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24 jul 2017

Gate Vol 03 Cap 02


Autor: Takumi Yanai

Traductor: Lord

Editor: Lord




Un HMV corría por las extensas llanuras herbosas, bajo la luz del sol radiante.

Dejaba un rastro de polvo mientras vagaba tranquilamente por las llanuras, acelerando hacia el horizonte como si apuntase hacia las nubes a lo lejos.

Dentro del vehículo, los sonidos del motor se mezclaban con los de un laúd.


Quien tocaba el laúd era Tuka Luna Marceau, que iba en el asiento trasero. Era una chica elfa que adoraba a Lunaru, la Diosa de la música.

Sus uñas, que parecían rosadas como conchas marinas, rasgueaban las cuerdas del instrumento, produciendo hermosas melodías que parecían estar siendo hechas por un músico virtuoso. Si fuera a tocar en Japón, sería capaz de llenar la sala de conciertos de gente, con clientes extra apretando para ocupar la sala de pie. O por lo menos, era así como Itami Youji ―que no estaba familiarizado con el mundo de la música― se imaginaba que sería mientras él buscaba en sus recuerdos de mangas relevantes.

"Entonces, ¿qué debo tocar después?"

“¿Qué tal algo más animado?”

Después de pedirle una canción a Tuka, Itami miró su reloj, luego un mapa y luego volvió al reloj. Repitió esto varias veces.

“De acuerdo, Padre”.

Con eso, Tuka volvió a tomar el laúd.

"Vamos, Tuka, ¿no puedes llamarme de otra forma más que Padre?" Itami dijo mientras miraba el mapa. Era en parte porque estaba ocupado con lo que estaba haciendo, pero también porque estaba avergonzado de ser llamado "Padre".

“No~ quiero~. Además, no hay nada de que avergonzarse”.

Por alguna razón, la cara de Tuka y las puntas de sus orejas se habían enrojecido.

“Y, además, ¿cómo podría llamarte Y-Youjy? Mis instintos me impedirían..."

Ella se puso a murmurar. Dada la forma en que se hablaba a sí misma con una tenue voz, parecía que sólo podía relajarse mientras se dirigía a él como "Padre".

“¿Te impedirían qué?”

"No~ es~ nada~"

Tuka estaba lloriqueando un poco para tratar de dejar el tema. Entonces empezó a tocar una alegre melodía, como Itami había pedido.

Por lo que podía entender de la letra, la canción era una historia humorística sobre una chica que estaba enamorada de cierto hombre. La muchacha intentó todo lo que pudo para llamar la atención del hombre sólo para que todos sus intentos terminaran en fracaso, dejándola suspirando una y otra vez. Sin embargo, al final el deseo de la chica se hizo realidad. Más precisamente, su deseo ya había sido concedido desde el principio.

“Eso fue hermoso. ¿Cuánto tiempo llevas tocando ese instrumento?”

Tuka parecía vagamente indiferente a la pregunta de Itami cuando ella respondió: “Déjame pensar. Supongo que han pasado más de cien años”.

Mientras decía esto, sus orejas puntiagudas comenzaron a moverse de arriba abajo.

"M-más de cien años..."

¿Debe él estar impresionado por esto? ¿O debería asentir con la cabeza, porque era natural que alcanzara un estándar como ese después de cien años de práctica? Itami no sabía cómo responder.

"¿Todos los Elfos son increíbles?"

“Sí, lo somos. Un Elfo de mi edad suele tener un instrumento preferido”.

"Ah, ya veo."

Entonces, ¿qué pasa con la otra Elfa?

Itami volvió la mirada hacia la Elfa Oscura al lado de Tuka.

Cuando sus ojos se encontraron, Yao rió tímidamente "ahaha", asintió y dijo: "Sí, eso es correcto".

“¿Y en qué instrumento eres buena Yao?”

"Puedo tocar la flauta... pero es sólo un hobby. En realidad nunca he tocado para extraños. Por supuesto, tú no eres un extraño, y me gustaría tocar para ti. Sin embargo, este tipo de cosas es mejor con nadie más alrededor. Aunque, es temprano ahora mismo, así que estaría dispuesto a esperar a esta noche... Owwwww~"

Aunque había intentado (incómodamente) ocultar sus intenciones declarándolas de manera indirecta, era evidente por su tono lascivo que pretendía seducir a Itami. A mitad de camino, sin embargo, su broma terminó de repente en un extraño grito.

Dado que Itami estaba en el asiento del comandante del vehículo, no tenía ni idea de lo que estaba pasando. Sin embargo, Rory ―que estaba detrás de ese asiento― y Tuka ―que estaba enfrente de ella― parecían estar sacudiendo sus piernas por alguna razón desconocida.

"¡Es vergonzoso si no puedo ayudar!" "¿Cómo puedes llamar a ese tipo de cosas ‘ayudar’?" Las chicas se dieron golpes la una a la otra, y sus murmullos de ida y vuelta llegaron a los oídos de Itami.

¿Qué están haciendo? Itami pensó. Cuando se dio la vuelta y se recostó para comprobar lo que pasaba detrás de él, Tuka frenéticamente cambió el tema, como si quisiera encubrir su pelea anterior.

"Pa-padre, él... mi padre Hodryur tocaba el sitar muy bien, y dicen que su música podría encantar a cualquiera que lo escuchara."

(NT: El Sitar es un instrumento parecido al banjo, proveniente de la India y Pakistan)

“¿De Verdad? Así que tu profesor de música era tu propio padre, Tuka”.

Tuka se quedó inmóvil al oír esas palabras, y luego continuó: “No tuve maestro”.

“Entonces, ¿quién te enseñó?”

Tuka inclinó la cabeza, con una expresión confusa en su rostro.

Para los Elfos, su talento para la música era una cosa innata, así que no tenían ni idea de lo que significaba esa pregunta, ni idea de cómo responder. Tuka estaba en una situación similar.

Sin embargo, Yao parecía sentir la dificultad de Tuka y le prestó una mano amiga.

Según Yao, los Elfos no eran una raza que especialmente buscara gente para aprender a practicar las artes. Incluso cosas básicas como las artes marciales y la magia del espíritu eran aprendidas por ver y hacer, y el resto era todo un asunto de devoción personal, práctica y experiencia.

"Así que, en lugar de decir que ella no tenía mentor, sería mejor decir que todo el mundo a su alrededor era su mentor."

"Ah... ya veo."

Por ejemplo, uno no necesita un maestro para aprender a hablar, o para aprender a realizar tareas cotidianas triviales. Normalmente uno recogía estos fundamentos sólo viviendo el día a día, y Tuka estaba en una situación similar. Debido a eso, los Elfos no pensaban mejor o peor unos de otros por su habilidad en varias tareas. Aunque esto no era necesariamente cierto para todos los Elfos, generalmente veían cosas como la habilidad natural como un tema bastante aburrido. Para los Elfos, si alguien no podía dominar una determinada habilidad después de mucho tiempo, esa persona meramente tenía un desarrollo lento; Mientras que si alguien era muy hábil en cierto aspecto, simplemente decían que había invertido mucho tiempo y esfuerzo en su oficio. De hecho, la idea de que alguien realmente se dedicara y entrenara largas horas para superar a otros dentro de un campo en particular era algo así como "obsesión" para los Elfos, y pensaban mal de esas cosas.

"Si intentas plantar un árbol sin pensar, y lo fuerzas a ajustarse a tu voluntad, entonces, incluso si plantaste ese árbol en suelo fértil, le diste agua abundante y usaste el poder de los espíritus en él... al final, eso árbol crecerá de una forma antinatural. ¿No lo crees? Nosotros, los Elfos, obedecemos las reglas de la naturaleza, buscamos la unidad y el entendimiento en la naturaleza, y aspiramos a vivir vidas equilibradas".

Los Elfos tenían vidas mucho más largas que los seres humanos, así que pasaban mucho tiempo en cualquier cosa que hicieran. Los Elfos sólo sacaban sus instrumentos y tocaban si querían disfrutar de su música. Después de uno o doscientos años de esto, se convertirían naturalmente en artistas magistrales.

“Ya veo. No es de extrañar que la gente diga que los que sobresalen o se destacan en algún campo suelen ser personas raras”.

Para los elfos, las técnicas de aprendizaje de los maestros y el paso de técnicas propias eran cosas que existían para aquellas razas de corta vida que querían mejorar. Sin embargo, era debido a la actitud de los elfos ―su hábito de hacer las cosas lentamente y completar tareas durante cientos de años― que la raza humana logró conquistar el mundo.

"Los seres humanos rechazan los paradigmas con los que nosotros los Elfos vemos el mundo".

Como humano, Itami se rascó la cabeza y murmuró:

“Bueno, no sé qué pensar de tu situación. Me pregunto cómo responderían Beethoven o Mozart”.

“Dime, Youjy. ¿Quiénes son esas personas de las que estás hablando?”

(NT: Me fijé que Tuka le había llamado ‘Youjy’, pero pensé que era su pronunciación debido a la circunstancia en la que estaba ella, pero esta vez fue Rory... ¿Será por la pronunciación en otro idioma o simplemente le cambiaron el nombre?)

Rory levantó su cuerpo sobre los hombros de Itami y plantó ambas manos allí. Al mismo tiempo, su cabello negro caía en cascada sobre sus hombros con un roce tranquilo.

“En mi mundo, eran compositores. Vivieron hace cientos de años, pero la música que escribieron ha perdurado hasta hoy. Al parecer, eran bastante excéntricos para su tiempo”.

Si supieran de los Elfos, ¿estarían celosos de ellos? Justo cuando Itami reflexionaba sobre esto, una mirada del asiento del conductor parecía decir: "Tengo algo que decir".

La dueña de la mirada, Lelei, agarró firmemente el volante.

"Tú…"

“¿Tú qué?” preguntó Itami. Justo en ese momento, oyó el sonido de otro motor ―claramente distinto al del HMV― que se acercaba. Antes de que Lelei pudiera continuar, la atención de Itami se apartó de la conversación.

