Traductor: Lord
Editor: Lord
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El verdadero terror de los monstruos
Tratamos
a Shildina lo mejor que pudimos y luego la enviamos lejos antes de dirigirnos a
la torre principal nosotros mismos. Según los que quedaron vivos en el
castillo, el actual Emperador Celestial aún estaba allí, solo.
“Es
sólo un niño, ¿correcto? Sabiendo que estaba acorralado, ¿tal vez ha echado a
todos los demás y está esperando solo?” ‒ Le pregunté a Raluva cuando vino a
informarme. El chico había dado todo tipo de órdenes estúpidas hasta ahora,
pero quizás al final estaba actuando un poco como un verdadero gobernante.
“En
realidad, parece que Makina le dijo que todo esto terminaría rápidamente y lo
dejó solo en la torre.” ‒ informó Raluva.
“Mientras
que la propia Makina intentó escapar usando un pasadizo secreto. Vimos lo que
le sucedió después de eso.” ‒ dije. Raluva asintió. Eso hizo que la odiara aún
más. Ella había causado un daño incalculable a esta nación y aun así no asumió
ninguna responsabilidad. Al igual que cuando trató de apoderarse de Shildina
como un fantasma, me recordaba horriblemente a Bruja. Si no fuera por la reina,
Melromarc podría haber terminado exactamente igual que este lugar. Eso se me
había metido de lleno en mi cabeza, haciéndome pensar así.
“Rafu.”
‒ ¿Eh? Raph-chan se aferraba a algo que parecía una pelota. ¿Qué era eso?
Quería comprobarlo, pero continuamos, llegando a la torre principal y
dirigiéndonos a la habitación del Emperador Celestial, detrás de la sala de
audiencias.
Abrimos
la puerta corrediza.
“¡¿Qui-quién
está ahí?!” ‒ El orador era un niño, de unos ocho años de edad, vestido un poco
como un sacerdote. Miraba en nuestra dirección con miedo en sus ojos,
agarrándose a un juguete de peluche claramente modelado a partir de un polluelo
firorial.
Era
incluso más joven que Raphtalia cuando la conocí. ¿Así que este era el idiota
que había estado actuando como emperador de Q’ten Lo?
Su
habitación estaba llena de mercancía firorial. Comenzó con dibujos e incluía
juguetes de peluche e incluso tallas de madera y estatuas de bronce. Me tomé un
momento para buscar las de oro y piedras preciosas -síp, ahí vamos-, aunque al
examinarlos más de cerca, sólo eran enchapados de oro. Las piedras preciosas
también eran baratas.
También
parecía que había muchos libros, pero ¿sobre qué? Un rápido vistazo a las portadas
reveló más imágenes de firoriales. Todos los representados eran blancos con un
color rosa cereza. Exactamente igual que Firo. ¿Por qué era tan popular ese
coloreado?
“¿Dónde
está Makina? ¡Alguien! ¡Cualquiera! ¡Shildina! Ayúdenme.” ‒ gritó. Parecía que
no tenía una comprensión completa de la situación y que había sido dejado –abandonado-
aquí. ¿Qué debo hacer entonces?
Estaba
empezando a parecer que él sólo fue utilizado y que no tenía una comprensión
real del bien y del mal por sí mismo. Dicho esto, su frívola aplicación de la
protección del Emperador Celestial era definitivamente un problema persistente.
“¡Ah!
¡Ese traje! ¡Yo soy el único lo suficientemente importante para usarlo!” ‒ El
niño gritó, señalando petulantemente a Raphtalia. Parecía que lo primero que
había que hacer era asegurarse de que comprendía exactamente la situación en la
que se encontraba. El sólo hecho de capturarlo sin ninguna explicación y
matarlo era una situación que definitivamente quería evitar, pero eso no
cambiaba el hecho de que se iba a bajar de su alto caballo, de todo ese poder,
con un golpe.
“Lo
siento, chico, pero cualquiera que se haya puesto de tu lado está muerto o
capturado. Tú no eres importante. Ya no eres nada. Debes entender eso al menos, ¿verdad?” ‒ A mi pregunta, el
chico dejó caer su cabeza y asintió.
“Pensé
que ese era el caso.” ‒ dije. ¿Oh? Parecía que tal vez tenía mejor comprensión
de lo que pensé al principio.
