Traductor: Lord
Editor: Lord
289
Los Ojos de Demonio Despiertan
Saeed
Maya Hydra no tenía talento.
Su
familia, una de las Cuatro Grandes Casas Nobles, se enorgullece de su preciada
nigromancia y del símbolo del clan, los Ojos de Demonio conocidos como la [Amethyst
Gaze / Mirada Amatista] en los que él no tenía talento.
Desde
que Saeed puede recordar, lo tacharon de fracasado, e incluso sus padres no le
prestaron atención.
No
tenía habilidades con la espada, ni magia, y tenía un físico pequeño... de
hecho, su cuerpo era débil y con mala salud. Encima de eso, ni siquiera podrías
considerarlo inteligente.
Saeed,
que se alejó tanto de la lucha como de los estudios, se dedicó al arte.
“El
arte es maravilloso porque no necesito fuerza física, maná o inteligencia;
¡sólo necesito mi propio sentido del yo!”
Afortunadamente
para Saeed, que tenía una pasión unánime por el arte, su clan lo aceptó.
Era
una alternativa mucho mejor que dejarle deshonrar al clan, y como era un noble,
tenía un profundo conocimiento del arte.
Sin
embargo, su mayor pasión, a la que se dedicó, fue la escultura tradicional de
estatuas de cristal.
La
gente de su clan se compadeció de Saeed, quien fervorosamente tallaba masas de
amatista, las abrillantaba y pulía.
Como
un noble nacido sin talento, seguramente Saeed anhelaba el honor más alto del
clan, la [Amethyst Gaze / Mirada Amatista].
Todo
el mundo pensaba eso.
No
importa cómo trató Saeed de negárselo, el brillo de la amatista dejó una
profunda impresión en su mente.
Si
eras miembro del clan Hydra, sólo con mirar, ¡meramente mirando! podrías crear
estos hermosos cristales.
Y
así, Saeed las creó. Esculturas de amatista que sólo él podía crear.
Tenía
talento.
Sin
embargo, sólo una pequeña cantidad, apenas por encima de la mediocridad, como
si se lo dieran los Dioses Negros del continente Pandora por lástima.
Se
podían contar las esculturas que había vendido con las dos manos, y las
esculturas que había logrado exponer con una mano. Su limitado éxito fue
consumiendo poco a poco los pensamientos de Saeed, lo que le hizo dudar de sí
mismo.
“¿No
tengo talento...? ¿No tengo nada...?”
Saeed
se cuestionó a sí mismo las mismas preguntas tantas veces que ya no sabía
cuántas veces las había repetido, mirando en blanco su escultura de cristal
expuesta en un rincón del museo.
Quería
abandonar el arte, pero al mismo tiempo, no podía darse por vencido.
Por
mucho que se enfrentara a la realidad de su falta de talento, el arte se había
apoderado de él de tal manera que no se atrevía a tirarlo todo por la borda.
Si
dejara de hacer arte, ¿qué me quedaría? ¿Qué puedo hacer? ¿De qué podría estar
orgulloso?
No
hay ‘nada’. Esto era lo que Saeed temía por sobre todo.
No
es suficiente, no puedes hacer esto, es imposible, es inútil, eres
incompetente... Saeed, a quien se le ha dicho continuamente estas cosas desde
que nació, necesitaba algo de lo que pudiera estar orgulloso.
Una
cosa habría sido suficiente, si tuviera una sola cosa de la que estar
orgulloso, podría mantener la cabeza alta y vivir con orgullo, pero...
“Sólo
debo d...”
“Hola.
Siempre estás por estos lados, ¿verdad?”
Justo
cuando estaba a punto de pronunciar su decisión final, alguien le habló
inesperadamente.
Era
la voz de una joven mujer... no, de una chica.
“Esta
escultura de cristal, ¿te gusta?”
“Eh,
uh... Sí...”
Era
una chica encantadora. Para Saeed, habiendo vivido como un noble, su rostro y
su figura no eran tan atractivas como las mujeres nobles que había conocido
hasta ahora.
