Traductor: Lord
Editor: Lord
19
Las Herramientas
Perra
se tambaleó, y Raphtalia salió de detrás de ella. Al yo distraerlos,
aparentemente ella había usado magia.
Su
sincronización fue perfecta. Estábamos en medio de una crisis. ¿Esto lo
arreglaba?
"T...
¡Tú! ¿Tienes idea de a quién acabas de apuñalar?"
Perra
estaba enrabiada. Como un demonio, ella le gritó a Raphtalia.
"¡Srta.
Myne! ¡¿Estás bien?!"
"Espera.
¡Ren! Ugh!"
Ren
voló hasta Perra y chocó espadas con Raphtalia.
Intenté
correr también, pero la lluvia de flechas y la magia me hicieron retroceder.
La
espada aún estaba atascada en Perra. Debe haber ido por el camino equivocado,
ya que Raphtalia no pudo sacarla. Una vez que se dio cuenta de que no estaba
saliendo, Raphtalia inmediatamente cambió a su espada de repuesto.
"¡¿Qué
estás haciendo?!"
"¡Todos
ustedes se unen para atacar al Sr. Naofumi! ¡Tengo que detenerlos!"
"¡Eso
no importa!"
El
ruido de las espadas una contra otra llenó el área. Ren tenía más experiencia
con la espada. Paró y golpeó a Raphtalia.
Esto
no estaba bien. Ella estaba prácticamente desarmada.
Firo
seguía luchando contra Motoyasu, y la princesa estaba ocupada apoyándola.
Poco
a poco, los miembros del equipo de Ren e Itsuki se acercaban a hurtadillas a la
princesa.
Esto
no era nada bueno. Desesperada, Raphtalia buscó la espada mágica que el
vendedor de armas le había dado. La sacó de la vaina y se soltó con un
chasquido. La empuñadura estaba vacía; no había espada.
"¡Ahahaha!
¿Qué tienes ahí? ¡Qué lindo!"
Perra
ya había sido curada con magia. Señaló con el dedo a Raphtalia y se rió. Pero
Ren e Itsuki tuvieron una reacción muy diferente.
“¿La
espada no tiene una hoja? ¡Todos, tengan cuidado!”
"¡Okay!"
"¡¿Qué...
qué está pasando?!"
Los
miembros del equipo de Ren estaban confundidos.
"Eso
podría ser una espada mágica. Puede formar una hoja a partir del poder mágico
del usuario. Podría ser muy peligrosa".
"Él
tiene razón. No sé dónde podría haber encontrado algo así..."
Pensándolo
bien, el viejo de la armería nos había dado una nota que decía algo parecido.
"Después
de leer su nota, no podía ignorar lo que había dicho. Tenía que significar
algo. Así que hice un pequeño experimento".
Susurró
Raphtalia, y ella puso sus dedos alrededor de la empuñadura, sujetándola con
fuerza. Cuando ella sujetó al mango, una luz cegadora salió disparada de él.
Perra
parecía molesta.
"¡Ahí
voy!"
Raphtalia
apuntó la espada hacia delante, y luego corrió hacia Ren y Perra.
"¡Maldita
sea! ¡Espada Estrella Fugaz!"
Ren
usó su mejor habilidad.
La
Espada Estrella Fugaz era una habilidad que disparaba estrellas desde el arco
de su espada. Imagino que si golpeaba el blanco directamente, era muy fuerte. Aun
así, Ren no estaba luchando con todas sus fuerzas. Estaba luchando para detenernos.
Probablemente se retendría.
Incluso
si se retuviera, si golpeaba a Raphtalia probablemente causaría daños fatales. ¡¿Qué
podía hacer?!
Si
me acercaba a ayudar, arrastraría los ataques de los soldados hacia Raphtalia,
pero Raphtalia esquivaba el torrente de estrellas y se movía.
"¡Sus
movimientos carecen de convicción!"
"Ugh..."
Ren
no estaba seguro de dónde estaba parado en la pelea, y eso estaba afectando su
estrategia de ataque. Raphtalia esquivó su espada, y su propia espada brilló.
Ren
parecía mareado de repente. Agarró la cabeza con las manos y tropezó hacia
Raphtalia. Entonces cayó de rodillas.
"Ahora
lo entiendo. Me dio esta espada para cortar cosas que no son físicas. Así que
cuando cortas a una persona, esto es lo que pasa".
Raphtalia
parecía entender algo. Se giró dejando al Ren caído y corrió hacia Perra.
