sólo un ayudante de bar, pero cuando ella le preguntó, su canción había
sido bien recibida por los clientes a los que se la cantaba y le habían dado
dinero que excedía ligeramente su paga mensual.
Incluso
hasta ahora, la sepulturera se había ofrecido a ayudar económicamente al
muchacho que seguía viviendo una vida pobre, pero él se había negado.
Como
la sepulturera no tenía habilidad para la telepatía, no podía decir si era sólo
él el que se abstenía de pedir demasiado, sólo la simple terquedad masculina o
incluso un sincero sentido de nobleza.
Aun
así, ella lo sabía. Sabía que para llevar un estilo de vida feliz en la ciudad,
uno necesitaría una cierta cantidad de dinero como requisito básico.
No
sabía si el salario del niño alcanzaría esa cantidad mínima, así que estaba muy
preocupada, pero parecía que la situación había mejorado inesperadamente.
"Si
cantar esa canción puede hacerte feliz, entonces no tiene nada de malo. Y deseo
tu felicidad más que nadie".
"¡Sí,
muchas gracias!"
Como
si hubieran escuchado el deseo de la sepulturera, el estilo de vida del niño
cambió del pobre que había estado viviendo hasta ahora.
La
elegante pero misteriosa melodía de réquiem que el niño cantaba ganó fama en
toda la ciudad de la noche a la mañana.
Su
talento para cantar era inconfundiblemente genuino; era aún más un genio de lo
que la sepulturera había pensado inicialmente.
Su
voz hipnotizaba completamente a hombres y mujeres de todas las edades.
Antes
de que se diera cuenta, el muchacho había cambiado de trabajo de asistente de
bar a cantante exclusivo, y sus ingresos se multiplicaron por diez, no, por
cien.
En
menos de un mes, se había convertido en el ídolo de la ciudad.
"Hola."
Aun
así, el niño visitaba a la sepulturera.
Su
apariencia ya no era la de un huérfano destartalado; sus ropas estaban tan
ordenadas que parecía el hijo de un noble.
Si
uno miraba de cerca, era claro que incluso tenía un poco de maquillaje ligero.
La cara del chico irradiaba una belleza que coincidiría con la de una chica de
la misma edad.
"Ah,
te he estado esperando..."
No
importaba cuán bello o rico se volviera, el niño seguía en contacto con la
sepulturera.
Su
corazón permaneció tan obediente y puro como el día en que se conocieron.
"...
De verdad, me he cansado de esperarte."
Eso
fue exactamente por lo que la sepulturera estaba preocupada.
Incluso
después de convertirse en un ídolo, el niño continuó viniendo aquí. Sin
embargo, la frecuencia de sus visitas pasó de una vez cada tres días a una vez
cada cinco, y luego una vez a la semana, disminuyendo constantemente.
Su
deseo de reunirse se hizo más fuerte, pero las oportunidades para hacerlo fueron
menos.
Las
noches de insomnio continuaron. Sus sentimientos de anhelo por el chico quemaban
su corazón.
Comenzó
a sentir amargura por la ‘ciudad’ que interfería en sus encuentros con él.
La
sepulturera se convenció a sí misma... no, no era eso.
"Estaré
bien mientras él sea feliz."
Ella
no quería que terminara como su hermana menor.
"Yo
no puedo hacerlo feliz."
Era
una sepulturera. No se le permitiría abandonar su deber y abandonar este lugar.
"Él
no puede vivir en este cementerio".
Él
era un humano. Disfrutaba de una vida libre, sin ataduras.
"Está
bien, no hay forma de evitarlo. Porque soy una..."
La
sepulturera Homúnculo que había nacido a través de la magia antigua nunca
podría estar casada con un humano.
Hasta
que los varios cientos de años de su esperado período de operación se
terminaran, ella nunca podría dejar este antiguo templo. Se había hecho un
ajuste de ese tipo.