"¡Oh! ¡Es aquí, es aquí!"

Itami miró con ansia hacia el cielo y gritó por la radio:

“Tengo una confirmación visual de la aeronave. ¡Deja el paquete!”

"¡No hay necesidad de firmar y sellar la orden de entrega, pero por favor, traer algunos recuerdos! ¡Nos vemos!"

La voz de la radio pertenecía al piloto del avión. Poco después, un avión de transporte medio C-1 se abalanzó sobre ellos, con los turborreactores rugiendo a través del cielo azul claro. El sonido del escape era tan poderoso que ahogó completamente la música de Tuka.

Así, el transporte C-1 hizo un pase bajo sobre el suelo.

Entonces, una gran caja cayó encima de Itami y de los demás, saliendo libre como si hubiera roto sus ataduras.

“¡Ah! ¡Se romperá si cae de un lugar tan alto!”

"¡Cuidado!"

Este violento método de entrega hizo que Tuka y Yao exclamaran sorprendidas.

Sin embargo, el paracaídas de la caja se abrió inmediatamente, frenando su caída. Sería difícil llamar a ese descenso "lento", pero al menos no parecía que iba a golpear el suelo con un tremendo impacto.

“Lelei, dirígete hacia la dirección en que cayó la caja”.

Lelei apretó el volante con fuerza mientras Itami señalaba hacia el paracaídas que caía.

"... Entendido."

Aunque Lelei parecía estar vacilando entre hablar y callar, al final asintió ligeramente y, con un giro del volante, el HMV cambió de rumbo.

***

Itami, el ex comandante del 3er Pelotón de Reconocimiento, tenía una nueva misión: investigar los recursos en la Región Especial.

En pocas palabras, su objetivo principal era viajar por la Región Especial y buscar cualquier depósito de mineral en los lugares que visitaba. Los jefes continuaban dirigiéndolo hacia lugares que pudieran contener petróleo o depósitos de tierras raras. Sin embargo, había un problema que todos se empeñaban en ignorar y que tenía que ser abordado con el fin de cumplir con esa misión.

―Es decir, que Itami no era ni un geólogo ni un mineralogista.

Había esos geólogos expertos que podían mirar una pequeña roca y determinar si había o no un mineral. Gente así terminaba trabajando en las industrias mineras o de construcción. En contraste, cuando Itami miraba una roca, lo único que veía era una roca. Por lo tanto, con el fin de conducir adecuadamente la investigación, necesitaban guías nativos para ayudar a recoger noticias de los residentes locales. Además, necesitaban tener un conocimiento aproximado de la distribución de recursos en el área de estos rumores.

"Sí, lo sé. Sin embargo, no esperaba que los jefes realmente me dejaran ir a investigar por mí cuenta. Eso fue bastante sorprendente".

La verdad era que el superior de Itami, el Mayor Higaki, estaba preocupado por Itami. ¿Itami terminaría con depresión después de que su suspensión terminara y él no tuviera nada que hacer?

“¿Sigues diciendo eso? ¿No fuiste tú quien corrió al Reino Elbe para investigar sus recursos subterráneos, no hace mucho?”

Esto fue lo que las autoridades tuvieron que decir acerca de Itami y su ausencia sin permiso para ir a matar al Dragón de Fuego: "En el transcurso de la ejecución de su misión de prospección de recursos, el Teniente Primero Itami coincidentemente encontró una Bestia Peligrosa de Clase A, conocida como Dragón, y lo mató con la ayuda de los lugareños". Esos eran los contenidos oficiales del informe posterior a la acción.

“Bueno, ¿cómo podría hacerlo yo solo? Las chicas estaban allí para ayudar en ese entonces”.

"Entonces, recluta asistentes locales esta vez también. Ya hemos presupuestado esos gastos".

Higaki volteó una carpeta y le mostró a Itami una hoja de cálculo.

Los jefes habían dado su aprobación después de haber recibido informes sobre el descubrimiento de diamantes en bruto y petróleo, por lo que el presupuesto para la prospección de recursos se había incrementado considerablemente. Si bien eso fue ciertamente una sorpresa inesperada, la financiación adicional para estas actividades sólo llegaría si pudieran seguir mostrando los resultados apropiados. No podían celebrar simplemente porque su presupuesto se incrementó por el momento.

El dedo de Itami trazó los números en la hoja de cálculo y se sorprendió.

"Uwah... uno, diez, cien, mil, diez mil, cien mil, millón... ¿hay realmente tantos gastos para pagar?"

“Estos ratones de escritorio sienten que si tiran dinero en un problema, obtendrán resultados. Gracias a ellos, enviaremos a otras personas en misiones de prospección de recursos, además de a ti”.

"Más dinero es bueno, ¿verdad? Deberíamos estar contentos de que los jefes nos dieron todo este presupuesto. Sin embargo, tengo una pregunta; ¿Son los locales que contratamos con dinero realmente fiables?"

“No eres el único que está en buenos términos con los lugareños. Por supuesto, no son tan notables como tú. Además, los Elfos Oscuros a los que ayudaste se ofrecieron para ayudarnos”.

“¿Esos Elfos Oscuros? Cuando ellos…”

“Llegaron mientras estabas suspendido. Ellos dijeron: ‘Finalmente recuperamos nuestra patria y ganamos un poco de paz, pero nuestras casas fueron destruidas mientras estábamos escondidos, así que queríamos venir a trabajar por un salario’, ‘Por favor, dennos puestos de trabajo’, y así sucesivamente. Además, el Reino Elbe envió gente también”.

"No puedo creer que ese viejo abuelo fuera realmente un Rey. Saber eso me aturdió un poco. Aunque, nosotros les ayudamos en su hora de necesidad."

“Bueno, todos tienen motivos ocultos. Sin embargo, no tendremos que preocuparnos de que al menos nos traicionen. Eso es lo más importante. En cualquier caso, será mejor que empieces a trabajar en esta misión. ¿Lo entiendes, Itami?”

"¡Sí señor! ¡Entendido!"

Itami cortó bruscamente un saludo de libros de texto y justo cuando estaba a punto de dar la vuelta y abandonar la oficina de su comandante...

"Ah, eso es correcto, espera."

Itami se quedó paralizado mientras Higaki lo despedía. Se volvió y preguntó: “¿Algo más?”

“Casi olvido darte esto”.

Higaki le entregó a Itami una nómina. Él la volteó y se sorprendió. Incluso se preguntó si había algo malo en sus ojos.

"Uno, diez, cien, mil, diez mil... uwah, esto es..."

"Tú produjiste esto por ti mismo. ¿No te dio alguien un diamante como regalo? Con eso, tu pago deducido no debería ser un problema, ¿verdad?"

"Esas son dos cosas diferentes, ¿verdad? Y es difícil valorar un diamante así. Francamente hablando, hasta que verifiquen adecuadamente su valor, es sólo un adorno".

Después de recibir el diamante en bruto, Itami lo había llevado a una tienda de joyeros de gama alta en Ginza para que lo valoraran.

Por supuesto, ya que el diamante no sólo era de alto grado, sino porque era enorme, le dijeron a Itami que era imposible calcular su valor.

Si lo rompían en pequeñas piezas, probablemente lo podrían vender. Sin embargo, el joyero lo rechazó firmemente, con un tono cuidadoso y cauteloso, y dijo: “No podríamos hacer nada tan chocante como eso. Este diamante es precioso precisamente debido a su gran tamaño. Si lo dividimos en deferencia a los deseos del propietario, sería un insulto a la piedra”. Sin embargo, el precio que corresponde a una gema de este tamaño no puede ser expresado por números simples. Si lo presionasen, diría que sería una suma ‘astronómica’. De hecho, no sería mucho decir que era un número ‘radioastronómico’.

(NT: En astronomía, los telescopios ópticos son los más comúnmente usados, y pueden ver muy lejos. Los radiotelescopios pueden ver incluso más allá. En resumen, la piedra es realmente valiosa)

“Estoy seguro de que no hay nadie en este país con el poder adquisitivo para adquirir esta joya. Las personas que podrían pagarlo probablemente serían jeques de Arabia o magnates financieros judíos. Nuestra empresa simplemente no tiene las conexiones con jugadores tan grandes como esos, así que por favor perdónanos por no poder presentarte a un comprador. Sin embargo, es posible que desee intentar hablar con empresas especializadas en comercio de piedras preciosas y preguntar por ahí. No podemos garantizar qué tipo de respuesta recibirá, cuando llegará esa respuesta, o incluso si obtendrá una respuesta en primer lugar. Todo lo que puedo pedir es que espere con paciencia”.

El joyero devolvió la piedra preciosa a Itami con manos temblorosas mientras decía esto.

Debido a esto, las finanzas de Itami todavía estaban en apuros. No sólo no era un millonario (o más) de la noche a la mañana, él estaba, de hecho, sin fondos.

―Todo esto era por lo que le había sucedido a Itami después de matar al Dragón de Fuego.

“Ehh...”

Itami sacó su cuaderno de notas emitido por la JSDF y metódicamente esbozó unas pocas líneas de texto en sus páginas.

Cada vez que lo hacía, suspiraba. Esto hizo que las damas cercanas centraran su atención en él.

“¿Qué pasa? ¿Por qué tan sombrío?”

Rory se asomó por detrás del respaldo del asiento y echó un vistazo al cuaderno de Itami.

"¿Qué es esto?"

"Nada, es sólo una lista de compras. Desde que mi paga ha sido reducida, he tenido que reducir los gastos también. Pero cuanto más pienso en ello, menos quiero renunciar a cualquiera de los elementos aquí. Sería una vergüenza no comprarlos..."

Murmuró: "No puedo renunciar a esto, no puedo renunciar a eso", y luego abrió una lista de compras de mercado de los círculos doujin y la alineó junto al cuaderno. Todo esto es por lo que Itami era llamado otaku. Por supuesto, si Rory sabía la verdad detrás de todo esto, probablemente habría asomado su cabeza por detrás, mientras gruñía ‘No me hagas preocupar por este tipo de cosas’. Dicho esto, no podía leer bien los caracteres japoneses, así que todo lo que dijo fue: "Es una pena", y luego regresó a su asiento.

