Traductor: Lord
Editor: Lord
331 La Batalla Para Defender la Fortaleza
de Iskia
Al amanecer, los sonidos de la
batalla entre el hombre y el monstruo resuenan entre la lluvia que ha comenzado
a caer.
Los que están confinados en la
vieja fortaleza en la cima de una colina son los jóvenes de élite que cargan
con el futuro de las fuerzas militares de Spada, trescientos estudiantes de la
Real Academia de Spada.
El ejército mixto de monstruos
simplemente se acerca de frente a la fortaleza, sin emplear ataques sorpresa ni
planes inteligentes.
Los estudiantes son superados en
número más de tres a uno cuando comienza el asedio, y su destino pende de un
hilo.
"¡Uooooh! ¡[Slash / Corte]!"
Con su espada larga, el joven
caballero cadete Eddy corta al Orco que ha escalado las murallas de la
fortaleza en un intento de entrar.
El pecho del Orco es destrozado
por las artes marciales de Eddy justo cuando la parte superior de su cuerpo
sobresale por encima de la parte superior de la pared, y se cae por donde vino.
"¡Shenna! ¡Es demasiado
peligroso estar aquí!"
"Incluso si dices eso, ¿a
dónde se supone que vamos a correr?"
Con un movimiento de sus coletas
verde pálido, la Maga Shenna con anteojos lanza un ataque mágico a los enemigos
de abajo.
Ella está apuntando a un Goblin
que está clavando decididamente sus garras afiladas en los huecos entre las
piedras de la pared, escalando su camino hacia arriba.
La cuchilla de aire corta
limpiamente a través de sus brazos y cae de cabeza hacia el suelo, derribando a
sus compañeros en el camino.
"¡Muévanse! ¡Las paredes no
aguantarán más! ¡Nos retiraremos dentro de la fortaleza!"
Como si respondiera a la pregunta
anterior de adónde huir, el grito desesperado del comandante supremo, el
segundo príncipe Wilhart Tristan Spada, resuena.
No hay nadie disponible para
transmitir comandos a través del campo de batalla. El general recorre la
superficie superior de las murallas de la fortaleza, entregando personalmente
las órdenes a cada escuadrón.
"Dentro del castillo... Eso
significa que finalmente es el fin, huh".
Lo único que detiene a los
monstruos ahora mismo es el foso sin agua y las dos capas de muro de piedra.
Ha pasado alrededor de media hora
desde el comienzo de la batalla, y la pila de cadáveres de monstruos que han
llenado el foso seco amenaza con igualar la altura de las paredes verticales de
piedra.
La única zona segura que queda es
el ‘Tenshu’, la parte de la fortaleza que se podría llamar el castillo actual.
(NTI: Esta es una palabra
japonesa para la torre más alta dentro de un castillo. Probablemente el
torreón)
Dicho esto, si las murallas son
traspasadas, se puede decir que la fortaleza ha caído.
Encerrarse en el Tenshu es poco
más que un acto final de fútil resistencia, sin embargo, la realidad es que con
la situación actual de la batalla, no tienen otra opción.
"¡No te rindas, Shenna!
Todavía podemos luchar, ¡estoy seguro de que las cosas saldrán bien de alguna
manera!"
Pero no es completamente
desesperanzador.
[Wing Road] podría derrotar a Greed-Gore
en cualquier momento, o la Orden de Caballeros de élite de Spada podría venir a
su rescate.
Porque creen esto, los
estudiantes pueden seguir luchando.
A pesar de que han caído en la
situación más desesperada.
"Oh, si es mi caballero Eddy
y Shenna. ¿Puedo pedirles que me protejan por un corto tiempo?"
Wilhart pone sus ojos en la
pareja de estudiantes que formalmente han creado un equipo y se acerca a ellos,
haciendo una pregunta de una manera que hace difícil saber si es una orden o
una petición.
"¡Afirmativo, Su
Excelencia!"
"¿Pero a qué te refieres con
‘por poco tiempo’?"
Eddy da una respuesta inmediata,
mientras que Shenna devuelve una pregunta propia.
"La torre norte es el último
lugar al que necesito transmitir la orden de retirada. Sin embargo, ya hay
monstruos encima de las paredes; es demasiado peligroso para mí aventurarme
solo".
"¿Estaremos bien los dos
solos?"
"No puedo permitirme
llevarme más conmigo. ¡Démonos prisa!"
Con un zumbido de su capa roja
que ha sido ensuciada un poco por el barro y la lluvia, Wilhart sale corriendo.
"...no puedo decir si esa
persona es incompetente o muy valiente."
Shenna susurra estas palabras
para que Wilhart no pueda oírlas.
Wilhart parecía increíblemente
inútil justo antes de que comenzara la batalla, hasta el punto de que era
increíble que fuera un príncipe como Nero.
