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6 abr 2017

Gate Vol 01 Cap 10



Autor: Takumi Yanai

Traductor: Lord

Editor: Lord



Hubo un disturbio en la puerta principal de Italica.

Por lo general, el tráfico aquí fluía con rapidez, y entre los comerciantes y los cobradores de impuestos que tenían que tratar, el área sería muy animada. Sin embargo, ese bullicio no se veía en ninguna parte hoy. Un montón de madera y muebles bloqueaban la puerta principal, negando a todos la entrada.

Encima de la pared de la ciudad, que tenía tres pisos de altura, los centinelas se alineaban y apuntaban sus ballestas hacia ellos.


Incluso habían instalado un polybolos, que podría liberar múltiples flechas en secuencia.

(NT: El polybolos es una ballesta de gran tamaño que dispara en secuencia... Metralletas antiguas)

Además, tenían muchas cosas que eran difíciles de imaginar como armas. Por ejemplo, había calderos humeantes, suspendidos sobre fogatas.

Si estuviera situado en un río o en la cima de una montaña, uno podría pensar que era un fogón para una bruja. Pero encima de una pared de la ciudad, no había manera de pensar que estaba allí para preparar la comida.

"Espero que no decidan darnos un baño..."

Kurata, que conducía el HMV, murmuró esas palabras. Itami pensó, ‘no pueden oírte’. En los programas de televisión de variedades, el "baño" en cuestión era poco más que un apoyo inofensivo, pero en realidad, era un dispositivo horrible a la par con las armas químicas.

Morir de ser hervido hasta la muerte por el agua caliente sería un largo y doloroso camino por recorrer.

Ser escaldado por el agua caliente sobre la mayor parte del cuerpo causaría la formación de ampollas en todo el cuerpo y la consiguiente pérdida de fluidos corporales, conduciendo a la deshidratación. Si eso no fuera suficiente para matar a una persona, la pérdida de piel también invitaría a la infección. Los tejidos muertos se pudrirían y conducirían a la sepsis, hundiendo a la víctima en un terrible dolor. Incluso si de alguna manera sobrevivieran, llevarían las cicatrices y la agonía de por vida.

(NT: Escaldado es básicamente hervir algo es un líquido, por lo general agua, por un periodo corto de tiempo)

Si hubiera sabido que no se trataba de agua, sino de plomo fundido, Itami habría ordenado una retirada inmediata porque era muy consciente de las historias en las que la gente intentaba suicidarse auto inmolándose, pero de alguna manera lograba sobrevivir después de un sufrimiento increíble.

Los defensores de Italica usaban armas que eran muy diferentes de las de Itami y sus colegas. Eran afiladas, o calientes, y de un vistazo podían llamarse "instrumentos para el asesinato".

El término "intención de matar" aparecía a menudo en series de televisión, novelas ligeras o manga, pero Itami nunca había sentido ese tipo de cosas durante su vida en la sociedad moderna. Tal vez uno sólo podía sentir estas cosas después de convertirse en un maestro de artes marciales. Lo que él podía sentir, en este momento, era una sensación de dolor o de calor cada vez que miraba esas cosas. Además de la advertencia de los defensores, podía sentir los ojos llenos de intención asesina fijada en ellos.

"¡¿Amigo o enemigo?! Si eres un amigo, ¡entonces salid!"

Aunque él no sabía el significado de esas palabras que se gritaban desde arriba, él podía adivinarlo por su tono. Le susurró a Lelei: “No suena como una bienvenida. ¿Deberíamos intentar otra ciudad?" La gente en la ciudad también parece muy ocupada, así que parece que no podemos discutir las cosas con ellos correctamente. Aunque no sé contra que lucharán, no quiero participar en ello. Francamente hablando, mi seguridad y la suya es mi prioridad.¿Qué piensas?"

“Sí, están muriendo por tenernos allí”.

Mientras Kurata gruñía desde el asiento del pasajero, el Sargento Mayor Kuwabara dijo por la radio: "Si no se mueven, no nos movemos". Los dos tenían sus rifles en mano y cuidadosamente los apuntaban afuera.

Sin embargo, Lelei usó su habitual expresión en blanco y su voz firme para decir, "Rechazado".

Pero no podemos entrar mientras están así.

"Hay otras entradas. Italica es una ciudad llana. Habrá puertas en el norte, sur, este y oeste. No hay manera de que no haya otra forma de entrar”.

“Itami, espera primero. Voy a hablar con ellos”.