Empezó
a hablar. ‒ “Makina dijo que volvería enseguida, pero después de todo este
tiempo todavía no ha vuelto, y a veces cuando me escondía oía a la gente decir
cosas sobre mí que no eran tan agradables. Pero aun así…” ‒ El niño… no, era
demasiado listo para eso, al menos digno de ser llamado ‘chico’… siguió
adelante. ‒ “Todavía quería creer en ellos. Que pondrían fin a este caos y
volverían a mí.”
“Lamento
que no funcionara como querías.” ‒ me burlé. El chico se quedó callado ante,
seamos honestos, mi comentario bastante pendejo. Oye, yo no era su niñero.
“Por
favor, Sr. Naofumi.” ‒ suplicó Raphtalia. Por supuesto, ella se había dado
cuenta. ‒ “¿No puedes ser un poco más amable con él?”
“Lo
sé, es sólo un chico. Pero éste sigue siendo el que envió a todos esos detrás
de tu vida, Raphtalia. Ese es un gran problema, incluso si le damos un poco de
margen.” ‒ dije. El hecho de que este chico fuera un líder tan ineficaz había
llevado a que Raphtalia fuera el objetivo. Si él hubiera estado en control, los
asesinos nunca habrían sido enviados sólo porque ella se puso un estúpido traje.
Exprimiendo
toda la valentía que pudo de su cuerpo tembloroso, el chico nos miró y habló
con fuerza. ‒ “¿Qué harás con nosotros? Estamos derrotados, ¿correcto? Entonces
llévanos adonde quieras y ejecútanos si es necesario. Pero los que nos
siguieron no tienen la culpa de todo esto. Por favor, no los persiga.” ‒
suplicó. Lo entendía todo mal, por supuesto. Los que lo ‘siguieron’ eran los
verdaderos criminales aquí, haciendo que este niño estuviera más cerca de ser
irreprochable que ellos. Honestamente, desde mi perspectiva, ellos eran a los
que quería ejecutar.
Sin
embargo, su tono era ahora marcadamente diferente, y ¿era ese el ‘nosotros’
real? Al menos había tenido algo de entrenamiento en su puesto. Hmmm, cuando
tomaba en cuenta su actitud como un todo, con una educación adecuada, él podría
haber salido bien, o eso pensaba. Después de todo, seguía siendo pariente de Raphtalia,
aunque sólo fuera un primo lejano o algo así.
“Ya
veremos. No me inclino a tomármelo con calma, pero definitivamente empezaremos
por quitarte tu título de Emperador Celestial. Lo que pase después de eso, lo
decidiremos más tarde.” ‒ A mis palabras, el chico cerró silenciosamente los
ojos y sofocó su temblor. Nuestra información sugería que sus padres habían
sido asesinados cuando aún era un bebé, y que claramente había pasado sus
propias dificultades.
Con
nuestra captura de la capital oriental, el estado de la situación en Q’ten Lo
cambiaría dramáticamente, con casi nadie que pudiera oponerse a nuestras
fuerzas. La ciudad vieja sería restaurada y se la llamaría la ‘Capital Real’, y
se podría esperar que también se restaurara un gobierno pacífico.
Por
lo que parece, hicimos un buen trabajo extrayendo el pus.
Por
supuesto, por las costumbres de este mundo, si anunciáramos el nacimiento de
nuestra nueva autoridad al pueblo, entonces deberíamos llevar a cabo una
ejecución pública del Emperador Celestial capturado. Pero yo no estaba tan
seguro de eso.
En
cualquier caso, aquellos que habían preparado todo esto definitivamente
recibirían lo que se merecían. Sin mencionar, que en este punto, mi propio
propósito aquí se había cumplido en gran medida.
“Tal
vez le demos una marca de esclavo y veamos cómo lo soporta bajo tortura.” ‒ Yo
había sugerido para ver cuál era su reacción a eso, y pensar en su futuro
basado en ello.
“¡Si
ese va a ser nuestro castigo, lo aceptaremos!” ‒ Tartamudeó. ¿Oh? Fue muy
directo al respecto. Entonces era consciente de sus responsabilidades como
Emperador Celestial. Aunque su conocimiento del concepto de ‘tortura’ no estaba
especialmente desarrollado, tenía que saber que sería doloroso y aterrador.