No
había forma de que un humano pensara pasar toda su vida en este melancólico
cementerio. Esto sería especialmente cierto para un ídolo con un brillante y
prometedor futuro por delante.
"...
¿Qué has dicho?"
Justo
cuando ella tomó esta decisión, llegó el momento de que se separaran.
"Dijo
que él es... mi padre."
Visitando
a la sepulturera por primera vez en un mes, el niño dijo que su padre, a quien
nunca había conocido en toda su vida, había aparecido.
"Su
nombre es demasiado largo para que lo recuerde, pero es muy importante.
Aparentemente es un noble".
No
fue una noticia sorprendente.
Hace
catorce años, este noble visitó esta ciudad y tuvo una relación de una noche
con cierta chica.
La
chica quedó embarazada y dio a luz a gemelos.
Pero
eso fue todo.
"Un
noble, dices..."
Él
no había regresado por capricho. Había vuelto para asumir el nuevo puesto de
señor feudal, para gobernar esta ciudad.
“Sí,
dijo que no había podido venir a este pueblo hasta ahora debido a algunas
circunstancias, pero que realmente quería venir a ver a mamá y a nosotros.”
¿Cuánto
de esto era verdad?
La
sepulturera del otro mundo no tenía una buena comprensión de la situación en la
ciudad. No tenía idea de cómo funcionaba la sociedad aristocrática.
Pero
era consciente de que los nobles tenían un estatus social diferente al de los
plebeyos.
Todo
el mundo los admiraba.
Grandes
mansiones, comida deliciosa, ropa hermosa, sirvientes que les servían... la
clase privilegiada, la cima del lujo. Si uno se preguntara quiénes son las
personas más felices de este mundo, la respuesta probablemente serían ellos.
"Si
me aceptan como su hijo, no podré visitar este lugar."
"Deberías
irte."
"¿Eh?"
"Es
tu verdadero padre, ¿no? Estar con tu familia debería hacerte más feliz".
No
había forma de que ella lo detuviera. No había forma de que ella lo mantuviera
allí.
Estaba
a punto de entrar en el brillante camino de la nobleza.
Dado
eso, ¿cómo podría intentar encerrarlo en este oscuro cementerio durante toda su
vida con una mera muñeca como ella?
Para
la sepulturera que deseaba la felicidad del niño, no había otra respuesta.
"De-Definitivamente
volveré aquí algún día."
"Sí."
"Le
daré una canción mucho mejor a mi hermana."
"Sí."
"Así
que cuando llegue ese momento, por favor canta conmigo otra vez."
"Sí,
lo prometo. Siempre esperaré tu regreso".
Y
así los dos se despidieron.
La
sepulturera volvió a su soledad una vez más.
Pero
la felicidad de la persona que amaba le fue concedida, y la promesa de su
reencuentro había sido hecha. Así que pudo pasar sus días con una expresión más
humana en su rostro que la que había usado en los cien años anteriores.
***
Pasaron
rápidamente tres meses desde que la sepulturera y el muchacho se habían
separado.
"Sepulturera,
por favor, cuida de esta persona."
Hoy,
otro cadáver había sido dejado ante ella.
En
el momento en que alcanzó su mano hacia el ataúd para comprobar su contenido.
"Por
favor, espera. Esa persona es un héroe que salvó al pueblo. Sin embargo, el
daño al cuerpo es severo, y ahora está en un estado terrible. Por favor, no le
hagas el deshonor de exponer su cuerpo una vez más."
¿Murió
luchando contra monstruos, quizás? Viendo que estaba siendo llamado un héroe de
la ciudad, era una suposición razonable.
Sin
embargo, la sepulturera seguía sin tener nada que ver con los acontecimientos
de la ciudad, por lo que esto no le importaba.
Simplemente
aceptaba los cadáveres y les ofrecía el tratamiento y entierro adecuados.