"¿Crees
que un criminal como tú puede pararse ante gente como yo?".
Perra
preparó su espada y la blandió hacia Raphtalia.
"¡Por
favor, CÁLLATE!"
La
espada de Raphtalia desapareció justo a tiempo para evitar chocar con la de Perra.
No sería un duelo. Raphtalia pivoteó, se giró, y dejó que la espada de Perra la
rodeara, fallándola por un pelo.
La
hoja de la espada mágica reapareció, y se deslizó hacia delante sin esfuerzo, a
través del pecho de Perra.
"¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!"
Perra
gritó.
Entonces,
como si se hubiera desmayado, soltó la espada y cayó hacia Raphtalia.
Raphtalia
usó su pie para mover la espada hacia su mano. Entonces, usando a Perra como
escudo, se giró hacia Ren.
"¡Myne!"
"¡Myne!"
Ren
e Itsuki, luego Motoyasu, todos gritaron.
“¿Héroe
de la Espada? Seguro que te has dado cuenta de esto, pero no está muerta.
Simplemente la he puesto a dormir un momento”.
Raphtalia
sostuvo su espada contra Perra como una amenaza.
"¿Crees
que podrías escuchar todo lo que el Sr. Naofumi tiene que decir?"
"P...
Pero..."
"¡Libera
a tu rehén! Si no lo haces, estarás en peligro. Será mejor que te alejes de
Naofumi".
Gritó
Itsuki, pero Raphtalia le miró fríamente.
“¿Dicen
eso después de tomar a Firo como rehén? También tomaron a Melty como rehén. ¿Y
creerías todo eso en una historia endeble sobre un supuesto Escudo Lavado
Cerebral?"
"Um..."
“Y
además, ¿no lo ven? El Sr. Naofumi no puede moverse ahora mismo”.
Con
la Perra inconsciente, la marea parecía haber cambiado. Todavía no podía
arriesgarme a acercarme demasiado a Raphtalia.
La
razón era la implacable lluvia de flechas y magia que caía a mi alrededor.
"¡Basta
ya mismo!"
Ren
gritó a los soldados, pero no parecían estar escuchando.
"¡Por
favor, deténganse! ¡Comandante, por favor!"
"¡No!
¿Se hacen llamar soldados de Melromarc? ¡Oh, hey! ¡Tú eres el que peleaste con
el Demonio del Escudo!"
El
soldado que había llamado al Comandante para que se detuviera era uno de los
soldados que me había ayudado durante la última ola.
"¡Recibe
tu castigo ahora!"
Todo
sucedió en cámara lenta.
Poco
a poco, pero absolutamente, una espada estaba cortando el aire directamente al
soldado que me defendió.
Fue
como con la princesa más joven.
Tuve
la suerte de haberla salvado, pero esta vez era demasiado lejos. No podría
llegar a tiempo.
"¡Alto!"
El
Comandante balanceando su espada contra un subordinado me hizo estallar. Ya no
podía controlar mis emociones. Sentí como si pudiera explotar.
Justo
entonces, la pequeña herramienta que el dueño de la tienda de armas me había
dado, la cubierta para la joya de mi escudo, se agrietó y cayó.
"¡Whoa!"
No
sabía lo que estaba sucediendo, pero era consciente de un gran volumen de luz
que se expandía a mi alrededor.
¿Qué
fue eso? Era un círculo de luz centrado en mí mismo, de unos tres metros de
diámetro. Era bastante grande.
¿Qué...?
Los
ataques que llovían de los soldados no podían penetrar la luz. Se estrellaron y
se rompieron, rebotando.
"¡Whoa!"
Las
chispas y los ataques rebotando llovieron sobre Ren y los otros héroes,
incluyendo sus equipos. Afortunadamente, las chispas evitaron a cualquiera
asociado con mi equipo. Raphtalia, Firo, la princesa y los soldados aliados no
resultaron heridos.
Los
fragmentos rotos cayeron sobre los enemigos, trozos ennegrecidos. Pero entonces
comenzaron a arder. Había tantos de ellos, dispersos tan al azar, que nadie
podía escapar de ellos.
La
herramienta que el viejo me había dado debe haber reaccionado a mi escudo. Las
llamas negras sugirieron que había influido mi escudo con un contraataque
basado en el Escudo de la Rabia II. Esa era la única explicación que se me
ocurrió.
"Qu..."