Además de Itami, sólo Lelei podía entender los caracteres japoneses de un vistazo. Sin embargo, estaba en el asiento del conductor a la derecha de Itami, con las manos firmemente apretadas alrededor del volante, observando al frente mientras pisaba el acelerador. Por lo tanto, no tuvo tiempo de echar un vistazo a lo que estaba en manos de Itami.

El HMV continuó hacia el norte.

Dado que no había caminos hechos por el hombre en las llanuras, ocasionalmente encontraban rocas o fosas a lo largo del camino. Lelei, la conductora, no necesitaba gastar mucha energía para maniobrar alrededor de estos obstáculos,  esto también hablaba de cómo se había vuelto muy hábil en la conducción y resolviendo todos los problemas que tenían en el camino. Por supuesto, parte de la razón de que ella podría hacer todo esto era debido al avanzado sistema de asistencia al conductor instalado en el vehículo. Pero uno también podría dar la vuelta y decir que nadie podría haber esperado que un conductor novato que había comenzado a aprender el día anterior pudiera conducir tan bien.

"Adaptarse al medio ambiente es más importante que aprender habilidades en un lugar sin regulaciones de tráfico".

Lo que se aprendía en una escuela de conducción era cómo conducir con seguridad y obedecer las normas de tránsito. Sin embargo, en un lugar sin señalizaciones o señales de tráfico, esas habilidades no eran tan importantes.

Por cierto, Rory, Tuka y Yao también habían intentado poner su mano al volante. Ese día, Itami recibió un sombrío recordatorio de lo alarmantes que eran las mujeres novatas. De hecho, les dijo a las tres:

"No me montare en ningún vehículo que ustedes estén conduciendo chicas."

"No importa cuánto tiempo pase, a esas tres nunca deben, jamás, bajo ninguna circunstancia, permitirles tocar un volante", "Es demasiado peligroso", "Habrá un accidente seguro", "Los espectadores inocentes saldrán heridos", "¡En cualquier caso, está prohibido!"

Así, Itami evaluó sus habilidades de conducción.

Por lo tanto, sólo Lelei ―que tenía mucha confianza en sus habilidades― se le permitió practicar la conducción.

"Ella se está adaptando bastante bien. Sin embargo, debe estar cansada ahora. Oye, cambia conmigo" dijo Itami.

Lo hizo por preocupación por Lelei, pero sorprendentemente, Lelei no tenía intención de detenerse.

Por alguna razón, ella desestimó las palabras de Itami sin prestar atención, y siguió agarrando el volante. Poco después, ella contestó brevemente:

“No hay necesidad. Espero que continúes ahí sentado”.

Después de eso, Itami miró el lado de su cara por un tiempo. Se dio cuenta de que había empezado a usar aretes de malaquita recientemente, y su cuerpo, una vez flaco, empezaba a mostrar algunas curvas, una clara señal de que estaba creciendo.

"¿Podría ser... te gusta conducir?"

Lelei respondió:

"Mucho."

“¿Por qué, por qué te gusta?”

"Me gusta controlar el timón mientras analizo rápidamente las condiciones de la superficie de la carretera y la fricción de las ruedas, así como prestar atención a la movilidad del vehículo y sus características. Los efectos de manipular el timón son instantáneamente visibles en forma de un cambio físico en el viaje. Siento que conducir es una prueba personal del intelecto y de la racionalidad. El vehículo en sí es una construcción del intelecto humano, y la sensación de fusionarse con él es extrañamente similar a la sensación de lanzar un hechizo..."

Lelei no se detuvo a respirar, y siguió soltando lo que sonaba como una tesis.

"... Así que es divertido, ¿eh?"

Mientras Lelei estaba monologando, hubo un ligero cambio en su expresión. Tal vez sería capaz de describirlo como "un débil rubor rojo de las mejillas" o "timidez".

Hasta ese momento, Lelei ―que había estado sumamente concentrada en conducir― parecía una parte del vehículo, sin cambiar su expresión.

Después de eso, una vez que terminó de responder a la pregunta de Itami, agregó:

“Además, la Ciudad Académica Londel no está muy lejos. Podremos verla después de cruzar esa cresta”.

Fue lo que dijo Lelei.

Después de cruzar el pico, un nuevo mundo parecía abrirse ante los ojos de Itami: edificios de piedra, agrupados como estrellas, se extendían en todas direcciones frente a él.

***

"Londel es una ciudad vieja con un pasado largo y distinguido. La mayoría de las ciudades viejas se parecen a esto, y toda clase de razas viven aquí... "

De las explicaciones de Lelei, había aprendido que Londel fue fundada hace unos 3000 años, comenzando como una especie de academia privada. El Dios de doble aspecto de la Sabiduría Elrantola ―aunque aún era Semidiós en ese momento― había inspirado la construcción de la academia.

La historia de Londel era más larga que la del Imperio, lo cual era un punto de orgullo para sus residentes. Aunque los países vecinos se levantaron y cayeron en un ciclo interminable, su reputación como capital perdurable de la sabiduría resistió la prueba del tiempo.

Muchos sabios y magos se reunían aquí, pasando sus días en estudio e investigación. Al mismo tiempo, los discípulos más jóvenes, sedientos de conocimiento venían aquí de todo el mundo, estudiando diligentemente para alcanzar sus metas.

"La palabra 'Lindon' de la 'Escuela Lindon' significa 'originado en Londel'."

"Ya veo..."

Lelei era una discípula de la Escuela Lindon. Itami murmuró asombrado al oír hablar del origen del nombre, y luego su atención fue robada por las vistas de la ciudad.

El interior de la ciudad estaba hecho de ladrillos secados al sol, sellados juntos con yeso. Los salientes del techo estaban hechos de una sola pieza sólida de material. Los espacios entre ellos eran lo suficientemente estrechos como para que dos personas pudieran juntar sus brazos por las ventanas de las paredes de en frente y unir sus manos. Además, los edificios eran tan viejos que los exteriores originalmente blancos estaban ahora sucios hasta el punto en que uno podría pensar que habían sido carbonizados. El yeso se astilló en las paredes, revelando los ladrillos dentro. Vistas como estas se podían ver por toda la ciudad. Había marcas claras donde los albañiles habían vuelto a aplicar el yeso, y por lo tanto manchas de colores de aspecto diferente en todas partes en las paredes. Todo esto hacía que las porciones de aspecto deteriorado de la pared fueran mucho más obvias.

La mayoría de los edificios tenían dos o tres pisos de altura. Los raros edificios de cuatro pisos se destacaban de los demás como si llegaran al cielo.

Por encima de la calle estrecha, la gente colgaba la colada para secarla por las ventanas de la segunda y la tercera planta, y su ropa se balanceaba suavemente con la débil brisa.

La gente de la calle era demasiada. Era muy parecido al interior de una pequeña posada en que básicamente hacían ejercicios de cómo meter a tantas personas como sea posible en un pequeño espacio. Debido a eso, la densidad de la gente en las calles había casi alcanzado su punto máximo.

La carretera llamada Avenida Central era en realidad de poco más de cinco metros de ancho. Las muchas personas que viajaban de ida y vuelta incluían Hags con canastas en sus cabezas, Enanos transportando madera, viejos ancianos (humanos), así como aprendices de varias especies. El HMV estaba atrapado entre ellos ―esta era la misma lógica de una persona que quería conducir por una concurrida calle de compras por la noche.

(NT: Las Hags, dependiendo de donde busquen la información, son una raza de hechiceras. Básicamente son exactamente como describen a las Brujas en los cuentos de hadas, viejas, con nariz ganchuda, verrugas y todo su atuendo)

Sin embargo, si uno miraba a su alrededor, se veían carros llenos de verduras, o gente vieja montada en caballos que habían tenido el mismo destino que el HMV. La gente no entendía el concepto de flujo de tráfico y, por lo tanto, se movían de manera aleatoria e ilógica ―cruzando el centro de la carretera, casualmente entrando y saliendo de un lado, de pie y charlando donde estaban... Escenas como esta estaban por todas partes . Los vagones de carga más grandes y los carros eran retrasados ​​hasta casi gatear por estas condiciones caóticas.

Parecía que todo el mundo en el HMV ―Itami incluido― estaban acostumbrados a situaciones como éstas, y todos ellos tenían expresiones de resignación. Bostezaron y se veían como "Vamos a empujarlos un poco" escritos en sus rostros. Sin embargo, en este momento, no había ningún punto en golpear sus pies con molestia. Itami, que estaba tratando de acostumbrarse a la atmósfera local, gruñó: “¡Ah, qué mala suerte, llegamos a la hora punta!” y luego cambió sus sentimientos a un patrón que se adaptaba mejor a la espera de un atasco de tráfico.

“Siempre es así aquí. No es ni planificado ni lógico”.

Lelei dijo estas palabras, a la vez melancólicas y resignadas, desde el asiento del conductor mientras conducía lentamente el HMV.

Frente al HMV había un carro lleno de verduras que parecían calabazas.

Su conductor era un anciano. En la parte trasera había un Mediano y una joven muchacha con orejas de gato, sentados juntos de una manera muy familiar, apoyándose las espaldas. Era una escena que hacía que la gente quisiera sonreír, e Itami se preguntó si ese adulto Mediado y esa joven muchacha con orejas de gato eran una pareja mientras los miraba sin darse cuenta. Justo en ese momento, los ojos de ambos lados se encontraron, e Itami sonrió para ocultar su vergüenza.

Tal vez se había visto afectada por el aire de impaciencia y ansiedad en el vehículo, pero Lelei propuso una sugerencia a todo el mundo.

“Después de girar a la derecha en el cruce que hay delante, habrá una gran posada no demasiado lejos. Si realmente no pueden esperar más, pueden seguir adelante y echar un vistazo”.