Sí.
Me costaba mucho odiar al chico. Teniendo en cuenta la información que ya
habíamos recopilado, definitivamente sólo estaba siendo utilizado.
En
todo caso, eso es lo que parecía. Pero quería asegurarme. Ver su verdadero yo.
“Hmmm.
Sólo dame un momento.” ‒ dije y ordené a Raphtalia y a los demás que se
quedaran allí para cuidar al niño. Luego me llevé a la Firo de forma humana
conmigo fuera de la habitación, básicamente empujándola hacia afuera.
“Aaaaamooo,
¿quuuuéééé…?”
“Firo,
quiero que te conviertas en tu forma de reina firorial, que te quedes callada, esa
parte es importante, y me sigas adentro, y luego mires a ese chico. Cuando dé
la señal, necesito que agarres del cuello de su ropa con tu pico y lo levantes
en el aire. Si haces todo lo que te digo, al pie de la letra, te haré una
comida especial más tarde.” ‒ le expliqué a Firo.
“¡En
serio!” ‒ Firo se veía muy contenta, luego volvió a su forma de reina firorial
y me siguió de vuelta adentro, prácticamente saltando.
“¿Oh?
Sr. Naofumi, ¿por qué está Firo en esa forma?” ‒ Raphtalia comenzó.
“¿Oh,
cielos?” ‒ exclamó Sadina.
“¿Qué
crees que está planeando Naofumi?” ‒ preguntó Ren.
“¡No
me preguntes!” ‒ Dijo Itsuki.
“¿Fuueeh?”
‒ Murmuró Rishia.
Así
fue como mis otros compañeros en la sala reaccionaron a este giro de los
acontecimientos. Era bastante fácil imaginar cuáles serían sus reacciones a lo
que iba a suceder a continuación.
“¡Ah,
un firorial!” ‒ Los ojos del chico se iluminaron y se acercó a ella. Sí, así
es. Este era el idiota Emperador Celestial quien hizo la proclamación de no
dañar a los seres vivos debido a su amor por los firoriales. Así que esta era
la mejor manera de ver su verdadera naturaleza.
El
chico corrió hacia Firo y comenzó a acariciar su plumaje. Firo parecía estar
disfrutando y volvió la mirada hacia el chico. Le dije que se callara de forma
disimulada. Si ella hubiera hablado, incluso unas pocas palabras, ella y el
niño podrían haberse hecho amigos rápidamente. Firo tenía ese aspecto en ella.
Pero ella se mantuvo fiel a mis instrucciones y no dijo nada, sólo continuó
mirando al niño.
No
pasó mucho tiempo antes de que su sonrisa se desvaneciera en miedo.
Justo
lo que pensaba. De toda esta mercancía que había recolectado, yo estaba
bastante seguro de que no entendía mucho sobre los verdaderos firoriales. Para
enmarcarlo en términos conocidos, era como un súper otaku. Podía ubicar el
sentimiento por mis propias tendencias otaku, el tipo que amaba a la heroína de
su programa favorito en vez de a una mujer de verdad.
En
otras palabras, no sabía nada de firoriales reales.
“¿Eh?
¡Aaaaaah!” ‒ Je. Ah, Firo. Ella había olvidado por completo cómo todos en el
pueblo le tenían tanto miedo. ‒ “¡Waaah!” ‒ Ella estaba de muy buen humor, su
apetito era estimulado por mi promesa de comida, incluso mientras continuaba
mirándolo fijamente.
En
efecto, mirar fijamente y salivar. Ella miraba al chico como un ave de presa
mirando fijamente su próxima comida.
La
cara del chico completó su descenso hacia el terror, y sus piernas casi se
rinden. Verdaderamente, si ella hubiera hablado, toda la escena habría sido muy
diferente. En ese momento, su reacción fue bastante parecida a la de Melty.
Dicho
esto, Melty había hecho todo lo posible para hacerse amigos, incluso con un
firorial hambriento. Tal y como yo suponía, a este chico le gustaban los firoriales,
pero no estaba muy familiarizado con ellos.
Le
di a Firo la señal con la mano.
Con
eso, empezó a moverse lentamente hacia el chico. Ella hizo un ruido de exhalar
por la nariz, pareciéndose exactamente a un depredador que se acercaba a la
presa.