Pero
tenía un simple encanto en ella, como si fuera una flor creciendo en un campo.
¿Cuándo
fue la última vez que hablé con una chica tan guapa, no, con una persona así?
Saeed
luchó con sus palabras intentaba decirle que él había creado la escultura.
“¡¿En
serio?! ¡También me encanta esta escultura, es lo mejor que hay aquí!”
Su
sonrisa era tan deslumbrante, que Saeed apartó la mirada.
Como
si hubiera mirado directamente al sol; como si hubiera mirado con Ojos de Demonio;
sin pensar, instintivamente.
Pero
no fue algo malo.
“¿Eh...
Re-realmente...?”
“¡Ehh!
¿Por qué estás mintiendo? Seguramente estás aquí mirándolo así porque realmente
te gusta.”
Él
se preguntó, ¿qué era esta excitación que se desbordaba de su pecho?
No,
esa emoción estaba desbordando de todo su cuerpo. De sus ojos que eran la
prueba de que él era un inútil, los ojos que realmente odiaba. Los ojos cuyo
único rasgo redentor era el hermoso color púrpura de sus pupilas.
Saeed
estaba llorando.
Era
la primera vez en su vida que su talento había sido reconocido.
Todo
el mundo lo había visto a él y a sus creaciones con compasión.
La
única razón por la que había vendido esculturas, y tenía una escultura expuesta
aquí, era porque llevaba el nombre Hydra.
Pero
ese día, ella apareció. Una persona que reconoció sus esculturas y dijo que le
gustaban.
No
podía contener sus sentimientos.
Mientras
escondía desesperadamente su cara salpicada de lágrimas, con una voz
temblorosa, se las arregló para encontrar palabras.
“Esta...
esta escultura... Yo... la hice.”
“¡Ehh!
¡¿En serio?! ¡Eso es asombroso!”
Y
así Saeed conoció a esta chica, la única persona en el mundo que lo entendía.
“¡Saeed-sensei,
buenas tardes!”
“Buenas
tardes... Pero llamarme sensei es un poco embarazoso...”
“¿Por
qué no? ¡Sensei es sensei!”
Los
dos se hicieron amigos rápidamente.
Primero
Saeed le enseñó sobre su propia obra de arte, luego sobre esculturas de cristal
y, muy pronto, sobre el arte en conjunto.
Aunque
era una plebeya, tenía un profundo conocimiento del arte. A veces, sorprendía
incluso a Saeed, que había estado inmerso en el mundo del arte durante mucho
tiempo.
A
los dos nunca se les acabaron las cosas de las que hablar. Desde artefactos
antiguos hasta brillantes escultores de cristal que dejaron sus nombres en la
historia, el mundo del arte tenía una historia muy larga y profunda para
discutir.
Y
luego ella se desviaría del tema del arte y contaría sus propias historias.
Lo
que cenó ayer por la noche, dónde fue de compras, cómo se tropezó en su camino
hasta aquí hoy; historias sobre su vida diaria.
Pero
antes de que Saeed se diera cuenta, llegó a disfrutar de tales conversaciones.
Quería
conocerla, quería saber aún más sobre ella.
En
ese momento, no, desde el día que la conoció, se había enamorado de ella.
“Quiero
hacer una estatua contigo como modelo.”
Esa
fue su manera indirecta de confesarse.
“¡¿Ehh,
yo?! Eso... eso es... Pero no soy tan guapa...”
“¡No,
no puede ser nadie más que tú!”
Animada
por su entusiasmo, ella asintió. Sus blancas mejillas se volvieron rojas como
manzanas.
A
partir de ese día, Saeed se olvidó de la comida y el sueño y comenzó su trabajo
con la amatista.
Era
como si acabara de haber abierto los ojos a la belleza del arte... no,
trabajaba con fervor, esperanza y pasión más allá de eso, como si hubiera
encendido su alma.