Sin embargo, a Tuka no le gustaba el bullicio y el clamor de las calles. Ella rechazó la idea diciendo "Nos perderemos si caminamos en áreas extrañas", y puntuó su declaración sacando su instrumento musical. Mientras tanto, el rostro de Rory decía: ‘Estoy muy contenta de que no tengamos que quedarnos aquí’. Después de decir: "Lo tengo, voy a ir adelante", ella desmontó y le pidió a Yao que se uniera a ella.

"Esa es una gran ayuda."

“Lo sé. Déjame escoger la posada para nosotros”.

Y así, Rory y Yao se adelantaron entusiasmadas, pronto desaparecieron en la multitud.

“¿Habrá estado aquí antes?” murmuró Itami.

Tuka estuvo de acuerdo y dijo: "Definitivamente no es su primera vez aquí" mientras rasgaba su laúd.

"Hablando de eso, ¿qué debo tocar después?"

"Hm, eso es correcto. ¿Qué tal una buena pieza..."

Cuando HMV llegó a la posada, Tuka había tocado unas diez peticiones de Itami.

***

Rory eligió una posada que se llamaba el Descanso del Lector. Se trataba de un edificio de cuatro pisos, cuyos dos pisos inferiores eran de ladrillo, mientras que sus dos pisos superiores eran de madera. Parecía un lugar extraordinario.

De pie en la puerta principal de la posada, Rory y Yao agitaron frenéticamente sus manos hacia Itami y los demás mientras gritaban: "Aquí, aquí", "Estamos aquí".

Lelei las vio de lejos, y guio el vehículo. El encargado de la posada vio esto y frenéticamente corrió afuera. Sin embargo, al hacer esto, el peludo Hombre Bestia se dio cuenta de que este carro aparentemente no era tirado por caballos, e inclinó la cabeza confundido. Luego, respetuosamente se dirigió a Itami y a los demás de dentro del vehículo: “Deben ser seguidores de Su Santidad. Por favor, síganme”. Con eso, él se acercó a los peatones cercanos y se dirigió hacia la posada. Dado que la ciudad era un lugar de reunión para muchas especies, se podía ver a muchos humanoides de sangre mezclada en todas partes.

"¿Somos seguidores de Rory? ¿Cuándo exactamente acepté que se dirijan a mí de esa manera?", Gruñó Itami. En respuesta, Lelei respondió:

“Las posadas aquí son muy exigentes. Por lo general, no puedes quedarte sin que alguien te presente. Lo que hizo fue bastante apropiado”.

“Suena como un viejo restaurante en Tokio. Sin embargo, eso significa que todo lo que necesitamos hacer es mencionar a Rory para deshacernos de todos los problemas en nuestro camino, ¿no?”

"En efecto. Los residentes son tan anticuados como esta ciudad, y se inclinan fácilmente a la fama y el poder".

"Mm, después de todo, parece que los Dioses son la autoridad más alta en este mundo."

Miraron hacia la zona del estacionamiento de la posada, donde las diligencias y los vagones de carga estaban cuidadosamente alineados en una fila.

Dentro de los establos, podían ver caballos para tirar de vagones y castrados utilizados para montar. Todos estaban comiendo forraje. Más adentro había criaturas que parecían dinosaurios. De un vistazo se podría pensar que la posada se estaba preparando para establecer una rama de Jurassic Park.

"El garaje cubierto está aquí..."

El Hombre Bestia guio a Itami y los demás al garaje cubierto para vagones en un tono natural, sin molestarse en explicarles los detalles.

Según Lelei, las posadas como éstas tenían generalmente dos lugares para el estacionamiento ―el estacionamiento al aire libre, y el garaje cubierto, con puertas cerradas y un techo. Aunque usar el garaje cubierto era más caro, era un gasto valioso para los comerciantes que transportaban grandes cantidades de carga. Por el contrario, el estacionamiento al aire libre era gratuito, pero si uno aparcaba una carreta de mercancías allí, se arriesgaban a que los ladrones se llevaran su carga, y por supuesto estaba la inconveniencia de estar expuestos a los elementos.

Era problemático mover las armas, las municiones y otros equipos del HMV a su habitación, así que Itami se regocijó por el hecho de que tenían un área cerrada para aparcar el vehículo.

Después de que todos hubieran desmontado, Itami recuperó apresuradamente sus artículos de tocador y otros útiles de uso diario, así como su arma de mano. Luego cerró la puerta del garaje con las manos llenas.

Después de eso, Lelei, Tuka, así como Rory ―que había llegado detrás de ellos― empezaron a tocar e interactuar con la puerta del garaje y la cerradura.

"¿Qué están haciendo?", Reflexionó Itami. El valet, que había estado de pie a un lado durante todo este rato, respondió en voz baja:

“Esa es una protección de muchas capas. Magia, magia espiritual, así como la maldición de Su Santidad... cualquier idiota que toque eso sufrirá una muerte horrible. Incluso si sobreviven por algún milagro, probablemente desearán estar muertos. Ohhhhh, me da miedo pensar en ello”.

Después de darse cuenta de que probablemente estaban estableciendo medidas antirrobo, Itami se comprometió a no acercarse a este lugar de nuevo.

***

“Bienvenida, Su Santidad Rory, así como sus seguidores. Soy el dueño del Descanso del Lector, Hamal. Es un honor servir personalmente a su Santidad durante su estancia aquí. Esta no es una fanfarronada, pero incluso en la antigua ciudad de Londel, el Descanso del Lector puede ser considerado una de las más antiguas de nuestras muchas instituciones históricas. Y ahora, gracias al patrocinio de su Santidad, este modesto establecimiento pueden contabilizar otra marca de honor a su larga y distinguida historia”.

El posadero Hamal claramente no era humano a primera vista ― no sólo era enorme de cuerpo, su piel parecía ser de color rojo. Una vez preguntó acerca de eso, Itami entendido que era un Pooka, una especie que era experta en el comercio.

Separado de ellos por un mostrador, el gerente entregó un registro de huéspedes a Rory. Al mismo tiempo, un Hada de tamaño de una palma de la mano descendió al lado del libro, rápidamente produciendo una pluma para ellos.

Rory aceptó la pluma con un “Gracias”, y luego firmó su nombre con grandes y extensos trazos.
                                                                                                                                
El posadero se iluminó de satisfacción al leer el nombre de Rory.

“Rory Mercury... como se espera de su Santidad, su caligrafía es impecable. Esta no es una fanfarronada, pero este registro contiene la firma del tirano Rey Solmon de Kracia”.

“Ah, qué nombre tan nostálgico. En aquellos días, yo era una sacerdotisa aprendiz. ¿Esa persona se quedó aquí también?”

“En efecto. El Rey Solmon pasó su juventud en esta ciudad de Londel. Por supuesto, su Santo nombre también se convertirá en un punto de orgullo para nuestro hogar, y será transmitido a través de las generaciones”.

Después de que Rory firmó su nombre, Lelei tomó la pluma y firmó por los otros cuatro. Sin embargo, durante este tiempo, el gerente continuó hablándole sólo a Rory.

“Su Santidad, ¿Puedo preguntar por qué ha llegado a este lugar?”

Todo el mundo sabía que Londel era una ciudad de aprendizaje y conocimiento, por lo que todos los santuarios aquí son dedicados a Dioses de la sabiduría, el conocimiento y así, al igual que el Dios de la Sabiduría Elranyala. A su vez, era prácticamente inaudito tener un Apóstol de Emroy visitando este lugar.

“En realidad, vine a acompañar a esta chica.”

Cuando Rory habló, ella hizo un gesto con los ojos al dueño del alojamiento. Sólo entonces pareció darse cuenta de la existencia de Lelei, y murmuró “¿La chica Rurudo?” Él la miró desde su pelo de plata hasta la punta de sus dedos, como si estuviera lamiendo a su cuerpo con su mirada. Al parecer, los Rurudo eran una raza muy rara de seres humanos, con un estilo de vida nómada sin hogar fijo.

“Un manto de sabia... Ya veo, ¿Es ella una aprendiz recién admitida?”

En pocas palabras, la “admisión” de la que Hamal estaba hablando hacía referencia a firmar con un maestro para aprender su oficio. Todo aquel que quisiera caminar por la senda de la academia necesitaba comenzar aprendiendo los conocimientos básicos de los sabios en sus hogares. Después de eso, los aprendices sobresalientes viajaban a Londel para buscar cada vez más conocimientos esotéricos. Aun así, las cosas como las escuelas o instituciones educativas organizadas no existían en esta Ciudad de la Sabiduría. En su lugar, los aprendices buscaban maestros en la ciudad y les pedían que se le permitiera estudiar con ellos. La mayor parte de los aprendices que venían aquí para aprender su arte eran de alrededor de la edad de Lelei. Por lo tanto, el gerente llegó a la conclusión de que Lelei era una “aprendiz recién admitida”.

Rory entendió los pensamientos del posadero, y se limitó a sonreír, sin decir nada.

“Bienvenidos a Londel. Voy a organizar sus habitaciones, las cuales serán las mejores de la casa, por supuesto. Ruego que su santidad y sus seguidores esperen aquí por uno momento”.

El posadero hizo sonar su silbato, llamando a los chicos que hacían trabajos alrededor de la posada. Muy pronto, Brownie, Pookas, Hobbits, y jóvenes de diversas especies llenaron la habitación.

“Añadan otra cama a la habitación 2 en el cuarto piso. Pongan en orden la habitación 3 en el otro lado también. ¡Rápido!”

“Sí, Hamal-san!”

Varios de los sirvientes salieron corriendo después de recibir instrucciones de añadir otra cama a la habitación de tres personas.

Otros, que no tenían nada en mano, rodearon el grupo mientras decían, “Vamos a ayudarles a llevar su equipaje.”

“¡Uwah, esta chica es muy linda!”

"Ella es hermosa. Mira, ¡su cabello dorado es tan bonito!”

"¡Ey ustedes! ¡Son invitados! ¡No sean groseros con ellas!”