Shenna habría pensado que él
sería el tipo de persona que habría asignado un número excesivo de personas
como sus guardias para mantenerse a salvo. Pero en lugar de eso, ha leído bien
la situación de la batalla y se está arreglando con la mínima protección
requerida.
Wilhart ha sido impopular desde
que comenzó a asistir a la academia. Ella no parecer poder averiguar qué clase
de persona es.
¿Es un
príncipe tan fracasado como dicen los rumores, o no es tan malo como parece?
"Creo en él. Más que en ese
príncipe Nero que nos abandonó".
Inesperadamente, Eddy defiende a
Wilhart.
Pero esta no es una situación en
la que ella pueda preguntar por qué exactamente él está diciendo esto.
"¡Shenna!"
"¡Lo sé!"
Varios Goblins que han escalado
la pared y bajado por los pasadizos aparecen frente a ellos.
El destello de una espada, una cuchilla
de viento... y una sola línea de fuego parpadeante.
"Hmph, fueron tontos al
interponerse en mi camino. Ahora arrepiéntanse de su error en las profundidades
del infierno."
Una débil columna de humo de
pólvora se eleva del cañón del rifle en las manos de Wilhart.
La bala disparada desde allí
atravesó uno de los Goblins que corría por el pasillo, dándole una muerte rápida.
Hablando en tono fuerte y
victorioso, pasa por encima de los cadáveres de los monstruos y continúa a lo
largo de la muralla de la fortaleza.
Sus dos subordinados se sienten
un poco incómodos con esto. Pero el poder de fuego de su arma es innegable, por
lo que deciden aceptar con gratitud su fuego de cobertura.
Y así, después de repeler a los
Goblins, los Slimes y las ocasionales Arpías que se zambullen hacia ellos, los
tres llegan a la torre norte según lo planeado.
Wilhart abre la puerta con fuerza
como si quisiera derribarla y grita la orden de retirada.
"¡Nos retiramos dentro de la
fortaleza! ¡Abandonen los muros! ¡Apúrate, Simon!"
La gente que se apiña dentro de
esta torre defensiva está formada por varios arqueros y magos, así como por
Simon Friedrich Bardiel, amigo del príncipe Wilhart, de quien recientemente se
han susurrado rumores sobre él.
Después de disparar un último
tiro desde la ventana, el pequeño francotirador exhala y se da la vuelta.
"Ah, bien, los monstruos han
llegado al primer piso y me preguntaba qué íbamos a hacer."
Simon da una sonrisa forzada,
agarrando su rifle largo de francotirador.
De hecho, algo que suena como
gruñidos de monstruos viene del piso de abajo. Hay una puerta que conduce directamente
a las escaleras, y es sólo cuestión de tiempo antes de que los monstruos
intenten derribarla.
Las duras paredes de piedra y la
puerta de acero no se romperán tan fácilmente, pero aun así, ahora es el
momento de evacuar la torre.
"De prisa, o no llegaremos a
tiempo."
En respuesta a las órdenes de
retirada de Wilhart, los otros estudiantes que han estado protegiendo esta
torre comienzan a moverse hacia el pasadizo de las murallas de la fortaleza.
"... Qué terrible
herida."
"Todos han usado todas sus
pociones."
Aunque han estado atacando desde
la torre, los monstruos también han podido contraatacar.
Las flechas de los Centauros eran
incesantes y de vez en cuando un Slime que había subido por el lado de la
fortaleza saltaba por una ventana.
La armadura y los uniformes de
los estudiantes están manchados de sangre aquí y allá.
Aunque no han sufrido daños, los
Magos que han estado disparando ataques sin parar están ahora a punto de
quedarse sin energía mágica; se tambalean y se apoyan en sus bastones mientras
caminan.
Ya sea debido a la buena suerte o
a una habilidad excepcional, Simon no parece tener lesiones significativas.
Por supuesto, los que tienen las
heridas más graves son los primeros en abandonar la torre.
Los estudiantes pasan por la
puerta en una sola fila, y el último en salir es Simon.
Dicho esto, no hay muchos de
ellos. Ni siquiera tardan treinta segundos en salir todos de la torre, o al
menos se suponía que iba a ser así.
“... ¡¿WAH?!”
La torre se estremece
violentamente y Simon cae con un fuerte grito.
En el momento siguiente, la
puerta metálica se cierra, cortando la torre del pasillo.
"¡Simon! Mierda, ¿qué fue es...?
¡OWAH!"
Otro movimiento parecido a un
terremoto.
Cuando Wilhart tropieza y se
apoya en el borde de la muralla de la fortaleza, se da cuenta de que la fuente
de estas vibraciones está directamente debajo.
"Un Dortoth en estampida,
eh... Maldito seas..."
Hay un Dortoth enloquecido lanzando
intensamente su enorme cuerpo contra la pared.