“¡W-wah!
¡Qué-quédate atrás! Por favor, sálvenme antes de que me coman.” ‒ gritó
aterrorizado. Firo se detuvo y me miró, claramente incómoda. Tal vez se dio
cuenta de que yo le había tendido una trampa. Pero ella inmediatamente comenzó
a moverse de nuevo.
¿Tanto
deseaba comer mi comida?
Cuando
le pregunté más tarde, me dijo que había pensado que era un castigo por haber
causado tantos problemas a Raphtalia y a la gente del país.
“Oh,
cielos.” ‒ dijo Sadina otra vez. Sentí que una multitud de miradas frías se
apoderaban de mí.
“Ah,
¿puedo preguntar, qué estás haciendo?” ‒ Raphtalia tomó la iniciativa de
preguntar por todos.
“Lo
primero es lo primero, necesita ser castigado.” ‒ anuncié, asegurándome de que él
pudiera oírme, por supuesto. Pero también hablé de tal manera que espero que
los demás se den cuenta. ‒ “Si ama tanto a los firoriales, creo que merece
morir siendo devorado por uno. ¡Comido vivo, nada menos!”
“¡N-no!
Por favor, ¡no me hagas eso!” ‒ suplicó. ¡Ajá! Finalmente, estábamos llegando a
su verdadera naturaleza. No importa la fachada real que tratara de poner, él
era sólo un niño en el fondo. E incluso si había sido usado por los que le
rodeaban, necesitaba ser castigado por hacer la proclamación en contra de herir
a las criaturas vivientes y bendecir a los monstruos sellados.
Experimentar
este terror por sí mismo parecía lo correcto. Hacer que sienta por sí mismo el
daño que los monstruos hacen a la gente de su nación.
“¡W-waaaaaaaah!”
‒ El terror de ser atacado por un firorial, en exactamente la forma y los
colores que tanto amaba, seguramente iba a ser quemado en el cerebro del niño.
Mientras
lo pensaba, me di cuenta de que uno de los líderes de la revolución utilizaba
un cristal de vídeo para grabar las actuaciones. ¿Qué estaban planeando ahora?
Ese artículo había sido importado de Siltvelt, si no recuerdo mal.
En
el momento en que Firo levantó al niño por el cuello, dejaron de grabar el
video. Entonces, eso era todo. Difundir estas imágenes por todo el país
mientras la ejecución del Emperador Celestial tranquilizaba a la gente.
“¡Gyaaaaaaaaaaaah!”
‒ Gritó. Por supuesto, Firo no se lo comió.
Todavía
con el niño en el pico, Firo se me acercó. Después de gritar un rato, el niño
se orinó encima y siguió suplicando que lo salvaran entre jadeos. Cuando
finalmente se dio cuenta de que nadie le iba a ayudar, se esforzó más, pero sin
éxito; cuando finalmente se rindió y se quedó quieto, ordené que lo soltaran.
“Uh…”
‒ Jadeó por aire. Al darse cuenta de que era libre, el chico trató de alejarse
de la fuente de su terror. Raphtalia y los demás miraron, no especialmente con
aprobación.
“Creo
que ya ha tenido suficiente.”
“Hay
mucho más que me gustaría grabarle a fuego, pero supongo que este es un buen
primer paso.” ‒ Ahora, al menos, entendía lo aterradores que eran los monstruos.
“¡Amo,
eso fue cruel!” ‒ Firo me regañó.
“Cállate.
¿Cómo habrían ido las cosas si el niño fuera Melty?”
“¿Eh?
Bueno, ella me habría dado comida y me habría acariciado donde quisiera y me
habría hecho toda esponjosa y feliz.” ‒ Exactamente. Incluso si Melty se
enfrentaba a la ejecución de esta manera, seguramente sería capaz de superarlo.
Esa
era la gran diferencia entre Melty y este chico.
“¡E-está
hablando! ¡Está diciendo algo!” ‒ anunció.
Firo
me había hablado en el idioma de Melromarc. También podía hablar los idiomas de
Siltvelt y Q’ten Lo. Su experiencia de ser exhibida en otro mundo la había
dejado con la lección de querer aprender rápidamente nuevos idiomas. Para este chico,
sin embargo, incluso un firorial parlante era ahora una fuente de miedo. Estaba
acurrucado de terror en la esquina.