Y,
con el momento perfecto, se acercaba una competencia.
Si esta última
creación llega a las finales, no, primer
lugar, le diré mis verdaderos sentimientos ― se juró a sí mismo.
“Te
amo, por favor cásate conmigo.”
“Me
siento de la misma manera, por favor cuida bien de mí.”
El
concurso, la confesión, la propuesta... Todo salió bien.
Era
como el destino.
Fue
como si toda su buena fortuna se hubiera acumulado durante todos los días más
oscuros de su pasado con el propósito de conceder su deseo, en este día, en
este momento.
Sin
embargo, si eso fuera cierto, no le quedaría ninguna buena fortuna a partir del
día siguiente.
En
ese momento no estaba claro cuánta desgracia le traería esto, pero desgracia
fue lo que trajo.
“¡¿No
puedes aceptar mi matrimonio?! ¡¿Qué demonios estás diciendo?!”
Si
esta situación resultaría en ser buena o mala fortuna era una pregunta
complicada.
Un
matrimonio entre el hijo de una familia noble y una plebeya nacida en un lugar
desconocido no era algo que se permitiera fácilmente. Esto era de conocimiento
común tanto para los nobles como para los plebeyos.
Sin
embargo, Saeed no había pensado en ello hasta el día de hoy.
Hasta
ahora su cabeza no había estado llena de nada más que de pensamientos sobre su
amada chica, y de completar su escultura.
“Ahh,
¿es así? Bien, está bien, ya no necesito el nombre de la familia Hydra.”
Saeed
no dudó en superar este obstáculo inesperado.
En
su corazón, ahora tenía algo mucho más importante que su condición de noble, la
única cosa que le daba una razón para vivir, la única cosa que le daba algo de
lo que estar orgulloso.
Tomó
su decisión rápidamente, e inmediatamente la declaró.
Saeed
Maya Hydra, ese día, cortó sus lazos con su clan y se convirtió en Saeed.
Ahora
nada se interpondría entre los dos.
Ahora
iban a empezar una nueva vida como amantes, no, como marido y mujer.
Y
de hecho, nadie se opuso entre los dos.
Si
surgieran problemas ahora, serían problemas entre él y ella, el hombre que se
convertiría en esposo y la mujer que se convertiría en esposa.
“¿Fuiste...
exiliado de la casa Hydra?”
Ella
le preguntó sorprendida.
Saeed
respondió con orgullo, como si declarara que esta era la prueba de su amor.
“Ahh,
ahora tú y yo somos plebeyos, así que podemos casarnos sin preocuparnos de
nada...”
“¡¿Eres
un maldito retrasado?!”
Las
palabras que salían de su boca no eran de alegría, sino de ira. No sería
exagerado decir que estaba absolutamente furiosa.
“No
puedo creer esto, ahh, idiota, ¡IDIOTA! ¡Basura, traste, bastardo incompetente!
¡Maldita sea, mierda, mierda, MIERDA! ¿Quién carajo te dijo que podías dejar tu
clan? No vales nada excepto por eso, ¡el nombre de tu familia Hydra!”
Saeed
no podía entender lo que decía.
¿Quién
es esta? ¿Quién es esta persona furiosamente enojada delante de sus ojos?
Esta
persona que está tratando de levantarme en el aire por el pecho, mostrando sus
dientes y escupiendo saliva por todas partes, haciendo un alboroto... ¿Quién
podría ser esta persona?
“No
me jodas, ¿cuánto tiempo crees que he tenido que soportar estar con un nerd
asqueroso y molesto como tú? Si no eres un noble, ¿entonces por qué diablos he
pasado por esto? ¡AHH!”
Él
no la reconocía, esta mujer, esta mujer loca, no la conocía.
Esto
es algún sueño o ilusión; su verdadero yo debería aparecer en cualquier
momento.
“¿Por
qué dices esas cosas? Yo... Te amo tanto.”