Es meramente una parte ordinaria
de la muralla sin puerta ni nada de eso, pero los Dortoth atacan repetidamente
como si los enemigos jurados de sus padres estuvieran al otro lado de ella.
Wilhart recarga su rifle a su
capacidad de cinco balas y dispara al temerario monstruo de abajo.
Cinco balas de rifle y una sola
bala de francotirador de alto calibre -seis balas en total- perforan el cráneo como
elefante del Dortoth. El diminuto cerebro que parece capaz de dar sólo la
simple orden de continuar cargando es destruido.
"Hmph, nos las arreglamos
para derribarlo..."
Después de derribar por primera
vez en su vida a un monstruo tan grande, Wilhart vuelve a alcanzar la puerta metálica
cerrada para dejar salir a su amigo de la torre.
"¡Muh!"
Sin embargo, no se abre.
El pomo hace un sonido de
chasquido al girar, pero la puerta no se mueve por mucho que empuje o tire.
No es difícil imaginar la causa.
Las vibraciones anteriores deben haber deformado el marco de la puerta.
"Eh, espera un minuto,
¿estás bromeando, verdad...?"
A través de la puerta llega la
voz temblorosa de Simon.
"¡Tra-Tranquilízate! Voy a
romperla ahora mismo, Simon, ¡así que apártate! ¡Eddy, ayúdame!"
De aquí en adelante, no hay más
remedio que confiar en el trabajo manual.
Wilhart y Eddy se lanzan a la
puerta con todas sus fuerzas.
"Guh... Mierda..."
Repiten este proceso varias
veces, pero la puerta de acero sigue bloqueando la entrada, cumpliendo su
función prevista.
"¡Mierda! ¡Mierda!"
No pueden permitirse perder más
tiempo aquí. Un gran sentido de impaciencia impulsa a Wilhart.
"¡¿Todavía no pueden abrirla?!
¡Si no se apuran, este lugar va a estar rodeado de monstruos también!"
Shenna casi está gritando.
Ella y los Arqueros y Magos que
lograron salir primero de la torre están ocupados repeliendo a los monstruos
que todavía están escalando las paredes.
Wilhart no necesita que le digan
que no hay tiempo que perder.
Pero también entiende que con la
fuerza de la gente de aquí, no pueden reabrir esta puerta de metal.
"Will..."
"¡Está... está bien! ¡Esta
clase de puerta se abrirá pronto!"
"Está bien."
"¿Eh?"
"Está todo bien. Déjame
atrás..."
"¡NO DIGAS TONTERÍAS!"
Wilhart grita como si fuera a
ahogar la débil y desesperada voz que entra por la puerta.
"¡No digas tonterías, no hay
forma de que pueda hacer algo así! ¡Yo, el Segundo Príncipe de la gloriosa
Spada, nunca podría huir, abandonando a mi amigo!"
Golpea con sus puños con
determinación contra la puerta metálica. Pero aun así se niega a moverse ni un
centímetro.
"Gracias. Pero no puedes
sacrificar a todos los demás por mí, ¿verdad?"
"Kuh..."
Al lado de Wilhart está Eddy, que
todavía está tratando de abrir la puerta como si su vida dependiera de ello.
Cuando se da la vuelta, ve a
Shenna luchando desesperadamente, así como a otros estudiantes heridos de
aspecto ansioso.
"El príncipe Nero no la
tiene, pero tú sí, Will... La resolución de dejar un compañero atrás."
"¡Simon!"
"Porque somos amigos, Will,
creo que sé algunas cosas sobre ti."
Wilhart había pensado que nadie
sabría el significado de sus acciones antes de que comenzara la batalla.
Sin embargo, hay una persona aquí
que entendió sus verdaderas intenciones. Uno de sus amigos, que son pocos en
número.
Esa es una razón más por la que
Wilhart no puede darle la espalda a esa resolución ahora.
No puede exponer a muchos otros
al peligro por el bien de una persona.
Es una simple cuestión de números.
El más fácil de los cálculos.
"... Perdóname."
"Está bien."
"Perdóname, Simon."
"Dije que está bien. Además,
si aguanto un poco más, algo podría funcionar".
Probablemente Simon ni siquiera
cree en estas palabras de esperanza, pero sin embargo debe decirlas.
Wilhart puede imaginar claramente
la sonrisa amarga que su amigo lleva al otro lado de esta puerta.
"Kuh, uu... Perdóname...
Perdóname..."
"Nos vemos, Will, y dile a
Onii-san que dije que lo siento".
Y así, Wilhart se vuelve hacia
las murallas de la fortaleza, dejando al amigo jurado de su alma atrapado en la
torre.
Mientras lucha contra los
monstruos que siguen apareciendo, corre tan rápido como puede para escapar.
"Jaja... Se acabó... Todo...
se acabó".
Con lágrimas cayendo de sus ojos
vacíos, Wilhart apunta su rifle en la dirección de los monstruos y aprieta el
gatillo.