“Chico.
Te voy a decir algo muy importante.” ‒ comencé.
“¿Q-qué?”
“Los
firoriales siempre te han parecido bonitos y esponjosos, pero son criaturas
viciosas y violentas. Lo has experimentado por ti mismo, ¿verdad?” ‒ Dije.
“¡Buuuuuuuu!”
‒ A Firo no le gustó esa caracterización.
“¿Por
qué estás siendo tan antagonista con los firoriales ahora?” ‒ También ignoré el
comentario agudo de Raphtalia.
“Supongo
que aquellos a los que has tocado en el pasado han sido entrenados para no ser
violentos o eran refrenados.” ‒ continué. El chico asintió. Él ahora entiende
la diferencia. ‒ “Los monstruos salvajes no son iguales. De hecho, fuiste por
ahí poniendo las bendiciones del Emperador Celestial sobre monstruos horribles
que podrían haber dañado realmente a tu nación. ¿Entiendes lo que eso
significa?” ‒ El niño bajó la cabeza ante mis palabras, y Raphtalia también se
mordió la lengua. Parecía que todos finalmente entendían mi intención con todo esto.
“¡Buuuu!”
‒ Bueno, todos menos Firo y sus mejillas hinchadas e indignadas. En este
momento, sin embargo, ella sólo estaba ayudando a demostrar mi punto de vista.
“Ese
terror tampoco sería el final de esto. Deberías haber sido masticado,
destrozado por garras, cubierto de veneno, muerto dolorosamente, y eso es lo
que le ha estado sucediendo a tu gente. Eso es lo que hiciste, aunque no lo
supieras.”
“Nosotros
lo vemos. Ahora lo entendemos. En cuyo caso, realmente no somos aptos para ser
Emperador Celestial. Todos la llamaban impostora, pero es como usted dice. Para
alguien que sirve al revolucionario Emperador Celestial, le daremos el trono a
ella.” ‒ dijo. ¡Wow! Todavía era un niño en muchos sentidos, pero sabía lo que
estaba pasando. No era un idiota que pensaba sólo en el dinero y el lujo, así
que esto probablemente serviría como castigo suficiente.
“Realmente
no puedo hablar de lo que va a suceder a continuación, pero podría ser bueno
para ti dejar este país y ver más del mundo.” ‒ dije.
“Si
se nos diera esa oportunidad…” ‒ comenzó. Honestamente, también valía la pena señalar
que la idiotez de los de Q’ten Lo contra la que habíamos luchado nos había
ayudado, permitiéndonos tomar la nación tan rápidamente. El destierro era
probablemente más apropiado que la ejecución. Si realmente había sido
utilizado, sería bueno para él ver el mundo y aprender más sobre la vida real.
También
estaba emparentado con Raphtalia.
Públicamente,
por supuesto, le diríamos a la gente que había sido ejecutado. Incluso podríamos
llevarlo a la aldea y llamarle en privado primo de Raphtalia o ex príncipe.
“De
todos modos, decidiremos exactamente qué hacer contigo luego.” ‒ le dije. El
chico parecía asustado por mis palabras, pero también receptivo. Bien,
entonces. Parecía una buena oportunidad para compartir otra información
importante con él. ‒ “Permíteme compartir algo más importante contigo. Aquí hay
un monstruo que es mucho más lindo, más inteligente y más útil que cualquier
otro firorial.” ‒ dije y tomé a Raph-chan con ambas manos y se la presenté al chico.
“¿Tali?”
‒ Rafu chirrió. ¿Qué? ¿Un nuevo sonido? ¡Qué nueva evolución! Raph-chan levantó
una mano al chico.
“¿Qué
está planeando ahora?” ‒ Soltó Raphtalia. Claramente había llegado al límite de
morderse la lengua. Pero seguí adelante.
“Nunca
antes había visto un monstruo como éste. ¡Ni siquiera en un libro!” ‒ Dijo el
chico.
Con
eso, el chico se acercó a Raph-chan. Ella ronroneó con sonidos de rafu,
disfrutando de ser acariciada por el niño. Empezando por la cabeza, el chico la
acarició en las mejillas, el vientre, las manos, los pies y la cola, e incluso
ella acarició la mano del niño a cambio.