“¡¿Crees
que necesito tu amor?! Lo que quiero es dinero, estatus, honor, todo lo que
tienen los nobles. Alguien como tú no tiene ningún atractivo como hombre, ¡no te
creas tanto, basura!”
Sus
ojos, su sonrisa que era tan brillante como el sol... no, todo era mentira.
Ahora que su verdadera personalidad estaba expuesta, mostraba un desprecio
mucho más despiadado que nadie, incluso los miembros del clan Hydra que le
habían mirado con compasión.
No puede ser
verdad, no puede ser verdad
― Saeed lo negaba.
Esta
no es la verdadera ella, es una falsificación.
“Eso
es... una mentira, ¿verdad?”
“Esta
es la primera vez que te digo la verdad. Sabes, odio a la gente como tú más que
a nadie en el mundo.”
“¡Estás
mintiendo, estás mintiendo, estás mintiendo, estás mintiendo! Eso tiene que ser
una mentira, realmente te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, así que...”
Su
segundo intento de confesión de amor fue interrumpido.
“Cállate
la puta boca.”
“Te
am... ¿eh?”
Una
sensación de ardor recorrió su abdomen, entonces el dolor que asaltó sus
sentidos después hizo que Saeed cayera de rodillas, incapaz de hablar.
El
dolor de ser apuñalado en el estómago con un cuchillo, fue tan grande que ni
siquiera pudo soltar un grito.
“Te
odio, pero sabía lo que te hacía feliz. ¿Sabes cómo lo supe?”
Mientras
preguntaba, sacó el cuchillo y la sangre fresca fluyó libremente de la herida.
“Mi
padre... Era un artista.”
Cuando
ella dijo eso, le dio la espalda y él no pudo ver su expresión.
“Era
sólo un plebeyo, pero estaba obsesionado con el arte, con el cual no nos ganó
ni un solo maldito Klan... Un padre bueno para nada que hizo lo que quiso y no
dejó nada más que deudas cuando murió.”
Mientras
ella se volvía hacia él, sus ojos estaban nublados con la misma mirada de
desprecio.
No
estaba claro si ese desprecio se dirigía al ahora ensangrentado Saeed, o a su
padre muerto.
Y
luego, cogió en su mano un hacha para cortar leña.
“¡Murió
preocupado sólo por su estúpida autocomplacencia!”
Esperando
la hoja del hacha, en vez de eso sintió la dura suela de su bota cuando ella le
dio una patada.
“¡Debe
ser agradable ser un noble, tener un estilo de vida tan despreocupado donde se
puede jugar, preocuparse por cosas inútiles en lugar de dinero! ¡No hay manera
de que te puedas imaginar el estilo de vida de una puta que tuvo que abrir sus
piernas a la escoria para tener cambio de sobra para arreglárselas!”
Saeed
rodó sobre su espalda, tosiendo sangre.
“¡No
me mires así, ¿por qué me miras como si tú fueras la persona más desafortunada
del mundo?!”
Luego,
otra patada de su bota cubierta de suciedad le dio como si fuera el golpe de
una maza.
“¿Lo
entiendes? ¿Lo entiendes ahora? ¡La persona más desafortunada del mundo soy yo,
la basura de la sociedad!”
Pateó
y pisoteó despiadadamente al herido de muerte Saeed, y no pasó mucho tiempo
antes de que éste se viera incapaz de moverse.
“¡Así
que antes de que mueras, al menos sé útil para mí! Ya que me quieres tanto,
¿verdad? ¡GYAHAHAHAHAHA!”
Mientras
miraba hacia arriba con ojos huecos, Saeed vio a la impostora que se parece a
la mujer que amaba, su cara retorcida en una sonrisa mientras levanta el hacha.
“¿Dónde...
Dónde está... La mujer que amo...?”
Se
preguntó dónde se había ido.
¿Por
qué había desaparecido de repente?
Esto
era lo único en lo que podía pensar para explicar esta realidad.
En
ese momento, para él, sus pensamientos eran la verdad y la realidad era una
ilusión.
