9 mar 2018

Tate No Yuusha Vol 03 Cap 19

Autor: Aneko Yusagi

Traductor: Lord


Editor: Lord




19 Las Herramientas

Perra se tambaleó, y Raphtalia salió de detrás de ella. Al yo distraerlos, aparentemente ella había usado magia.

Su sincronización fue perfecta. Estábamos en medio de una crisis. ¿Esto lo arreglaba?

"T... ¡Tú! ¿Tienes idea de a quién acabas de apuñalar?"


Perra estaba enrabiada. Como un demonio, ella le gritó a Raphtalia.

"¡Srta. Myne! ¡¿Estás bien?!"

"Espera. ¡Ren! Ugh!"

Ren voló hasta Perra y chocó espadas con Raphtalia.

Intenté correr también, pero la lluvia de flechas y la magia me hicieron retroceder.

La espada aún estaba atascada en Perra. Debe haber ido por el camino equivocado, ya que Raphtalia no pudo sacarla. Una vez que se dio cuenta de que no estaba saliendo, Raphtalia inmediatamente cambió a su espada de repuesto.

"¡¿Qué estás haciendo?!"

"¡Todos ustedes se unen para atacar al Sr. Naofumi! ¡Tengo que detenerlos!"

"¡Eso no importa!"

El ruido de las espadas una contra otra llenó el área. Ren tenía más experiencia con la espada. Paró y golpeó a Raphtalia.

Esto no estaba bien. Ella estaba prácticamente desarmada.

Firo seguía luchando contra Motoyasu, y la princesa estaba ocupada apoyándola.

Poco a poco, los miembros del equipo de Ren e Itsuki se acercaban a hurtadillas a la princesa.

Esto no era nada bueno. Desesperada, Raphtalia buscó la espada mágica que el vendedor de armas le había dado. La sacó de la vaina y se soltó con un chasquido. La empuñadura estaba vacía; no había espada.

"¡Ahahaha! ¿Qué tienes ahí? ¡Qué lindo!"

Perra ya había sido curada con magia. Señaló con el dedo a Raphtalia y se rió. Pero Ren e Itsuki tuvieron una reacción muy diferente.

“¿La espada no tiene una hoja? ¡Todos, tengan cuidado!”

"¡Okay!"

"¡¿Qué... qué está pasando?!"

Los miembros del equipo de Ren estaban confundidos.

"Eso podría ser una espada mágica. Puede formar una hoja a partir del poder mágico del usuario. Podría ser muy peligrosa".

"Él tiene razón. No sé dónde podría haber encontrado algo así..."

Pensándolo bien, el viejo de la armería nos había dado una nota que decía algo parecido.

"Después de leer su nota, no podía ignorar lo que había dicho. Tenía que significar algo. Así que hice un pequeño experimento".

Susurró Raphtalia, y ella puso sus dedos alrededor de la empuñadura, sujetándola con fuerza. Cuando ella sujetó al mango, una luz cegadora salió disparada de él.

Perra parecía molesta.

"¡Ahí voy!"

Raphtalia apuntó la espada hacia delante, y luego corrió hacia Ren y Perra.

"¡Maldita sea! ¡Espada Estrella Fugaz!"

Ren usó su mejor habilidad.

La Espada Estrella Fugaz era una habilidad que disparaba estrellas desde el arco de su espada. Imagino que si golpeaba el blanco directamente, era muy fuerte. Aun así, Ren no estaba luchando con todas sus fuerzas. Estaba luchando para detenernos. Probablemente se retendría.

Incluso si se retuviera, si golpeaba a Raphtalia probablemente causaría daños fatales. ¡¿Qué podía hacer?!

Si me acercaba a ayudar, arrastraría los ataques de los soldados hacia Raphtalia, pero Raphtalia esquivaba el torrente de estrellas y se movía.

"¡Sus movimientos carecen de convicción!"

"Ugh..."

Ren no estaba seguro de dónde estaba parado en la pelea, y eso estaba afectando su estrategia de ataque. Raphtalia esquivó su espada, y su propia espada brilló.

Ren parecía mareado de repente. Agarró la cabeza con las manos y tropezó hacia Raphtalia. Entonces cayó de rodillas.

"Ahora lo entiendo. Me dio esta espada para cortar cosas que no son físicas. Así que cuando cortas a una persona, esto es lo que pasa".