“Su Santidad. Por favor, permítanme tomar su alabarda”.

Uno de los sirvientes tomó la alabarda de Rory, y luego se puso a aullar “¡Uwaaaaah!” Al sentir su peso. Al mismo tiempo, perdió el equilibrio en estado de shock, y cayó a un lado.

La alabarda cayó hacia la entrepierna de otro sirviente, quien gritó “¡Aieeee!” Y saltó lejos antes de caer de culo. Entonces, la afilada alabarda se incrustó en el suelo de madera con apenas un sonido.

“¡Oi, ustedes! ¡¿Qué demonios están haciendo?!"

“Lo siento, Hamal-san. Pero... es muy pesada... Por favor, por favor sígannos, su habitación está en el cuarto piso”.

"¡Uno, dos, tres!"

La alabarda fue finalmente movida por la fuerza combinada de tres personas, que luego procedieron a subirla por las escaleras.

Rory se encogió de hombros y dijo: “Por Dios”, mientras los veía esforzándose, antes de subir las escaleras.

Lelei, Tuka y Yao entregaron su equipaje a los funcionarios de la posada, y procedieron a subir las escaleras con las manos vacías. Al final, sólo Itami quedó donde estaba, sin soltar su equipaje.

“Ah... ¿y yo?”

Itami estaba un poco deprimido y sin palabras, puesto que nadie había hablado con él o se ofreció a llevar sus cosas. “No he sido olvidado, ¿verdad?” “Todavía soy un invitado, ¿verdad...?”

Esas palabras de quejas llegaron a oídos del posadero.

Hamal volvió su mirada a Itami y dijo:

“Ah, eso es correcto. Un subordinado como tú puede quedarse en la habitación 3, la que está al frente de los otros. He estado pensando en ello, y aunque es sólo una sala de almacenamiento, es probable que sea mejor para un subordinado estar cerca cuando es llamado. ¿No te parece? Deberías estar agradeciéndome. ¡Fei! ¡Muéstrale el camino!”

Itami parpadeó y vio a una chica Hada, tan pequeña que podía caber en su palma, flotando en el aire.

Ella hizo un gesto de “ven conmigo” a Itami.

“Gracias, gracias.”

Alguien como ella no podía ayudarle a llevar su equipaje...

Mientras Itami murmuraba “Habitación 3” para sí mismo, lentamente caminó por las escaleras.

***

Por otro lado, Hamal ― el único restante en la planta baja ― miró los nombres en el registro de huéspedes, y empezó a pensar: “¿Quién es esta chica Lelei?” Y “¿Qué tiene que ver con un Apóstol de Emroy, en cualquier caso?”

Cualquier persona que dirigía una posada necesitaba un par de agudos ojos para escrutar a las personas. Permitir tontamente que gente de procedencia desconocida se quedara en la posada de uno podría conducir a que ellos se largaran sin pagar sus facturas, o peor, que robaran.

El Descanso del Lector había estado en el negocio durante mil años, y mantenía sus propias tradiciones. Cada generación de sus propietarios mantenía un ojo en los huéspedes que entraban, y eran inmediatamente conscientes de cualquier cosa rara que sucediera. Fue a través de esta práctica que la posada había conseguido su reputación de fiabilidad, y era por eso que grandes clientes habían acudido a ellos. Era por esta razón que el posadero Hamal hacía una verificación de antecedentes de todos los clientes que se quedaban aquí, aunque hace poco, sus acciones habían ido más allá de la simple línea de “estado de alerta”. Su mente estaba agitada y dio con todo tipo de escenarios imaginados ― ellos se habían convertido en una afición para él.

“Lelei La Lele... eh.”

Para la mayoría de la gente, la túnica de sabia que Lelei llevaba parecía muy sencilla. Sin embargo, Hamal era muy perceptivo. Él había deducido inmediatamente que su ropa y su costura estaban bien hechas y era valiosa. Sin embargo, era difícil imaginar que una errante chica Rurudo pudiera ser capaz de ser tan extravagante. Por lo tanto, Hamal decidió flexionar su imaginación, y redactó un guion colorido para ella.

―Por ejemplo, ¿Podría ser que esa chica haya llamado la atención de un noble rico, y convertirla en una hija adoptiva?

―Si la gente hablaba bien de ella, entonces debe haber habido algún magnate viejo rico o noble que entregó la empresa familiar y sus poderes a su hijo, y decidió buscar sentido en sus últimos años a través de la enseñanza. Después de buscar por todas partes, se encontró con una chica con talento, y decidió criarla ― probablemente como una esposa para sus nietos, tal vez, y él se esforzó en educarla adecuadamente.

―Por otro lado, si había rumores maliciosos sobre ella, entonces ella sería una joven (¿hija?) concubina, y no una hija adoptiva. Si esa chica realmente estaba en una situación así, es posible que haya personas que simpatizan con ella o estén resentidas ― quizá después de casarse con su última conquista, el hombre viejo verde podría haber muerto de un ataque al corazón o alguna otra razón. Después de eso, sus hijos estarían frustrados ― ¿cómo ellos iban a tratar con esta (¿hija?) concubina que era probablemente  más joven que ellos? La conclusión más razonable era que iba a ser exiliada de la familia, pero a cambio se le permitiría vivir una vida de libertad. Además, sería enviada a Londel con una generosa pensión.

Si esa secuencia de eventos era precisa, entonces él estaría justificado en predecir que su Santidad habría tenido piedad de la pobre chica y la acompañó hasta aquí.

“Tuka Luna Marceau y Yao Ro Ducy.”

Valía la pena pensar en este par de Elfa y Elfa Oscura también. Después de todo Elfos y Elfos Oscuros nunca se había llevado bien. Sin embargo, dos de ellos iban juntos, por lo que la razón por la que están juntas debe ser interesante.

“Itamy Youjy... bueno, él es sólo un subordinado que carga el equipaje, no tiene sentido pensar en él.”

Sus ropas eran de una mezcla desigual de color verde oscuro y brillante y cubierto de rayas marrones que parecían estar lanzadas al azar. Sin duda, eran algún tipo de traje colorido de bufón.

Después de un tiempo, se escuchó el sonido de pasos bajando las escaleras, y los sirvientes que habían acompañado a los huéspedes a sus habitaciones bajaron por las escaleras.

Hamal les gritó: “¡Hagan silencio cuando caminen!” Y luego susurró en voz baja: “¿Cómo les fue?”

En otras palabras, ¿qué tan generosos fueron los invitados?

Se podría determinar la riqueza de un invitado por las propinas que les daban a los ayudantes.

Uno de ellos respondió: “Dieron Molt de cobres”, y mostró el dinero en sus manos a Hamal.

"¿Oh enserio? ¿Cada uno de ustedes obtuvieron?”

“Cada uno de nosotros tiene uno”.

Una parte considerable de las personas que optaban por permanecer en el Descanso del Lector eran de la clase rica de la sociedad. Aun así, la mayoría de las veces sólo daban unas pocas monedas Bita de cobre delgadas a cada uno, lo cual ellos consideraban un hecho de la vida laboral. Sin embargo, cualquier persona que pueda dar gruesas y pesadas Molt de cobres como propina debe haber sido bastante generoso. Gracias a estos consejos, los sirvientes estaban todos hablando de aquellas huéspedes femeninas.

“¡Esa chica de cabello plateado con ojos azules es muy linda!”

“Creo que esa chica rubia Elfa es mejor.”

“Oi oi, ella es una Elfa, por lo que probablemente es bastante mayor.”

“Si ese es el caso, ¿quién te gusta más?”

“Su Santidad, por supuesto.”

“¿No es ella aún mayor?!”

Y así, los sirvientes iban y venían, teniendo un animado debate.

Hamal personalmente sentía que la chica Elfa Oscura era más de su tipo. En estas circunstancias, su edad real no era un problema. Lo más importante era el atractivo sexual de mujer madura que ella poseía. Son chicos, por lo que no pueden apreciar su encanto, pensó Hamal mientras miraba con aire de suficiencia a los chicos del servicio.

“Oh, tenemos clientes de nuevo. ¡Hay trabajo por hacer, chicos, así que manténganse animados!”

Hamal palmeó las manos, y los criados de la posada corearon “Sí señor” antes de salir corriendo a su trabajo.

Después de eso, los clientes que buscaban hospedarse fueron filtrados. La tasa de ocupación de hoy fue bastante buena. La mayoría de ellos parecían ser comerciantes de libros que visitaban con frecuencia este lugar, o padres que enviaron a sus hijos aquí para encontrar un maestro. Hamal les dio cortésmente a todos la bienvenida, y les pidió que firmaran el registro de huéspedes, luego mandó a los sirvientes que llevaran a los huéspedes a sus habitaciones. Repitió estas familiares tareas de memoria, íntimamente familiarizado con todos y cada uno de los pasos del proceso.

También hubo algunos comerciantes ambulantes que habían vuelto de su viaje a la Capital Imperial.

Una vez les preguntó, descubrió que un puente importante que conducía a la Capital se había derrumbado, y ahora vadear el río era un problema.

No había habido ninguna noticia de inundación del río, por lo que nadie podría haber esperado que algo así sucediera. Al escuchar más de cerca, oyó a la gente diciendo cosas como “Parece que alguien lo saboteó a propósito”.

“¿Pero alguien ganaría algo con eso?”, Preguntó Hamal. Sus invitados respondieron: “Es posible para algunos operadores que transporten productos a la Capital Imperial. Puede ser que deseen subir los precios y con el fin de hacer que rumores de la destrucción se esparzan, harían tal cosa”.

Y así, los comerciantes viajeros llegaron a la posada, uno por uno, a pesar de que fue disminuyendo después de que Hamal había tomado un buen número de ellos. Luego, el sonido de pasos llegó desde la escalera.