Con eso, Lelei se puso de pie. Sin embargo, Tuka inmediatamente la detuvo y le dijo que esperara.

Tuka, como Itami, quería saber por qué tenían que ir a ésta ciudad.

Aunque no tenía miedo como Itami, cuando uno pensaba en ello, no había ningún beneficio para involucrarse con una ciudad sitiada. Había una posibilidad de que pudieran ser arrastrados al conflicto... bueno, si entraban en la ciudad, definitivamente estarían involucrados.

Lelei le respondió: "No es cuestión de entrar en la ciudad, pero quiero hacerles saber que no somos enemigos. Si nos vamos así, pensarán que somos parte de las fuerzas enemigas. Si regresamos en el futuro, o vamos a otras ciudades, esa noticia se extenderá. Será un inconveniente”.

"Sin embargo, ¿vas a atraer a esta gente por nuestra causa?"

Tuka hizo un gesto a Itami, Kurokawa y los demás mientras hablaba.

"Nos ayudaron sin pedir nada a cambio. ¿No deberíamos mantenerlos fuera de peligro?

“Por eso yo iré. Hemos recibido mucha amabilidad de Itami y de los demás, así que no quiero que piensen que Itami y el resto son enemigos”.

“¿Estás haciendo esto por Itami?

"Sí. Después de todo, él y los demás son los dueños de este carruaje especial”.

Tuka tuvo que asentir al oír esto.

"Estará bien. Sólo diremos que hemos venido a hacer negocios y que estamos confirmando la situación".

"Entiendo. Sin embargo, no puedo dejarte ir sola. Necesitas protección contra las flechas”.

En lo que Tuka dijo eso, ella comenzó a cantar un hechizo en el lenguaje de las hadas.

Casi inmediatamente, pudieron sentir el movimiento del viento.

Y así, Lelei, Tuka y Rory salieron del vehículo.

“Itami, debes esperar aquí”.

Después de repetir esa línea, los tres se acercaron lentamente a la puerta principal.

Las puntas de las ballestas de los centinelas los seguían mientras se acercaban.

Mientras Itami veía esto, se sentía incómodo a pesar de que le habían dicho que esperara. Su mente estaba llena de pensamientos como: "Como hombre, como soldado, como ser humano", y así sucesivamente.

Todo lo que podía hacer era observar.

Aunque Itami parecía estar congelado por el miedo, lo que sentía era en realidad orgullo, o algo similar.

Por supuesto, la mayoría de los adultos no diría "es mi honor", pero se engañaría con palabras como "la misión" o "nuestro deber". Sin embargo, Itami siempre había sido muy honesto en este aspecto, y él en voz baja dijo: "Odio las cosas que dan miedo, pero odio perder mi dignidad también..."

Después de sonar su lengua en voz alta, dejó su rifle Tipo 64 en el vehículo, cuidadosamente aseguró el pesado chaleco antibalas Nº 2 en su cuerpo, y salió de la HMV.

Por cierto, todos estaban equipados igual que las tropas en Irak.

Tenía una pistola atada a su muslo, pero dejó su rifle atrás porque no quería parecer amenazante llevando un objeto similar a un arma.

“Yo también voy. Francamente hablando, tengo que ir. Déjame ir."

“Nadie te detendrá, ¿Lo harán?”

Después de congelarse durante unos segundos, Itami dijo, "Sargento Mayor Kuwabara, te dejaré el resto. Si algo sucede, ven y ayuda". Con eso, corrió hacia Lelei y los otros.

***

Piña se vio obligada a tomar una decisión.
Ella no tenía ninguna base para su decisión, pero ella tenía que decidir de todos modos. Esto sería una gran apuesta.

“Gray, ¿qué debemos hacer?

Incluso el experimentado Gray no pudo responder a la pregunta de Piña. Nadie podía garantizar el resultado, y bajo estas condiciones, la necesidad de tomar una gran decisión como ésta se convirtió en una inmensa fuente de estrés. Esto era llamado las "Cadenas de Comandar".

Los soldados agarraron sus armas, esperando la decisión de Piña.

Las manos de los arqueros temblaban al apretar las cuerdas.

Los agricultores esperaban con sus herramientas de metal para la siembra.

Los soldados que llevaban espada, el pueblo de Itálica, todas sus vidas descansaban en sus decisiones.

En primer lugar, ¿acaso el Apóstol de Emroy, Rory Mercury, así como un Elfo y un mago, se unirían a un grupo de bandidos?