La
verdadera mujer que amaba era como las esculturas de cristal que había creado.
Siempre era alegre y brillante; era una chica inocente.
“¡ORAAAAH!”
El
hacha se balanceó hacia abajo y golpeó el cuello de Saeed perfectamente.
La
oxidada espada se hundió directamente en su nuez de Adán, pero con sus delgados
brazos, ese único golpe no fue suficiente para cortarla completamente.
“¡ORAH!
¡ORAAH!”
No
prestando atención a las salpicaduras de sangre, continuó moviendo el hacha
alocadamente.
Dos,
tres, cuatro veces... con cada impacto de la hoja del hacha, los gruesos huesos
del cuello fueron agrietados, rotos y aplastados, hasta que finalmente la hoja
cortó hasta el final.
“Hacerme
perder tanto esfuerzo, este pedazo de mierda...”
Agarró
la cabeza cortada de Saeed por su desordenado cabello púrpura.
Mirando
a los ojos púrpura bien abiertos, se rio.
“Aunque
son un fracaso, son verdaderos Ojos de Demonio... Si tengo suerte, podrían
venderse por un millón de Klan cada uno, ¡jajajaja, jajajaja!”
“Trae....
la...”
Una
voz llenó el aire.
“¡Trae...
la... DE VUELTA!”
Vino
de la cabeza decapitada que ella sostenía.
“¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHH!”
Antes
de que pudiera darse cuenta de lo que estaba pasando, ella murió.
Lo
último que vio fue un cegador destello de luz púrpura.
“¡AAHH!
¡Devuélvemela, devuélvemela! ¡TRAELA DE VUELTA! ¡LA AMO TAAAANTOOO!”
Delante
de los ojos de Saeed había una estatua de cristal, que encajaba perfectamente
con la forma del cuerpo de ella.
Sin
embargo, esta estatua de ella en su forma más despreciable no podría ser llamada
nada más que una fea creación.
Llorando
lágrimas de sangre, Saeed emitió un grito de desesperación. Como en respuesta a
su grito, se empezaron a formar grietas en la clara estatua de cristal púrpura
de la chica.
Y
al instante siguiente, se rompió y se desmoronó.
“¡TRAELA
DE VUUUEELTAAAAAAA! ¡UAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHH!”
Saeed,
ahora sólo una cabeza decapitada, siguió gritando, anhelando a su amante
perdida, una mujer que no era más que una fantasía.
***
Ahh,
ahora lo veo. Desde el principio, su verdadera forma fue sólo una cabeza
decapitada.
A
pesar de que había sido decapitado, una herida inconfundiblemente mortal, los
Ojos de Demonio de Saeed brillaban. Cuando miré a su luz, entendí lo que había
sucedido.
Este
enorme y musculoso cuerpo probablemente había sido atado por la fuerza a la
cabeza y manipulado por Necromancia o algo así.
Ahora
que miro de cerca, hay claras marcas de puntada alrededor de su cuello.
Sin
embargo, me di cuenta de eso demasiado tarde.
“¡GUAAAAAAAHH!”
Un
dolor severo, no, alguna sensación extraña, me recorrió el brazo derecho.
Aunque
es una parte de mi cuerpo, se siente como si ya no lo fuera, y mirando hacia
abajo, no lo era. Desde el codo hasta la muñeca, mi brazo se había convertido
en un brillante cristal morado.
“¡DEEEVOORADOOR
DEL MAAAAL!”
Usando
a [Evil Eater / Devorador del Mal] en mi mano izquierda ilesa, bloqueé la
mirada de los Ojos de Demonio mientras tratan de cristalizar más de mi cuerpo.
Y
luego golpeé la cabeza brillando purpura
con la espada.
Su
cara quedó surcada en dos, y la luz maldita dejó de brillar de los Ojos de
Demonio mientras se hundían en un charco de sangre y materia cerebral.
“Hah...
Hah... ¿Qué demonios le pasó a mi brazo derecho...?”