Hamal se volvió para mirar y vio que Rory y sus compañeros estaban bajando las escaleras. Al ver esto, profundamente se dio cuenta de algo ― que la verdad a veces puede ser más vívida que la ficción. A juzgar por las cuantiosas propinas que habían recibido los sirvientes, la trama del “abuelo viejo pervertido y su (¿hija?) concubina” en realidad podría ser bastante plausible.

“Vamos a estar fuera por un rato. Cenaremos fuera, así que no hay necesidad de prepararla para nosotros.”

Así habló el hombre que Hamal pensaba era su subordinado. Se había cambiado el traje de bufón colorido a rayas a otro conjunto de ropa que ciertamente parecían extranjeras, pero parecía bastante elegante. Lo que el dueño no sabía era que Itami ahora llevaba el uniforme de gala de la JGSDF. Al mismo tiempo, Lelei, Rory, Tuka y Yao estaban en un círculo alrededor de él. Se podría decir que ilustraba perfectamente la forma en la que él se encontraba en el corazón de la relación entre ellos cinco.

Y luego, Hamal vio algo que no había esperado ― la chica que había tomado por una acólita recién aceptada llevaba una túnica de color blanco puro, con una trenza blanca que se extendía de hombro a hombro y colgaba de su pecho. En su mano sostenía un bastón mágico que simbolizaba la Escuela Lindon.

Cualquier persona que viviera dentro de Londel sabía lo que estas vestimentas representaban. Debido a eso, si ella fuera a caminar en las carreteras principales, cualquier persona que viera eso inmediatamente abriría un camino para ella.

“Esto, esto es una gran sorpresa. Ah, los ojos deben estar engañándome. ¿Tiene intención de contender por el título de Sabio a una edad tan joven?”

Cualquiera que quisiera competir en el juicio final por el título de Sabio tendría que vestir así. Era prácticamente una tradición.

La Academia de la Ciudad Londel lleva a cabo periódicamente conferencias académicas. Allí, las túnicas de aquellos candidatos cuyas habilidades fueron reconocidas por sus pares quedarían de un blanco inmaculado. Por el contrario, aquellos que no pudieran convencer a los maestros reunidos de sus habilidades les serían implacablemente arrojados botes de tinta de color negro azabache. Por supuesto, el estado de túnica ennegrecida era algo que casi no se podía soportar ver. Además, al candidato fallido no se le permitía cambiarse esa manchada y ennegrecida túnica hasta que se fuera de Londel, por lo que tendría que soportar la vergüenza de los ojos condenándolos de su alrededor. Debido a eso, cualquier persona que sufría ese destino típicamente huía de la ciudad después de calmarse.

Cuando contiendes por el título de Sabio, una parte clave del proceso consistía en la presentación de una tesis. De acuerdo con las reglas, uno necesitaría suficiente evidencia y experiencia en la materia objeto de la tesis de la cual incluso el más antiguo profesor debería asentir en deferencia.

En la presentación de la propia tesis, era común que alguien del público soltara raros argumentos al candidato en tonos cortantes, lo cual sería seguido por una risa burlona desde todos los lados. A menudo, esto hacía que el autor entrara en pánico y se apuraran en su presentación, sólo para encontrar que se habían enredado con su propia lengua a medio camino, o presentado el manuscrito equivocado, o en mal estado, y sin querer lanzar un hechizo durante la presentación, y algunos incluso habían huido de la conferencia en lágrimas. En cualquier caso, era un conjunto de terriblemente crueles procedimientos.

Por supuesto, incluso si uno fallara durante esta prueba, ellos no morirían. Cualquiera que pudiera soportar la vergüenza de las burlas del público podría desafiarlos tan a menudo como quisieran. Sin embargo, cualquier persona que pudiera hacer frente de manera repetida a múltiples derrotas, o no tenían ningún sentido de vergüenza o era simplemente insensible. Hamal consideró que describir a la chica delante de él como insensible o inconsciente sería un terrible error. Delicada, tal vez. Tan delicada como la porcelana fina. Si tú la tratabas demasiado áspero, ella podría romperse, ¿no?

Eso era lo que pensaba Hamal.

Además, no tenía idea de quién era su maestro. ¡Y pensar que en realidad le permita hacer un intento tan temerario! Mientras pensaba en esto, Hamal preguntó a toda prisa:

“Perdone mi intromisión, ¿pero se puede saber la identidad de su honrado maestro?”

“Kato. Kato El Ardestan”.

El dueño conocía ese nombre. Para ser precisos, todos en la Academia de la Ciudad Londel conocían ese nombre. ‘Sería extraño si alguien no lo supiera’ ―así de famoso era el propietario de ese nombre.

El Viejo Sabio Kato. Un hombre que era un mago entre magos.

Así que era eso, ella era discípula de ese hombre.

La mandíbula de Hamal cayó, y él no pudo decir nada. Después de esta sorprendente revelación, vio a la chica delante de él con nuevos ojos.

***

Lelei condujo a Itami y el resto del grupo fuera de la posada. Después de viajar una distancia corta, se encontraron con filas y filas de edificios en lo que parecía ser un distrito residencial. Debido a que ahora estaban a mitad de camino de las laderas de una montaña, ellos tenían una vista sin obstáculos de las calles que se expandían en la base de la montaña.

“Ese edificio es llamado una sala de reuniones, se utiliza para convocar conferencias y compartir los resultados académicos. Y ese de allí es el ayuntamiento.  Las ciudades-estado soberanas por lo general tienen un pequeño consejo”.

Después de eso, Lelei volvió y señaló el pico de la montaña.

“Y luego, a partir de este punto es el distrito de investigación.”

El área que estaba señalando estaba rodeada por altos muros.

Las paredes de ladrillo parecían estar protegiendo algo. Aparte de las grandes puertas, parecía que había un aire alrededor del lugar que era hostil a los de fuera. Sería bastante preciso describirlo como la pared que rodea a una enorme mansión.

Sin embargo, con un examen más detallado uno podría encontrar que no había guardias patrullando, ni estaba la zona restringida de ninguna manera. Cualquiera podría pasar el muro y llegar al otro lado. Allí, todos los edificios estaban viejos y en mal estado, mirándose como si fueran a colapsar bajo su propio peso en cualquier momento. Debido a eso, Itami y compañía dieron casi por sentado que se trataba de distrito pobre. A pesar de que sólo estaban separados por una sola pared, los edificios en el exterior eran todavía bastante presentables, a pesar de su sencillez. Sin embargo, este lugar era el corazón de la ciudad de la Academia Londel. Si este lugar era una universidad, entonces esto sería el equivalente de su campus principal.

Los hombres y mujeres jóvenes en las inmediaciones estaban vestidos de manera similar a Lelei. Sus ropas estaban impecables, sin ni siquiera una pizca de polvo, suciedad o mugre en ellos. Al parecer, todos ellos habían pasado largos años como aprendices. Cuando Lelei apareció por detrás, la mayoría de ellos miraban con los ojos muy abiertos. Después de eso, algunos pretendieron que no habían visto nada, mientras que otros escupían lo que tenían en la boca, y ​​luego se dispersaban como pájaros. Un observador perspicaz sería capaz de discernir las emociones oscuras y complejas dentro de ellos.

(NT: Spit-Take, es esa típica escena en la que están bebiendo algo y lo escupen todo, aunque no es necesario que estén bebiendo)

“Lelei, si realmente puedes convertirte en Sabia a esta edad, es probable que levantes una tormenta de celos a tu alrededor.”

Lelei mantuvo los ojos fijos hacia adelante después de escuchar las palabras de Rory, y ella asintió sin emoción.

“Estoy preparada para eso.”

Lelei estaba decidida a luchar por el título de Sabio.

Ella había sido autorizado a hacer esto porque el Maestro Kato ya había reconocido su capacidad ― había pensado que ella estaba lo suficientemente capacitada para luchar por el título. Por otro lado, hay personas que habían pasado cinco, a veces diez años en investigación y estudio, pero sus esfuerzos fueron infructuosos. Había un buen número de gente así en la Ciudad Académica de Londel. A medida que estas personas trabajaban en la oscuridad,  era natural que sintieran celos al ver a alguien tan joven como Lelei lograr el objetivo que los había eludido durante tanto tiempo.

Si uno miraba alrededor, uno podría ver a varios jóvenes en ropas sucias, enfrascados en un intenso debate de algún tipo, mientras escribían algo en el suelo, en caracteres grandes. Mirando más lejos, se podía ver un grupo de estudiantes que rodeaban a Enanos, que eran considerados como tutores dando una conferencia.

Itami se dio cuenta de que esto era el equivalente al departamento de investigación de una universidad. Sin embargo, a diferencia de las universidades japonesas, los profesores y estudiantes aquí no estaban limitados a lugares fijos, sino que podrían dar clases incluso en la sombra de los árboles a ambos lados de una carretera en un aula improvisada.

“¿Podría ser que algunos grandes nombres vienen a dar conferencias también?”

"Por supuesto. Las instalaciones de investigación de los maestros están todas aisladas, por lo que tienen que venir por sí mismos”.

Una palabra extrañamente colocada se abrió camino en el oído de Itami, y él no pudo evitar preguntar, “¿aislada?”

Lelei con indiferencia repitió: “Sí, aislada”.

Mientras decía eso, un destello de luz surgió de un edificio no muy por delante. Después de eso, una inundación de agua brotó de todas partes en ese edificio que podría considerarse como una ventana. La región cercana fue sometida a una inundación repentina en miniatura, y los aprendices desafortunados que habían estado pasando por ahí quedaron empapados hasta los huesos.

"¡Qué demonios acaba de pasar! ¡Mi ecuación! Mi preciosa ecuación, ¡Apenas había acabado de terminar de formularla!”

“¡Mis, mis muestras están arruinadas!”

"¡Mi tesis! ¡Mi tesis! Ahhhhhh― ¡está toda mojada ahora!”

Alrededor de ellos estaban personas golpeándose el pecho, pisoteando con sus pies, llorando y crujiendo los dientes. Parecía el sitio de un desastre terrible.