La respuesta era "no". Quería que fuera "no".

En cuanto al por qué... bueno, si hubiesen sido parte de los bandidos desde el principio, habrían tomado parte en el primer ataque e Italica habría caído hace mucho tiempo.

Sin embargo, Rory y los otros tal vez no hayan estado con los bandidos desde el principio. Podrían haber estado esperando el momento adecuado para participar. No podía concluir que no eran parte de los bandidos sólo porque no participaron en el primer ataque.

Y si no formaban parte de los bandidos, ¿por qué Rory y los otros vinieron a Italica? ¿Por qué habían venido a un pueblo sitiado?

Debería negarles la entrada, pero eso podría convertirlos en enemigos.

Piña quería a Rory y a sus amigos de su lado. Después de todo, la gente del pueblo y los soldados estarían seguros de la victoria con un Apóstol de Emroy, un Elfo y un mago a su lado.

Ella sentía que carecía de las habilidades de liderazgo para hacer que sus hombres  tuvieran una victoria segura.

Aunque no estaba segura de por qué Rory y los otros habían venido, si podía convencerlos de que se unieran, entonces podría decirle a los residentes: “¡La ayuda está aquí!

No, no había tiempo para largas discusiones. Tenía que hacer de ellos sus aliados.

O eso, o prohibirles la entrada. Ella tenía dos opciones.

Mientras Piña pensaba en qué hacer, el sonido de los golpes venía del exterior de la puerta.

Contuvo la respiración.

Entonces Piña tragó saliva y tomó una decisión. Ella usaría su imponente actitud para fijar a la otra parte y arrastrarlos a su lado.

La puerta que había sido cerrada en un santiamén se abrió con fuerza y ​​poderosamente.

“¡Por fin están aquí!”

Después de sentir una débil sensación de golpe a través de sus manos, Piña vio a Rory, la chica Elfo, y el mago mirando a un hombre que se derrumbó frente a la puerta.

Sus ojos se habían vuelto blancos y había perdido el conocimiento.

Inmediatamente, los tres miraron fijamente a Piña.

"¿Podría ser... que... que fue mi culpa?"

El mago vestido de blanco, la sacerdotisa vestida de negro, y la Elfa rubia de ojos azules asintieron como si fueran uno.

***

Rory y Lelei sabían que era sólo un accidente, así que no culparon a Piña, sino que fueron a ayudar al inconsciente Itami.

Itami era un tipo grande, y llevaba una armadura pesada. Con la ayuda de los demás, consiguieron arrastrarlo a la ciudad. Entonces, pensaron en quitarle la ropa para ayudarlo a respirar.

Primero, deben quitar la cosa en su cabeza. Después de eso, querían quitarle la camisa, pero lo que pensaban era una camisa de tela resultó tener placas de metal en ella. La camisa era misteriosa en algo más que su apariencia, y no tenían ni idea de por dónde empezar. Decidieron tratar de aflojar su cuello.

Rory puso la cabeza de Itami en su regazo, mientras que Tuka tomó una cantimplora de agua de su cinturón.

Los centinelas y la gente del pueblo se reunieron para preguntar, "¿Qué está pasando?"

Piña se ahogó y no pudo contestar.

Lelei utilizó todo el conocimiento que tenía para comenzar a diagnosticar Itami.

Ella abrió los párpados para comprobar sus ojos, luego miró su nariz, sus orejas y su boca para comprobar si había sangrado o lesión, palpó su cara y cabeza para ver si había alguna lesión oculta, y después de asegurarse de que estaba bien, ella dio un suspiro de alivio.

Después de eso, finalmente miró a Piña con ojos acusadores.

"¡¿Qué estabas intentando hacer?!"

Sin embargo, el primero en hablar no fue Lelei, sino Tuka.

Mientras vertía el agua de la cantimplora en la cabeza de Itami, regañó a Piña por abrir la puerta con tanta fuerza cuando sabía que alguien estaba al otro lado.

Incluso llegó a decir cosas groseras como "Más tonto que un Goblin", pero Piña sabía que era culpa suya por ser descuidada, por lo que se quedó en silencio, con una expresión de disculpa en su rostro. Ella no parecía para nada una Princesa Imperial en este momento.

Cuando la gente se enojaba, la gente alrededor de ellos se emocionaba o se volvía aún más tranquila. Lelei estaba ahora muy tranquila, y parecía haberse dado cuenta de que ahora estaba en Itálica.