“U…”
Ren
e Itsuki estaban sufriendo por las llamas. El único que aún podía luchar era
Motoyasu, y estaba encerrado en combate con Firo.
"¡Hiya!"
"¡Todos!"
"¡Maldita
sea! ¡Naofumi! ¡No corras!"
Motoyasu
comprendió que la situación se había vuelto en su contra. Se alejó de Firo.
"¡Reagrúpense
todos!"
"¡Ok!
¡Vamos, Mel!"
"¡Vale!"
Qué
inesperada buena suerte. Esta era nuestra oportunidad de escapar.
Pero
Motoyasu seguía levantado y coleando. ¿Cómo podríamos alejarnos de él?
Firo
todavía estaba atascada en forma humana debido a ese aro. No podíamos escapar encima
de ella.
Y
no era como si Ren e Itsuki ya no fueran capaces de luchar. Las llamas negras
los habían quemado, pero era sólo una herida superficial.
"¡Deja
ir a Myne!"
Motoyasu
lanzó una lanza contra Raphtalia, que seguía usando a Myne como escudo.
"No
lo creo."
"Sr.
Naofumi."
Yo
ellegué delante de Motoyasu en un santiamén, pero justo antes de que Raphtalia
pudiera volver y maniobrar detrás de mí, perdió el control de Perra.
La
mirada de Motoyasu inmediatamente se dirigió a Perra.
Ella
había sido nuestra mayor ventaja, y ahora habíamos perdido eso.
Me
acerqué para ver si podía agarrarla de nuevo...
"¡Myne!"
Pero
Motoyasu ya la había arrastrado hasta sus brazos. Maldita sea. Estaba fuera de
nuestras manos.
Nuestra
situación había empeorado constantemente desde que nos encontramos con todos.
No podíamos luchar mucho más tiempo.
Honestamente,
si lo intentáramos perderíamos.
Lo
estaba pensando cuando algo se enrolló contra mi pie.
¿Una
bomba? Inmediatamente levanté mi escudo para bloquear la explosión, pero la
bomba empezó de emitir una corriente de humo con un silbido suave.
"Uh..."
"Qu..."
Toda
el área se llenó de humo, y no pudimos ver nada. Dí un solo paso y ya no podía
distinguir a nadie.
Con
todo el mundo tan de cerca, ¿cómo se suponía que íbamos a distinguir a un amigo
de un enemigo?
"Por
aquí, Zeñor."
"¡Esa
voz! Héroe del Escudo, sigue la voz".
Mel
me llamó.
"¿Está
bien?"
"Creo
que sí. Por si acaso, que Raphtalia use su magia de ilusión".
"¡Muy
bien!"
Mel
me estaba guiando, corrí detrás de ella.
"¡Espera!
¡¿Dónde fuiste?!"
Antes
de escapar, llamé a Ren.
"Ren,
estoy seguro de que entiendes todo esto. Después de usar toda esta fuerza,
¿puedes decir realmente que yo soy el criminal aquí?"
“…”
"¡Usaré
la magia de viento! ¡Alguien más que pueda usarla, ayúdenme!"
"Espera,
Itsuki."
"¿Qué
es?"
"Ahora
deberíamos..."
Itsuki
estaba a punto de usar la magia de viento para limpiar el humo. Parecía que Ren
intentaba detenerlo.
¿Lo
lograríamos? No lo sabía, pero todos perseguimos la voz.
Cuando
el humo se esfumó, habíamos puesto mucha distancia entre Ren y nosotros. Y por
si acaso, Raphtalia había casteado magia allá atrás. Todavía nos estaban
buscando.
Eso
significaba...
"Zeñor,
usa mejor este manto también."
La
voz misteriosa habló y me arrojó una tela sobre mí.
"¿Lo
conseguiremos?"
"Silencio...
Movámonos... en silencio."
Mel
tomó la mano de Firo y corrió en silencio. Los seguimos. Y así pudimos escapar
de los héroes. Poco después, el campo de fuerza que me rodeaba desapareció. Al
final estaba claro que sólo habíamos podido escapar por los regalos que el
viejo nos había dejado.
Pero
esta no sería la última vez. ¿Cómo escaparemos la próxima vez? Los héroes no
eran estúpidos. Aprenderían de esto y se les ocurriría un nuevo plan.
Y
sin embargo, parecía que Ren empezaba a sospechar que las cosas no eran como
parecían. Tenía que tener esperanza en eso.
De
todos modos, no era momento de pensar en las cosas. Necesitábamos centrarnos en
correr.