Los
cadáveres gravemente dañados -en otras palabras, los cadáveres de aquellos que
fueron expuestos a ataques violentos- tenían el dolor del momento de su muerte
muy presente a su alrededor, y esto los hacía fácilmente convertirse en
no-muertos.
Con
solo un réquiem, aún podía haber una pequeña posibilidad de que se convirtiera
en un no-muerto, por lo que tomó la clara decisión de aplicar magia de
purificación directamente sobre el cadáver.
Y
justo antes del entierro.
"Qué..."
Esta
fue su reunión con el chico.
"¿Qué?
¿Qué es esto? ¿Por qué estás...? No, esto no puede ser, esto es imposible, esta
ridiculez, ¡no puede ser verdad!"
Como
había dicho la persona que había traído el cadáver, estaba en un estado
terrible.
Sólo
su bello y encantador rostro permaneció como estaba.
No
había forma de que pudiera olvidar esta cara. Esta era la única cara que no
podía confundir con otra.
"Ah,
esto no puede ser, esto no puede ser, esto no puede ser, esto no puede suceder,
después de todo, yo sólo deseaba... tu felicidad. Entonces, ¿por qué...?"
Entonces,
¿por qué tuvo que morir?
¿Qué
eran esas heridas en su cuerpo?
¿Y
por qué estaba completamente desnudo, no vestido con ropas funerarias, como si
simplemente hubiera sido arrojado al ataúd y descartado?
Incluso
los criminales ejecutados eran mejor tratados cuando eran enterrados. ¿Qué tipo
de delito grave habría que cometer para ser expuesto a una muerte tan
vergonzosa?
La
sepulturera llevaba cien años trabajando y había visto miles, decenas de miles
de cadáveres, pero era la primera vez que veía uno en un estado tan atroz.
¿Por
qué la única persona que amaba tenía que ser la que sufriera el destino más
cruel?
Ella
sólo había deseado su felicidad y aceptado que estuvieran separados durante
mucho tiempo.
Incluso
se había resistido desesperadamente a su deseo de hacerlo suyo.
Pero
parecía que se había convertido en la propiedad de un cruel amo.
Como
para reclamar el gran encanto del niño e incluso esa voz excepcional como
propia, alguien había marcado un escudo familiar en su garganta.
"Ah,
ya veo, así es como es..."
Su
verdadero padre, los nobles, el héroe de la ciudad... Todo esto, una vez más,
no fue una noticia sorprendente.
Un
cierto noble violento había puesto sus ojos en el ídolo, el muchacho del que
todos en el pueblo hablaban.
No
importaba si era su verdadero padre o no; incluso si era una mentira, una falsa
pretensión, hizo una excusa.
Todo
lo que él necesitaba era poder. La influencia para destruir la ciudad -la
posición de señor feudal- era todo lo que necesitaba.
Un
sacrificio, un precio a pagar, como se quiera llamarlo. En resumen, el niño
había sido consumido para satisfacer los deseos de los nobles.
A
juzgar por su apariencia, él no sabía nada, no le habían dicho nada, y nadie
había intentado decírselo.
Y
así se había convertido en un sacrificio invaluable.
"...
todos... ustedes."
Él
había vivido los últimos tres meses como un divertido juguete para los nobles.
Y
durante los últimos tres meses, la sepulturera simplemente había esperado su
regreso como una tonta.
Ella
no hizo nada, no pudo hacer nada.
A
pesar de que él había sufrido tanto. A pesar de que había estado sufriendo así,
tan cerca de ella.
"...
los mataré a todos."
No
podía perdonarse a sí misma.
"¡Los
mataré a todos, los mataré a todos!"
No
había forma de que pudiera perdonarse a sí misma.
Mientras
decía que deseaba su felicidad, tomó la tonta decisión de renunciar a
concederle ella misma esa felicidad desde el principio.
"¡Los
mataré a todos, los mataré a todos, los mataré a todos, los mataré a todos, los
mataré a todos, los mataré a todos!"