Con un vistazo, se dio cuenta de que la salida estaba cerrada y el perno estaba en su lugar. Los guardias y la gente del pueblo se habían reunido alrededor de ellos.

Ella no pudo evitar mirar a Rory... pero la sacerdotisa vestida de negro simplemente sonrió divertida.

Itami recuperó la conciencia después de un tiempo.

“Ouch” dijo mientras se frotaba la barbilla mientras abría los ojos. Fue entonces cuando se dio cuenta de que la cara de Rory, la sacerdotisa vestida de negro, ahora llenaba su campo de visión.

Su cabello negro rozaba la cara de Itami. Era un poco espinoso.

Ella se veía muy joven, pero su expresión era como una mujer madura que era muy experimentada  jugando con su alrededor. No sabía si estaba bromeando con él o si estaba hablando en serio. Sus manos sujetaron la cabeza de Itami y la movieron hacia su muslo. Había una belleza embrujadora en sus pupilas negras.

"Ara ~ él está despierto."

Las palabras que vinieron eran de este mundo, pero él podía entenderlas fácilmente. Además, la voz de Rory era como el tintineo de las campanas de plata, y le agradaban a sus orejas.

“¿Te acuerdas de todo?”

Itami asintió.

La puerta que de pronto se había abierto golpeo su cara y su mandíbula, y todo se había vuelto negro. Parece que se había desmayado por un tiempo.

Cuando abrió los ojos y miro más lejos, detrás de la cara de Rory... mucha gente miraba a Itami, y vio la cara preocupada de Lelei.

De repente, oyó a Tuka regañar a alguien con enojo.

Había estado estudiando furiosamente el idioma de este mundo, pero ahora no necesitaba un traductor para entender las palabras que lo rodeaban. El centro del lenguaje en su cerebro debe haber hecho ciertas conexiones, probablemente causado por ser golpeado en la cabeza.

El chaleco antibalas No. 2 era pesado, así que Itami sólo logró levantarse con gran esfuerzo.

Por alguna razón, la parte superior de su cuerpo estaba empapado.

Mientras Tuka estaba a mitad de su regaño, parecía darse cuenta de que Itami se había levantado y le preguntó: “¿Estás bien?”

"Sip. Te he dejado ver un lado embarazoso de mí.

Itami subió la cremallera de su camisa y aseguro los botones de su chaleco antibalas.

Después de eso, recuperó su casco de Lelei y arregló su equipamiento desordenado.

Oyó al Sargento Mayor Kuwabara tratando de comunicarse con él, y presionó el interruptor en su pecho más bajo.

“Teniente, ¿estás bien? Estaba preocupado."

"Un poco, sí. Me desmayé por un momento”.

"Si hubieras tardado más tiempo, habría ordenado a nuestros muchachos estallar todo y entrar."

Ser capaz de evitar una batalla innecesaria era una forma de buena fortuna. Sería terrible si dejaban víctimas porque sí. Kuwabara había esperado tanto tiempo porque tales pensamientos estaban en su mente. La necesidad de rescatar a un camarada capturado y la necesidad de evitar una lucha innecesaria. Era difícil para él decidir qué priorizar.

"Volveré a contactarte una vez que averigüe qué está pasando. Espera por ahora.

"Lo tengo."

“Está bien, ¿quién va a decirme qué está pasando?

Itami se dirigía a la gente que lo rodeaba.

Rory miró a Tuka, Tuka miró a Lelei, Lelei miró a Piña, y Piña miró suplicante a todos a su alrededor. Al final, todos miraron hacia otro lado, con una expresión de inquietud en sus rostros.

¿Era desinterés o confusión...? Bueno, la mejor palabra para el estado de ánimo de ellos en ese momento podría ser “ociosos”.

(NT: Acá usan la palabra “leisurely” que vendría significando que “no tenían prisa”)

Nota:


Sepsis: Ocurre cuando el cuerpo tiene una abrumadora respuesta inmunitaria a una infección bacteriana. Las sustancias químicas liberadas a la sangre para combatir la infección desencadenan una inflamación generalizada, lo que conduce a la formación de coágulos de sangre y la filtración de vasos sanguíneos. Esto causa un pobre flujo sanguíneo, lo que priva a los órganos de nutrientes y oxígeno. En los casos más serios, uno o más órganos pueden fallar. En el peor de los casos, la presión arterial baja y el corazón se debilita, lo que lleva a un shock séptico.




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