El
dolor ha cesado, pero he perdido completamente la sensibilidad del codo hacia
abajo.
Mi
brazo derecho, incluyendo la manga negra del [Diablo’s Embrance / Abrazo del
Diablo], se ha convertido en amatista. Si no fuera por esto, la cristalización
se habría extendido más allá de mi hombro hasta mi torso.
Sorprendentemente,
[BlackHair Curse – Coffin / Pelo Negro Maldito – Ataúd] había soportado el
ataque sin ningún daño. O tal vez debería esperar eso de una armadura maldita.
Aunque no siento nada en mi mano derecha, el color de mi guante derecho sigue
siendo negro como el carbón.
Oigo
el triste susurro de ‘Goshujin-sama...’ en mi cabeza, y ahora mismo estoy un
poco feliz de oírla.
Por
ahora, no puedo usar mi mano derecha ya que he perdido sensibilidad en ella, así
que usé mi mano izquierda para tocar el guante y crear un tentáculo negro.
El
cristal se rompería al menor toque, así que lo envolví completamente con el
tentáculo para formar un vendaje improvisado y un yeso.
Por
supuesto, mi mano derecha hacía tiempo que había perdido el control sobre la
pesada [Absolute Malice Hatchet – Neck Cutter / Hacha de la Malicia Absoluta –
Degolladora], así que la guardé en las sombras, así como el arma que me había
servido muy bien en esta lucha, la [Hungering Wolf Sword – Evil Eater / Espada
del Lobo Hambriento – Devorador del Mal].
“Maldita
sea, me atrapó...”
Gané
la pelea. Pero pagué un precio demasiado alto por esta victoria.
Había
perdido mi brazo derecho, y se había ido para siempre.
No,
espera, si recuerdo correctamente, podría regenerar cualquier parte dañada del
cuerpo si pagara suficiente dinero.
Bueno,
he experimentado la regeneración de mis extremidades durante el tiempo que
estuve en la instalación, así que no debería ser imposible conseguirlo en
Spada.
Ahora
que lo pienso, hay esperanza; recibiré 10 millones de Klans como premio en
dinero. Sólo espero que sea suficiente para cubrir los gastos del
tratamiento....
“El
campeón de este combate mortal es el Berserker de Pesadilla, ¡KURONOOOO!”
A
medida que recobro el sentido, la voz del locutor y los gritos de decenas de
miles de espectadores llegaron a mis oídos.
Si
yo fuera un Gladiador profesional, en este momento estaría haciendo algún tipo
de actuación para ellos, pero como no soy más que un aventurero, no siento la
necesidad de hacerlo.
O
mejor dicho, como mi brazo derecho ya no sirve para nada, no hay manera de que
pueda hacer algo así ahora mismo.
Por
ahora, quiero volver y descansar... no, antes de eso, necesito recoger las
armas malditas. Es una tarea molesta, pero son mi recompensa, después de todo.
Ocho
armas sin nombre, la naginata con la habilidad de levantar a los no-muertos y,
aunque no estoy seguro de si podré usarlos, los Ojos de Demonio de la casa
Hydra. Todos son objetos valiosos, y sería un desperdicio dejarlos aquí.
Los
vítores de la multitud se han vuelto ensordecedores mientras me pongo en marcha
para recoger las armas esparcidas por la arena.
Entonces,
escuché...
“¡KURONO-KUN!”
Miré
hacia arriba y vi la figura de un ángel, con sus alas blancas y puras
extendidas, mientras dice mi nombre y desciende hacia mí.
Es
una visión tan fantástica que podría haber pensado que fui golpeado por los
Ojos de Demonio y que morí. Excepto que ese ángel es una cara que veo muy a
menudo estos días.
Nell
Julius Elrod, la Primera Princesa de Avalon. Y la segunda amiga que he hecho
aquí en Spada.
Oh bien, así que
ella llegó aquí sin perderse
― pensé mientras la veía bajar a la arena.