Raphtalia parecía entender algo. Se giró dejando al Ren caído y corrió hacia Perra.

"¿Crees que un criminal como tú puede pararse ante gente como yo?".

Perra preparó su espada y la blandió hacia Raphtalia.

"¡Por favor, CÁLLATE!"

La espada de Raphtalia desapareció justo a tiempo para evitar chocar con la de Perra. No sería un duelo. Raphtalia pivoteó, se giró, y dejó que la espada de Perra la rodeara, fallándola por un pelo.

La hoja de la espada mágica reapareció, y se deslizó hacia delante sin esfuerzo, a través del pecho de Perra.


"¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!"

Perra gritó.

Entonces, como si se hubiera desmayado, soltó la espada y cayó hacia Raphtalia.

Raphtalia usó su pie para mover la espada hacia su mano. Entonces, usando a Perra como escudo, se giró hacia Ren.

"¡Myne!"

"¡Myne!"

Ren e Itsuki, luego Motoyasu, todos gritaron.

“¿Héroe de la Espada? Seguro que te has dado cuenta de esto, pero no está muerta. Simplemente la he puesto a dormir un momento”.

Raphtalia sostuvo su espada contra Perra como una amenaza.

"¿Crees que podrías escuchar todo lo que el Sr. Naofumi tiene que decir?"

"P... Pero..."

"¡Libera a tu rehén! Si no lo haces, estarás en peligro. Será mejor que te alejes de Naofumi".

Gritó Itsuki, pero Raphtalia le miró fríamente.

“¿Dicen eso después de tomar a Firo como rehén? También tomaron a Melty como rehén. ¿Y creerías todo eso en una historia endeble sobre un supuesto Escudo Lavado Cerebral?"

"Um..."

“Y además, ¿no lo ven? El Sr. Naofumi no puede moverse ahora mismo”.

Con la Perra inconsciente, la marea parecía haber cambiado. Todavía no podía arriesgarme a acercarme demasiado a Raphtalia.

La razón era la implacable lluvia de flechas y magia que caía a mi alrededor.

"¡Basta ya mismo!"

Ren gritó a los soldados, pero no parecían estar escuchando.

"¡Por favor, deténganse! ¡Comandante, por favor!"

"¡No! ¿Se hacen llamar soldados de Melromarc? ¡Oh, hey! ¡Tú eres el que peleaste con el Demonio del Escudo!"

El soldado que había llamado al Comandante para que se detuviera era uno de los soldados que me había ayudado durante la última ola.

"¡Recibe tu castigo ahora!"

Todo sucedió en cámara lenta.

Poco a poco, pero absolutamente, una espada estaba cortando el aire directamente al soldado que me defendió.

Fue como con la princesa más joven.

Tuve la suerte de haberla salvado, pero esta vez era demasiado lejos. No podría llegar a tiempo.

"¡Alto!"

El Comandante balanceando su espada contra un subordinado me hizo estallar. Ya no podía controlar mis emociones. Sentí como si pudiera explotar.

Justo entonces, la pequeña herramienta que el dueño de la tienda de armas me había dado, la cubierta para la joya de mi escudo, se agrietó y cayó.

"¡Whoa!"

No sabía lo que estaba sucediendo, pero era consciente de un gran volumen de luz que se expandía a mi alrededor.

¿Qué fue eso? Era un círculo de luz centrado en mí mismo, de unos tres metros de diámetro. Era bastante grande.

¿Qué...?

Los ataques que llovían de los soldados no podían penetrar la luz. Se estrellaron y se rompieron, rebotando.

"¡Whoa!"

Las chispas y los ataques rebotando llovieron sobre Ren y los otros héroes, incluyendo sus equipos. Afortunadamente, las chispas evitaron a cualquiera asociado con mi equipo. Raphtalia, Firo, la princesa y los soldados aliados no resultaron heridos.

Los fragmentos rotos cayeron sobre los enemigos, trozos ennegrecidos. Pero entonces comenzaron a arder. Había tantos de ellos, dispersos tan al azar, que nadie podía escapar de ellos.

La herramienta que el viejo me había dado debe haber reaccionado a mi escudo. Las llamas negras sugirieron que había influido mi escudo con un contraataque basado en el Escudo de la Rabia II. Esa era la única explicación que se me ocurrió.

"Qu..."