Mirando a su alrededor, parecería que incluso Yao no se había librado de ese destino. Gracias a una ola de la inundación, ahora estaba goteando agua por todas partes.

Afortunadamente, Yao había protegido Lelei con su cuerpo, y Lelei no había sido tocada por siquiera una gota de agua. Ella apresuró el paso para evitar las corrientes de agua debajo de ella, y con cada paso repetía lo que había dicho.

"Aislado."

Itami pensó en su uniforme, que había sido alcanzado por las salpicaduras, y reflexionó sobre lo que acababa de decir Lelei.

"Ya veo."

“¿Podría ser que la pared se hizo para separar los distritos por esta razón? Así que... ¿podría ser que el Maestro Kato vivía en el Pueblo Coda como una forma de aislamiento también?”

“... Si algo así ocurría allí, sería muy peligroso.”

“¿No quedarían los aldeanos de Coda involucrados también?”, “¿Sería seguro de esta manera?” Y otras preguntas se mantenían fluyendo sucesivamente. Eso es verdad, esa es la razón por la cual la cabaña del Maestro Kato se encontraba a cierta distancia del resto del pueblo, pensó Itami. Si ese fuera el caso, muchas de las preguntas que tenían cuando fueron a inspeccionar el daño al pueblo podrían explicarse fácilmente.

"Por este camino."

Siguieron a Lelei en un callejón estrecho, que parecía vincular a otros callejones estrechos, creando un ambiente donde las personas podrían perderse y extraviarse fácilmente. En poco tiempo, el grupo se detuvo delante de un edificio pequeño. Se abrió una puerta poco imponente y subieron por una escalera estrecha y traicionera, del tipo que parecía que difícilmente soportaría a alguien golpeándola mientras pasaba. Cada vez que ponían un pie en ella, la escalera crujía, por lo que la gente pensaba que iban a derrumbarse en cualquier momento. Después de tomar esto en consideración, Itami y los otros tuvieron que proceder lentamente y con cuidado mientras ascendían. Casi inmediatamente, una pequeña puerta de madera apareció a la vista.

Sólo había espacio suficiente en la parte superior de la escalera para dar cabida a Lelei y Tuka. Rory, Yao e Itami tuvieron que esperar en medio de la escalera. Después de eso, Lelei llamó a la puerta, usando su bastón en lugar de una aldaba.

"¿Quién es? Si estás aquí para cobrar las deudas, puedes ahorrar tu esfuerzo. Estoy quebrada”.

Una gruñona e interrogativa voz respondió a los repetidos golpeteos. A juzgar por la ronquera de la voz, uno podría imaginar que pertenecía a una mujer mayor.

“Soy Lelei.”

La puerta se abrió en el momento que ella indicó su nombre.

Desde dentro salió una anciana de aspecto lindo (humana) que parecía estar en los finales de sus 70.

A juzgar por su aspecto, ella debió haber sido hermosa hace 50 años, su pelo gris estaba manchado de blanco y negro, atado en un moño y fijado con una horquilla. Tenía la espalda recta y parecía que había un brillo en sus ojos, del que se podría decir que esta anciana había vivido una vida plena y significativa. La mirada en sus ojos parecía resumir su actitud hacia la vida.

Naturalmente, llevaba una túnica de Sabia, aunque la suya era un poco vieja.

“¡Bien! ¡Bien bien bien! ¿Eres tú, Lili?”

“No. Es Lelei”.

La anciana se golpeó ligeramente a sí misma en la cabeza con su mano derecha.

“Sí, eso es correcto, debería ser Lelei. Aunque, Lili suena muy lindo también” dijo mientras le frotaba la cabeza a Lelei.

Una vez que las dos se acercaron la una a la otra, los otros descubrieron que esta anciana era aproximadamente de la misma altura que Lelei.

“Gracias por venir hasta aquí para visitarme. Está bien, está bien, no se agrupen todos en torno a la puerta. Lamentablemente no tengo nada para los huéspedes, pero por favor entren de todos modos”.

Después de ser invitados a la casa de la anciana, miraron a su alrededor, y se encontraron que estaba llena de pergaminos y libros, así como numerosas muestras.

Todas las paredes estaban cubiertas de estanterías. Las mesas estaban cubiertas en pilas montañosas de libros, y el suelo a su alrededor estaba lleno de rollos o cuadernos que habían caído de las innumerables pilas de libros. Difícilmente parecía haber algún espacio para moverse en la casa. Itami y los demás inconscientemente se apretaron a sí mismos en lo que pocos huecos que pudieran encontrar, mientras que Rory se puso de pie justo detrás de Itami, como si tratara de ocultarse.

La anciana se dio cuenta del atuendo de Lelei, y le preguntó:

“A juzgar por la forma en que estás vestida, parece que estás compitiendo por el título de Sabia, ¿verdad? Pero ¿no te parece que es un poco pronto para eso? ¿Ese viejo bribón de Kato finalmente ha caído senil?”

En respuesta, Lelei presento una carta escrita en pergamino, y se la dio a la anciana.

Ella rompió el sello de cera y murmuró: “Vamos a ver lo que hay aquí” y empezó a leer la carta.

“Hmhm, ya veo. Ara ara, eso es tan...”

Cuanto más leía, más exagerada la reacción de ella se volvía.

En poco tiempo, terminó la carta. Luego, calmadamente se la devolvió la Lelei, sus ojos se llenaron de alegría.

“Yo no pensé que serías capaz de lograr tanto. Si ese es el caso, tiene sentido que te saltes varios grados. Kato te pinta con palabras brillantes. Si Arpeggio se entera acerca de esto, ella estaría celosa”.

“¿Cómo está Alfie?”

"Siempre igual, siempre igual. Parece que ella ha salido para algo. Ella debería estar de vuelta en un rato... Ara ara, esto no es bueno, no puedo dejar a mis invitados de pie mientras esperan. Lili, ¿podrías darme una mano? Necesito conseguir algunas sillas para ellos...”

“Mi nombre es Lelei.”

Las dos fueron de ida y vuelta de un lado al otro en su búsqueda de sillas adecuadas en la habitación. Sin embargo, no importa adonde vieran, todo lo que podían ver tenía algo encima ― ya se trate de mesas o sillas ― estaban ocupados por los libros. Entonces, justo cuando la anciana estaba a punto de tirar algunas muestras, una pila de libros en una mesa cercana cayó como una avalancha, y en una reacción en cadena la caja de muestras también se calló. Las rocas dentro de la caja protectora ― probablemente piedras preciosas o minerales de algún tipo ― se desparramaron por el suelo.

“¡Ah! Sensei, ¿qué estás haciendo? ¡¿No te pedí que no pusieras la casa más desordenada de lo que estaba?!”

En ese momento, un grito de queja vino de fuera de la puerta.

Una mujer con el pelo marrón puso su cesta en el suelo ― para ser precisos, la arrojó al suelo ― e irrumpió, murmurando “¡Realmente!” mientras entraba. Una vez que ella entró, ella irradió un aura que hizo que incluso la anciana y Lelei dieran marcha atrás, y luego se puso a recoger las piedras en el suelo.

“¿Qué ocurre? Parece particularmente de mal humor hoy, ¿estás estreñida?”

“¡¿Qué, qué estás diciendo?, no es nada de eso!”

Esta mujer tenía una cabellera de pelo castaño ligeramente rizado, la cual ella descuidadamente ató con una cinta de tela.

Además, no había ni rastro de maquillaje en su cara. El hecho de que ― como una mujer ― un aspecto tan desaliñado y descuidado podría hacer que la gente sienta que ella había desechado cualquier intento de tratar de parecer atractiva o femenina. Sin embargo, en marcado contraste con su vestimenta, su cuerpo era curvado y bien proporcionado, y las líneas sensuales de su cuerpo eran visibles incluso a través de su ropa, hasta el punto en que la gente no se atrevía a mirarla directamente.

“Mmm... esta pieza va en esta caja, esas piezas van en la otra caja. Una, dos, tres... eh, ¿dónde se ha ido el rutilo?”

Parecería que esta mujer y la abuela carecían de talento en la limpieza y en el orden, a niveles casi fatales.

“Ara, ¿quiere decir esto?”

En el momento en que la anciana se acercó a la mesa, los casos de muestras cuidadosamente reordenados cayeron al suelo otra vez.

El silencio llenó la habitación.

La mujer de pelo castaño miró a la anciana. La forma en que su cuerpo estaba temblando sugería que ella estaba tratando desesperadamente de controlar sus emociones.

“Sensei, quiero dejar esto claro. Estás en medio justo ahora, así que ¿podría quedarse fuera del camino un momento?”

“Eso, eso es cierto... bueno, se está haciendo tarde, así que voy a llevar a nuestros huéspedes a ‘Marina’ para la cena. Tú debes reunirte con nosotros después de poner en orden esto. Es raro que Lili venga, y es probable que tenga mucho que hablar”.

“¿Lili? ¿De qué estás hablando?"

"No. Debe ser Lelei”.

“... Lo tengo. Voy a ir una vez haya terminado. Mm, eso es correcto, por supuesto, tengo que ir de inmediato. No puedo esperar para hablar con mi hermana pequeña ― la hermana pequeña que ahora está planeando saltar el grado de Doctor y saltar por encima de la cabeza de su hermana mayor para contender por el título de Sabio, la hermana pequeña que ignora los sentimientos de su solitaria hermana mayor que no tiene suerte con los hombres, la hermana pequeña que lleva pendientes, ya que quiere lucir más atractiva, la hermana pequeña que mira hacia abajo a su pobre hermana mayor mientras que se vuelve rica por sí misma, la hermana pequeña que incluso trajo Elfos al volver ― oh sí, me gustaría hablar con ella, sobre todo tipo de cosas”.

Al momento que esta mujer estaba hablando, Itami notó algo raro desde su lugar por un lado.

Una gota de sudor se deslizó por la frente de Lelei, y luego se detuvo en su mejilla...

***

Después de pasar por la pared rodeando el distrito de investigación, caminaron un poco más antes de llegar al restaurante llamado “Marina”.