Y
a los que no podía perdonar, por sobre todos...
"Los
mataré a todos, bastardos, a cada uno de ustedes..."
...
fueron las personas que causaron su muerte.
"Los
mataré a todos, ¡AAAAAAAAAAAGGGHHHHH!"
Su
fuerte grito de resentimiento resonó en voz alta.
La
malicia en ese grito era tan poderosa y profunda que se convirtió en una ola de
influencia negativa que barrió el cementerio.
Este
fenómeno sólo era posible porque era ella quien había sido la que había vivido
durante estos cien años, enterrando a los muertos y otorgando la paz eterna a
sus almas.
"Ah...
Aaah..."
Como
si respondieran a la voz de la sepulturera, los muertos comenzaron a resucitar.
Con
su cara pálida y sin sangre, el chico abrió sus ojos vacíos.
Al
mismo tiempo, la sepulturera reprimió su resentida expresión y se volvió hacia
él con calma.
La
cara blanca y sonriente de la sepulturera, con sus pupilas que se desvanecían
en color, entró en el campo visual desenfocado del niño.
"Me
he cansado de esperar nuestra reunión. Y pensar que volverías a mí en sólo tres
meses, fufufu, parece que estabas más solo que yo. No, no te culpo, sólo estoy
feliz".
Los
muertos que resucitan como no-muertos son completamente diferentes a las
personas que fueron en vida; son simplemente monstruos.
El
chico era ahora un Zombi, un monstruo no-muerto del rango más bajo.
No
había manera de que ella no supiera esto.
Después
de todo, su deber más importante como sepulturera era asegurarse de que los
muertos no revivieran como no-muertos.
"Ah,
es cierto, prometimos cantar juntos, ¿no? Ven, vamos a cantar."
Sin
embargo, la sepulturera abrazó al niño como ella lo había hecho en tiempos más
felices.
Aunque
ella lo presionaba contra su pecho, sus mejillas nunca más se enrojecerían de
vergüenza.
Y
por supuesto, la hermosa voz que había cautivado a la gente nunca más saldría
de su boca.
"ض وء أب يض
ا لله ي عط ي الر احة
الأ بدي ة
لجمي ع ا لاموات،
وعل ى ضوء".
(NT:
La luz del padre da el nacimiento a todas las luces)
El
canto que resonó en el cementerio fue un réquiem... o debería haberlo sido,
pero la melodía se corrompió, se desordenó y finalmente se deshizo, y el efecto
de purificación comenzó a cambiar.
En
vez de calmar a las almas, el canto las estimuló salvajemente, las provocó y
las hizo salvajes, impidiendo su descanso eterno y tejiendo una melodía de
resurrección.
La
siguiente en abrir los ojos fue la hermana menor del niño.
El
réquiem, no, la canción revivió a la muerta y ahora se había convertido en una
maldición que causó que su joven cadáver comenzara a moverse una vez más,
saliendo de su ataúd y levantándose de la tierra.
"Ja,
ja, ja, debería haber hecho esto desde el principio, ¿verdad? Ves, ahora puedes
volver a vivir con tu hermana".
Mirando
el cadáver de la hermana menor de nuevo mientras se movía, realmente tenía una
cara encantadora que se parecía a la de su hermano.
Pero
su cuerpo ya había pasado más de un año bajo la superficie de la tierra y se
había descompuesto en varios lugares; no era más que una sucia No-muerta.
"Fufu,
¿tu garganta no se siente bien hoy? No estás cantando, ¿verdad? Ah, ¿podría ser
que sólo puedas estar satisfecho con una audiencia mayor, ahora que eres un
ídolo? Está bien, te llamaré a una audiencia pronto, mira..."
Mientras
la sepulturera dejaba salir otro grito, manos esqueléticas se levantaron de la
tierra una por una para responder a su llamada.