“¡Oh
wow!” ‒ Sus ojos brillaban, y claramente quería uno propio.
“Esta
pequeña lindura es un monstruo hecho del pelo de tu pariente. Es más linda que
una firorial ¿verdad?” ‒ Le pregunté.
“¡Buuu!”
‒ Firo siguió abucheando.
“Por
favor, Sr. Naofumi. Detén esto.” ‒ Raphtalia tampoco parecía contenta. Los
otros sólo sacudían la cabeza.
“La
chica que ves allí se llama Raphtalia. El Emperador Celestial revolucionario y
tu pariente.”
“De
acuerdo.”
“Los
que te rodean pueden haber dicho que el linaje del Emperador Celestial era
mejor si eras tú y que otros eran impostores y debían ser asesinados, pero ¿no
sería mejor que tu familia se llevara bien?” ‒ Pregunté.
“Sí.
¿Por qué todos dijeron que era mi enemiga cuando somos parientes?”
“¿Por
qué crees? Porque, para los ‘todos’ de los que estás hablando, el hecho de que
Raphtalia estuviera viva era un problema. Un inconveniente. Por eso dieron las
órdenes de matarla.”
“Ya
veo.” ‒ Aunque era un niño, parecía tener cierta comprensión de los asuntos
políticos. Después de todo, esto había sido un pantano de corrupción.
“De
todos modos, si vas a ser amable con nosotros, te dejaré acariciar a Raph-chan
un poco más.” ‒ El chico miró de Raph-chan a Raphtalia y luego asintió. ‒ “Así
que, en lugar de mercancía firorial, ¿qué tal si hacemos un poco de Raph-chan…?”
‒ Raphtalia me agarró fuerte de los hombros.
“Sr.
Naofumi, no estoy segura de lo que está planeando, pero no lleve las cosas
demasiado lejos.” ‒ regañó. Gah. Suficiente por ahora. Podría traerlo a la luz
de la adoración de Raph-chan más tarde.
“De
todos modos. No vamos a tratarte mal, y podemos ser un poco flexibles, así que
sólo necesitas aprender más sobre el mundo.”
“Muy
bien. Si nos… me da la oportunidad, haré lo que pueda para compensar todos los
problemas que he causado.” ‒ Uf. Las cosas parecían haber salido bastante bien.
Tomamos al chico bajo nuestra protección y dejamos el castillo atrás.
“¿Crees
que esto está bien?” ‒ Le pregunté a Sadina abruptamente.
“Creo
que sí. Realmente has estado a la altura de las circunstancias, pequeño
Naofumi, lo cual me ha encantado ver, y no podría estar más orgullosa de
Raphtalia.”
“Aunque,
todo esto fue culpa de ese traje de miko. Si nunca me hubiera puesto eso, no
nos habríamos visto envueltos en este conflicto.” ‒ suspiró Raphtalia. No hay
necesidad de volver a mencionar eso.
“Tali,
rafu.”
“¿Por
qué está empezando a decir el resto de mi nombre ahora?” ‒ preguntó Raphtalia,
volviéndose ahora hacia Raph-chan. Tenía mucha energía a pesar de que acababa
de estar en una batalla importante.
En
medio de esta charla, sacamos a escondidas al chico, y nuestra invasión de Q’ten
Lo finalmente llegó a su fin. Para ser honesto, me sorprendió la increíble
velocidad a la que tomamos la nación.
Claramente
habían estado en las últimas, pero ‘descuidados’ apenas cubría la forma en que se
habían desenvuelto en la guerra.
Atlas
y los demás que llegaron tarde a la batalla, por supuesto, estaban molestos por
no haber podido asistir a la acción. Pero como Raphtalia había sido la que
había estado luchando, todos los demás sólo habían mirado de todos modos.
Delirios de Lord:
Esta gente de surrealista. Entiendo que Ren e Itsuki vean mal a Naofumi.
Ellos fueron criados en tiempos de paz. Con una moralidad distinta.
¿Pero los de ese propio mundo?
El hecho de que no lo ejecuten ya es algo grande.
Naofumi es un adepto que no pierde tiempo.
Todos arrodíllense ante la gran y maravillosa Raph-chan