“U…”

Ren e Itsuki estaban sufriendo por las llamas. El único que aún podía luchar era Motoyasu, y estaba encerrado en combate con Firo.

"¡Hiya!"

"¡Todos!"

"¡Maldita sea! ¡Naofumi! ¡No corras!"

Motoyasu comprendió que la situación se había vuelto en su contra. Se alejó de Firo.

"¡Reagrúpense todos!"

"¡Ok! ¡Vamos, Mel!"

"¡Vale!"

Qué inesperada buena suerte. Esta era nuestra oportunidad de escapar.

Pero Motoyasu seguía levantado y coleando. ¿Cómo podríamos alejarnos de él?

Firo todavía estaba atascada en forma humana debido a ese aro. No podíamos escapar encima de ella.

Y no era como si Ren e Itsuki ya no fueran capaces de luchar. Las llamas negras los habían quemado, pero era sólo una herida superficial.

"¡Deja ir a Myne!"

Motoyasu lanzó una lanza contra Raphtalia, que seguía usando a Myne como escudo.

"No lo creo."

"Sr. Naofumi."

Yo ellegué delante de Motoyasu en un santiamén, pero justo antes de que Raphtalia pudiera volver y maniobrar detrás de mí, perdió el control de Perra.

La mirada de Motoyasu inmediatamente se dirigió a Perra.

Ella había sido nuestra mayor ventaja, y ahora habíamos perdido eso.

Me acerqué para ver si podía agarrarla de nuevo...

"¡Myne!"

Pero Motoyasu ya la había arrastrado hasta sus brazos. Maldita sea. Estaba fuera de nuestras manos.

Nuestra situación había empeorado constantemente desde que nos encontramos con todos. No podíamos luchar mucho más tiempo.

Honestamente, si lo intentáramos perderíamos.

Lo estaba pensando cuando algo se enrolló contra mi pie.

¿Una bomba? Inmediatamente levanté mi escudo para bloquear la explosión, pero la bomba empezó de emitir una corriente de humo con un silbido suave.

"Uh..."

"Qu..."

Toda el área se llenó de humo, y no pudimos ver nada. Dí un solo paso y ya no podía distinguir a nadie.

Con todo el mundo tan de cerca, ¿cómo se suponía que íbamos a distinguir a un amigo de un enemigo?

"Por aquí, Zeñor."

"¡Esa voz! Héroe del Escudo, sigue la voz".

Mel me llamó.

"¿Está bien?"

"Creo que sí. Por si acaso, que Raphtalia use su magia de ilusión".

"¡Muy bien!"

Mel me estaba guiando, corrí detrás de ella.

"¡Espera! ¡¿Dónde fuiste?!"

Antes de escapar, llamé a Ren.

"Ren, estoy seguro de que entiendes todo esto. Después de usar toda esta fuerza, ¿puedes decir realmente que yo soy el criminal aquí?"

“…”

"¡Usaré la magia de viento! ¡Alguien más que pueda usarla, ayúdenme!"

"Espera, Itsuki."

"¿Qué es?"

"Ahora deberíamos..."

Itsuki estaba a punto de usar la magia de viento para limpiar el humo. Parecía que Ren intentaba detenerlo.

¿Lo lograríamos? No lo sabía, pero todos perseguimos la voz.

Cuando el humo se esfumó, habíamos puesto mucha distancia entre Ren y nosotros. Y por si acaso, Raphtalia había casteado magia allá atrás. Todavía nos estaban buscando.

Eso significaba...

"Zeñor, usa mejor este manto también."

La voz misteriosa habló y me arrojó una tela sobre mí.

"¿Lo conseguiremos?"

"Silencio... Movámonos... en silencio."

Mel tomó la mano de Firo y corrió en silencio. Los seguimos. Y así pudimos escapar de los héroes. Poco después, el campo de fuerza que me rodeaba desapareció. Al final estaba claro que sólo habíamos podido escapar por los regalos que el viejo nos había dejado.

Pero esta no sería la última vez. ¿Cómo escaparemos la próxima vez? Los héroes no eran estúpidos. Aprenderían de esto y se les ocurriría un nuevo plan.

Y sin embargo, parecía que Ren empezaba a sospechar que las cosas no eran como parecían. Tenía que tener esperanza en eso.

De todos modos, no era momento de pensar en las cosas. Necesitábamos centrarnos en correr.


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