El
cementerio del que no se había robado ni una sola tumba en cien años estaba
siendo completamente desenterrado por la sepulturera que lo vigilaba.
Cadáveres
de hace cien años, de hace diez años, de ayer, todos ellos fueron perturbados
de su sueño pacífico para sufrir en este mundo una vez más.
"Hmm,
quizás esto todavía no es suficiente. Está bien, añadiremos más y más ‘gente’ a
la audiencia, empezando por toda la gente de la ciudad..."
Con
su mano izquierda abrazando suavemente al niño que no soltaba ni un solo gemido
y sosteniendo su amada naginata en su mano derecha, la sepulturera se adelantó.
"¿El
trabajo de sepulturera? Ah, he terminado con eso. Este pueblo ya no necesitará
un cementerio. Así que yo, la sepulturera, estoy siendo relevada de mi
puesto."
Descartó
su antiguo deber. Las órdenes que se le dieron en el pasado distante no
pudieron contener su odio.
"Entonces,
¿vamos? Esta vez seguro que te haré feliz".
Y
así la sepulturera puso un pie en el mundo exterior.
Aniquiló
a todas las personas a la vista, añadiéndolas a las filas de los muertos que la
seguían.
"[آلهة
من كوروكي، أرواح الأموات جميع (Oh Diosa Negra, por favor concede sobre todas
las almas de los muertos...)]
Cantaba
y cantaba su canción que revivía a los muertos.
No
dejaba dormir a los muertos.
Los
muertos resucitados, en su dolor, estaban resentidos y odiaban a los que aún
respiraban y estiraban sus brazos para sumarlos a sus sucias filas.
"[إعطاء
التعذيب الأبدية (Tortura eterna)]".
Más
y más muertos fueron resucitados.
La
vida desapareció de la ciudad, reemplazada por la falsa vida de los No-muertos.
"[يرجى
غارقة في الظلام لا نهاية لها (Y sumérgelos en la oscuridad sin fin)]".
La
marcha de la muerte continuaba.
Su
destino era el centro de la ciudad, la zona más poblada. Buscaron las almas de
los más altos nobles.
Los
muertos no conocían el miedo. Nunca titubeaban en sus pasos, incluso cuando se
enfrentaban a altos muros, profundos fosos y filas de robustos soldados.
"[نهاية
العالم (Oh mundo, llega a su fin)].
Esa
ciudad, aunque parte de este mundo, también se convirtió en parte del otro
mundo.
Un
país de muertos, un paraíso para los difuntos.
Y
la canción que se escuchó en la cima de este infierno fue...
"Ah,
finalmente cantaste conmigo."
El
dúo de la sepulturera y el niño.
***
Así,
Merry se levantó.
La
melodía maldita que deshace la propia muerte despierta su voluntad, y vuelve a
estar de pie debido al maná negro que recibe de su maestro Kurono.
Sus
ojos abiertos son de un carmesí ominoso y brillante. Su melena manchada de
sangre se eleva como una llama ardiente. Su cuerpo dañado está manchado con una
profunda oscuridad que llena cada herida.
Merry
ya no es un simple caballo. Pero eso no significa que se haya convertido en un
caballo Zombi de bajo nivel.
Tiene
una magnífica figura con una siniestra aura rojo-negra que irradia desde todo
su cuerpo. Incluso los pelos de su cuerpo están de punta de principio a fin y
emiten su intención maliciosa.
Ella
no ha sido simplemente resucitada. Ha renacido como una criatura más poderosa.
En
cuanto a su título, es el mismo que se le ha dado a su maestro... Ella ha
evolucionado hasta convertirse en un monstruo no-muerto de alto nivel, [Nightmare
/ Pesadilla]
.
(NTI:
Este es un juego de palabras con ‘nightmare / pesadilla’ y ‘mare / yegua’, la
palabra para caballo hembra. El kanji debajo de ‘pesadilla’ decía ‘Caballo No-muerto’)