Había tres mesas rectas dentro y un mostrador.

Había dos o tres clientas que parecían tener acólitos. Ellos se enfocaban intensamente en el estudio de los libros en sus manos, y uno de ellos estaba anotando sin parar.

El aire aquí era como el de un café cerca de una universidad de damas. Desde que lugares como este eran un negocio familiar, eran decorados acogedoramente, lo cual les hizo popular entre las mujeres.

“Lady Mimoza, bienvenida. Mi,  tiene mucha gente con usted hoy. ¿Son todos sus estudiantes?”

Un hombre con la cara roja que parecía ser el propietario dio la bienvenida a la anciana con una sonrisa brillante.

“No, no, todos son mis invitados. Ven, mira, todas son chicas bonitas. ¿Qué tal, no te gustan?”

“De hecho, todas son muy bonitas. Parece que será mejor que de lo mejor de mí hoy”.

Con eso, se dirigió de nuevo con energía a la cocina.

Mimoza sonrió con satisfacción mientras lo observaba, luego escogió una mesa y llamó a los otros.

“Vamos, vamos, por favor, tomen asiento, todo el mundo. La comida aquí es bastante buena, y dado que los clientes son todas chicas lindas, debe mejorar todavía más. Lo más importante es ― que es barato”.

Después de pensar un poco, Itami empujó dos mesas de cuatro personas juntas y colocó sillas alrededor de ellas antes de sentarse. Entonces comenzó a buscar en el menú.

“Me pregunto qué tipo de comida sirve este restaurante”

“Sólo tienes que dejárselo al propietario, supongo.”

Y así, después de que se habían sentado y cogido aire, Mimoza le sugirió a Lelei presentar a ambos lados, con el fin de hacer un buen uso del tiempo hasta que la comida llegara.

“Esta es Mimoza La Mel. Ella es una maga y una gran sabia, así como uno de los ancianos de la Ciudad Londel”.

De acuerdo con la introducción de Lelei, esta anciana fue la compañera mayor del Maestro Kato, bajo el mismo maestro. La hermana mayor de Lelei, Arpeggio estaba actualmente aprendiendo de ella. También agregó “ella está muy versada en asuntos de la arqueología” ― eso parecía dirigido a Itami ― y ella con indiferencia insinuó, “Sensei Mimoza probablemente sería vital para la misión de prospección de recursos.”

Después de eso, fue el turno de Itami y su pandilla.

Lelei los presentó en el orden en que estaban sentados, desde el más lejano al más cercano.

Después de que Mimoza escuchó las presentaciones de las dos Elfas, le brillaban los ojos y dijo:

“Bueno, ver Elfos y Elfos Oscuros sentarse tranquilamente en la misma mesa es algo nuevo. ¿Qué ha pasado para que se lleven tan bien? Si es posible, ¿podrían decirme al respecto?”

Cuando terminó de decir esto, Tuka y Yao se miraron y sonrieron, incómodas. Ninguna de ellas había esperado que nadie dijera que estaban “llevándose bien”.

La verdad era, que era difícil decir que se llevaban, incluso en el más amplio sentido de la palabra. Las dos tenían sentimientos complejos sobre la otra... por ejemplo, Yao le había hecho algo terrible a Tuka con el fin de salvar a su pueblo, y hasta ahora ella todavía era consumida por la culpa sobre sus obras. Cuando Tuka recuperó sus sentidos, estuvo agradecida con Yao, en cierta medida, pero al mismo tiempo no podía negar que lo que había hecho Yao fue realmente malo.

A pesar de ello, ninguna de las dos se odiaban. Por lo tanto, el hecho de que las dos podían tranquilamente sentarse en la misma mesa no era nada de lo que preocuparse. En cualquier caso, después de todo lo que había sucedido, ellas estaban solo incómodas acerca de estar la una con la otra.

Después de eso, justo cuando Lelei estaba a punto de presentar a Rory―

“Ha sido un tiempo, Rory. ¿Podría ser que usted vino a encontrar la respuesta a esa pregunta?”

Mimoza interrumpió a Lelei, lo que indicaba que no había necesidad de presentar a Rory.

“Fue hace 50 años, cuando Rory y yo estábamos viajando.”

“Mimoza, has envejecido.”

“Estoy de acuerdo. ¿Estás celosa? Soy la viva imagen de una abuela ahora”.

Mientras decía eso, la anciana levantó sus manos arrugadas. Parecía estar mostrando un par de tesoros preciados. Rory parecía envidiosa, incluso haciendo pucheros cuando las vio.

“Entonces, Lili... no, no, es Lelei. ¿Qué hay de presentar al siguiente?”

Lelei echó un vistazo a Itami sentado a su lado.

“Este caballero es Itamy Youjy.”

Lelei no dijo nada más aparte de su nombre.

"¿Oh? Itamy Youjy... es pronunciado así, ¿verdad?”

"Encantado de conocerla."

Itami se levantó y se inclinó cortésmente, luego continuó donde lo dejo Lelei ― que su apellido era “Itami”, su nombre de pila era “Youji”, y luego continuó:

“He oído que está bien versada en la arqueología, Mimoza-sensei. Por lo tanto, me gustaría preguntarle; ¿hay recursos útiles o minerales en el área? ¿Conoce algo por el estilo?”

“Mmm, puedo decir que conozco unos pocos. Por supuesto, eso depende de su definición de 'útil'”.

"Maravilloso. Si es posible, me gustaría que me lo dijera”.

“Mm, no me importa responderte. Sin embargo, vamos a hablar de eso más tarde. En este momento, sólo quiero charlar alegremente con todos ustedes. ¿Qué piensas?"

“Está bien. Hasta que Lelei haya terminado con su conferencia, voy a estar por los alrededores. Puedo visitarla en cualquier momento que este libre”.

Después de recibir la aprobación de Mimoza, Itami se inclinó cortésmente en agradecimiento. La etiqueta de este tipo era algo natural para Itami una vez que entraba en la sociedad. En ese momento, Mimoza observó la tela de su uniforme verde y le preguntó:

“Esa ropa es bastante rara. ¿De qué país eres?”

“Vengo de Japón, desde el otro lado de la puerta en la Colina Arnus.”

“¡Ah! Bueno, eso es interesante. He oído que una puerta se abrió en Arnus, pero no ha habido noticias sobre lo que hay al otro lado de la puerta. Ahora, dime, ¿Cómo es ese lugar? Lelei, ¿has estado ahí?”

“Ya hemos estado allí”, dijo Rory con una mirada de suficiencia en su rostro. Mimoza se inclinó hacia adelante con entusiasmo.

“Ah, estoy envidiosa. ¡Ven, dime acerca de su viaje!”

Lelei, Rory y Tuka se miraron en respuesta a la solicitud de Mimoza. Después de intercambiar miradas por un momento, cada una de ellas comenzaron a relatar su propia versión de los hechos ― Rory habló de las vistas en las calles, Tuka describió la ropa de lujo que había visto, mientras que Lelei mencionó varias librerías japonesas en las que había estado.

“Esas tiendas tienen una asombrosa cantidad de libros. Además, según Piña, hay bibliotecas allí, que contienen todo tipo de libros y que están disponibles para la gente común. Si tengo la oportunidad de ir allí de nuevo, definitivamente voy a echar un vistazo. Siento que deberíamos construir una en Londel también”.

Como Itami las escuchó hablar, una pregunta apareció en su mente, por lo que preguntó:

“¿Podría ser que ustedes no tiene bibliotecas? ¿Aquí, en esta Ciudad Académica?”

“Aquí no, no”.

“De acuerdo con los registros en los libros antiguos, hubo una vez unas instalaciones como esas, pero al final, no estuvieron más.”

“Eso es una cuestión de hace mucho tiempo. Ellos la utilizaron para combatir las guerras santas en esta región, y los fanáticos de una religión monoteísta quemaron el almacenamiento de libros hasta sus cenizas”, dijo Mimoza con una mirada triste en su rostro.

Parte de la razón por la cual la ciudad de Londel era conocida como la Ciudad de la Sabiduría era porque contenía mucha gente sabia, que poseía cada uno colecciones de libros impresionantes. Ahora que las bibliotecas habían desaparecido, todos aquellos que buscan el conocimiento no tenían más remedio que recolectar información por su cuenta. En estas condiciones, solamente los libros egoístamente acaparados podían saciar su sed de conocimiento.

“Si eso es verdad, como dice Lelei, entonces eso sería grande. Sin embargo, recolectar estos objetos valiosos presenta ciertas dificultades”.

“Está bien. La imprenta hace que la producción de libros sea fácil. En el país de Nihon, la publicación de libros es algo común para la gente de allí. Como resultado, tienen grandes reuniones llamadas Dou-Jin Shi-Mar-Kets cuando dichos materiales se liberan regularmente a las personas. Cada vez que se lleva a cabo la liberación, un sinnúmero de personas se reúnen allí. Se trata de una vista majestuosa”.

Lelei tenía un aspecto raro de emoción en su cara mientras decía esto.

“Sería muy bueno si los libros fueran lo suficientemente baratos como para ser fácilmente accesible a la gente.”

“Ese sueño se hará realidad algún día.”

Lelei miraba al cielo y asintió con la cabeza, como si hubiera predicho el futuro. Pero justo en ese momento...

"¡Eso es malo!"

Hubo un gran estrépito, como si alguien hubiera golpeado la puerta con todas sus fuerzas. Todo el mundo se volvió lentamente para mirar a la fuente del sonido.

“Espera, espera un poco, eso sería malo. Muy malo. Hay personas a los que les sería inconveniente que los precios de los libros bajaran”.

En ese momento, la hermana mayor de Lelei, Arpeggio El Lelena apareció en la puerta. Tenía una expresión escalofriante ― como si estuviera usando una máscara del hannya ― en su cara.


(NT: Las máscaras Hannya son típicas del teatro japonés, son máscaras de apariencia demoníaca y en el teatro representa a una mujer traicionada y enojada)



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